Carta del Apóstol Santiago
Capítulo 1
- 1:1
- JACOBO, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, á las doce tribus que están esparcidas, salud.
- 1:2
- Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones;
- 1:3
- Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
- 1:4
- Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.
- 1:5
- Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.
- 1:6
- Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra.
- 1:7
- No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
- 1:8
- El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos.
- 1:9
- El hermano que es de baja suerte, gloríese en su alteza:
- 1:10
- Mas el que es rico, en su bajeza; porque Él se pasará como la flor de la hierba.
- 1:11
- Porque salido el sol con ardor, la hierba se secó, y su flor se cayó, y pereció su hermosa apariencia: así también se marchitará el rico en todos sus caminos.
- 1:12
- Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman.
- 1:13
- Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni Él tienta á alguno:
- 1:14
- Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
- 1:15
- Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
- 1:16
- Amados hermanos míos, no erréis.
- 1:17
- Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
- 1:18
- El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
- 1:19
- Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse:
- 1:20
- Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
- 1:21
- Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
- 1:22
- Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos.
- 1:23
- Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
- 1:24
- Porque Él se consideró á sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era.
- 1:25
- Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
- 1:26
- Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana.
- 1:27
- La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
-
Jas 1:1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las
doce tribus de la Dispersión.
Jas 1:2 Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados
por toda clase de pruebas,
Jas 1:3 sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la
paciencia en el sufrimiento;
Jas 1:4 pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para
que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
Jas 1:5 Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a
Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
Jas 1:6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es
semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a
otra parte.
Jas 1:7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
Jas 1:8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
Jas 1:9 El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
Jas 1:10 y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de
hierba:
Jas 1:11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae y se
pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus
caminos.
Jas 1:12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba,
recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le
aman.
Jas 1:13 Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»;
porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
Jas 1:14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que
le arrastra y le seduce.
Jas 1:15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Jas 1:16 No os engañéis, hermanos míos queridos:
Jas 1:17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto,
desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de
rotación.
Jas 1:18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad,
para que fuésemos como las primicias de sus criaturas.
Jas 1:19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea
diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira.
Jas 1:20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Jas 1:21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid
con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar
vuestras almas.
Jas 1:22 Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla,
engañándoos a vosotros mismos.
Jas 1:23 Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por
obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:
Jas 1:24 se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.
Jas 1:25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la
libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como
cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz.
Jas 1:26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua,
sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.
Jas 1:27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar
a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse
incontaminado del mundo.
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Capítulo 2
- 2:1
- HERMANOS míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesucristo glorioso en acepción de personas.
- 2:2
- Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, y de preciosa ropa, y también entra un pobre con vestidura vil,
- 2:3
- Y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí en buen lugar: y dijereis al pobre: Estáte tú allí en pie; ó siéntate aquí debajo de mi estrado:
- 2:4
- ¿No juzgáis en vosotros mismos, y venís á ser jueces de pensamientos malos?
- 2:5
- Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?
- 2:6
- Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran á los juzgados?
- 2:7
- ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fué invocado sobre vosotros?
- 2:8
- Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme á la Escritura: Amarás á tu prójimo como á ti mismo, bien hacéis:
- 2:9
- Mas si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois reconvenidos de la ley como transgresores.
- 2:10
- Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos.
- 2:11
- Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley.
- 2:12
- Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.
- 2:13
- Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloría contra el juicio.
- 2:14
- Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
- 2:15
- Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
- 2:16
- Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?
- 2:17
- Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.
- 2:18
- Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
- 2:19
- Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.
- 2:20
- ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
- 2:21
- ¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar?
- 2:22
- ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?
- 2:23
- Y fué cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia, y fué llamado amigo de Dios.
- 2:24
- Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
- 2:25
- Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
- 2:26
- Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.
Jas 2:1 Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que
tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado.
Jas 2:2 Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo
de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido
sucio;
Jas 2:3 y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido
y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»; y en cambio al pobre
le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».
Jas 2:4 ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces
con criterios malos?
Jas 2:5 Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a
los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que
prometió a los que le aman?
Jas 2:6 ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso
los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales?
Jas 2:7 ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido
invocado sobre vosotros?
Jas 2:8 Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo, obráis bien;
Jas 2:9 pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis
convictos de transgresión por la Ley.
Jas 2:10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo
precepto, se hace reo de todos.
Jas 2:11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no
adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley.
Jas 2:12 Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser
juzgados por la Ley de la libertad.
Jas 2:13 Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo
misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio.
Jas 2:14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si
no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?
Jas 2:15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del
sustento diario,
Jas 2:16 y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y
hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?
Jas 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.
Jas 2:18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo
tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi
fe.
Jas 2:19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los
demonios lo creen y tiemblan.
Jas 2:20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?
Jas 2:21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las
obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
Jas 2:22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe
alcanzó su perfección?
Jas 2:23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó
Abraham en Dios y le fue reputado como justicia y fue llamado amigo de
Dios.»
Jas 2:24 Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la
fe solamente.
Jas 2:25 Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por
las obras dando hospedaje a los mensajeros y haciéndoles marchar por
otro camino?
Jas 2:26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también
la fe sin obras está muerta.
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Capítulo 3
- 3:1
- HERMANOS míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
- 3:2
- Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.
- 3:3
- He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
- 3:4
- Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna.
- 3:5
- Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!
- 3:6
- Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
- 3:7
- Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana:
- 3:8
- Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal.
- 3:9
- Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios.
- 3:10
- De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
- 3:11
- ¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
- 3:12
- Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, ó la vid higos? Así ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
- 3:13
- ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
- 3:14
- Pero si tenéis envidia amarga y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad:
- 3:15
- Que esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrena, animal, diabólica.
- 3:16
- Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
- 3:17
- Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
- 3:18
- Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
Jas 3:1 No os hagáis maestros muchos de vosotros, hermanos míos, sabiendo
que nosotros tendremos un juicio más severo,
Jas 3:2 pues todos caemos muchas veces. Si alguno no cae hablando, es un
hombre perfecto, capaz de poner freno a todo su cuerpo.
Jas 3:3 Si ponemos a los caballos frenos en la boca para que nos obedezcan,
dirigimos así todo su cuerpo.
Jas 3:4 Mirad también las naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos
las empujen, son dirigidas por un pequeño timón adonde la voluntad del
piloto quiere.
Jas 3:5 Así también la lengua es un miembro pequeño y puede gloriarse de
grandes cosas. Mirad qué pequeño fuego abrasa un bosque tan grande.
Jas 3:6 Y la lengua es fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es
uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la
gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.
Jas 3:7 Toda clase de fieras, aves, reptiles y animales marinos pueden ser
domados y de hecho han sido domados por el hombre;
Jas 3:8 en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal
turbulento; está llena de veneno mortífero.
Jas 3:9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los
hombres, hechos a imagen de Dios;
Jas 3:10 de una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto,
hermanos míos, no debe ser así.
Jas 3:11 ¿Acaso la fuente mana por el mismo caño agua dulce y amarga?
Jas 3:12 ¿Acaso, hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la vid
higos? Tampoco el agua salada puede producir agua dulce.
Jas 3:13 ¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que
muestre por su buena conducta las obras hechas con la dulzura de la
sabiduría.
Jas 3:14 Pero si tenéis en vuestro corazón amarga envidia y espíritu de
contienda, no os jactéis ni mintáis contra la verdad.
Jas 3:15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena,
natural, demoníaca.
Jas 3:16 Pues donde existen envidias y espíritu de contienda, allí hay
desconcierto y toda clase de maldad.
Jas 3:17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar,
pura, además pacífica, complaciente, dócil, llena de compasión y buenos
frutos, imparcial, sin hipocresía.
Jas 3:18 Frutos de justicia se siembran en la paz para los que procuran la
paz.
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Capítulo 4
- 4:1
- ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?
- 4:2
- Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
- 4:3
- Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
- 4:4
- Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
- 4:5
- ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?
- 4:6
- Mas Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
- 4:7
- Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.
- 4:8
- Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.
- 4:9
- Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
- 4:10
- Humillaos delante del Señor, y Él os ensalzará.
- 4:11
- Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.
- 4:12
- Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?
- 4:13
- Ea ahora, los que decís: Hoy y mañana iremos á tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganaremos:
- 4:14
- Y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
- 4:15
- En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello.
- 4:16
- Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.
- 4:17
- El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
Jas 4:1 ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No
es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros?
Jas 4:2 ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir?
Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís.
Jas 4:3 Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo
en vuestras pasiones.
Jas 4:4 ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con
Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en
enemigo de Dios.
Jas 4:5 ¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el
espíritu que él ha hecho habitar en nosotros?
Jas 4:6 Más aún, da una gracia mayor; por eso dice: Dios resiste a los
soberbios y da su gracia a los humildes.
Jas 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros.
Jas 4:8 Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Purificaos, pecadores,
las manos; limpiad los corazones, hombres irresolutos.
Jas 4:9 Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa se
cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza.
Jas 4:10 Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.
Jas 4:11 No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un
hermano o juzga a su hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si
juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez.
Jas 4:12 Uno solo es el legislador y juez, que puede salvar o perder. En
cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?
Jas 4:13 Ahora bien, vosotros los que decís: «Hoy o mañana iremos a tal
ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos»;
Jas 4:14 vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana...
¡Sois vapor que aparece un momento y después desaparece!
Jas 4:15 En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello».
Jas 4:16 Pero ahora os jactáis en vuestra fanfarronería. Toda jactancia de
este tipo es mala.
Jas 4:17 Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.
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Capítulo 5
- 5:1
- (Jas 5:1) Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad
alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros.
(Jas 5:2) Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están apolillados;
(Jas 5:3) vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre
será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis
acumulado riquezas en estos días que son los últimos.
(Jas 5:4) Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron
vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los
oídos del Señor de los ejércitos.
(Jas 5:5) Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis entregado a
los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de la matanza.
(Jas 5:6) Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
- 5:7
- Pues, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad c��mo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.
- 5:8
- Tened también vosotros paciencia; confirmad vuestros corazones: porque la venida del Señor se acerca.
- 5:9
- Hermanos, no os quejéis unos contra otros, porque no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
- 5:10
- Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción y de paciencia, á los profetas que hablaron en nombre del Señor.
- 5:11
- He aquí, tenemos por bienaventurados á los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.
- 5:12
- Mas sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; sino vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no; porque no caigáis en condenación.
- 5:13
- ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? cante salmos.
- 5:14
- ¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por Él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
- 5:15
- Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
- 5:16
- Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.
- 5:17
- Elías era hombre sujeto á semejantes pasiones que nosotros, y rogó con oración que no lloviese, y no llovió sobre la tierra en tres años y seis meses.
- 5:18
- Y otra vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto.
- 5:19
- Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere,
- 5:20
- Sepa que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.
Jas 5:1 Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las
desgracias que están para caer sobre vosotros.
Jas 5:2 Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están
apolillados;
Jas 5:3 vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su
herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes
como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos.
Jas 5:4 Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron
vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado
a los oídos del Señor de los ejércitos.
Jas 5:5 Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis
entregado a los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de
la matanza.
Jas 5:6 Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
Jas 5:7 Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la Venida del Señor.
Mirad: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo
con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.
Jas 5:8 Tened también vosotros paciencia; fortaleced vuestros corazones
porque la Venida del Señor está cerca.
Jas 5:9 No os quejéis, hermanos, unos de otros para no ser juzgados;
mirad que el Juez está ya a las puertas.
Jas 5:10 Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a
los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Jas 5:11 Mirad cómo proclamamos felices a los que sufrieron con
paciencia. Habéis oído la paciencia de Job en el sufrimiento y sabéis el
final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y
misericordioso.
Jas 5:12 Ante todo, hermanos, no juréis ni por el cielo ni por la
tierra, ni por ningún otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no;
para no incurrir en juicio.
Jas 5:13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que
cante salmos.
Jas 5:14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de
la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del
Señor.
Jas 5:15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que
se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.
Jas 5:16 Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos
por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo
tiene mucho poder.
Jas 5:17 Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró
insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra
durante tres años y seis meses.
Jas 5:18 Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo
su fruto.
Jas 5:19 Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y
otro le convierte,
Jas 5:20 sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado,
salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados.
- 1:1
- JACOBO, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, á las doce tribus que están esparcidas, salud.
- 1:2
- Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones;
- 1:3
- Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.
- 1:4
- Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.
- 1:5
- Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.
- 1:6
- Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte á otra.
- 1:7
- No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
- 1:8
- El hombre de doblado ánimo es inconstante en todos sus caminos.
- 1:9
- El hermano que es de baja suerte, gloríese en su alteza:
- 1:10
- Mas el que es rico, en su bajeza; porque Él se pasará como la flor de la hierba.
- 1:11
- Porque salido el sol con ardor, la hierba se secó, y su flor se cayó, y pereció su hermosa apariencia: así también se marchitará el rico en todos sus caminos.
- 1:12
- Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman.
- 1:13
- Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni Él tienta á alguno:
- 1:14
- Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado.
- 1:15
- Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte.
- 1:16
- Amados hermanos míos, no erréis.
- 1:17
- Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
- 1:18
- El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
- 1:19
- Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardío para hablar, tardío para airarse:
- 1:20
- Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
- 1:21
- Por lo cual, dejando toda inmundicia y superfluidad de malicia, recibid con mansedumbre la palabra ingerida, la cual puede hacer salvas vuestras almas.
- 1:22
- Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos.
- 1:23
- Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
- 1:24
- Porque Él se consideró á sí mismo, y se fué, y luego se olvidó qué tal era.
- 1:25
- Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.
- 1:26
- Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana.
- 1:27
- La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es esta: Visitar los huérfanos y las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
Jas 1:1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las
doce tribus de la Dispersión.
Jas 1:2 Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados
por toda clase de pruebas,
Jas 1:3 sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la
paciencia en el sufrimiento;
Jas 1:4 pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para
que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.
Jas 1:5 Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a
Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
Jas 1:6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es
semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a
otra parte.
Jas 1:7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
Jas 1:8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
Jas 1:9 El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
Jas 1:10 y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de
hierba:
Jas 1:11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae y se
pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus
caminos.
Jas 1:12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba,
recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le
aman.
Jas 1:13 Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»;
porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
Jas 1:14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que
le arrastra y le seduce.
Jas 1:15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
Jas 1:16 No os engañéis, hermanos míos queridos:
Jas 1:17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto,
desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de
rotación.
Jas 1:18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad,
para que fuésemos como las primicias de sus criaturas.
Jas 1:19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea
diligente para escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira.
Jas 1:20 Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Jas 1:21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid
con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar
vuestras almas.
Jas 1:22 Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla,
engañándoos a vosotros mismos.
Jas 1:23 Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por
obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:
Jas 1:24 se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es.
Jas 1:25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la
libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como
cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz.
Jas 1:26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua,
sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.
Jas 1:27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar
a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse
incontaminado del mundo.
- 2:1
- HERMANOS míos, no tengáis la fe de nuestro Señor Jesucristo glorioso en acepción de personas.
- 2:2
- Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro, y de preciosa ropa, y también entra un pobre con vestidura vil,
- 2:3
- Y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí en buen lugar: y dijereis al pobre: Estáte tú allí en pie; ó siéntate aquí debajo de mi estrado:
- 2:4
- ¿No juzgáis en vosotros mismos, y venís á ser jueces de pensamientos malos?
- 2:5
- Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?
- 2:6
- Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran á los juzgados?
- 2:7
- ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fué invocado sobre vosotros?
- 2:8
- Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme á la Escritura: Amarás á tu prójimo como á ti mismo, bien hacéis:
- 2:9
- Mas si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois reconvenidos de la ley como transgresores.
- 2:10
- Porque cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es hecho culpado de todos.
- 2:11
- Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no hubieres matado, ya eres hecho transgresor de la ley.
- 2:12
- Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.
- 2:13
- Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia: y la misericordia se gloría contra el juicio.
- 2:14
- Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
- 2:15
- Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
- 2:16
- Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará?
- 2:17
- Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma.
- 2:18
- Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
- 2:19
- Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan.
- 2:20
- ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
- 2:21
- ¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar?
- 2:22
- ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?
- 2:23
- Y fué cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fué imputado á justicia, y fué llamado amigo de Dios.
- 2:24
- Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
- 2:25
- Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
- 2:26
- Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta.
Jas 2:1 Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que
tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado.
Jas 2:2 Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo
de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido
sucio;
Jas 2:3 y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido
y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»; y en cambio al pobre
le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».
Jas 2:4 ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces
con criterios malos?
Jas 2:5 Escuchad, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a
los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que
prometió a los que le aman?
Jas 2:6 ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso
los ricos los que os oprimen y os arrastran a los tribunales?
Jas 2:7 ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido
invocado sobre vosotros?
Jas 2:8 Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo, obráis bien;
Jas 2:9 pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis
convictos de transgresión por la Ley.
Jas 2:10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo
precepto, se hace reo de todos.
Jas 2:11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no
adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley.
Jas 2:12 Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser
juzgados por la Ley de la libertad.
Jas 2:13 Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo
misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio.
Jas 2:14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si
no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?
Jas 2:15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del
sustento diario,
Jas 2:16 y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y
hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?
Jas 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.
Jas 2:18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo
tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi
fe.
Jas 2:19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los
demonios lo creen y tiemblan.
Jas 2:20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?
Jas 2:21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las
obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
Jas 2:22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe
alcanzó su perfección?
Jas 2:23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó
Abraham en Dios y le fue reputado como justicia y fue llamado amigo de
Dios.»
Jas 2:24 Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la
fe solamente.
Jas 2:25 Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por
las obras dando hospedaje a los mensajeros y haciéndoles marchar por
otro camino?
Jas 2:26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también
la fe sin obras está muerta.
- 3:1
- HERMANOS míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
- 3:2
- Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo.
- 3:3
- He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
- 3:4
- Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna.
- 3:5
- Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!
- 3:6
- Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
- 3:7
- Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana:
- 3:8
- Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal.
- 3:9
- Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios.
- 3:10
- De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
- 3:11
- ¿Echa alguna fuente por una misma abertura agua dulce y amarga?
- 3:12
- Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, ó la vid higos? Así ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
- 3:13
- ¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? muestre por buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.
- 3:14
- Pero si tenéis envidia amarga y contención en vuestros corazones, no os gloriéis, ni seáis mentirosos contra la verdad:
- 3:15
- Que esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrena, animal, diabólica.
- 3:16
- Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
- 3:17
- Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida.
- 3:18
- Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz.
- 4:1
- ¿DE dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No son de vuestras concupiscencias, las cuales combaten en vuestros miembros?
- 4:2
- Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y guerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
- 4:3
- Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
- 4:4
- Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
- 4:5
- ¿Pensáis que la Escritura dice sin causa: Es espíritu que mora en nosotros codicia para envidia?
- 4:6
- Mas Él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
- 4:7
- Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.
- 4:8
- Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.
- 4:9
- Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
- 4:10
- Humillaos delante del Señor, y Él os ensalzará.
- 4:11
- Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; pero si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.
- 4:12
- Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?
- 4:13
- Ea ahora, los que decís: Hoy y mañana iremos á tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganaremos:
- 4:14
- Y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
- 4:15
- En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello.
- 4:16
- Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.
- 4:17
- El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.
- 5:1
- (Jas 5:1) Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros.
(Jas 5:2) Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están apolillados;
(Jas 5:3) vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos.
(Jas 5:4) Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.
(Jas 5:5) Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis entregado a los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de la matanza.
(Jas 5:6) Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
- 5:7
- (Jas 5:1) Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros.
- Pues, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad c��mo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.
- 5:8
- Tened también vosotros paciencia; confirmad vuestros corazones: porque la venida del Señor se acerca.
- 5:9
- Hermanos, no os quejéis unos contra otros, porque no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
- 5:10
- Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción y de paciencia, á los profetas que hablaron en nombre del Señor.
- 5:11
- He aquí, tenemos por bienaventurados á los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.
- 5:12
- Mas sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; sino vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no; porque no caigáis en condenación.
- 5:13
- ¿Está alguno entre vosotros afligido? haga oración. ¿Está alguno alegre? cante salmos.
- 5:14
- ¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por Él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
- 5:15
- Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
- 5:16
- Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.
- 5:17
- Elías era hombre sujeto á semejantes pasiones que nosotros, y rogó con oración que no lloviese, y no llovió sobre la tierra en tres años y seis meses.
- 5:18
- Y otra vez oró, y el cielo dió lluvia, y la tierra produjo su fruto.
- 5:19
- Hermanos, si alguno de entre vosotros ha errado de la verdad, y alguno le convirtiere,
- 5:20
- Sepa que el que hubiere hecho convertir al pecador del error de su camino, salvará un alma de muerte, y cubrirá multitud de pecados.
Jas 5:1 Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las
desgracias que están para caer sobre vosotros.
Jas 5:2 Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están
apolillados;
Jas 5:3 vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su
herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes
como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos.
Jas 5:4 Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron
vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado
a los oídos del Señor de los ejércitos.
Jas 5:5 Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis
entregado a los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de
la matanza.
Jas 5:6 Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.
Jas 5:7 Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta la Venida del Señor.
Mirad: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo
con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.
Jas 5:8 Tened también vosotros paciencia; fortaleced vuestros corazones
porque la Venida del Señor está cerca.
Jas 5:9 No os quejéis, hermanos, unos de otros para no ser juzgados;
mirad que el Juez está ya a las puertas.
Jas 5:10 Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a
los profetas, que hablaron en nombre del Señor.
Jas 5:11 Mirad cómo proclamamos felices a los que sufrieron con
paciencia. Habéis oído la paciencia de Job en el sufrimiento y sabéis el
final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y
misericordioso.
Jas 5:12 Ante todo, hermanos, no juréis ni por el cielo ni por la
tierra, ni por ningún otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no;
para no incurrir en juicio.
Jas 5:13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que
cante salmos.
Jas 5:14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de
la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del
Señor.
Jas 5:15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que
se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.
Jas 5:16 Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos
por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo
tiene mucho poder.
Jas 5:17 Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró
insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra
durante tres años y seis meses.
Jas 5:18 Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo
su fruto.
Jas 5:19 Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y
otro le convierte,
Jas 5:20 sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado,
salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados.