¿Alguna vez te ha parecido que no ganas nada con serlo un cristiano? Es importante saber qué nos ofrece la vida cristiana, para no crearse falsas expectativas y para qué ir tras a otras cosas materiales. Es frecuente que en momentos de cansancio, frustración o desconsuelo cruza por la cabeza una pregunta cuestionable, por preguntarte de la vida eterna: Pero entonces, ¿para qué me sirve ser cristiano?,

Se puede plantear estas preguntas con tonos muy distintos: rebelde, desafiante, desanimado o dolorido, Puede ser una mera queja, una búsqueda de respuesta, un planteo de fondo o la declaración enojada de que no sirve para nada de ser cristiano.

Entonces de qué tipo de cristiano se quiere -santo, tibio o frío- o que se deje de serlo del todo.

Desde un punto perspectiva quizá utilitarista y desafiante, equivale a la pregunta sobre el sentido de ser cristiano.

Hay otras preguntas equivalentes. Por ejemplo: ¿para qué me sirve creer en Dios (o amarlo, o rezar)? ¿Qué gano con ir a la Misa (o si me confieso, casarme por la Iglesia)? Y un largo, etc., de otras similares a las que queremos analizar y responder en este artículo.

Las preguntas planteadas en términos muy importantes, de modo conveniencia o beneficios que me produciría ser o vivir como cristiano. Y que justificaría en serlo, de manera que sería cristiano precisamente para conseguir esas ventajas, Y tendría que dejar de serlo si se demostrara que no funciona porque no reporta los beneficios que cabria esperar de él, pero estas preguntas nos ayudan a trascender lo que nos dice la Iglesia para contemplarlo.

Entonces, _¿para qué ,, sirve rezar?.

Rezar siempre sirve para algo nos trae un fin provechoso, de algo que pedimos o fácilmente no pedimos lo que nos va edificar sino desviamos pidiendo al Señor lo que nos conviene, lo que nos gusta, lo que nos lleva a la satisfacción personal, Principalmente para unirnos con Dios arriesgar nuestra vida con. la oración, es pedir su Espíritu Santo. Lo pido-al Señor porque es bueno, me alegrará la vida, me ayudará a. servirlo mejor, se lo puedo ofrecer: en dos palabras, entrar en los servicios de los demás para encontrar de santidad. Y, al mismo tiempo, como sé que Dios me ama con la locura y no se equivoca, estaré contento cuando juzgue, precisamente porque me escucha y me quiere, que es lo mejor para mí, es no contar con lo que pido sino ver las cosas más trascendentales que llevan al camino de la salvación, Alguno dirá que cosa me falta, para creer esto hace falta fe, Por supuesto que sí, falta la fe para ver el reflejo de un Cristo resucitado.

Dios escucha siempre nuestros clamores, y nos puede edificar a cada uno de nosotros, También cuando no entiendo, él se entrega para conmigo, cuando no puedo escucharlo, cuando me duele los pecados, incluso cuando me enojo, Jesucristo puede derrumbar nuestros barreras para hacernos un hombre nuevo, La fe incluye entonces la confianza: y esto le da sentido al dolor_; enseña a santificar la cruz.

Dios ama siempre, también al pecador y cuando no me da lo que le pido, Dios no se equivoca nunca, tampoco cuando parece que piensa distinto que nosotros, pero Jesucristo siempre obra en nuestras vidas dándonos unos signos concretos. Obviamente uno de los temas claves de- nuestra vida es descubrir el- sentidcy de- la cruz, escándalo- para. los judíos, necesidad para los gentiles y para los cristianos fuerza y la sabiduría de Dios. Tener el sentido de la vida, vale mucho. Debemos tratar de buscarlo y encontrarlo.

Si queremos saber qué es lo mejor para con nosotros, busquemos en el Evangelio y encontraremos qué quiere el Señor para la santificación de los cristianos.

Dios no falla nunca. No puede fallar: si es Dios, lo que es la verdad, el camino, la vida, etc.

Rezo porque necesito a Dios. Porque sé que me ama y quiere lo mejor para mí.

Rezo confiado en su voluntad, y en su amor, en su misericordia que puede hacer milagros, sé que no falla nunca, tampoco cuando me toca sufrir, tampoco cuando no me concede lo que /e pido: porque entonces me concede algo mucho más valioso cara a la vida eterna,

Rezo para unirme a Él: lo busco porque quiero estar con Él, encontrar su ayuda, su consuelo, su amor, su paz, su ayuda para ser mejores hijos adoptados por mismo Señor, Para ser capaz de darle lo mejor de nosotros mismos: es lo que me reclama el amor verdadero. que se dona su amor gratuito,

¿Un cristianismo egoísta? Termina muerto en su vida diaria.

¿Qué es el cristianismo? Una cuestión de amor.

¿Y para qué me sirve amar? Amar es lo más importante en la vida, de lo que dependerá la felicidad y plenitud de la propia vida cristiana. Pero, desde la pregunta ¿para qué me sirve amar? ¿Qué gano si amo? nunca conseguiremos amar de verdad,

Hemos de estar atentos porque no se puede amar con un planteo egoísta. No se puede amar buscando primeramente qué me aporta ese amor sino requiere una donación de parte de nosotros.

Amar a Dios sobre todas tas cosas y amar al prójimo como a ti mismo. Ese es el fin. Peri si  me planteo ¿para qué me sirve Dios? ¿Para que quiero amarlo? estamos  comenzando mal el recorrido de la fe y del amor. Estamos poniendo a Dios en función de nuestros intereses. Pero Dios no es un sirviente de lujo. Y es imposible crecer en el amor recorriendo el camino de la búsqueda del propio beneficio egoísta no mirar a Jesucristo que nos haga cristianos según, el. hijo. resucitado,

CONCLUSIÓN

No te hagas esta pregunta porque no tiene sentido. Y cuando se te cruce por la cabeza, responderle con generosidad, rechazando los planteamientos mezquinos que supone, Al mismo tiempo debes saber que ser cristiano sirve para conseguir lo perfecto en el amor gratuito de donarse hacia el otro,

De hecho Dios y la vida eterna existen, El cristianismo no es una apuesta al futuro, como la de quién jugará a la lotería a ver si el número le sale. No es un jugarse a ver qué pasa. Hay algunos pequeños detalles a tener en cuenta: Dios existe, nos vamos a morir, nos encontraremos con El, que en su. presencia sacaremos cuentas de cómo. hemos usado. la vida que nos ha dado el mismo Dios.

Vivir como si Dios no existiera es fatal sencillamente porque es una suposición demasiado falsa: no hay ninguna posibilidad de que no exista.

Vivir como si no fuéramos a morirnos nunca es muy ridículo sencillamente porque lo único que está claro en nuestra vida es que vamos a morirnos.

¿Entonces, para qué sirve ser cristiano?

El cristianismo da sentido a la vida, le da valor y la llena de contenido. Permite vivir esta vida abiertos a la plenitud, trascendiendo, a más allá. Sin• el. cristianismo, es demasiado nuestra vida es muy pobre. Desde una perspectiva de culto al cuerpo_; bastante mal; con el paso de los años, cada vez con menos fuerzas, más enfermos, más limitaciones de los hombres estas cosas son llevadas hasta la muerte. Las perspectivas materiales no son las mejores. La virtud de la esperanza es más necesaria de lo que muchos imaginan. Nos abre horizontes de plenitud y amor hacia el otro. Llena de esta vida el contenido ya ahora, y nos conduce a la que vale la pena, aquella para la que estamos hechos, donde se harán realidad las aspiraciones más profundas del corazón humano.

Es mucho más que una vaga aspiración o deseo: es la certeza de que Dios nos dará lo que nosotros pedimos. Pero ser cristiano sólo cara a esta vida resultaría una estafa cruel.

La peor de las estafas: quitarle lo más valioso, su sentido más profundo, ta razón por la que Dios se hizo hombre, murió, resucitó y ascendió al cielo por nosotros. La ale la del Cristo resucitado, se hace carne en nuestra vida, pero la vida en abundancia, por eso debemos alegrarnos de estar en su Iglesia de Jesucristo. La alegría del Señor que podemos pedir cada día de entrar de nuevo a la historia de la salvación y cada día de poder contemplar la vocación, a la hemos sido. llamados, para, a una misión. concreta no. solamente de estar sino también_; de entrar en el misterio de la salvación y poder aleerarse de la grandeza del Señor que va actuando en nuestras vidas diarias.

Yo prácticamente doy gracias al Señor porque me tiene en su Iglesia, por lo tanto, me sigue teniendo y me está gestando dándome lo necesario para mi vida personal y me regala la vida en comunidad, y de sentir amado por el Señor y me da de nuevo la oportunidad de tener la alegría de cristo resucitado, que ha dado por mí y por nuestra salvación de cada uno de nosotros y las celebraciones litúrgicas de este tiempo nos ayudan a trascender y poner nuestra mirada lo que el Señor puede reconstruir la casa de nosotros con un ser nuevo o a veces vemos las cosas superficiales, pero nos ayudan mirar a más allá de nuestros egoísmos personales que seremos cada uno de nosotros,

Pero los hombres valen mucho más que su dinero. Lo que somos es más importante que lo que tenemos. Nos preocupamos mucho por el dinero y muy poco por la felicidad que nos puede regalarnos nuestro Señor Jesucristo. Por eso hay entre los hombres mucho más felicidad, que et dinero. pero. el. sentido. cristiano. es lo que nunca podremos pagar con dinero sino vivir el presente teniendo a Cristo vivo, tener vivo manifestado gloriosamente en la vida de cada hombre.

Mucha de las veces los jóvenes, a que refugian para no sufrir mucho, de ir por• el camino de la perdición (discoteca, alcohol sexo, droga, etc. 1 y como salen de esta satisfacción que vives o vivimos tu y yo, no ves bien tu historia de salvación que hecho Jesucristo con cada uno de nosotros y sigue haciendo, Ánimo hombres de poca fe que tenemos ante Señor, el Señor puede hacer milagros grandes de regalarnos su amor misericordioso gratis sin pedirte nada a cambio, pero mucho dependemos de nosotros para aislarnos y entrarnos en nuestros egoísmos tremendos

¿Qué cosa pides al Señor? o ¿qué pedimos al Señor? Tú y yo que pedimos al Señor. Pedimos que fácilmente tengamos las cosas materiales sin interesarnos de las cosas espirituales o como estamos viviendo este tiempo, hoy concretamente como tal que eres, en la medida del conocimiento que tienes, estás viendo las cosas en. este mundo fácilmente o. tienes una ceguera que no te hace ver bien y estas metido en tu muerte ontológico, lo que digo estas cosas son para que nos ayude de poder según la voluntad de Dios misericordioso lento a la cólera rico en piedad, tener también; la conciencia de que somos de barro no podemos mirarnos a nosotros mismo sino mirar a Cristo crucificado escándalo para los judíos necesidad para gentiles para los cristianos fuerza y la sabiduría Dios. Si la vida terrena está caracterizada por el hecho de que el hombre es dominado por Cristo, la llegada de Cristo en la muerte es la realización del perfecto dominio de Cristo. Este dominio significa superioridad sobre la muerte y el pecado, sobre el dolor y la caducidad, plenitud y hartura de verdad y de amor.

Quien está dominado por Cristo logra también sobreponerse a la angustia y al dolor, a la caducidad y a la muerte; se con^-vierte también en dominador. La ^-vida celestial significa participación en el señorío de Cristo. Como la muerte, que es el enemigo del hombre, es a la vez el tránsito hacia esa plena comunidad con Cristo, San Pablo la saluda como a un amigo. Desde la cárcel de Roma escribe a los Filipenses que lo que espera es que Cristo, sea glorificado. como. siempre en. su. aunque el vivir en, la carne es para mí. fruto de apostolado, todavía no sé qué elegir. Por ambas partes me siento apretado, pues de un lado deseo morir para estar con Cristo, que es mucho mejor; por otro, quisiera permanecer en la carne, que es más necesario para vosotros.

El hombre que encuentra a Cristo cara a cara se da cuenta de que Cristo le da todo lo que anhela su corazón; en El encuentra la imagen del hombre perfecto, porque su ser humano está configurado por su persona divina y glorificado por la gloria de Dios. Él es la imagen que el hombre busca en la tierra sin encontrarla, El justo vive en Cristo la experiencia de que lo terreno eran las sombras cuya realidad es Cristo. Cristo es la verdadera vida, el verdadero pan, la verdadera luz, el verdadero camino, También en su vida de peregrinación pudo saber que Cristo es la Vida, el Pan, la Luz, la Verdad y el Camino, pero en esta vida no pueden eer directamente experimentadas estas funciones de  Cristo. El justo, en cambio, reconocerá inmediatamente que Cristo es el Pan y la Vida, la Luz, la Verdad y el Camino.

EN DEFINITIVA SER CRISTIANO. SIRVE PARA: *Descubrir el sentido de nuestra vida para qué vivimos,