Tratado XVII

ECLESIOLOG�A

1. Conceptos

2. La Iglesia patriarcal

3. Origen de la Iglesia

4. Profetizaci�n

5. Prefiguraci�n

6. Caracter�sticas

7. Sociedad

8. Primado. Precedentes

9. Primado. Concesi�n

10. Primado. Funciones

11. Primado. Jurisdicci�n

12. Miembros

13. Notas

14. Propiedades

15. Fin de la Iglesia

16. Misi�n de la Iglesia

17. Magisterio

18. Magisterio. Infalibidad

19. Perennidad de la Iglesia

20. Potestad

21. Persecuciones

22. Relaciones con las personas divinas

23. La Iglesia: Mandamientos

24. El cuerpo m�stico

25. El cuerpo m�stico. Uni�n

26. El cuerpo m�stico. Comunicaci�n

27. El cuerpo m�stico. Influjo

28. El cuerpo m�stico de Satan�s

1. Conceptos

-Varios conceptos de la palabra

-Varios sentidos en la Sagrada Escritura

-Varios nombres en la Sagrada Escritura

-La Palabra Iglesia significa varios conceptos.

a) -Partes de la misma.

Pablo, llamado a ser ap�stol de Cristo Jes�s por la voluntad de Dios, y S�stenes, el hermano, a la Iglesia de Dios que est� en Corinto:... (1 Cor. 1-2).

b) -Familias particulares.

Saludad a Prisca y Aquila, colaboradores m�os en Cristo Jes�s...saludad tambi�n a la Iglesia que se re�ne en su casa (Rom. 16, 3 y 5).

c) -Los Prelado y Pastores.

Juan, a las siete Iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de �Aquel que es, que era y que ha de venir,...� (Apoc. 1, 4).

-La Palabra �Ecclesia� tiene varios sentidos en la Sagrada Escritura.

a) -Asamblea de los santos.

Los cielos celebran, Yahv�h, tus maravillas, y tu lealtad en al asamblea de los santos (Sal. 89, 6).

b) -Asamblea pol�tica.

Hab�a gran confusi�n en la asamblea y la mayor�a no sab�a por qu� se hab�an reunido (Hch. 19, 32).

c) -Asamblea judicial.

Y si ten�is alg�n otro asunto, se resolver� en la asamblea legal (Hch. 19, 39).

d) -Asamblea de malhechores.

...odio la asamblea de malhechores,... (Sal. 26, 5).

e) -Lugar en el cual se re�nen los fieles.

...las mujeres c�llense en las asambleas;... (1 Cor. 14, 34).

f) -Comunidad de bautizados.

...y le constituy� cabeza suprema de la Iglesia,... (Ef. 1, 22).

-La Iglesia es denominada con varios nombres en la Sagrada Escritura.

a) -Casa de Dios.

...la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo,... (1 Tim. 2, 15).

b) -Ovejas de Cristo.

Entonces Jes�s dijo: �En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas...� (Jn. 10, 7).

c) -Esposa de Cristo.

Pues os tengo desposados con un s�lo esposo para presentaros cual casta Virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

d) -Iglesia.

As� como la Iglesia est� sumisa a Cristo, as� tambi�n las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 24).

e) -Cuerpo de Cristo.

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22).

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, es designada con varios nombres en la Sagrada Escritura.

a) -Ciudad de Yahv�h Sebaot.

Como hab�amos o�do lo hemos visto en la ciudad Yahv�h Sebaot (Sal. 48, 9).

b) -Ciudad de Dios.

...en la ciudad de nuestro Dios, que Dios afirm� para siempre (Sal. 48, 9).

c) -Casa de Dios.

...la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo,... (1 Tim. 2, 15).

d) -Ciudad situada en la cima del monte.

No puede estar oculta una ciudad situada en la cima de un monte (Mt. 5, 14).

e) -Reino de los cielos.

...los misterios del Reino de los Cielos... (Mt. 13, 11).

f) -Reino de Dios.

Dijo tambi�n: ��A qu� comparar� el Reino de Dios?� (Lc. 13, 20).

g) -Entonces Jes�s dijo:

�En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas...� (Jn. 10, 7).

h) -Reba�o de Cristo.

...habr� un s�lo reba�o y un s�lo pastor (Jn. 10, 16).

i) -Esposa de Cristo.

Ven del L�bano, esposa m�a,... (Cant. 4, 8).

j) -Casta Virgen.

Pues os tengo desposados con un s�lo esposo para presentaros cual casta Virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

k) -Iglesia.

As� como la Iglesia est� sumisa a Cristo, as� tambi�n las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 24).

l) -Cuerpo de Cristo.

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22).

...completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).

ll) -Descendencia de Abraham.

Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos seg�n la promesa (G�l. 3, 29).

2. La Iglesia patriarcal

-La Iglesia patriarcal fue instruida por Dios inmediatamente despu�s de la ca�da de Ad�n

-La Iglesia del N. T. difiere mucho de la del A. T.

-La Iglesia patriarcal fue instruida por Dios inmediatamente despu�s de la ca�da de Ad�n y Eva.

Enemistad pondr� entre s� y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: �l te pisar� la cabeza mientras acechas t� su calca�ar (G�n. 3, 15).

Aclaraci�n. �su linaje: �l�, significan �Cristo� el Redentor, y por tanto la redenci�n que ha de realizar, los misterios que ha de revelar, las gracias que ha de conceder en virtud de sus m�ritos, est�n y profetizados a Ad�n y a Eva.

-La Iglesia del Nuevo Testamento, como comunidad de bautizados, difiere mucho de la Iglesia del Antiguo Testamento en los dogmas, en la ley, en el sacrificio, en los sacramentos, en el sacerdocio y en el culto.

a) -En los dogmas.

-Existencia de Dios.

-Creador del cielo y tierra.

En el principio cre� Dios los cielos y la tierra (G�n. 1, 1).

-Gobernador de todas las cosas.

Que a la nave, al fin, la invent� el af�n de lucro y la sabidur�a fue el art�fice que la construy�; y es tu Providencia, Padre quien la gu�a,... (Sab. 14, 2-3).

-Legislador supremo.

Som�tanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas (Rom. 13, 1).

-Creador del hombre a su imagen y semejanza.

Dijo Dios: �Hagamos el hombre a imagen nuestra seg�n nuestra semejanza,... (G�n. 1, 26).

-Que resucitar� a los muertos.

Muchos de los que duermen, en el polvo de la tierra se despertar�n,... (Dan. 12, 2).

-Remunerador.

-que premia a los justos.

No temas Abraham. Yo soy para ti un escudo. Tu premio ser� muy grande (G�n. 15, 1).

-que castiga a los imp�os.

...nos consumimos en nuestra maldad (Sab. 5, 13).

b) -En la Ley.

-Ineficacia e inutilidad de la Ley antigua.

De este modo queda abrogada la ordenaci�n precedente, por raz�n de su ineficacia e inutilidad, ya que la Ley no llev� nada a la perfecci�n, pues no era m�s que introducci�n a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.

-Eficacia y plenitud de la Ley nueva.

Maestro, �cu�l es el mayor mandamiento de la Ley? �l le dijo: �Amar�s al Se�or, tu Dios, con todo tu coraz�n, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a �ste: Amar�s a tu pr�jimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la ley y los Profetas (Mt. 22, 36-40).

c) -En el sacrificio.

-Ineficacia de los sacrificios antiguos.

...es imposible que sangre de toros y machos cabr�os borre pecados. Por eso al entrar en este mundo, dice: �Sacrificio y oblaci�n no quisisteis; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. �Entonces dije: "�He aqu� que vengo a hacer, oh Dios, tu voluntad!"� (Hebr. 10, 4-7).

-Eficacia del sacrificio de Cristo.

�l, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un s�lo sacrificio, se sent� a la diestra de Dios para siempre, esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies. En efecto, mediante una sola oblaci�n ha llevado a la perfecci�n para siempre a los santificados (Hebr. 10, 12-14).

d) -En los sacramentos.

-La circuncisi�n.

...en �l tambi�n fuisteis circuncidados con circuncisi�n no quir�rgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal,... (Col. 2, 11).

-El convite del cordero.

...los disc�pulos se acercaron a Jes�s y le dijeron: ��D�nde quieres que hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?� (Mt. 26, 17).

-Las purificaciones de la Ley antigua.

Despu�s Mois�s tom� �leo de la unci�n y sangre de la que hab�a encima del altar, roci� a Aar�n y sus vestiduras, as� como a sus hijos y a las vestiduras, as� como a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos. As� consagr� a Aar�n y sus vestiduras, as� como a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos (Lev. 8, 30).

Hab�a all� seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los jud�os,... (Jn. 2, 6).

e) -En el sacerdocio.

-aquellos Sumos sacerdotes ofrec�an sacrificios cada d�a.

...que no tiene necesidad de ofrecer sacrificio cada d�a, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo; y esto lo realiz� de una vez para siempre, ofreci�ndose a s� mismo (Hebr. 7, 27).

f) -En el culto.

-La sangre de animales y la ceniza de vaca santifica a los contaminados, en orden a la purificaci�n.

Pues si la sangre de machos cabr�os y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersi�n a los contaminados, en orden a la purificaci�n de la carne,... (Hebr. 9, 13).

-La sangre de Cristo que es ofreci� a s� mismo a Dios purifica las conciencias de las obras muertas para rendir culto a Dios.

-...�cu�nto m�s la sangre de Cristo, que por el Esp�ritu Eterno se ofreci� a s� mismo sin tacha a Dios, purificar� de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebr. 9, 14).

3. La Iglesia. Origen

-Brota del coraz�n de Jesucristo

-El prometi� la fundaci�n

-�l, sus disc�pulos y el Bautista bautizaron a varios grupos de gentes

-Fue prefigurada en algunas par�bolas del Evangelio

-Cristo prepar� y empez� su fundaci�n

-Congreg� a los hombres bajo un mismo r�gimen

-Edificada sobre un cimiento inconmovible

-La Iglesia brota del coraz�n de Jesucristo.

Pero al llegar a Jes�s, como le hallaron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atraves� el costado con una lanza y al instante sali� sangre y agua (Jn. 19, 33-34).

Aclaraci�n. Muchos Padres han visto, y no sin fundamento, en el agua el s�mbolo del bautismo, en la sangre el de la eucarist�a y en estos dos sacramentos, el signo de la Iglesia, nueva Eva que nace del nuevo Ad�n.

-Cristo prometi� la fundaci�n de su Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia (Mt. 16, 18).

Tambi�n tengo otra ovejas que no son de este redil; tambi�n a esas tengo que llevarlas y escuchar�n mi voz; habr� un s�lo reba�o y un s�lo pastor (Jn. 10, 16).

-Jesucristo, sus disc�pulos y Juan el Bautista bautizaron a varios grupos de gentes.

Acud�a entonces a �l (a Juan) Jerusal�n, toda Judea y toda la regi�n del Jord�n, y era bautizados por �l en el r�o Jord�n, confesando sus pecados (Mt. 3, 5-6).

Acud�a a �l gente de toda la regi�n de Judea y todos los de Jerusal�n, y eran bautizados por �l en el r�o Jord�n, confesando sus pecados (Mc. 1, 5).

Despu�s de esto, se fue Jes�s con sus disc�pulos al pa�s de Judea; y all� se estaba con ellos y bautizaba (Jn. 3, 22).

Juan tambi�n estaba bautizando en Ain�n, cerca de Salim, porque hab�a all� mucha agua, y la gente acud�a y se bautizaba (Jn. 3, 23).

Cuando Jes�s se enter� de que hab�a llegado a o�dos de los fariseos que �l hac�a m�s disc�pulos y bautizaba m�s que Juan, -aunque no era Jes�s mismo el que bautizaba, sino sus disc�pulos- abandon� Judea y volvi� a Galilea (Jn. 4, 1-3).

Aclaraci�n. As� prepar� y empez� Jesucristo la instituci�n de la Iglesia.

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, esta prefigurada en algunas par�bolas del Evangelio.

a) -De la Era.

En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recoger� su trigo en el granero, pero la paja la quemar� con fuego que no se apaga (Mt. 3, 12).

b) -Del Convite nupcial.

El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebr� el banquete de bodas de su hijo. Y envi� sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir (Mt. 22, 2-3).

c) -De la Ciza�a.

El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembr� buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dorm�a, vino su enemigo, sembr� encima ciza�a entre el trigo, y se fue (Mt. 13, 24-25).

d) -De la Red.

Tambi�n es semejante el Reino de los Cielos a un red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuanto est� llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen los buenos en cestos y tiran los malos. As� suceder� al fin del mundo: saldr�n los �ngeles, separar�n a los males de entre los justos y los echar�n al horno de fuego (Mt. 13, 47-49).

-Jesucristo prepar� y empez� la fundaci�n de su Iglesia durante su vida p�blica.

a) -Al elegir a los doce Ap�stoles.

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� a doce de entre ellos, a los que llam� tambi�n Ap�stoles (Lc. 6, 13).

b) -Al designar setenta y dos disc�pulos.

Despu�s de esto, design� el Se�or a otros setenta y dos, y los envi� de dos en dos delante de s�, a todas las ciudades y sitios por donde �l hab�a de pasar (Lc. 10, 1).

c) -Al congregar gran multitud de disc�pulos suyos.

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; hab�a una gran multitud de disc�pulos suyos y una gran muchedumbre del pueblo,... (Lc. 6, 17).

Aclaraci�n. Estas comunidades constituyen los primeros miembros de la Iglesia naciente.

-Cristo congreg� a los hombres bajo un mismo r�gimen.

a) -Eligiendo a doce Ap�stoles para predicar.

Instituy� Doce, para que estuviesen con �l, y para enviarlos a predicar... (Mc. 3, 14).

b) -Eligiendo a Pedro, para el mando de los dem�s Ap�stoles y de todos los fieles.

...Jes�s le respondi�: �...t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ellas. A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos� (Mt. 16, 18-19).

c) -Mandando a los fieles que presten obediencia a la jerarqu�a.

Y les dijo: �El que os escucha a vosotros, a m� me escucha; y el que os rechaza, a m� me rechaza;...� (Lc. 10, 16).

-La iglesia est� edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo.

Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. �Mire cada cual como construye! pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 10).

4. La Iglesia. Profetizaci�n

-Su instituci�n, en el A. T.

-Su perennidad en el A. T.

-Su fundaci�n en el N. T.

-La instituci�n de la Iglesia fue profetizada en el Nuevo Testamento.

Suceder� en d�as futuros que el monte de la Casa de Yahv�h ser� asentado en la cima de los montes y se alzar� por encima de las colinas. Confluir�n a �l todas las naciones, acudir�n pueblos numerosos. Dir�n: �Venid, subamos al monte de Yahv�h, a la Casa de Dios de Jacob, para que �l nos ense�e sus caminos y nosotros sigamos sus senderos. Pues de Si�n saldr� la Ley, y de Jerusal�n la palabra de Yahv�h� (Is. 2, 2-3).

-La existencia perenne de la Iglesia est� profetizada en el Antiguo Testamento.

Porque un ni�o nos ha nacido, un hijo se nos ha dado,...grande es su se�or�o y la paz no tendr� sobre le trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia. Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahv�h Sebaot har� eso (Is. 9, 5-6).

En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo har� surgir un reino que jam�s ser� destruido, y este reino no pasar� a otro pueblo. Pulverizar� y aniquilar� a todos estos reinos, y �l subsistir� eternamente,... (Dan. 2, 44).

...entonces bendije al Alt�simo alabando y exaltando al que vive eternamente, cuyo imperio es un imperio eterno, y cuyo reino dura por todas las generaciones (Dan. 4, 31).

Y he aqu� que en las nubes del cielo ven�a como un Hijo de hombre. Se dirigi� hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. A �l se le cit� imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasar�, y su reino no ser� destruido jam�s (Dan. 7, 13-14).

-Jesucristo anunci� ya la fundaci�n de su Iglesia al empezar su vida p�blica.

Desde entonces comenz� Jes�s a predicar y decir: �convert�os, porque el Reino de los Cielos est� cerca� (Mt. 4, 17).

Recorr�a Jes�s toda Galilea, ense�ando en sus Sinagogas, y proclamando la Buena Nueva del Reino... (Mt. 4, 23).

Id proclamando que el Reino de los Cielos est� cerca (Mt. 10, 7).

5. La Iglesia. Prefiguraci�n

-Como comunidad de bautizados fue prefigurada en el A. T.

-Como sociedad, en el A. T.

-Como unida con Cristo, en el A. y N. T.

-Como alimentada por la vida divina en el A. T. y N. T.

-Su desarrollo, en el A. T.

-Su desenvolvimiento y su t�rmino en el N. T.

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, est� prefigurada en el Antiguo Testamento.

a) -En el Para�so terrenal.

Luego plant� Yahv�h Dios un jard�n en Ed�n, al oriente, donde coloc� al hombre que hab�a formado (G�n. 2, 8).

b) -En Eva.

De la costilla que Yahv�h Dios hab�a tomado del hombre form� una mujer y la llev� ante el hombre (G�n. 2, 22).

c) -En el arca de No�.

Yahv�h dijo a No�: �Entre en el arca t� y toda tu casa, porque t� eres el �nico justo que he visto en esta generaci�n (G�n. 7, 1).

-La Iglesia como sociedad fue prefigurada en el Antiguo Testamento.

Pues de Si�n saldr� la Ley y de Jerusal�n la palabra de Yahv�h (Is. 2, 2-3).

Suceder� en d�as futuros que el monte de la Casa de Yahv�h ser� asentado en la cima de los montes y se alzar� por encima de las colinas. Y afluir�n a �l los pueblos, acudir�n numerosas naciones y dir�n: �Venir, subamos al monte de Yahv�h, a la Casa del Dios de Jacob, para que �l nos ense�e sus caminos, y nosotros sigamos sus senderos (Miq. 4, 1).

-La uni�n de Cristo con su Iglesia est� prefigurada en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (G�n. 2, 4).

Aclaraci�n. Gran misterio es �ste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia (Ef. 5, 32).

-La Iglesia de Jesucristo alimentada por la vida divina fue prefigurada por algunas alusiones del Antiguo y del Nuevo Testamento.

a) -Del Antiguo Testamento.

Yahv�h dijo a Mois�s: �Mira, Yo har� llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldr� a recoger cada d�a la porci�n diaria; as� le pondr� a prueba para ver si anda o no seg�n mi ley...� (Ex. 16, 4).

Fue dirigida la palabra de Yahv�h a El�as diciendo: �...esc�ndete en el torrente de Kerit que est� al este del Jord�n. Beber�s del torrente y encargar� a los cuervos que te sustenten all� (1 Reg. 17, 2-4).

...el �ngel de Yahv�h le toc� y dijo: �Lev�ntate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.� Se levant�, comi� y bebi�, y con la fuerza de aquella comida camin� cuarenta d�as y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg, 19, 7-8).

b) -Del Nuevo Testamento.

...y, -Jes�s- partiendo los panes, se los dio a los disc�pulos y los disc�pulos a la gente. Y comieron todos hasta saciarse; ... y los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los ni�os (Mt. 14, 20-21).

-El desarrollo de la vida de la Iglesia, desde los ap�stoles hasta el final de los tiempos, est� prefigurado en las par�bolas de Jesucristo.

a) -Par�bola del grano de mostaza.

Otra par�bola les propuso: �El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tom� un hombre y lo sembr� en su campo. Es ciertamente m�s peque�a que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace �rbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas� (Mt. 13, 31-32).

b) -Par�bola de la levadura.

Les dijo otra par�bola: �El Reino de los Cielos es semejante a una levadura que tom� una mujer y la meti� en tres medidas de harina, hasta que ferment� todo� (Mt. 13, 33).

Aclaraci�n. Como el grano de mostaza y la levadura, el Reino tiene comienzos modestos, pero un gran desarrollo.

-La Iglesia, su desenvolvimiento y su t�rmino en el tiempo est�n prefigurados en la par�bola de la ciza�a.

Y se le acercaron sus disc�pulos diciendo: �Expl�canos la par�bola de la ciza�a del campo.� �l respondi�: �el que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la ciza�a son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembr� es el Diablo; la siega es el fin del mundo y los segadores son los �ngeles. De la misa manera, pues, que se recoge la ciza�a y se la quema en el fuego, as� ser� al fin del mundo. El Hijo del hombre enviar� a sus �ngeles, que recoger�n de su Reino todos los esc�ndalos y a los agentes de la iniquidad, y los arrojar�n en el horno del fuego; all� ser� el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillar�n como al sol en el Reino de su Padre. El que tenga o�dos, que oiga (Mt. 13, 36-43).

Aclaraci�n. Al Reino del Hijo (reino mesi�nico) sucede el Reino del Padre, a quien el Hijo entrega los elegidos salvados por �l.

Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, despu�s de haber destruido todo Principado, Dominaci�n y Potestad (1 Cor. 15, 24).

6. La Iglesia. Caracter�sticas

-Necesaria

-Sobrenatural

-Visible

-Perfecta

-Legal

-Independiente del Estado

-La Iglesia es una sociedad necesaria.

Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos (Hch. 4, 12).

Aclaraci�n. Los m�ritos de la Pasi�n de Cristo no se aplican a los hombres sino a trav�s de su Iglesia, seg�n la providencia ordinaria de Dios.

-La Iglesia de Cristo es una sociedad sobrenatural.

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n. El que crea y sea bautizado, se salvar�; el que no crea, se condenar� (Mc 16, 15-16).

Aclaraci�n. Es una sociedad sobrenatural por el origen, Cristo fundador; por los medios, la predicaci�n de su doctrina y por tanto la fe, esperanza y caridad; por el principio vital intr�nseco, concedido inicialmente por el bautismo; y por el fin, que es la salvaci�n de todos los hombres.

-La verdadera Iglesia de Cristo es una sociedad esencialmente visible.

a) -Por las comparaciones de las profec�as.

Suceder� con d�as futuros que el monte de la Casa de Yahv�h ser� asentado en la cima de los montes y se alzar� por encima de las colinas (Is. 2, 2).

...acudir�n numerosas naciones y dir�n: �Venid, subamos al monte de Yahv�h, a la Casa del Dios de Jacob, para que nos ense�e sus caminos y nosotros sigamos sus senderos...� (Miq. 4, 2).

b) -Por las comparaciones de las par�bolas de Cristo.

No puede estar oculta una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una l�mpara para ponerla debajo del celem�n, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que est�n en la casa (Mt. 5, 14-15).

-La Iglesia de Cristo es una sociedad perfecta.

Sociedad perfecta es aquella que posee todos los medios suficientes para conseguir su fin.

Y les dijo: �Id por todo mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n. El que crea y sea bautizado, se salvar�; el que no crea, se condenar� (Mc. 16, 15-16).

Aclaraci�n. La Iglesia cuenta con el medio de la predicaci�n para proteger la fe, la esperanza y la caridad; y por el principio vital intr�nseco de la gracia concedi� inicialmente por el bautismo, para conseguir su fin que es la salvaci�n de todos los hombres.

-La Iglesia de Cristo es una sociedad legal.

Sociedad legal o leg�tima es aquella que existe en virtud de una ley y que tiene derecho de existir y de usar de sus propios derechos para conseguir su fin.

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n. El que crea y sea bautizado, se salvar�; el que no crea, se condenar� (Mc. 16, 15-16).

Aclaraci�n. Cristo determina la ley de predicar el Evangelio y de bautizar a todos los hombres, para instituir la Iglesia y proporcionarles los medios necesarios de salvaci�n, usando as� de sus propios derechos para conseguir su fin.

-La Iglesia y el Estado son dos potestades independientes.

Se puede deducir de aquella sentencia de Jes�s: �Pues lo del C�sar devolv�rselo al C�sar, y lo de Dios a Dios� (Mt. 22, 21).

7. La Iglesia. Sociedad

 

-Cristo prepar� su instituci�n antes de su muerte

-Cristo instituy� su iglesia despu�s de su resurrecci�n y antes de su ascensi�n

-�l la fund�

-Bajo la acci�n del Esp�ritu Santo

-Consta de cuerpo y esp�ritu

-Cristo es su cabeza

-Con 3 funciones

-Fundada en 3 fases

-Jesucristo prepar� la instituci�n de su Iglesia antes de su muerte.

a) -Afirm� que �l era el Mes�as enviado por Dios.

Le dice la mujer: �S� que va a venir el Mes�as, el llamado Cristo. Cuando �l venga, nos lo anunciar� todo.� Jes�s le dice: �Yo soy, el que te est� hablando� (Jn. 4, 25-26).

b) -Instituy� el Bautismo.

...se fue Jes�s con sus disc�pulos al pa�s de Judea; y all� se estaba con ellos y bautizaba (Jn. 3, 22).

c) -Congreg� los primeros miembros de la Iglesia.

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� a doce de entre ellos,... (Lc. 6, 13).

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; hab�a una gran multitud de disc�pulos suyos... (Lc. 6, 17).

Despu�s de esto, design� el Se�or a otros setenta y dos,... (Lc. 10, 1).

d) -Prometi� el primado a Pedro.

...t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

-Jesucristo instituy� su iglesia despu�s de su resurrecci�n y antes de su ascensi�n a los cielos.

a) -Instruyendo a sus disc�pulos.

A estos mismos, despu�s de su pasi�n, se les present� d�ndoles muchas pruebas de que viv�a, apareci�ndoseles durante cuarenta d�as y habl�ndoles acerca de lo referente al Reino de Dios (Hch. 1, 3).

Aclaraci�n. Les instruy� en la predicaci�n de toda su doctrina y en la disciplina solemne del Nuevo Testamento. (Lanctancio).

b) -Les confi� la misi�n que ten�an que ejercer.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

Jes�s repiti�: �La paz con vosotros. Como el Padre me envi�, tambi�n yo os env�o� (Jn. 20, 21).

c) -Le concedi� el primado a Pedro.

Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos..., apacienta mis ovejas� (Jn. 21, 15 y 16).

-Jesucristo fund� una sociedad.

Sociedad es la uni�n estable de diversos hombres para obtener un fin com�n.

Yo os aseguro: todo lo que at�is en la tierra quedar� atado en el cielo, y todo lo que desat�is en la tierra desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n...� (Mc. 16, 15).

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� doce de entre ellos, a los que llam� tambi�n ap�stoles (Lc. 6, 12).

Jes�s repiti�: �la paz con vosotros. Como el Padre me envi�, tambi�n yo os envi�.� Dicho esto, sopl� sobre ellos y les dijo: �Recibid el Esp�ritu Santo. A quienes perdon�is los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los reteng�is, les quedan retenidos� (Jn. 20, 21-23).

Aclaraci�n. Cristo eligi� unos cuantos hombres, les dio poder para perdonar los pecados, para predicar el Evangelio y para legislar en la Sociedad fundada.

-La Iglesia ha sido fundada bajo la acci�n del Esp�ritu Santo.

...y el que nos marc� con su sello y nos dio en arras el Esp�ritu en nuestros corazones (2 Cor. 1, 22).

...fuisteis sellados con el Esp�ritu Santo de la Promesa (Ef. 1, 13).

No entristezc�is al Esp�ritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el d�a de la redenci�n (Ef. 4, 30).

Aclaraci�n. El don del Esp�ritu Santo da cima a la ejecuci�n del plan divino de salvaci�n. Iniciado ya desde ahora en forma misteriosa en el mundo presente, conseguir� su plena realizaci�n cuando se establezca el Reino de Dios en forma gloriosa y definitiva.

-La Iglesia consta de cuerpo y de esp�ritu.

Un s�lo Cuerpo y un s�lo Esp�ritu, como una es la esperanza a que hab�is sido llamado (Ef. 4, 4).

Aclaraci�n. Al Cuerpo de la Iglesia pertenecen la multitud de hombres, el r�gimen externo, el culto exterior y la manifestaci�n externa de los carismas. Al alma pertenecen la fe, la esperanza, la caridad, la gracia habitual, la gracia actual y los carismas del Esp�ritu Santo.

-Cristo es cabeza de la Iglesia.

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22-23).

�l es tambi�n la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia (Col. 1, 18).

-Las tres funciones de Cristo como cabeza de la Iglesia son: el orden, la perfeccion y el influjo.

a) -El orden.

...para que fuera �l el primog�nito entre muchos hermanos... (Rom. 8, 29).

...hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza... (Ef. 1, 10).

...que despleg� en Cristo, resucit�ndole de entre los muertos y sent�ndole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominaci�n y de todo cuanto tiene nombre no s�lo en este mundo sino tambi�n en el venidero (Ef. 1, 20-21).

�l es tambi�n la Cabeza del Cuerpo de la Iglesia. �l es Principio, el Primog�nito de entre los muertos, para que sea el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en �l la Plenitud, y reconciliar por �l y para �l todas las cosas (Col. 1, 18-20).

b) -La perfecci�n.

...gloria que recibe del Padre como Hijo �nico, lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

c) -El influjo.

Pues de su plenitud hemos recibido todos gracia por gracia (Jn. 1, 16).

-La Iglesia naciente paso por tres fases, a�n mientras vivieron los ap�stoles.

a) -Desde Pentecost�s hasta la predicaci�n del Evangelio.

Los creyentes cada vez en mayor n�mero se adher�an al Se�or, una multitud de hombres y mujeres (Hch. 5, 14).

b) -Desde la predicaci�n del Evangelio hasta el concilio de Jerusal�n.

Al o�r esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: �As� pues, tambi�n a los gentiles les ha dado Dios la conversi�n que lleva a la vida� (Hch. 11, 18).

c) -Desde el concilio de Jerusal�n hasta la muerte de los Ap�stoles.

Y pregunto yo: �Es que no han o�do? �Cierto que s�! Por toda la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras (Rom. 10, 18).

Aclaraci�n. En la primera fase fue predicado el Evangelio solamente a los Jud�os; en la segunda a los gentiles; en la tercera el Evangelio lleg� hasta los confines de la tierra.

8. La Iglesia. Primado. Precedentes

-Prefigurado en el A. T.

-Cristo declara la superioridad jer�rquica de Pedro y la constituci�n mon�rquica de la Iglesia

-Cristo en su vida publica design� a Pedro para concederle el Primado

-Llam� a Pedro �piedra� para simbolizar su funci�n en la Iglesia

-Los Ap�stoles ya reconocieron la preeminencia de Pedro durante la vida p�blica de Cristo

-Pedro privilegiado ya en la Iglesia incipiente

-Cristo le prometi� el primado

-El r�gimen mon�rquico de un s�lo sumo pont�fice para gobernar la Iglesia universal fue prefigurado en el Antiguo Testamento.

Yo suscitar� para pon�rselo al frente un s�lo pastor que las apacentar�, mi siervo David: �l las apacentar� y ser� su pastor. Yo, Yahv�h, ser� su Dios, y mi siervo David ser� pr�ncipe en medio de ellos. Yo, Yahv�h, he hablado (Ez. 34, 23-24).

-Jesucristo declara ya la superioridad jer�rquica de Pedro y la constituci�n mon�rquica de la Iglesia.

Jes�s le respondi�: �... Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella. A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 18-19).

-Cristo ya en su vida p�blica ten�a designado a Pedro para concederle el Primado.

��Sim�n, Sim�n! Mira que Satan�s ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y t�, cuando hayas vuelto confirma a tus hermanos� (Lc. 22, 31).

Jes�s, fijando su mirada en �l, le dijo: �T� eres Sim�n, el hijo de Juan; t� te llamar�s Cefas� que quiere decir, �Piedra� (Jn. 1, 42).

-Jes�s llam� Pedro al Jefe de los ap�stoles -en griego �Petros� y en Arameo �Kefa�- para simbolizar su funci�n en la misi�n de la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

-Los Ap�stoles reconocieron la preeminencia de Pedro, ya durante la vida p�blica de Cristo.

a) -Consideran a Pedro como gu�a de ellos.

...sali� (Jes�s) y fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Sim�n y sus compa�eros fueron en su busca;... (Mc. 1, 35-36).

b) -En la relaci�n de los Ap�stoles, siempre nombran primero a Pedro, y a los dem�s con distinto orden.

Los nombres de los doce Ap�stoles son: primero Sim�n, llamado Pedro, y su hermano Andr�s; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolom�; Tom�s y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Sim�n el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entreg� (Mt. 10, 2-4).

Instituy� a los Doce y puso a Sim�n el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos el trueno; a Andr�s, Felipe, Bartolom�, Mateo, Tom�s, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Sim�n el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entreg� (Mc. 3, 16-19).

-Pedro fue privilegiado ya en la Iglesia incipiente.

a) -En sus relaciones con los Ap�stoles:

Los nombres de los doce Ap�stoles son: primero Sim�n, llamado Pedro y su hermano Andr�s; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolom�; Tom�s y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo, Sim�n el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que el entreg� (Mt. 10, 2).

Instituy� a los Doce y puso a Sim�n el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andr�s, Felipe, Bartolom�, Mateo, Tom�s, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Sim�n el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entreg� (Mc. 3, 16).

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� doce de entre ellos, a los que llam� tambi�n Ap�stoles. A Sim�n, a quien llam� Pedro, y a su hermano Andr�s; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolom�, a Mateo y Tom�s, a Santiago de Alfeo y Sim�n llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que fue el traidor (Lc. 6, 13-16).

Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde viv�an Pedro, Juan, Santiago y Andr�s; Felipe y Tom�s; Bartolom� y Santiago y Andr�s; Felipe y Tom�s; Bartolom� y Mateo; Santiago del Alfeo, Sim�n el Zelotes y Judas de Santiago (Hch. 1, 13).

b) -En sus relaciones con las gentes:

Sim�n y sus compa�eros fueron en su busca;... (Mc. 1, 36).

Y al separarse de ellos dijo Pedro a Jes�s:

�Maestro, es bueno estarnos aqu�,...� (Lc. 9, 32).

Jes�s dijo: ��Qui�n me ha tocado?� Como todos negasen, dijo Pedro a los que con �l estaban: �Maestro, las gentes te oprimen y te aprietan� (Lc. 8, 45).

-El �ngel a las mujeres:

�...pero id a decir a sus disc�pulos y a Pedro que ir� delante de vosotros a Galilea;... (Mc. 16, 7).

-Pedro responde en nombre de sus disc�pulos:

Jes�s, entonces le pregunt�: �Y vosotros, �Qui�n dec�s que soy yo?�. Pedro le contest�: �T� eres el Cristo� (Mc. 8, 29).

-En la Transfiguraci�n Pedro propone levantar tres tiendas:

Toma la palabra Pedro y dice a Jes�s: �Rabb�, es bueno estarnos aqu�. Vamos a hacer tres tiendas... (Mc. 9, 5).

-Pedro pregunta en nombre de todos cuantas veces deben perdonar:

Pedro se le acerc� entonces y le dijo: �Se�or, �cu�ntas veces tengo que perdonar...? (Mt. 18, 21).

-Pedro pide la explicaci�n de la par�bola en nombre de todos:

Dijo Pedro: �Se�or, �dices esta par�bola para nosotros o para todos? (Lc. 12, 41).

-Los cobradores del didracma se acercaron a Pedro.

Cuando entraron en Cafarna�m, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: ��No paga vuestro Maestro el didracma?� Respondi�: �S� (Mt. 17, 24).

c) -En sus relaciones con otros sectores del Pueblo:

-En nombre de todos dijo a los Jud�os:

Al o�r esto, dijeron con el coraz�n compungido a Pedro y a los dem�s ap�stoles. ��Qu� hemos de hacer, hermanos?� Pedro les contest�: �Convert�os...� (Hch. 2, 37-38).

-Pedro habla en nombre de todos a los magistrados:

Entonces Pedro, lleno del Esp�ritu Santo, les dijo: �Jefes del pueblo y ancianos,...� (Hch. 4, 8).

-Pedro habla en el primer Concilio de Jerusal�n:

Despu�s de una larga discusi�n, Pedro se levant� y les dijo: �Hermanos, vosotros sab�is que ya desde los primeros d�as me eligi� Dios entre vosotros...� (Hch. 15, 7).

-Pedro propone elegir otro Ap�stol para sustituir a Judas.

...Pedro se puso en pie en medio de los hermanos -el n�mero de los reunidos esa de unos ciento veinte- y les dijo: Hermanos...conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros,...uno de ellos sea constituido testigo de su resurrecci�n� (Hch. 1, 15 y 21-22).

-Toma la palabra en nombre de los doce el d�a de Pentecost�s.

Pedro les contest�: �Convert�os y que cada uno de vosotros se haya bautizar en nombre de Jesucristo,...� (Hch. 2, 38).

-Cristo prometi� a Pedro el Primado de jurisdicci�n sobre toda la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella. A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 18-19).

a) -Bajo la met�fora �piedra� se expresa:

-la unidad del edificio,

-la uni�n de sus partes para constituir un todo,

-la firmeza de la Iglesia.

b) -Bajo la met�fora �dar las llaves� se expresa:

-la concesi�n de la potestad suprema sobre la Iglesia.

c) -Bajo la met�fora �atar y desatar� se expresa:

-la potestad de legislar,

-que obliga en conciencia a los fieles

-que Dios ratifica ante s� mismo.

9. La Iglesia. Primado. Concesi�n

-Cristo nombra a Pedro Jefe supremo de la Iglesia

-El primado queda manifestado por Jesucristo

-Le entrega la potestad suprema solamente a Pedro

-Cristo concedi� el primado solo a Pedro

-Por tanto la Iglesia no es democr�tica sino Jer�rquica

-Jesucristo nombra a Pedro Jefe supremo de toda la Iglesia.

a) -Deducido del di�logo de Cristo y Pedro.

Despu�s de comer, dice Jes�s a Sim�n Pedro: �Sim�n de Juan, �Me amas m�s que �stos?� Le dice �l: �Si, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos.� Vuelve a decirle por segunda vez: �Sim�n de Juan, �me amas?� Le dice �l: �Si, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis ovejas.� Le dice Jes�s por tercera vez: �Sim�n de Juan, �me quieres?� Se entristeci� Pedro de que le preguntase por tercera vez: ��Me quieres?� y le dijo: �Se�or, t� lo sabes todo: t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis ovejas...� (Jn. 21, 15-17).

b) -Deducido del modo de hablar los Ap�stoles de Pedro.

Los nombres de los doce Ap�stoles son: primero Sim�n, llamado Pedro,... (Mt. 10, 2).

Entonces Pedro, present�ndose con los Once, levant� su voz y les dijo: Jud�os y habitantes de toda Jerusal�n: Que os quede esto bien claro... (Hch. 2, 14).

Sim�n y sus compa�eros fueron en su busca; y al encontrarle le dicen: �Todos te buscan� (Mc. 1, 36).

Pedro y sus compa�eros estaban cargados de sue�o, pero permanec�an despiertos, y vieron su gloria... (Luc. 9, 32).

Aclaraci�n. De nombrarle a Pedro en primer lugar, se deduce que era el Jefe supremo de la sociedad cristiana.

-El Primado de Pedro queda manifestado claramente por Jesucristo.

a) -Cristo mand� a Pedro que confirmase a sus hermanos.

...Jes�s le dijo (a Pedro): �Y t�, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos� (Lc. 22, 32).

b) -Cristo resucitado se apareci� primero a Pedro.

...que se apareci� a Cefas y luego a los doce (1 Cor. 15, 5).

-Jesucristo entreg� a Pedro la potestad suprema.

A ti te dar� las llaves del Reino de lo Cielos; (Mt. 16, 19).

Aclaraci�n. �Llaves� significan la potestad suprema.

Pondr� la llave de la casa de David sobre su hombro; abrir� y nadie cerrar�, cerrar� y nadie abrir� (Is. 22, 22).

-Cristo resucitado concedi� el Primado a Pedro solamente. Por tanto la Iglesia no es democr�tica, sino jer�rquica por la misma voluntad de Cristo.

a) -Varios indicios de la potestad de Pedro se manifiestan en los albores de la Iglesia.

1� -Pedro como jefe de los once:

Entonces Pedro present�ndose con los Once, levant� su voz y les dijo: Jud�os y habitantes todos de Jerusal�n... (Hch. 2, 14).

2� -Pedro y los Ap�stoles:

Al o�r esto dijeron con el coraz�n compungido a Pedro y a los dem�s Ap�stoles:...

3� -Pedro destaca ante los dem�s:

Pedro y los ap�stoles contestaron: �Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres� (Hch. 5, 29).

4� -Pedro dirige la elecci�n de Mat�as:

Uno de aquellos d�as Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y les dijo: �Hermanos...� (Hch. 1, 15).

5� -La Iglesia ora por �l cuando estaba en la c�rcel.

As� pues, Pedro estaba custodiado en la c�rcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por �l a Dios (Hch. 12, 5).

b) -Pablo destaca a la persona de Pedro en sus ep�stolas.

1� -...sub� a Jerusal�n para conocer a Cejas y permanec� quince d�as en su compa��a (G�l. 1, 18).

2� -Antes al contrario, viendo que me hab�a sido confiada la evangelizaci�n de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos, -pues el que actu� en Pedro para hacer de �l un ap�stol de un gentiles-... (G�l. 2, 7-8).

c) -Cristo concede a Pedro el oficio de Pastor de la Iglesia, es decir, el primado de jurisdicci�n.

Despu�s de comer, dice Jes�s a Sim�n Pedro: �Sim�n de Juan, �me amas m�s que �stos?� Le dice �l: �Si, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos�. Vuelve a decirle por segunda vez: �Sim�n de Juan, �me amas? Le dice �l: �Si, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice por tercera vez. �Sim�n de Juan, �me quieres?� Se entristeci� pedro de que le preguntase por tercera vez: ��Me quieres?� y le dijo: �Se�or, t� lo sabes todo; t� sabes que te quiero� Le dice Jes�s: �Apacienta mis ovejas (Jn. 21, 15-17).

10. La Iglesia. Primado. Funciones

-Pedro hizo las veces de la persona del Primado

-Apacentar, santificar y ense�ar al pueblo de Dios

-El gobierno es una monarqu�a

-El Romano Pont�fice tiene la potestad suprema

-Es superior al Concilio Ecum�nico

-Tiene potestad de promulgar leyes

-Pedro tendr� sucesores hasta el final de los tiempos

-La iglesia no est� subordinada al estado

-Pedro hizo las veces de la persona del Primado.

a) -Es el primero que habla a los jefes del pueblo.

Entonces Pedro, lleno del Esp�ritu Santo, les dijo: �Jefes del pueblo y ancianos...� (Hch. 4, 8).

b) -Es el primero que realiza curaciones.

Pedro le dijo: �Eneas, Jesucristo te cura; lev�ntate y arregla tu lecho.� y al instante se levant� (Hch. 9, 32).

c) -Es el primero que dirigi� a los gentiles la palabra de Dios.

Pedro se levant� y les dijo: �Hermanos, vosotros sab�is que ya desde los primeros d�as me eligi� Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de la Buena Nueva y creyeran...� (Hch. 15, 7).

-El Primado de romano Pont�fice es una potestad de jurisdicci�n episcopal con del derecho y el deber de apacentar, santificar y ense�ar al pueblo de Dios.

a) -De apacentar.

Le dice Jes�s: �Apacienta mis ovejas...� (Jn. 21, 17).

b) -De santificar.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo,...

c) -De ense�ar.

...y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 20).

Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n (Mc. 16, 15).

-El Gobierno de la Iglesia fundada por Jesucristo es una monarqu�a.

a) -Cristo puso s�lo a Pedro al frente de la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta pintura edificar� mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

b) -Cristo concedi� s�lo a Pedro la autoridad de las llaves.

A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y los que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

c) -Cristo concedi� s�lo a Pedro la autoridad sobre todos los dem�s.

Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos..., apacienta mis ovejas� (Jn. 21, 15 y 16).

Aclaraci�n. �Pedro� y �Piedra� significan la misma persona.

-El Romano Pont�fice tiene toda la potestad suprema sobre todas y cada unas de las Iglesias y de sus pastores.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

Aclaraci�n. Pedro es constituido fundamento de toda la Iglesia, a la cual se extiende, por tanto, su autoridad.

...pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y t�, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos (Lc. 22, 32).

Aclaraci�n. Pedro recibi� de Cristo la misi�n de confirmar a sus hermanos, por tanto, est� por encima de ellos en cuanto a su poder supremo.

A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos,... (Mt. 16, 19).

Aclaraci�n. Aquel en cuya potestad est�n las llaves del reino, tiene derecho y autoridad no s�lo en las iglesias particulares sino en toda la Iglesia universal.

Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos� (Jn. 21, 15).

Aclaraci�n. Pedro es constituido pastor de los pastores.

-El romano pont�fice es superior al concilio Ecum�nico.

Jes�s le respondi�: �...Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella. A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos, y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos� (Mt. 16, 18-19).

��Sim�n, Sim�n! Mira que Satan�s ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos� (Lc. 22, 31-32).

Aclaraci�n. Se deduce claramente la superioridad de Pedro sobre todos los dem�s.

-El romano pont�fice tiene potestad de promulgar leyes para toda la Iglesia universal.

...Jes�s le respondi�: �...A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos� (Mt. 16, 19).

Le dice Jes�s -a Pedro-: �Apacienta mis corderos� (Jn. 21, 15).

Aclaraci�n. �Apacentar� significa �gobernar�, �regir�.

-Pedro habr� de tener sucesores en el Primado de jurisdicci�n hasta el fin de los tiempos.

Se deduce de la promesa de Cristo acerca de la estabilidad y perpetuidad de su Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

Aclaraci�n. Si Cristo ha prometido la perpetuidad de la Iglesia y Pedro como hombre ha de morir, por derecho divino tienen que sudecerle otros indefinidamente en el primado de jurisdicci�n.

-La Iglesia no est� subordinada al Estado por derecho divino.

A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielo; y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos...apacienta mis ovejas� (Jn. 21, 15 y 16).

Aclaraci�n. Cristo concedi� a Pedro y a sus sucesores potestad suprema y plena, sin ninguna subordinaci�n a otra sociedad.

11. La Iglesia. Primado. Jurisdicci�n

-Cristo concedi� a su Iglesia la potestad la jurisdicci�n

-La Jerarqu�a de Jurisdicci�n consta de dos grados Primado y Episcopado

-Cristo concedi� autoridad a Pedro y a los dem�s ap�stoles

-Instituy� la Jerarqu�a con tres grados: Obispos, Presb�teros y Di�conos

-Los obispos tiene la jurisdicci�n por derecho divino

-Son superiores a los presb�teros en jurisdicci�n

-Jesucristo concedi� a su Iglesia la potestad de jurisdicci�n independiente de toda autoridad humana.

Si tu hermano llega a pecar, vete y repr�ndele, a solas t� con �l. Si te escucha, habr�s ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todav�a contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, d�selo a la comunidad. Y si ni a la comunidad hace caso, consid�ralo ya como al gentil y al publicano (Mt. 18, 15-17).

-La Jerarqu�a de jurisdicci�n de la Iglesia por derecho divino consta de dos grados: primado y episcopado.

a) -Primado.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella. A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y los que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 18).

b) -Episcopado.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

-Jesucristo concedi� autoridad a Pedro y a los dem�s ap�stoles en la sociedad que fund�.

a) -Autoridad para legislar.

Yo os aseguro: todo lo que at�is en la tierra quedar� atado en el cielo, y todo lo que desat�is en la tierra quedar� desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

b) -Para perdonar pecados.

...sopl� sobre ellos y les dijo: �Recibid el Esp�ritu Santo. A quienes perdon�is los pecados, les queden perdonados; a quienes se los reteng�is, les quedan retenidos� (Jn. 20, 21).

c) -Para consagrar el cuerpo y la sangre de Cristo.

Y tom� pan, dio gracias, lo parti� y se lo dio diciendo: �Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo m�o. De igual modo, despu�s de cenar, el c�liz, diciendo: �Este c�liz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros (Luc. 19-20).

d) -Para predicar.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

e) -Para extender a la Iglesia.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes... (Mt. 28, 19).

f) -Para bautizar.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo,... (Mt. 28, 19).

-Cristo instituy� la jerarqu�a de la Iglesia con tres grados: obispos, presb�teros y di�conos.

a) -Obispos.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

b) -Presb�teros.

El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabar�s de organizar lo que faltaba y establecieras presb�teros en cada ciudad, como yo te orden� (Tit. 1, 5).

c) -Di�conos.

Pablo...a todos los santos en Cristo Jes�s que est�n en Filipos, con el ep�scopos y di�conos (Fil. 1, 1).

Tambi�n los di�conos deben ser dignos,... que guarden el Misterio de la fe con una conciencia pura (1 Tim. 3, 8).

-Los obispos tienen la potestad de jurisdicci�n por derecho divino.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

Aclaraci�n. S. Pablo afirma que los obispos son designados por el Esp�ritu Santo para regir la Iglesia de Cristo.

-Los obispos son superiores a los presb�teros en cuanto a jerarqu�a de jurisdicci�n.

No admitas ning�n acusaci�n contra un presb�tero si no viene con el testimonio de dos o tres (1 Tim. 5, 19).

Aclaraci�n. Es claro que el obispo puede recibir acusaci�n contra un presb�tero para juzgarlo. Por tanto, es superior en potestad de juzgar y de mandar.

12. La Iglesia. Miembros

-Proporcion� a todos los fieles los mismos medios

-Asign� los mismos fines

-Estableci� diferencia entre cl�rigos y laicos

-Se dividen en justos y pecadores

-Unos y otros son igualmente miembros

-Miembros son todos los bautizados excepto los que rompieron p�blicamente el v�nculo con la Iglesia

-No todos los predestinado son miembros

-No son miembros los catec�menos, los herejes, los cism�ticos y los excomulgados

-Cristo proporcion� a todos los fieles los mismos medios.

a) -La misma fe.

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n. El que crea y sea bautizado, se salvar�; el que no crea, se condenar� (Mc. 16, 15-16).

b) -La misma participaci�n de los sacramentos.

El que crea y sea bautizado, se salvar�... (Mc. 16, 16).

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitar� el �ltimo d�a (Jn. 6, 54).

c) -Los mismos preceptos de salvaci�n.

�...ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado� (Mt. 28, 20).

-Cristo asign� a todos los fieles los mismos fines espirituales.

a) - Santificarlos.

Y por ellos me consagr� a m� mismo, para que ellos tambi�n sean consagrados en la verdad (Jn. 17, 19).

b) -Concederles la vida eterna.

Mis ovejas escuchan mi voz; y las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecer�n jam�s; nadie las arrebatar� de mi mano (Jn. 10, 28).

c) -Edificar el Cuerpo M�stico.

Un s�lo Cuerpo y un s�lo Esp�ritu, como una es la esperanza a que hab�is sido llamados. Un s�lo Se�or, una sola fe, un s�lo bautismo, un s�lo Dios y Padre de todos, que est� sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 4-6).

-Cristo estableci� una diferencia esencial entre cl�rigos y los laicos.

a) -Por la doctrina de Cristo.

-Eligiendo a unos de otros.

Cuando se hizo de d�a, llam� a sus disc�pulos, y eligi� doce de entre ellos, a los que llam� tambi�n ap�stoles (Lc. 6,13).

-Mand�ndoles a unos bautizar,

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas...el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo (Mt. 28, 19).

-Asign�ndoles la misi�n de ense�ar.

...ensen�ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28-20).

- Comunic�ndoles el poder de consagrar su cuerpo y su sangre.

�...haced esto en recuero m�o� (Lc. 22, 19).

Aclaraci�n. Se deduce claramente la elecci�n de unos d�ndoles poder de ense�ar y de santificar para que otros sean ense�ados y santificados.

b) -Por la doctrina y el modo de obrar de los Ap�stoles.

Designaron presb�teros en cada Iglesia y despu�s de hacer oraci�n con ayunos, los encomendaron al Se�or en quien hab�an cre�do (Hch. 14, 23).

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

Pablo, siervo de Cristo Jes�s, ap�stol por vocaci�n, escogido para el Evangelio de Dios... (Rom. 1, 1).

El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabar�s de organizar lo que faltaba y establecieras presb�teros en cada ciudad, como yo te orden� (Tit. 1, 5).

Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aar�n (Hebr. 5, 4).

-Los hombres se dividen en justos y pecadores.

El imp�o m�quina contra el justo, rechinan sus dientes contra �l (Sal. 37, 12).

No he venido a llamar a conversi�n a justos, sino a pecadores (Lc. 5, 32).

As� pues, como el delito de uno s�lo atrajo sobre todos los hombres la condenaci�n, as� tambi�n la obra de la justicia de uno s�lo procura toda la justificaci�n que da la vida (Rom. 5, 18).

Despertaos como conviene y no pequ�is; que hay entre vosotros quienes desconocen a Dios. Para verg�enza vuestra lo digo (1 Cor. 15, 34).

-Los miembros de la Iglesia son igualmente los justos y los pecadores

a) -Por la par�bola de la red.

Tambi�n es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando est� llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen los buenos en cestos y tiran los malos. As� suceder� al fin mundo... (Mt. 13, 47).

b) -Por la historia de Judas, que pertenec�a a la Iglesia y era un pecador.

...era ladr�n... (Jn. 12, 6).

-Los miembros de la Iglesia cat�lica son todos y s�lo los bautizados, excepto aquellos que p�blicamente rompieron el v�nculo con la Iglesia por la herej�a, por el cisma o por la excomuni�n.

a) -Los ap�stoles incorporaban a la Iglesia por el bautismo a los creyentes:

Los que acogieron su palabra fueron bautizados. Aquel d�a se les unieron unas tres mil almas (Hch. 2, 41).

Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la buena Nueva del Reino de Dios y en el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombre y mujeres (Hch. 8, 12).

Y mand� que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo (Hch. 10, 48).

...y otros muchos corintios al o�r a Pablo creyeron y recibieron el bautismo (Hch. 18, 8).

b) -Porque hemos sido bautizados en un s�lo cuerpo:

Porque en un s�lo Esp�ritu hemos sido todos bautizados, para no formar m�s que un cuerpo (1 Cor. 12, 13).

En efecto, todos los bautizados en Cristo, os hab�is revestido de Cristo; ya no hay jud�o ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jes�s (G�l. 3, 27).

-No todos los predestinados son miembros de la Iglesia.

Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, naci�n santa, pueblo adquirido,...vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasi�n, pero ahora son compadecidos (1 Pe. 2, 9-10).

Aclaraci�n. Los que en otro tiempo no eran pueblo de Dios, ahora se hacen miembros de la Iglesia.

-No son miembros de la Iglesia los catec�menos, los herejes, los cism�ticos y los excomulgados.

a) -Catec�menos son aquellos que todav�a no han recibido el bautismo.

Jes�s le respondi�: �En verdad, en verdad te digo: el que no nazcan de lo alto no puede ver el Reino de Dios� (Jn. 3, 3).

b) -Herejes p�blicos son los que niegan con pertinacia alg�n dogma de fe.

Al sectario, despu�s de una y otra amonestaci�n, reh�yelo; ya sabes que �se est� pervertido y peca, condenado por su propia sentencia (Tit. 3, 10).

c) -Cism�ticos son los que se niegan a obedecer al Romano Pont�fice y rechazan estar en uni�n con los miembros de la Iglesia.

Jes�s les respondi�: �...y escuchar�n mi voz; habr� un s�lo reba�o, un s�lo pastor...� (Jn. 10, 16).

d) -Excomulgados son aquellos que han sido privados de los bienes de la Iglesia por una sentencia penal de la misma, a causa de un delito cometido.

Si alguno no permanece en m�, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca;... (Jn. 15, 6).

13. La Iglesia. Notas

-La Unidad est� profetizada en el A. T.

-La Catolicidad est� profetizada en el A. T.

-Las Notas son cuatro Unidad catolicidad, apostolicidad y santidad

-La Unidad es triple, en el esp�ritu, en la fe y en el R�gimen

-La unidad de la Iglesia est� manifestada en los sacramentos del Bautismo y de la Eucarist�a

-La unidad de la Iglesia en el culto y en la participaci�n de los sacramentos fue profetizada en el Antiguo Testamento.

Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre entre las naciones, dice Yahv�h Sebaot (Mal. 1, 11).

-La catolicidad de la Iglesia est� profetizada en el Antiguo Testamento.

Por tu descendencia se bendecir�n todas naciones de la tierra, en pago de haber obedeciendo t� a mi voz (G�n. 22, 18).

P�deme, y te dar� en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra (Sal. 2, 8).

Que te rodee la asamblea de las naciones y t� en los alto vu�lvete hacia ella (Sal. 7, 8).

Aclaraci�n. San Agust�n demuestra que estos testimonios se refieren a Cristo y a su Iglesia.

-Las notas de la Iglesia son cuatro: unidad, catolicidad; apostolicidad y santidad.

a) -Unidad.

Tambi�n tengo otras ovejas que no son de esta redil; tambi�n a esas tengo que llevarlas y escuchar�s mi voz; y habr� un s�lo reba�o, un s�lo pastor (Jn. 10, 16).

Que todos sean uno (Jn. 17, 21).

En un s�lo Esp�ritu hemos sido todos bautizados, para no formar m�s que un cuerpo (1 Cor. 12, 13).

b) -Catolicidad.

Se proclamar� esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendr� el fin (Mt. 24, 14).

...y ser�is mis testigos en Jerusal�n, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).

c) -Apostolicidad.

...si es que conoc�is la misi�n de la gracia que Dios me concedi� en orden a vosotros (Ef. 3, 2).

d) -Santidad.

Cristo am� a la Iglesia y se entreg� a s� mismo por ella, para santificarla (Ef. 5, 25).

-La unidad de la Iglesia de Cristo es triple: en el esp�ritu, en la fe y en el r�gimen.

a) -En el esp�ritu.

...poniendo empe�o en conservar la unidad del esp�ritu con el v�nculo de la paz. Un s�lo cuerpo y un s�lo Esp�ritu, como una es la esperanza a que hab�is sido llamados (Ef. 4, 3-4).

b) -En la fe.

Un s�lo Se�or, una sola fe, un s�lo bautismo, un s�lo Dios y Padre de todos,... (Ef. 4, 5).

c) -En el r�gimen.

...dice Jes�s a Sim�n Pedro: �Sim�n de Juan, �me amas m�s que �stos?� Le dice �l: �S�, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos� (Jn. 21, 15).

-La unidad de la Iglesia esta manifestada por los sacramentos del bautismo y eucarist�a.

a) -Bautismo.

Un s�lo Cuero y un s�lo Esp�ritu como una es la esperanza a que hab�is sido llamados. Un s�lo Se�or, una sola fe, un s�lo bautismo, un s�lo Dios y Padre de todos, que est� sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 4-5).

b) -Eucarist�a.

El c�liz de bendici�n que bendecimos �no es acaso comuni�n con la sangre de Cristo? y el pan que partimos �no es comuni�n con el cuerpo de Cristo? (1 Cor. 10, 16).

14. La Iglesia. Propiedades

-Son tres: visibilidad, independencia y necesidad

-Las propiedades de la Iglesia de Cristo son tres: visibilidad, independencia y necesidad.

a) -La Iglesia de Cristo es siempre visible:

1� -Por la funci�n de ense�ar y bautizar.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp�ritu Santo (Mt. 28, 19).

2� -Por las obligaciones externas de su reino:

Todo el que se declare por m� ante los hombres, tambi�n el Hijo del hombre se declarar� por �l ante los �ngeles de Dios (Luc. 12, 8).

3� -Cristo compara su reino con cosas visibles:

El Reino de los cielos es semejante a un hombre que sembr� buena semilla en campo (Mt. 23, 24).

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia... (Mt. 16, 18).

Dijo el Se�or al siervo: �Sal a los caminos y cercas y obliga a entrar hasta que se llene mi casa (Lc. 14, 23).

b) -La Iglesia de Cristo es independiente.

As� actuaban los Ap�stoles.

Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o ense�asen en el nombre de Jes�s. M�s Pedro y Juan les contestaron: �Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros m�s que a Dios. No podemos nosotros dejar de hablar de los que hemos visto y o�do� (Hch. 4, 18-19).

Pedro y los Ap�stoles contestaron: �Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres� (Hch. 5, 29).

Y no cesaban de ense�ar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jes�s cada d�a en el Templo y por las casas (Hch. 5, 42).

c) -La Iglesia de Cristo es necesaria para la salvaci�n eterna con necesidad de medio.

Respondi� Jes�s: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Esp�ritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).

Aclaraci�n. El acto de contrici�n y de caridad perfecta del hombre no bautizado, es suficiente para la justificaci�n, puesto que la caridad no puede existir sin la firma voluntad de guardar los preceptos graves y de practicar todos los medios necesarios para la salvaci�n. Tal voluntad supone el deseo impl�cito del bautismo.

15. La Iglesia. Fin

-El fin pr�ximo es la continuaci�n de la misi�n de Cristo

-El remoto es que los hombres consigan en ella el fin sobrenatural para el cual han sido creados

-El �ltimo es la gloria de Dios

-El fin pr�ximo e inmediato de la Iglesia es la continuaci�n de la misi�n de Cristo en la tierra.

a) -Encarg�ndoles a sus ap�stoles la misma misi�n.

Jes�s repiti�: �La paz con vosotros. Como el Padre me envi�, tambi�n yo os env�o� (Jn. 20, 21).

b) -Enviando a sus ap�stoles como legados suyos.

�...En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo env�e me acoge a m�, y quien me acoja a m�, acoge a Aquel que me ha enviado� (Jn. 13, 20).

Somos embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros (2 Cor. 5, 20).

c) -Enviando a sus ap�stoles hasta el fin del mundo.

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n (Mc. 16, 16).

d) -Concedi�ndoles la potestad de ense�ar.

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n (Mc. 16, 16).

e) -Concedi�ndoles la potestad de santificar.

Dicho esto, sopl� sobre ellos y les dijo: �Recibid el Esp�ritu Santo. A quienes perdon�is los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los reteng�is, les quedan retenidos� (Jn. 20, 22-23).

f) -Atribuy�ndoles el poder de gobernar.

-a Pedro:

Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos� (Jn. 21, 15).

-a los Ap�stoles:

�Yo os aseguro: todo lo que at�is en la tierra quedar� atado en el cielo, y todo lo que desat�is en la tierra quedar� desatado en el cielo� (Mt. 18, 18).

-a los obispos:

�Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios,... (Hch. 20, 28).

g) -Proporcion�ndoles otros medios de salvaci�n.

-La predicaci�n por la cual se produce y se aumenta la fe.

Por tanto, la fe viene de la predicaci�n, y la predicaci�n, por la Palabra de Cristo (Rom. 10, 17).

-La gracia.

Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1).

-El fin remoto de la Iglesia es que los hombres consigan en ella y a trav�s de ella el fin sobrenatural para el cual han sido creados.

a) -Proponiendo a los hombres la doctrina de la fe.

Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la Creaci�n. El que crea y sea bautizado, se salvar�; el que no crea se condenar� (Mc. 16, 15-16).

Pues todo el que invoque el nombre del Se�or se salvar� (Rom. 10, 13).

b) -santific�ndolos con los sacramentos.

Bautismo - Jes�s le respondi�: �En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Esp�ritu no puede entrar en el Reino de Dios� (Jn. 3, 5).

Confirmaci�n - Al enterarse los ap�stoles que estaban en Jerusal�n de que Samar�a hab�a aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. �stos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Esp�ritu Santo... �nicamente hab�an sido bautizados en el nombre del Se�or Jes�s. Entonces les impon�an las manos y recib�an el Esp�ritu Santo (Hch. 8, 14-17).

Eucarist�a - El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida Eterna y yo le resucitar� el �ltimo d�a (Jn. 6, 54).

Penitencia - Dicho esto, sopl� sobre ellos y les dijo: Recibid el Esp�ritu Santo. A quienes perdon�is los pecados les quedan personados; a quienes se los reteng�is, les quedan retenidos (Jn. 20, 22).

Unci�n de los enfermos - �Est� enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presb�teros de la Iglesia, que oren sobre �l y le unjan con �leo en el nombre del Se�or. Y la oraci�n de la fe salvar� al enfermo y el Se�or har� que se levante y si hubiera cometido pecados le ser�n perdonados (Jac. 5, 14-15).

Orden -Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que est� en ti por la imposici�n de mis manos (2 Tim. 1, 6).

c) -rigi�ndolos para promoverles costumbres meritorias y que sean protegidos de toda clase de peligros.

Por lo dem�s, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Se�or Jes�s a que viv�is como conviene que viv�is para agradar a Dios... porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificaci�n (1 Tess. 4, 1-3).

-El fin �ltimo por el cual Cristo ha instituido a su Iglesia es la gloria de Dios.

As� habl� Jes�s, y alzando los ojos al cielo, dijo: �Padre...yo te he glorificados en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar (Jn. 17, 4).

16. La Iglesia. Misi�n

-Es librar a los hombres de la muerte eterna y procurarles la salvaci�n

-Para mejor lograrla, existen diferentes estados para mejor atender sus diferentes necesidades

-La misi�n de la Iglesia es de liberar a los hombres de la muerte eterna y procurarles la salvaci�n eterna en el Reino de los Cielos.

Porque debe �l reinar hasta que pongan a todos sus enemigos bajo sus pies. El �ltimo enemigo en ser destruido ser� la Muerte. Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies (1 Cor. 15, 25-27).

�l nos libr� del poder de las tinieblas y nos traslad� al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redenci�n: el perd�n de los pecados (Col. 1, 13).

-Existe en la Iglesia diversidad de estado y de oficios, para la perfecci�n de la misma Iglesia, para atender mejor a sus diferentes necesidades y para su mayor dignidad y belleza.

a) -Para la perfecci�n de la misma Iglesia.

�l mismo dio a unos el ser ap�stoles; a otros, profetas; a otros evangelizadores; a otros, pastores y maestros, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificaci�n del Cuerpo de Cristo,... (Ef. 4, 11-12).

b) - Para atender mejor a sus diferentes necesidades.

Pues, as� como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempe�an todos los miembros la misma funci�n, as� tambi�n nosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

c) -Para su mayor dignidad y belleza.

Aclaraci�n. Ambas consisten en el orden como se declara en los siguientes textos:

Cuando la reina de Sab� vio toda la sabidur�a de Salom�n y la casa que hab�a edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrec�a en la Casa de Yahv�h, se qued� sin aliento (1 Reg. 10, 4-5).

En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino tambi�n de madera y de barro;... (2 Tim. 2, 20).

17. La Iglesia. Magisterio

-Existencia

-Instituido por Cristo

-La Iglesia depositaria de sus ense�anzas

-Necesario para la conservaci�n y propagaci�n de la fe

-Es la �nica regla pr�xima de fe

-Existe un magisterio en la Iglesia.

Magisterio es el derecho y el deber por los cuales la Iglesia es constituida predicadora de la doctrina de Cristo en orden a la salvaci�n de los hombres.

a) -En la Iglesia este derecho.

...cuando acab� Jes�s estos discursos, la gente qued� asombrada de su doctrina; porque les ense�aba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas (Mt. 7, 28).

Quedaron asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad (Lc. 4, 32).

b) -Este derecho fue transmitido a los ap�stoles.

Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortar� por medio de nosotros (2 Cor. 5, 20).

Jesucristo Se�or nuestro, por quien recibimos la gracia y el apostolados, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles... (Rom. 1, 5).

c) -En la Iglesia existe este deber.

Predicar el Evangelio...es...un deber que me incumbe. Y �ay de m� si no predicara el Evangelio! (1 Cor. 9, 16).

-El magisterio de la Iglesia est� instituido por el mismo Cristo.

a) -El mismo lo practic�.

Jes�s le respondi�: �He hablado abiertamente ante todo el mundo; he ense�ado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se re�nen todos los jud�os, y no he hablado nada a ocultas (Jn. 18, 20).

Ense�aba todos los d�as en el Templo (Lc. 19, 47).

Por el d�a ense�aba en el Templo... (Lc. 21, 37).

b) -Concedi� atribuciones a sus ap�stoles.

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n (Mc. 16, 15).

-La Iglesia cat�lica es la depositaria de las ense�anzas de Cristo.

...y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 20).

Aclaraci�n. Este precepto lo da Cristo a sus primeros Ap�stoles como Iglesia naciente.

-El Magisterio de la Iglesia es necesario para la conservaci�n y para la propagaci�n de la fe.

a) -Necesario para la conservaci�n.

Desde luego, tiene que haber entre vosotros tambi�n disensiones, para que se ponga de manifiesto qui�nes son de probada virtud entre vosotros (1 Cor. 11, 20).

Aclaraci�n. Conviene que haya un magisterio que condene las herej�as y mantenga la unidad de la fe, para que �sta no se inficcione con el error.

b) -Necesario para la propagaci�n.

Pues todo el que invoque el nombre del Se�or se salvar�. Pero �C�mo invocar�n a aqu�l en quien no han cre�do? �C�mo creer�n en aqu�l a quien no han o�do? �C�mo oir�n sin que se les predique? Y �Como predicar�n si no son enviados? (Rom. 10, 13-14).

-El Magisterio de la Iglesia es la �nica regla pr�xima de fe.

Regla de fe es cierto criterio por el cual, la fe verdadera que conduce a la salvaci�n, se distingue infaliblemente de la doctrina falsa.

a) -El Magisterio de la Iglesia es de origen divino.

�l mismo (Cristo) �dio� a unos el ser ap�stoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros... para que no seamos ya ni�os, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce enga�osamente al error (Ef. 4, 11-14).

b) - Proponer a los hombres las verdades que se han de creer es propio de quienes Cristo constituy� depositarios de su doctrina y de aquellos a quienes confiri� el deber de anunciarla. �stos son solamente los Ap�stoles y sus sucesores, y por tanto de ellos solos podemos recibir las verdades que hemos de creer.

...el Esp�ritu Santo, que el Padre enviar� en mi nombre, os lo ense�ar� todo y os recordar� todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).

...todo lo que he o�do a mi Padre os lo he dado a conocer (Jn. 15, 15).

c) -Es propio del Magisterio de la Iglesia solamente anunciar al mundo la doctrina verdadera.

Pero aun cuando nosotros mismos o un �ngel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, �sea anatema! (G�l. 1, 8).

18. La Iglesia. Magisterio. Infalibilidad

-La Iglesia en juzgar las verdades naturales relacionadas con las reveladas

-La Iglesia en la interpretaci�n de la S. Escritura

-El Romano Pont�fice cuando habla �ex cathedra�

-El Magisterio instituido por Cristo en los Ap�stoles

-Se fundamenta en las recomendaciones que Cristo les hizo

-El Magisterio es infalible en conservar y definir la doctrina

-La Iglesia no puede caer en errores de fe

-Tiene el derecho y el deber de proscribir la ciencia falsa

-Ni la Iglesia ni el Evangelio pueden cambiar en las casa esenciales

-La Iglesia es infalible en juzgar las verdades naturales relacionadas con las verdades reveladas o con las costumbres.

Para que no seamos ya ni�os, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de astucia que conduce enga�osamente al error,... (Ef. 4,14).

Que nadie os enga�e con vanas razones... (Ef. 5, 6).

Os digo esto para que nadie os seduzca con discursos capciosos...Mirad que nadie os esclavice mediante una vana falacia de una filosof�a, fundada en tradiciones humanas, seg�n los elementos del mundo y no seg�n Cristo (Col. 2, 4 y 8).

Aclaraci�n. Si la Iglesia no pudiese emitir la verdad sobre las ciencias profanas relacionadas con la fe, no podr�a impedir que fu�ramos enga�ados con doctrinas y filosof�as desviadas de la verdad.

-La Iglesia es infalible en la interpretaci�n de las Sagradas Escrituras.

No es una verdad que conste claramente en la Revelaci�n divina, pero se puede deducir de los siguientes textos:

...y las puertas de Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

Aclaraci�n. Si la Iglesia sido instituida para salvar a los fieles con su doctrina, no podr�a cumplir su fin, si se pudiese equivocar en la interpretaci�n de las Escrituras. Adem�s el Hades no podr� inficcionarla con sus errores, pues Cristo la estar� protegiendo hasta el fin de los tiempos.

-El Romano Pont�fice es infalible cuando habla �ex cathedra� como pastor universal y en materia de fe y costumbres.

�ex cathedra� como pastor universal y en materia de fe y costumbres.

�Ex cathedra� significa: Que el Romano Pont�fice cumpliendo con su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define alguna doctrina relativa a la fe o a las costumbres con su suprema autoridad para que sea cre�da por toda la Iglesia. Esta doctrina la define por la asistencia divina que el mismo Cristo le prometi�.

�Sim�n, Sim�n! Mira que Satan�s ha solicitado el poder de cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca (Lc. 22, 31).

...t� eres Pedro y sobre piedra edificar� mi Iglesia... (Mt. 16, 18).

Aclaraci�n. El principio de unidad y de firmeza expresados por la palabra �piedra� comprende la infalibilidad en la doctrina. La eficacia de la oraci�n de Cristo en favor de Pedro, no est� condicionada a la actitud o a la aceptaci�n de Pedro, sino vinculada a la misma oraci�n. Cristo le dice a Pedro �confirma a tus hermanos� y esto supone la vinculaci�n de unas gracias especiales para que se mantenga firme en la fe. Las ca�das de Pedro negando a Cristo, no restan eficacia a la oraci�n de Cristo, puesto que Pedro no fall� en su fidelidad interna sino externa, y la prueba es que persever� hasta la muerte fiel a Cristo.

Despu�s de comer, dice Jes�s a Sim�n Pedro: �Sim�n de Juan, �me amas m�s que �stos?� Le dice �l: �S�, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis corderos.� Vuelve a decirle por segunda vez: �Sim�n de Juan, �me amas?� Le dice �l: �S�, Se�or, t� sabes que te quiero.� Le dice por tercera vez: �Sim�n de Juan, �me quieres?� Se entristeci� Pedro de que le preguntase por tercera vez: ��Me quieres?� y le dijo: �Se�or, t� lo sabes todo, t� sabes que te quiero.� Le dice Jes�s: �Apacienta mis ovejas...� (Jn. 21, 15-17).

Aclaraci�n. El oficio de apacentar concedido por Cristo a Pedro, supone y exige el oficio de ense�ar que Cristo dot� con la prerrogativa de la infalibilidad, para que Pedro pudiese cumplir sin error doctrinal el apacentamiento de la grey. La infalibilidad del Romano Pont�fice comprende las leyes e instituciones que se refieren al gobierno de la Iglesia, la aprobaci�n de �rdenes religiosas, la canonizaci�n de los santos, la definici�n de los dogmas y el reconocimiento de la autenticidad de los libros inspirados.

-El Magisterio aut�ntico y vivo instituto por Cristo en la persona de los ap�stoles, es infalible.

No se refiere al magisterio privado de cada uno de ellos, sino al de todos ellos unidos entre s� en Pedro, su cabeza visible.

a) -Por identidad de misi�n:

Como el Padre me envi�, tambi�n yo os env�o (Jn. 20, 21).

b) -El que os escucha a vosotros, a m� me escucha; y el que os rechaza a m� me rechaza y el que me rechaza a m�, rechaza al que me ha enviado (Lc. 10, 16).

c) -Por asistencia divina:

Sabed que estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

d) -Por identidad de doctrina:

Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes bautiz�ndolas en el nombre del Padre y del Hijo del Esp�ritu Santo, y ense��ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19).

e) -Por asistencia de Esp�ritu Santo prometida por Cristo:

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito para que est� con vosotros para siempre (Jn. 14-16).

-La infalibilidad del Magisterio de los Ap�stoles se fundamenta adem�s en las recomendaciones que Jesucristo les hizo.

Os ruego, hermanos, que os guard�is de los que suscitan divisiones y esc�ndalos contra la doctrina que hab�is aprendido; apartaos de ellos, pues esos tales no sirven a nuestro Se�or Jesucristo,... (Rom. 16, 17).

Os alabo porque en todas las cosas os acord�is de m� y conserv�is las tradiciones tal como os las he transmitido (1 Cor. 11, 2).

Como lo tenemos dicho, tambi�n ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que hab�is recibido, �sea anatema! (G�l. 1, 9).

Por tanto, hermanos m�os queridos y a�orados, mi gozo y mi corona, mantenerse firmes en el Se�or, queridos (Fil, 4, 1).

Todo cuanto hab�is aprendido y recibido y o�do y visto en m�, ponerlo por obra y el Dios de la paz estar� con vosotros (Fil, 4, 9).

As� pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que hab�is aprendido de nosotros, de viva voz o por carta (2 Tes. 2, 15).

Por lo dem�s, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Se�or Jes�s a que viv�is como conviene que viv�is para agradar a Dios, seg�n aprendisteis de nosotros, y a que progres�is m�s (1 Tes. 4, 1).

Hermanos, os mandamos en nombre del Se�or Jesucristo que os apart�is de todo hermano que viva desconcertado y no seg�n la tradici�n que de nosotros recibisteis (2 Tes. 3, 6).

-El Magisterio de la Iglesia es infalible en conservar y definir la doctrina de fe y de costumbres.

a) -Por la promesa de Cristo.

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito, para que est� con vosotros para siempre,... (Jn. 14, 16).

Aclaraci�n. Cristo promete la asistencia del Esp�ritu Santo a los Ap�stoles y a sucesores.

b) -Para que no seamos ya ni�os, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce enga�osamente al error, antes bien,... (Ef. 4, 14).

...que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1 Tim. 3, 15).

-La Iglesia de Cristo no puede caer nunca en errores de fe.

...T� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito para que est� con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

...que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1 Tim. 3, 15).

Aclaraci�n. Si la Iglesia de Cristo pudiera caer en el error, �de qu� le servir�a la ayuda y la asistencia constante prometida por Cristo?

-La Iglesia tiene el derecho y el deber de proscribir la ciencia falsa por derecho divino, y de evitar que nadie sea enga�ado.

a) -de proscribir la falsa ciencia.

Timoteo, guarda el dep�sito. Evita las palabrer�as profanas, y tambi�n las objeciones de la falsa ciencia (1 Tim. 6, 20).

b) -de evitar que nadie sea enga�ado.

Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosof�a, fundada en tradiciones humanas, seg�n los elementos del mundo y no seg�n Cristo (Col. 2, 8).

-Ni la Iglesia ni el Evangelio de Cristo pueden cambiar en las cosas esenciales.

Se proclamar� esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendr� el fin (Mt. 24, 14).

Aclaraci�n. �Esta Buena Nueva� sin alteraciones, sin sustituciones, sin adiciones ningunas que puedan cambiar sus caracter�sticas esenciales.

19. La Iglesia. Perennidad

-Esta edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo

-�l sostiene a su Iglesia hasta el fin de los tiempos

-Es indefectible en el ser y en el existir

-Permanecer� hasta el fin del mundo

-Contin�a su misi�n sin interrupciones

-La Iglesia est� edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo.

Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. �Mire cada cual c�mo construye! Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 10-11).

-Jesucristo sostiene a su Iglesia con su asistencia invisible hasta el fin de los tiempos.

Jes�s se acerc� a ellos y les habl� as�: �...Y sabed que yo estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo� (Mt. 28, 26).

-La Iglesia verdadera de Jesucristo es indefectible en el ser y en el existir.

a) -En el ser.

Y yo a mi vez te digo que t� eres Pedro, y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

b) -En el existir.

Porque un ni�o nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, el se�or�o reposar� sobre su hombre, ...Grande es su se�or�o y la paz no tendr� fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia. Desde ahora y hasta siempre. El celo de Yahv�h Sebaot har� eso (Is. 9, 5-6).

-La Iglesia fundada por Cristo permanecer� necesariamente hasta el fin del mundo.

...y sobre esta piedra edificar� mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

...yo estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito para que est� con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

-La Iglesia contin�a cumpliendo su misi�n sin interrupciones, hasta el final de los tiempos.

...y las puertas del Hades no prevalecer�n contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que estoy con vosotros todos los d�as hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

Aclaraci�n. Los influjos y combates de sus enemigos no podr�n interrumpir su misi�n, por la continua presencia asistencial de Cristo todos los d�as hasta el fin del mundo.

20. La Iglesia. Potestad y obligaciones

-Tiene potestad legislativa, judiciaria y coactiva.

-La Ley promulgada obliga a los fieles

-La potestad coactiva se extiende tambi�n a las penas temporales

-S�lo la Iglesia es juez supremo de las controversias de la fe

-Cristo le concedi� potestad de legislar

-Los obispos reciben la potestad de jurisdicci�n inmediatamente de Dios

-Los obispos residenciales tienen potestad de jurisdicci�n para con todos sus s�bditos.

-Los obispos pueden promulgar leyes en sus di�cesis.

-La Iglesia puede poseer bienes temporales

-La Iglesia y el Estado son distintos entre s�

-Obligada a la tradici�n

-La Iglesia tiene por derecho divino potestad legislativa, judiciaria y coactiva.

a) -Potestad legislativa.

�...A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos...� (Mt. 16, 19).

Aclaraci�n. Las llaves significaban la potestad regia entre los Hebreos.

�Yo os aseguro: todo lo que at�is en la tierra quedar� atado en el cielo, y todo lo que desat�is en la tierra quedar� desatado en el cielo� (Mt. 18, 18).

b) -Potestad judiciaria.

�Si tu hermano llega a pecar, vete y repr�ndele, a solas t� con �l. Si te escucha, habr�s ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todav�a contigo uno o dos, escucha, toma todav�a contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, d�selo a la comunidad. Y si ni a la comunidad hace caso, consid�ralo ya como al gentil y al publicano� (Mt. 18, 15-17).

c) -Potestad coactiva.

�Que prefer�s, que vaya a vosotros con palo y con amor y esp�ritu de mansedumbre? (1 Cor. 4, 21).

-La Ley promulgada por la autoridad leg�tima de la Iglesia obliga a los fieles, aunque la proh�ba la potestad civil.

...Jes�s le respondi�: �...lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos� (Mt. 16, 19).

Aclaraci�n. La Iglesia recibe la potestad de legislar de Cristo, y no de la sociedad civil.

-La potestad coactiva de la Iglesia se extiende tambi�n a las penas temporales.

...sea entregado ese individuo a Satan�s para destrucci�n de la carne, a fin de que el esp�ritu se salve en el d�a del Se�or (1 Cor. 5, 5).

Si alguno no obedece a lo que os decimos en esta carta, a ese se�aladle y no trat�is con �l, Para que se averg�ence. Pero no le mir�is como a enemigo, sino amonestadle como a hermano (2 Tes. 3, 1-4).

A los culpables, repr�ndeles delante de todos, para que los dem�s cobren temor (1 Tim. 5, 20).

-Sola la Iglesia de Cristo es Juez supremo e infalible de las controversias de la fe.

A m�, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo, y esclarecer c�mo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas, para que la multiforme sabidur�a de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia, conforme al previo designio eterno que realiz� en Cristo Jes�s,... (Ef. 3, 8-11).

Aclaraci�n. La autoridad de dirimir las controversias de fe es una consecuencia de la potestad de ense�arlas.

-Jesucristo concedi� a su Iglesia potestad verdadera de legislar.

A ti te dar� las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedar� atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedar� desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

Yo os aseguro: todo lo que at�is en la tierra quedar� atado en el cielo, y todo lo que desat�is en la tierra quedar� desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

Por esto opino yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los �dolos,... (Hch. 15, 19-20).

Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para que las observasen las decisiones tomadas por los ap�stoles y preb�teros en Jerusal�n (Hch. 16, 4).

-Los obispos reciben la potestad de jurisdicci�n inmediatamente de Dios.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

-Todos y cada uno de los obispos residenciales tienen potestad de jurisdicci�n ordinaria y plena, pero particular y subordinada, para con todos sus s�bditos.

Apacentad la grey de Dios que os est� encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, seg�n Dios;... (Hch. 5, 2).

-Los obispos tienen potestad de promulgar leyes para su propia di�cesis.

(Pablo) les dijo: �...Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp�ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios,... (Hch. 20, 28).

-La Iglesia tiene potestad nativa de poseer bienes temporales; no s�lo por derecho natural, sino tambi�n por derecho positivo.

a) -Por analog�a con el Antiguo Testamento.

-Derecho de los sacerdotes.

Dijo Yahv�h a Aar�n: Yo te doy las ofrendas reservadas para m�. Todo lo consagrado por los hijos de Israel te lo doy a ti y a tus hijos, como porci�n tuya, por decreto perpetuo (N�m. 18, 8).

Tambi�n te pertenecer� la ofrenda reservada de todo lo que los hijos de Israel den a mecer; te lo doy a ti y a tus hijos y a tus hijas por decreto perpetuo (N�m. 18, 11).

-Derechos de los levitas.

A los hijos de Lev�, les doy en herencia todos los diezmos de Israel,... (N�m. 18, 21).

b -Por ejemplo de Cristo.

No dec�a -Judas- esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladr�n, y como ten�a la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella (Jn. 12, 6).

c) -Por ejemplo de los Ap�stoles.

Como Judas ten�a la bolsa,... (Jn. 13, 29).

...todos los que pose�an campos o casas los vend�an, tra�an el importe de la venta, y lo pon�an a los pies de los Ap�stoles,... (Hch. 4, 34, 35).

d) -Por las palabras de S. Pablo.

Del mismo modo, tambi�n el Se�or ha ordenado que los predican el Evangelio vivan del Evangelio (1 Cor. 9, 14).

-La Iglesia y el estado son dos sociedades y dos poderes totalmente distintos entre s�.

a) -De la sociedad y del Poder de la Iglesia,

Obedeced a vuestros dirigentes y someteros a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas,... (Hebr. 13, 17).

b) -De la sociedad y del poder del Estado,

Amon�stales que vivan sumisos a los magistrado y a las autoridades, que les obedezcan y est�n prontos para toda obra buena,... (Tit. 3, 1).

c) -De la distinci�n de los dos poderes,

Pedro y los ap�stoles contestaron: �Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres...� (Hch. 5, 29).

-La Iglesia est� obligada a la fidelidad a la tradici�n.

Todo cuanto hab�is aprendido y recibido y o�do y visto en m�, ponedlo por obra y el Dios de la paz estar� con vosotros (Fil. 6, 20).

T�, pues, hijo m�o, mant�nte fuerte en la gracia de Cristo Jes�s, y cuanto me has o�do en presencia de muchos testigos conf�alo a hombres fieles, que sean capaces a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 1, 1-2).

21. La Iglesia. Persecuciones

-Prefiguradas en el A. T.

-Las herej�as surgidas fueron profetizadas en el N. T.

- Las divisiones son necesarias par comprobar quienes poseen la virtud probada

-La cumbre de la felicidad est� en la persecuci�n sufrida por amor a �l

-Las persecuciones de la Iglesia est�n prefiguradas en el Antiguo Testamento.

Por eso, mirad: os voy a enviar a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los matar�is y los crucificar�is, a otros los azotar�is en vuestras sinagogas y los perseguir�is de ciudad en ciudad, para que recaiga sobre vosotros toda la sangre de los justos derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacar�as, hijo de Baraquias, a quien mat�steis entre el santuario y el altar (Mt. 23, 34-35).

Aclaraciones.

-A unos los matar�is, lo crucificar�is...

Son t�rminos de origen jud�o, pero aplicados aqu� a los m�rtires cristianos.

-El sacrificio de Abel es el primero que se refiere en la Biblia.

Y cuando estaban en el campo, se lanz� Ca�n contra su hermano Abel y lo mat� (G�n. 4, 8).

-Y el de Zacar�as es el �ltimo.

Mas ellos conspiraron contra �l (Zacar�as), y por mandato del rey le apedrearon en el atrio de la casa de Yahv�h (2 Cor. 24, 41).

-Las herej�as surgidas en la Iglesia fueron profetizadas en el Nuevo Testamento.

Y tomando la palabra, les ense�aba diciendo:...�Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocer�is...� (Mt. 7, 15-16).

Jes�s les respondi�: �Mirad que no os enga�e nadie. Porque vendr�n muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy el Cristo", y enga�ar�n a muchos...� (Mt. 24, 5).

Hubo tambi�n en el pueblo falsos maestros que introducir�n herej�as perniciosas y que, negado al Due�o que los adquiri�, atraer�n sobre s� una r�pida destrucci�n. Muchos seguir�n su libertinaje y, por causa de ellos, el Camino de la verdad ser� difamado (2 Pe. 2, 1-2).

-Las divisiones y disensiones en la Iglesia son necesarias, para comprobar quienes son los que poseen la virtud probada.

Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en la asamblea, hay entre vosotros divisiones, y lo creo en parte. Desde luego, tiene que haber entre vosotros tambi�n disensiones, para que se ponga de manifiesto qui�nes son los de probada virtud entre vosotros (1 Cor. 11, 18-19).

-Jesucristo afirma que la cumbre de la felicidad humana esta en la persecuci�n sufrida por amor a �l.

As� se deduce de los textos siguientes:

Bienaventurados ser�is cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa ser� grande en los cielos,... (Mt. 5, 11).

bienaventurados ser�is cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro hombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese d�a y saltad de gozo, que vuestra recompensa ser� grande en el cielo (Lc. 6, 22-23).

Ellos marcharon de la presencia del Sanedr�n contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultraje por el Nombre (Hch. 5, 41).

Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegr�a de vuestros bienes, conscientes de que pose�ais una riqueza mejor y m�s duradera (Hebr. 10, 34).

Considerad como un gran gozo, hermanos m�os, el estar rodeados por toda clase de pruebas,... (Sant. 1, 2).

22. La Iglesia. Relaciones con las Personas divinas

-Existencia con el Padre, con el Hijo y con el E. S.

-Entre Cristo y su Iglesia

-Entre la Madre de Dios y su Iglesia

-Existen �ntimas relaciones entre cada una de las tres personas de la Trinidad y la Iglesia.

a) -Relaci�n del Padre con la Iglesia.

Porque someti� a Cristo todas las cosas, incluso la Iglesia, de la cual le constituy� como Cabeza.

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo (Ef. 1, 22).

b) -Relaci�n del Hijo con la Iglesia.

Porque es el Cuerpo m�stico de Cristo.

�l es tambi�n la Cabeza de Cuerpo de la Iglesia (Col. 1, 18).

...completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col. 1, 24).

c) -Relaci�n del Esp�ritu Santo con la Iglesia.

Para que permanezca en ella para siempre.

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito, para que est� con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

-Existe una relaci�n �ntima entre Cristo y su Iglesia.

Antiguo Testamento.

De la costilla que Yahv�h Dios hab�a tomado del hombre form� una mujer y la llev� ante el hombre (G�n. 2, 22).

Aclaraci�n. Como Eva sali� del costado de Ad�n, as� la Iglesia sali� del costado de Cristo. As� lo compara y lo afirma la Tradici�n.

Y suceder� aquel d�a -or�culo de Yahv�h- que ella me llamar�: �Marido m�o� (Os. 2, 18).

Nuevo Testamento.

Celoso estoy de vosotros con celos de Dios. Pues os tengo desposados con un s�lo esposo para presentaros cual virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo. Las mujeres a sus maridos, como al Se�or, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el Salvador del Cuerpo. As� como la Iglesia est� sumisa a Cristo, as� tambi�n las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 21-24).

-Existe estrecha relaci�n entre la madre de Dios y la Iglesia.

Pues cooper� a la obra de la Redenci�n al concebir y dar a luz a Jes�s, con libre consentimiento, sabiendo que habr�a de ser el futuro Rey eterno en la casa de Jacob.

El �ngel le dijo: No temas, Mar�a, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondr�s por nombre Jes�s (Lc. 1, 30).

Reinar� sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendr� fin (Lc. 1, 33).

23. La Iglesia. Mandamientos.

a) -Ayuno

-Es un acto de culto a Dios

-Se practic� en el Antiguo y en el N. T.

-Formas de ayuno son la pr�ctica de la justicia y de la misericordia

b) -Abstinencia

-Dios la prescribe

-El ayuno es un acto de culto y de obsequio a Dios.

T�, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que est� all�, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensar� (Mt. 6, 17-18).

-El ayuno cuaresmal se practic� ya en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.

a) -En el Antiguo.

-Mois�s.

Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Lev�, no tendr�n parte ni heredad con Israel. Vivir�n de los manjares ofrecidos a Yahv�h y de su heredad (Deut. 18, 1).

-El�as.

Volvi� segunda vez el �ngel de Yahv�h, le toc� y dijo: �Lev�ntate y come, porque el camino es demasiado largo para ti�. Se levant�, comi� y bebi�, y con la fuerza de aquella comida camin� cuarenta d�as y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg. 19, 7).

b) -En el Nuevo.

Entonces Jes�s fue conducido por el Esp�ritu al desierto para ser tentado por el Diablo. Y despu�s de hacer un ayuno de cuarenta d�as y cuarenta noches, sinti� hambre (Mt. 4, 1).

-Formas de ayuno particularmente grato a Dios son la pr�ctica de la justicia y de la misericordia.

�No ser� m�s bien este otro el ayuno que yo quiero? -or�culo de Yahv�h- desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo. �No ser� partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? �Qu� cuanto veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes? (Is. 58, 6-7).

...me fue dirigida la palabra de Yahv�h...: Habla a todo el pueblo y di: �Cuando ayunabais y pla��ais..., �hab�is ayunado de verdad por m�?...La palabra de Yahv�h fue dirigida a Zacar�as...: Juicio fiel juzgad y amor y compasi�n practicar cada cual con su hermano. No oprim�is a la viuda, al hu�rfano, al forastero, ni al pobre; y no maquin�is mal uno contra otro en vuestro coraz�n (Zac. 7, 4-6 y 8-10).

-Dios prescribe la abstinencia de ciertos manjares.

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: �De cualquier �rbol del jard�n puedes comer, mas del �rbol de la ciencia del bien y del mal no comer�s, porque el d�a que comieres de �l, morir�s sin remedio� (Gn. 2, 16-17).

�l replic�: �Quien te ha hecho ver que estabas desnudo? �Has comido acaso del �rbol que te prohib� comer?� (Gn. 3, 11).

S�lo dejar�is comer la carne con su alma,... (Gn. 9, 4).

En aquella misma noche comer�n la carne. La comer�n asada al fuego, con panes azimos y con yerbas amargas. Nada de �l comer�is crudo ni cocido,... (Ex. 12, 8).

Se comer�n panes azimos durante 7 d�as, y no se ver� pan fermentado en tu casa, ni levadura en todo tu territorio (Ex. 13, 7).

Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la muerte, el buey ser� apedreado y no se comer� su carne,... (Ex. 21, 28).

Todos los varones de entre los sacerdotes podr�n comer de ella. Es cosa sacrat�sima. Pero no se comer� ninguna v�ctima ofrecida por el pecado,... (Lv. 6, 22-23).

No podr� comerse la carne que haya tocado cualquier cosa impura; ser� consumida por el fuego (Lv. 7, 19).

Si un hombre o mujer se decide a hacer voto de nazir se abstendr� de vino y de bebidas embriagantes (Nm. 6, 2).

Tanto el puro como el impuro podr� comer la carne... S�lo la sangre no comer�is;... (Dt. 12, 15-16).

Y todo animal de pezu�a partida, hendida en dos mitades, y que rumia, lo pod�is comer. Sin embargo...no podr�is comer los siguientes: El camello, la liebre y el dam�n, que rumian pero no tienen la pezu�a hendida... (Dt. 14, 6).

De entre todo lo que vive en el agua, pod�is comer lo siguiente: todo lo que tiene aletas y escamas...pero no comer�is lo que no tiene aletas y escamas... (Dt. 14, 9).

Pod�is comer toda ave pura, pero las siguientes no las pod�is comer: el �guila, el quebrantahuesos, el �guila marina, el buitre... (Dt. 14, 11-12).

...orden� que les sirvieran de sus propios manjares y le dieran de beber de su propio vino. Pero Judit dijo: �No debo comer esto, para que no me sea ocasi�n de falta� (Jdt. 12, 1-2).

Sucedi� tambi�n que siete hermanos apresados junto a su madre, eran forzados por el rey...a probar carne prohibida de puerco (2 M. 7, 1).

Daniel, que ten�a el prop�sito de no contaminarse compartiendo los manjares del Rey y el vino de su mesa, suplic� al jefe de los eunucos que le ahorrar� esta contaminaci�n (Dn. 1, 8).

Pero Jes�s les dijo: �no hab�is le�do lo que hizo David cuando sinti� hambre �l y los que le acompa�aban, c�mo entr� en la casa de Dios y comieron los panes de la proposici�n, que no les era l�cito comer a �l a �l ni a sus compa�eros, sino s�lo a los sacerdotes? (Mt. 12, 4).

Jes�s les dice: ��nunca hab�is le�do lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y �l y los que le acompa�aban sintieron hambre, c�mo entr� en la casa de Dios...y comi� los panes de la proposici�n, que s�lo a los sacerdotes es l�cito comer,...? (Mc. 2, 25-26).

Y Jes�s les respondi�: ��Ni siquiera hab�is le�do lo que hizo David, c�mo entr� en la Casa de Dios, y tomando los panes de la proposici�n, que no es l�cito comer sino a los sacerdotes, comi� �l y dio a los que le acompa�aban?� (Lc. 6, 3-4).

�...abstenerse de lo sacrificado a los �dolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Har�is bien en guardaros de estas cosas. Adi�s� (Lc. 15, 29).

24. El Cuerpo m�stico

-Cristo congreg� a los hombres en un s�lo Cuerpo

-La Iglesia es el Cuerpo m�stico de Cristo

-Los fieles bautizados forman un Cuerpo org�nico, el Cuerpo m�stico de Cristo

-La Iglesia consta de Cuerpo y alma

-Cristo es la Cabeza

-Esta dignidad le corresponde

-Cristo es tambi�n la Cabeza de los nueve coros ang�licos

-De modo distinto que de los hombres

-Cristo Congreg� a los hombres en un s�lo cuerpo.

Jes�s se acerc� a ellos y les habl� as�: �Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced disc�pulos a todas las gentes...� (Mt. 28, 18).

Y les dijo: �Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creaci�n...� (Mc. 16, 15).

Tambi�n tengo otras ovejas que no son de este redil; tambi�n a esas tengo que llevar las y escuchar�n mi voz; habr� un s�lo reba�o y un s�lo pastor (Jn. 10, 16).

No ruego s�lo por �stos, sino tambi�n por aquellos que, por medio de su palabra, creer�n en m�. Que todos sean uno. Como t�, Padre, en m� y yo en ti, que ellos tambi�n sean uno en nosotros,... (Jn. 17, 20-21).

-La Iglesia en el Cuerpo m�stico de Cristo.

La Iglesia se llama Cuerpo en sentido metaf�rico, por su analog�a con el Cuerpo humano.

Pues, as� como nuestro cuerpo en su unidad, posee muchos miembros, y no desempe�an todos los miembros la misma funci�n, as� tambi�n nosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembro de los otros (Rom. 12, 4).

Aclaraci�n. �No formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo� no expresa la identificaci�n sino la dependencia de �l.

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros cada uno por su parte (1 Cor. 12, 27).

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo (Ef. 1, 22-23).

�l es tambi�n la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia (Col. 1, 18).

-Los infieles bautizados forman un cuerpo org�nico, el Cuerpo m�stico de Cristo.

Pues as� como nuestro cuerpo en su unidad, posee muchos miembros, y no desempe�an todos los miembros la misma funci�n, as� tambi�n nosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte, los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

�No sab�is que vuestro cuerpos son miembros de Cristo? (1 Cor. 6, 15).

Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman m�s que un s�lo cuerpo, as� tambi�n Cristo. Porque en un s�lo Esp�ritu hemos sido todos bautizados, para formar m�s que un cuerpo, jud�os y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un s�lo Esp�ritu (1 Cor. 12, 12).

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. Y as� los puso Dios en la Iglesia... (1 Cor. 12, 27-28).

-La Iglesia consta de cuerpo, constituido por todos los bautizados, y de alma que es el Esp�ritu Santo.

...y yo pedir� al Padre y os dar� otro Par�clito, para que est� con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

Porque aun siendo muchos, un s�lo pan y un s�lo cuerpo somos, pues todos participamos de un s�lo pan (1 Cor. 10, 17).

Porque en un s�lo Esp�ritu hemos sido todos bautizados, para no formar m�s que un cuerpo, jud�os y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un s�lo Esp�ritu (1 Cor. 12, 13).

Un s�lo cuerpo y un s�lo Esp�ritu, como una es la esperanza a que hab�is sido llamados (Ef. 4, 4).

Aclaraci�n. El Esp�ritu Santo es principio intr�nseco de vida y de actividad en la Iglesia, y contribuye a su conservaci�n y a su perfeccionamiento.

-Cristo es la cabeza de su Cuerpo m�stico que es la Iglesia Universal.

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo... (Ef. 1, 22).

El mismo dio a una el ser ap�stoles; a otros profetas; a otros evangelizadores; a otros pastores y maestros para el recto ordenamiento de los santos, en orden a las funciones del ministerio, para edificaci�n del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y de conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 11-13).

Para que... crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el Cuerpo recibe trabaz�n y cohesi�n por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrici�n seg�n la actividad propia de cada una de las partes, realizando as� el crecimiento del cuerpo para su edificaci�n en el amor (Ef. 4, 14-16).

...Cristo es cabeza de la Iglesia, el Salvador del Cuerpo (Ef. 5, 23).

Pues nadie aborreci� jam�s su propia carne; antes bien, la alimenta y la ciudad con cari�o, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo (Ef. 5, 29-30).

-Cristo es la cabeza de su Cuerpo m�stico, que es la Iglesia universal, y esta dignidad le corresponde:

a) -Por la dignidad del Verbo hecho hombre,

�l es la cabeza del cuerpo de la Iglesia. El es el Principio, el Primog�nito de entre los muertos, para que sea �l el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en �l toda la plenitud... (Col. 1, 18-19).

b) -Por la humanidad asumida,

...lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

...anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo... (Ef. 3, 8).

...resucit�ndole de entre los muertos y sent�ndole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominaci�n, y de todo cuanto tiene nombre no s�lo en este mundo sino tambi�n en el venidero (Ef. 1, 20-21).

...y conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento... (Ef. 3, 19).

Bajo sus pies someti� todas las cosas y le constituy� Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo (Ef. 1 22-23).

...en el cual est�n ocultos todos los tesoros de la sabidur�a y de la ciencia (Col. 2, 3).

Por lo cual Dios le exalt� y le otorg� el Nombre que est� sobre todo Nombre, para que al nombre de Jes�s toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismo, y toda lengua confiese que Cristo Jes�s es Se�or para gloria de Dios Padre (Fil. 2, 9-11).

...es la cabeza de todo Principado y de toda potestad; (Col. 2, 10).

-Jesucristo es tambi�n cabeza de los nueves coros ang�licos.

...que despleg� en Cristo, resucit�ndole de entre los muertos y sent�ndole a su diestra en los Cielos por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominaci�n y de todo cuanto tiene nombre no s�lo en este mundo sino tambi�n en el venidero (Ef. 1 20-21).

...y vosotros alcanz�is la plenitud en �l que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad;... (Col. 2, 10).

Aclaraci�n. Los nueve coros ang�licos est�n expresados unos impl�cita y otros expl�citamente.

-Jesucristo, es cabeza de todos los �ngeles, pero de modo distinto que de los hombres.

...conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que despleg� en Cristo, resucit�ndole de entre los muertos y sent�ndole a su derecha en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominaci�n y de todo cuanto tiene nombre, no s�lo en este mundo sino tambi�n en el venidero (Ef. 1, 19-21).

Porque en �l reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente, y vosotros alcanz�is la plenitud en �l, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad (Col. 2, 9-10).

Como consecuencia de que Cristo es cabeza de los �ngeles, �stos le sirven:

En un monte muy alto, despu�s de la tercera tentaci�n,

Y he aqu� que se le acercaron unos �ngeles y le serv�an (Mt. 4, 11).

Asimismo le adoran:

�...al introducir a su Primog�nito en el mundo Dios:

Y ad�renle todos los �ngeles de Dios� (Hebr. 1, 6).

25. El Cuerpo m�stico. Uni�n

-Existencia

-Uni�n entre Jesucristo y sus miembros

-Necesaria para el fruto apost�lico

-Intimidad entre Jesucristo y los cristianos

-Todos miembros est�n unidos por v�nculos espirituales muy estrechos

-Existe una verdadera uni�n de Jesucristo con los miembros de su Cuerpo m�stico.

...tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; enfermo, y me visitasteis; en la c�rcel y vinisteis a verme... (Mt. 25, 35-36).

El que os escucha a vosotros, a m� me escucha; y el que os rechaza, a m� me rechaza;... (Lc. 10, 16).

...cay� en tierra y oy� una voz que le dec�a: �Sa�l, Sa�l, �por qu� me persigues?� �l respondi�: ��Qui�n eres, Se�or?� Y �l: �Yo soy Jes�s, a qui�n t� persigues...� (Hch. 9, 4-5).

Aclaraci�n. Jesucristo atribuye a s� mismo todos los bienes y males que sobrevienen a sus miembros en virtud de su uni�n con ellos.

-Existe una unidad vital entre Jesucristo y sus miembros.

Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en m� como yo en �l, ese da mucho fruto; porque separados de m� no pod�is hacer nada (Jn. 15, 5).

Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros (Jn. 17, 11).

Que todos sean uno, Como t�, Padre, en m� y yo en ti, que ellos tambi�n sean uno en nosotros,... (Jn. 17, 21).

�No sab�is que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? (1 Cor. 6, 15).

Mas el que se une al Se�or, se hace un s�lo esp�ritu con �l (1 Cor. 6, 17).

...la Cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabaz�n y cohesi�n por medio de toda clase de junturas que llevan a la nutrici�n... (Ef. 4, 15-16).

Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces tambi�n vosotros aparecer�is gloriosos con �l (Col. 3, 4).

-Existe una uni�n real, aunque m�stica, de Cristo con los cristianos que es necesaria para producir fruto apost�lico entre los hermanos.

a) -Existe una uni�n real.

Permaneced en m�, como yo en vosotros (Jn. 15, 4).

Yo soy la vid; vosotros los sarmientos (Jn. 15, 5).

b) -Necesaria para producir fruto apost�lico.

Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por s� mismo, si no permanece en la vida; as� tampoco vosotros si no permanec�is en m� (Jn. 15, 4).

El que permanece en m�, como yo en �l. �se da mucho fruto; porque separados de m� no pod�is hacer nada (Jn. 15, 5).

si permanec�is en m�, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que quer�is y los conseguir�is (Jn. 15, 7).

-Existe un intimidad normal entre Jesucristo y los cristianos.

Os doy un mandamiento nuevo: que os am�is los unos a los otros. Que, como yo os he amado, as� os am�is tambi�n vosotros los unos a los otros (Jn. 13, 34).

Permaneced en m�, como yo en vosotros (Jo 15, 4).

...vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en m�;... (G�l. 2, 20).

-Todos los miembros de la Iglesia est�n unidos por v�nculos espirituales muy estrechos.

...As� tambi�n vosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 5).

Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman m�s que un s�lo cuerpo, as� tambi�n Cristo. Porque en un s�lo Esp�ritu hemos sido todos bautizados, para no formar m�s que un cuerpo, jud�os y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un s�lo Esp�ritu (1 Cor. 12, 12-13).

Si sufre un miembro, todos los dem�s sufren con �l. Si un miembro es honrado, todos los dem�s toman parte en su gozo (1 Cor. 12, 26).

...ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jes�s (G�l. 3, 28).

26. El Cuerpo m�stico. Comunicaci�n

-Privilegio de Cristo con la Iglesia. Dignidad, perfecci�n e influjo

-Cristo produce influjo vivificador en sus miembros

-Cristo, vida de las obras apost�licas

-Comunica a su Iglesia al E. Santo

-Distribuye sus dones

-Reside en sus miembros

-Los sacrificios de los hombres, insuficientes para borrar sus pecados, pero unidos a Cristo, son aceptables a Dios

-En la Iglesia hay participaci�n de bienes espirituales

-Los tres privilegios de la cabeza respecto del cuerpo humano existen en Jesucristo respecto de la Iglesia: dignidad, perfecci�n e influjo sobre todos sus miembros.

a) -Dignidad.

�l es tambi�n la Cabeza del Cuerpo de la Iglesia: �l es el Principio, el Primog�nito de entre los muertos, para que sea �l el primero en todo (Col. 1, 8).

b) -Perfecci�n.

...pues Dios tuvo a bien hacer residir en �l toda la plenitud,... (Col. 1, 19).

c) -Influjo.

...reconciliar por �l y para �l todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos (Col. 1, 20).

-Cristo cabeza del Cuerpo m�stico produce un influjo vivificador en sus miembros.

Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia (Jn. 1, 16).

...pero el que beba del agua que yo le d�, no tendr� sed jam�s, sino que el agua que yo le d�, se convertir� en �l en fuente de agua que brota para la vida eterna (Jn. 4, 14).

Si alguno tiene sed, venga a m� y beba el que crea en m� (Jn. 7, 37).

Yo soy la vid; vosotros los sarmiento. El que permanece en m� como yo en �l, ese da mucho fruto, porque separados de m�, no pod�is hacer nada (Jn. 15, 5).

...mientras que hicisteis morir al Jefe que lleva a la Vida (Hch. 3 15).

En virtud de la gracia que me fue dada... (Rom. 12, 3).

...seg�n la medida de la fe que otorg� Dios a cada cual (Rom. 12, 3).

Pero teniendo dones diferentes, seg�n la gracia que nos ha sido dada... (Rom. 12, 6).

Hay diversidad de carismas, pero el Esp�ritu es el mismo;... (1 Cor. 12, 4).

A cada uno de vosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de Cristo (Ef. 4, 7).

...Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabaz�n y cohesi�n, por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrici�n seg�n la actividad propia de cada una de las partes, realizando as� el crecimiento del cuerpo, para su edificaci�n en el amor (Ef. 4, 16).

Pues nadie aborreci� jam�s su propia carne; antes bien la alimenta y cuida con cari�o, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo (Ef. 5, 29, 30).

...Jesucristo, el cual se entreg� por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para s� un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras (Tit. 2, 14).

-Dios quiere que Jesucristo sea la vida de las obras apost�licas.

En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,... (Jn. 1, 4).

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

Le dice Jes�s: �Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida� (Jn. 14, 6).

Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos (Hch. 4, 12).

Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 11).

Acerc�ndose a �l, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, tambi�n vosotros cual piedras vivas, entrad en la construcci�n del edificio espiritual,... (1 Pe. 2, 4).

Aclaraci�n. Jesucristo es la fuente �nica de esta vida divina a cuya participaci�n son llamados todos los hombres.

-Cristo cabeza del Cuerpo m�stico, que es su Iglesia, comunica a esta el Esp�ritu Santo.

Cuando venga el Par�clito, el Esp�ritu de la verdad, que procede del Padre, y que yo os enviar� de junto al Padre, �l dar� testimonio de m� (Jn. 15, 26).

...si no me voy, no vendr� a vosotros el Par�clito; pero si me voy, os lo enviar� (Jn. 16, 7).

Cuando venga �l, el Esp�ritu de la verdad, os guiar� hasta la verdad completa;... (Jn. 16, 13).

-Jesucristo distribuye sus dones a su Iglesia peregrina para que pueda cumplir sus fines salv�ficos.

�l mismo �dio� a unos el ser ap�stoles; a otros, profetas; a otros evangelizadores; a otros, pastores y maestro, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificaci�n del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 11-13).

-Cristo reside en sus miembros.

...mas si Cristo est� en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el esp�ritu es vida a causa de la justicia (Rom. 8, 10).

De �l os viene que est�is en Cristo Jes�s... (1 Cor. 1, 30).

Quer�is, es verdad, una prueba de que habla en m� Cristo... (2 Cor. 13, 3).

...y vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en m� (G�l. 2, 20).

...�Hijos m�os! por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros (G�l. 4, 19).

...que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que arraigados y cimentados en el amor, pod�is comprender con todos los santos, cual es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vay�is llenando hasta la total Plenitud de Dios. (Ef. 3, 17-19).

...Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria (Col. 1, 27).

...y vosotros alcanz�is la plenitud en �l, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad (Col. 2, 10).

...Cristo es todo y en todos (Col. 3, 11).

-Los sacrificios de los hombres, aun conjuntamente considerados, son insuficientes para borrar todos sus pecados; pero unidos a los de Jesucristo, se hacen aceptables a Dios.

a) -Los sacrificios de los hombres son insuficientes.

Y, ciertamente, todo sacerdote est� en p�e, d�a tras d�a, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados (Hebr. 10, 11).

b) -Unidos a Cristo se hacen aceptables a Dios.

...tambi�n vosotros, cual piedras viv�as, entrad en la construcci�n de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, adeptos a Dios por mediaci�n de Jesucristo (1 Pe. 2, 5).

-En la Iglesia hay participaci�n de bienes espirituales.

El pan nuestro de cada d�a d�nosle hoy; (Mt. 6, 11).

y perd�nanos nuestras deudas, as� como nosotros perdonamos a nuestras deudores; (Mt. 6, 12).

y no nos dejes caer en tentaci�n (Mt. 6, 13).

Aclaraci�n. La comunidad orante pide a Dios para la comunidad de hermanos la preservaci�n de los males presentes �no nos dejes cae en la tentaci�n�, la concesi�n de los bienes que necesita �el pan nuestro de cada d�a d�nosle hoy� y la liberaci�n de los males futuros, �no nos dejes caer en tentaci�n�.

27. El Cuerpo m�stico. Influjo

-Las oraciones y m�ritos de los Miembros redunda en beneficio de los dem�s

-La actividad apost�lica de los laicos fue muy fruct�fera al principio de la Iglesia

-El hombre puede ofrecer a Dios una satisfacci�n en favor de otro, si es extrasacramental

-El Cuerpo M�stico est� destinado a aumentar

-Existe la satisfacci�n vicaria de inocentes en favor de otros culpables

-Los santos preservan del mal al mundo

-Las oraciones, actividades y m�ritos de todos y cada uno de los Miembros del Cuerpo m�stico de Cristo redunda en beneficio de los dem�s.

a) -Unidad de los miembros.

Pues, as� como nuestros cuerpos, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempe�an todos los miembros la misma funci�n, as� tambi�n nosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

b) -Diversidad de funciones.

Pues, as� como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempe�an todos la misma funci�n, as� tambi�n nosotros, siendo muchos, no formamos m�s que un s�lo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

c) -Redundancia de las actividades.

Si sufre un miembro, todos los dem�s sufren con �l. Si un miembro es honrado, todos los dem�s toman parte en su gozo (1 Cor. 12, 25-26).

d) -Influencia de las oraciones.

Porque Dios...me es testigo de cu�n incesantemente me acuerdo de vosotros, rog�ndole siempre en mis oraciones,... (Rom. 1, 9-10).

Pero os suplico, hermanos, por nuestro Se�or Jesucristo y por el amor del Esp�ritu Santo, que luch�is juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando a Dios por m�, para que me vea libre de los incr�dulos de Judea, y el socorro que llevo a Jerusal�n sea bien recibido por los santos; y pueda tambi�n llegar con alegr�a a vosotros por la voluntad de Dios, y disfrutar de alg�n reposo entre vosotros (Rom. 15, 30-32).

...siempre en oraci�n y s�plica, orando en toda oraci�n en el Esp�ritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos, y tambi�n por m�, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valent�a el Misterio de Evangelio,... (Ef. 6, 18-19).

-La actividad apost�lica de los laicos fue muy fruct�fera en los primeros tiempos de la Iglesia.

...hab�a entre ellos alguno chipriotas y cirinenses que, venidos a Antioqu�a, hablaban tambi�n a los griegos y les anunciaban la Buena Nueva del Se�or Jes�s. La mano del Se�or estaba con ellos, y un crecido n�mero recibi� la fe y se convirti� al Se�or (Hch. 11, 20-21).

Ruego a Evodia, lo mismo que a Sintique, tengan un mismo sentir en el Se�or. Tambi�n te ruego a ti, Sicigo, verdadero �compa�ero� que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y dem�s colaboradores m�os, cuyos nombres est�n en el libro de la vida (Fil. 4, 2-3).

-Un hombre puede ofrecer a Dios una satisfacci�n en favor de otro en cuanto al perd�n de la pena debida, si se trata de satisfacci�n extrasacramental.

Por eso mand� hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedar�n liberados del pecado (2 Mac. 12, 46).

Aclaraci�n. Las oraciones de los vivos aprovechan para perdonar la pena de los difuntos.

-El Cuerpo m�stico de Cristo est� destinado a aumentar haciendo hijos de Dios a los hijos de los hombres, hasta que llegue Jesucristo a serlo todo en todos.

Cuando hayan sido sometidos a �l todas las cosas, entonces tambi�n el Hijo se someter� a Aquel que ha sometido a �l todas las cosas, para que Dios sea todo en todo (1 Cor. 15, 28).

...eligi�ndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medios de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revest�os del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, seg�n la imagen de su Creador, donde no hay griego y jud�o; ...esclavo y libre, sino que Cristo es todo en todos (Col. 3, 11).

-Existe la satisfacci�n vicaria de personas inocentes en favor de otras culpables.

Al d�a siguientes dijo Mois�s al pueblo: �Hab�is cometido un gran pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahv�h; acaso pueda obtener la expiaci�n de vuestro pecado� (Ex. 32, 30).

Al terminar los d�as de estos convites, Job les mandaba a llamar para purificarlos; luego se levantaba de madrugada y ofrec�a holocaustos por cada uno de ellos (Job. 1, 5).

�l ha sido herido por nuestras rebeld�as, molido por nuestras culpas. �l soport� el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados (Is. 53, 5).

Por mi parte, muy gustosamente gastar� y me desgastar� por vuestras almas (2 Cor. 12, 15).

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).

Porque yo estoy a punto de ser derramado en libaci�n y el momento de mi partida es inminente (2 Tim. 4, 6).

-Los santos desempe�an la funci�n de preservar del mal al mundo.

Dijo Yahv�h: �Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad perdonar� a todo el lugar en atenci�n a ellos� (G�n. 18, 26).

Dijo -Yahv�h-: �No la destruir�, si encuentro all� cuarenta y cinco.� Todav�a insisti� Abraham: �Tal vez se encuentran all� cuarenta.� Contest�: �No lo har� en atenci�n a esos cuarenta� (G�n. 18, 29).

Dijo Entonces: �Ea, no se enfade mi Se�or si sigo hablando. Tal vez se encuentran all� treinta.� Prosigui�: �En verdad es atrevimiento el m�o al hablar a mi Se�or: Tal vez se encuentren all� veinte.� Respondi�: �No la destruir� en atenci�n a los veinte.� Dijo: Vaya, no se enfade mi Se�or, y hablar� s�lo esta vez: Quiz� se encuentren all� diez.� Y dijo: �No la destruir� en atenci�n a los diez� (G�n. 18, 30-32).

28. El Cuerpo m�stico de Satan�s

-Satan�s es la Cabeza de su Cuerpo m�stico

-Es Rey de todos los hijos del orgullo

-Los pecadores habituales son Cuerpo m�stico de Satan�s

-Los privilegios de la cabeza sobre el Cuerpo se dan en Satan�s sobre los pecadores

-El Cuerpo m�stico de Cristo y el de Satan�s est�n luchando constantemente hasta el fin del mundo

-Satan�s es la Cabeza de su Cuerpo m�stico.

...es rey de todos los hijos del orgullo (Job. 41, 26).

-Satan�s es Rey de todos los hijos del orgullo.

Mira a la cara a los m�s altos, es rey de todos los hijos del orgullo (Job. 41, 26).

-Los pecadores habituales son Cuerpo m�stico de Satan�s.

Quien comete pecado es del Diablo,... (1 Jn. 3, 8).

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano (1 Jn. 3, 10).

No como Ca�n, que, siendo del Maligno, mat� a su hermano (1 Jn. 3, 12).

Aclaraci�n. La expresi�n �ser del Diablo�, o �ser hijo del Diablo� designa a todos los que viven bajo el influjo perverso de Satan�s y se dejan extraviar por �l.

-Los privilegios de la cabeza sobre el cuerpo humano, de prioridad y de influjo, se dan tambi�n en Satan�s respecto de los pecadores.

a) -Prioridad.

Satan�s es el primero que pec�.

...pues el Diablo peca desde el principio (1 Jn. 3, 8).

b) -Influjo.

Vuestro adversario, el Diablo, ronda como le�n rugiente, buscando a quien devorar (1 Pe. 5, 8).

-El Cuerpo m�stico de Jesucristo y el Cuerpo m�stico de Satan�s est�n luchando constantemente hasta el fin del mundo.

a) -Luchan constantemente.

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Pr�ncipe de este mundo ser� echado abajo. Cuando yo esa levantado de la tierra, atraer� a todos hacia m� (Jn. 12, 32).

El Hijo de Dios se manifest� para deshacer las obras del Diablo (1 Jn. 3, 8).

Entonces se entabl� una batalla en el cielo: Miguel y sus �ngeles combatieron con la Serpiente. Tambi�n la Serpiente y sus �ngeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Fue arrojada la gran Serpiente, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satan�s, el seductor del mundo entero; fue arrojada a la tierra y sus �ngeles fueron arrojados con ella. O� entonces una fuerte voz que dec�a en el cielo: �Ahora ya ha llegado la salvaci�n, el poder y el reinado de nuestro Dios y potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestro hermanos, el que los acusaba d�a y noche delante de nuestro Dios (Apoc. 12, 7-10).

b) -Hasta el fin del mundo, es decir, hasta que se haga la separaci�n definitiva de los dos bandos.

Entonces dir� el Rey a los de su derecha: �Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creaci�n del mundo (Mt. 25, 34).

Entonces dir� tambi�n a los de su izquierda: �Apartaos de m�, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus �ngeles (Mt. 25, 41)


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