Testigos, no Maestros: JMJ Amsterdam
35.000 jóvenes católicos europeos, en Ámsterdam
Lo decía Pablo VI: «El mundo tiene necesidad de testigos, más que de maestros». Más de 35.000 jóvenes de toda Europa, pertenecientes al Camino Neocatecumenal, estuvieron varios días en más de 150 ciudades de Europa anunciando el Evangelio, hablando de su experiencia junto a Cristo en la Iglesia. Como conclusión a esta experiencia de evangelización, han tenido un encuentro en Ámsterdam (Holanda), en el que mostraron su alegría, como los Apóstoles después de haber sido enviados por Jesús a predicar.
De
camino hacia la ciudad holandesa de Amsterdam, jóvenes de toda Europa,
pertenecientes al Camino Neocatecumenal, anunciaron el amor de Dios por
todos los hombres en las calles y plazas de numerosas ciudades de toda
Europa, aprovechando para invitar a todos los jóvenes a la Jornada Mundial
de la Juventud que se celebrará en Colonia, en el mes de agosto próximo. Son
muchas las anécdotas sucedidas durante esos días. En Maastricht (Holanda),
un grupo de jóvenes españoles, italianos y polacos, después de haber dado su
testimonio, hablaron con un hombre que había concertado ya una cita para
tramitar su divorcio, pero que, después de haber escuchado, decidió
cancelarla.
Un pintor de Ámsterdam dijo a un grupo de italianos que sus sonrisas lo habían impactado, porque eran difíciles de pintar. Un protestante comentó: «Nosotros miramos siempre hacia el suelo. Vosotros nos habéis hecho alzar la mirada hacia el cielo. Pensábamos que los católicos eran gente vieja, y en su lugar sois tantos jóvenes». El obispo de Roermond invitó a doscientos jóvenes italianos y españoles a su casa para asearse y descansar. Una mujer de Haarlem, después de escuchar las experiencias de los jóvenes, se les acercó llorando: «Estoy destruida; habladme de Dios».
Otra chica salió de la catedral con
lágrimas en los ojos: «Hoy he perdido el trabajo y tenía necesidad de esto».
En Berlín, los chicos fueron expulsados de un lugar a otro, hasta que al final llegaron a la Puerta de Brandenburgo, donde mucha gente les escuchó con emoción. Volviendo hacia el autobús, se encontraron con un grupo de punks y okupas, a los que también les anunciaron que Dios les ama; ellos respondieron: «No, Dios ha muerto», y les insultaron y les tiraron huevos y cerveza, pero los jóvenes no les respondieron.
En Mannheim, muchos hablaron con los jóvenes y les preguntaron dónde encontraban aquella fuerza y entusiasmo, y dónde podían encontrarla también ellos. A muchos les impactó el anuncio del amor de Dios en Lucerna (Suiza), y la propietaria de un restaurante quiso manifestar su agradecimiento dando a todos de comer.
En Bruselas, los chicos se pusieron a
cantar y fueron rodeados por un grupo de musulmanes, que también les
insultaron y les tiraron huevos; también en este caso, los chavales no
respondieron.
Kiko Argüello, iniciador junto a Carmen Hernández del Camino Neocatecumenal, contó la experiencia de dos itinerantes que fueron a Amsterdam, hace treinta años, para evangelizar, sin bolsa ni dinero, y que pasaron ocho días casi sin comer, sin ser acogidos por nadie; ellos ofrecieron ese sufrimiento por Ámsterdam. «¿Hay alguna relación –dijo Kiko– entre estos dos pobrecillos y este encuentro que estamos teniendo hoy en esta ciudad? ¡Sí! Cristo fue rechazado, y aceptando el rechazo nos ha salvado y nos ha mostrado el amor que Dios nos tiene. Nosotros no podemos permanecer tranquilos ante la gran cantidad de suicidios y divorcios, y el sufrimiento que hay en Europa, cuando Cristo ha dado su vida por todos los hombres. Es necesario que demos nuestro testimonio. A todos les ha sido ofrecida gratuitamente la posibilidad de cambiar de vida».
Carmen Hernández comentó que «hoy la mujer es la más atacada por el demonio, porque tiene la posibilidad de llevar dentro de sí la vida». Asimismo, don Mario Pezzi, presbítero que acompaña a los iniciadores del Camino, dijo que «la primera de las vocaciones es la de la familia cristiana, que es un gran don y que necesita ser sostenida por la Iglesia». Al final del encuentro, 1.050 chicos que se sentían llamados para el presbiterado se ofrecieron para ingresar en el seminario; y 450 chicas hicieron lo mismo para ingresar en la vida consagrada.
Giuseppe Gennarini
Juan Luis Vázquez (A&O 450)
EN MARCHA HACIA COLONIA
La finalidad de esta experiencia misionera ha sido la de dar testimonio de la resurrección de Jesucristo en el corazón de la vieja Europa, invitando a los jóvenes no bautizados a ir a Colonia para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Benedicto XVI. La misión ha sido verdaderamente sorprendente y providencial: los jóvenes hemos podido anunciar el amor de Jesucristo a todos los hombres, en las calles, en las plazas, a las puertas de los institutos y también en el interior de las aulas.
Ha sido una verdadera experiencia pascual, hemos sentido la compañía del Resucitado en medio de nuestra precariedad, y al mismo tiempo hemos podido testimoniar, con nuestra presencia, que la Iglesia está viva y que la Iglesia sigue siendo joven. Los que hemos estado en Amsterdam y hemos vivido esta experiencia de nueva evangelización no podemos por menos de decir que el Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
La siembra ha sido ya realizada, y ahora levantamos nuestra mirada hacia la próxima cita con nuestro nuevo Papa Benedicto XVI en Colonia; también allí iremos a adorar a nuestro Señor Jesús, Camino, Verdad y Vida para los jóvenes del tercer milenio.
Juanjo Calles
Descargue la catequesis de Kiko, Carmen y del P. Mario
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