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Bíblia historias y midrashim Capítulo 1
1:1
En el
principio creó Dios los cielos y la tierra.
1:2
Y la tierra
estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y
el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
1:3
Y dijo Dios:
Sea la luz: y fué la luz.
com -
1:4
Y vió Dios
que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.
1:5
Y llamó Dios
á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día.
1:6
Y dijo Dios:
Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
1:7
E hizo Dios
la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las
aguas que estaban sobre la expansión: y fué así.
1:8
Y llamó Dios
á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo.
1:9
Y dijo Dios:
Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la
seca: y fué así.
1:10
Y llamó Dios
á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era
bueno.
1:11
Y dijo Dios:
Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé
fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.
1:12
Y produjo la
tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da
fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno.
1:13
Y fué la
tarde y la mañana el día tercero.
1:14
Y dijo Dios:
Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y
sean por señales, y para las estaciones, y para días y años;
1:15
Y sean por
lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue.
1:16
E hizo Dios las
dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la
lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas.
1:17
Y púsolas
Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra,
1:18
Y para señorear
en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que
era bueno.
1:19
Y fué la
tarde y la mañana el día cuarto.
1:20
Y dijo Dios:
Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la
tierra, en la abierta expansión de los cielos.
1:21
Y crió Dios
las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas
produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que
era bueno.
1:22
Y Dios los
bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares,
y las aves se multipliquen en la tierra.
1:23
Y fué la
tarde y la mañana el día quinto.
midrash quinto día -
1:24
Y dijo Dios:
Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y
animales de la tierra según su especie: y fué así.
1:25
E hizo Dios
animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal
que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era
bueno.
1:26
Y dijo Dios:
Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza; y señoree en
los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda
la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra.
mdr Mejor no crear al hombre -
1:27
Y crió Dios
al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió.
1:28
Y los bendijo
Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.
1:29
Y dijo Dios:
He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de
toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros
ha para comer.
1:30
Y á toda
bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve
sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué
así.
1:31
Y vió Dios
todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde
y la mañana el día sexto.
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Capítulo 2
2:1
Y FUERON
acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento.
2:2
Y acabó Dios
en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que
había hecho.
2:3
Y bendijo
Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que
había Dios criado y hecho.
2:4
Estos son los
orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron criados, el día que el
Altísimo Dios hizo la tierra y los cielos,
2:5
Y toda planta
del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que
naciese: porque aun no había el Altísimo Dios hecho llover sobre la tierra, ni
había hombre para que labrase la tierra;
2:6
Mas subía de
la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.
2:7
Formó, pues,
el Altísimo Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo
de vida; y fué el hombre en alma viviente.
2:8
Y había el
Altísimo Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al hombre que
había formado.
2:9
Y había el
Altísimo Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la vista, y bueno
para comer: también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de ciencia
del bien y del mal.
2:10
Y salía de
Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales.
2:11
El nombre del
uno era Pisón: éste es el que cerca toda la tierra de Havilah, donde hay oro:
2:12
Y el oro de
aquella tierra es bueno: hay allí también bdelio y piedra cornerina.
2:13
El nombre del
segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía.
2:14
Y el nombre
del tercer río es Hiddekel: éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto
río es el Eufrates.
2:15
Tomó, pues,
el Altísimo Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara
y lo guardase.
2:16
Y mandó el
Altísimo Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás;
2:17
Mas del árbol
de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él
comieres, morirás.
2:18
Y dijo el
Altísimo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para
él.
2:19
Formó, pues,
el Altísimo Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos,
y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adam
llamó á los animales vivientes, ese es su nombre.
2:20
Y puso Adam
nombres á toda bestia y ave de los cielos y á todo animal del campo: mas para
Adam no halló ayuda que estuviese idónea para él.
2:21
Y el Altísimo
Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces tomó una de sus
costillas, y cerró la carne en su lugar;
2:22
Y de la costilla
que el Altísimo Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola al hombre.
2:23
Y dijo Adam:
Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada
Varona, porque del varón fué tomada.
2:24
Por tanto,
dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán
una sola carne.
2:25
Y estaban
ambos desnudos, Adam y su mujer, y no se avergonzaban.
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Capítulo 3
3:1
EMPERO la
serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el Altísimo Dios
había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de
todo árbol del huerto?
3:2
Y la mujer
respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos;
3:3
Mas del fruto
del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le
tocaréis, porque no muráis.
3:4
Entonces la
serpiente dijo á la mujer: No moriréis;
3:5
Mas sabe Dios
que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
dioses sabiendo el bien y el mal.
mdr Tentación: crear sospecha -
3:6
Y vió la
mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió
también á su marido, el cual comió así como ella.
3:7
Y fueron abiertos
los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos: entonces cosieron
hojas de higuera, y se hicieron delantales.
3:8
Y oyeron la
voz de el Altísimo Dios que se paseaba en el huerto al aire del día: y
escondióse el hombre y su mujer de la presencia de el Altísimo Dios entre los
árboles del huerto.
3:9
Y llamó el
Altísimo Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
3:10
Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y
escondíme.
3:11
Y díjole:
¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé
no comieses?
3:12
Y el hombre
respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol, y yo comí.
3:13
Entonces el
Altísimo Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí.
3:14
Y el Altísimo
Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas
las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y
polvo comerás todos los días de tu vida:
3:15
Y enemistad
pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
3:16
A la mujer
dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás
los hijos; y á tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti.
3:17
Y al hombre
dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te
mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti; con
dolor comerás de ella todos los días de tu vida;
3:18
Espinos y
cardos te producirá, y comerás hierba del campo;
3:19
En el sudor
de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra; porque de ella
fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado.
midrash del polvo -
3:20
Y llamó el
hombre el nombre de su mujer, Eva; por cuanto ella era madre de todos lo
vivientes.
3:21
Y el Altísimo
Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos.
3:22
Y dijo el
Altísimo Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal:
ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y
coma, y viva para siempre:
3:23
Y sacólo el
Altísimo del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué tomado.
3:24
Echó, pues,
fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada
encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del árbol de la
vida.
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Capítulo 4
4:1
Y CONOCIÓ
Adam á su mujer Eva, la cual concibió y parió á Caín, y dijo: Adquirido he
varón por el Altísimo.
4:2
Y después
parió á su hermano Abel. Y fué Abel pastor de ovejas, y Caín fué labrador de la
tierra.
4:3
Y aconteció
andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á el
Altísimo.
4:4
Y Abel trajo
también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró el Altísimo
con agrado á Abel y á su ofrenda;
4:5
Mas no miró
propicio á Caín y á la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó
su semblante.
4:6
Entonces el
Altísimo dijo á Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu
rostro?
4:7
Si bien
hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está á la
puerta: con todo esto, á ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
4:8
Y habló Caín
á su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó
contra su hermano Abel, y le mató.
4:9
Y el Altísimo
dijo á Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé; ¿soy yo guarda
de mi hermano?
4:10
Y él le dijo:
¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí desde la tierra.
4:11
Ahora pues,
maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu
hermano de tu mano:
4:12
Cuando
labrares la tierra, no te volverá á dar su fuerza: errante y extranjero serás
en la tierra.
4:13
Y dijo Caín á
el Altísimo: Grande es mi iniquidad para ser perdonada.
4:14
He aquí me
echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré
errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me
matará.
4:15
Y respondióle
el Altísimo: Cierto que cualquiera que matare á Caín, siete veces será
castigado. Entonces el Altísimo puso señal en Caín, para que no lo hiriese
cualquiera que le hallara.
4:16
Y salió Caín
de delante de el Altísimo, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.
4:17
Y conoció
Caín á su mujer, la cual concibió y parió á Henoch: y edificó una ciudad, y
llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Henoch.
4:18
Y á Henoch
nació Irad, é Irad engendró á Mehujael, y Mehujael engendró á Methusael, y
Methusael engendró á Lamech.
4:19
Y tomó para
sí Lamech dos mujeres; el nombre de la una fué Ada, y el nombre de la otra Zilla.
4:20
Y Ada parió á
Jabal, el cual fué padre de los que habitan en tiendas, y crían ganados.
4:21
Y el nombre
de su hermano fué Jubal, el cual fué padre de todos los que manejan arpa y
órgano.
4:22
Y Zilla
también parió á Tubal-Caín, acicalador de toda obra de metal y de hierro: y la
hermana de Tubal-Caín fué Naama.
4:23
Y dijo Lamech
á sus mujeres: Ada y Zilla, oid mi voz; Mujeres de Lamech, escuchad mi dicho:
Que varón mataré por mi herida, Y mancebo por mi golpe:
4:24
Si siete
veces será vengado Caín, Lamech en verdad setenta veces siete lo será.
4:25
Y conoció de
nuevo Adam á su mujer, la cual parió un hijo, y llamó su nombre Seth: Porque
Dios (dijo ella) me ha sustituído otra simiente en lugar de Abel, á quien mató
Caín.
4:26
Y á Seth
también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres
comenzaron á llamarse del nombre de el Altísimo.
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Capítulo 5
5:1
ESTE es el
libro de las generaciones de Adam. El día en que crió Dios al hombre, á la
semejanza de Dios lo hizo;
5:2
Varón y
hembra los crió; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adam, el día en que
fueron criados.
5:3
Y vivió Adam
ciento y treinta años, y engendró un hijo á su semejanza, conforme á su imagen,
y llamó su nombre Seth.
5:4
Y fueron los
días de Adam, después que engendró á Seth, ochocientos años: y engendró hijos é
hijas.
5:5
Y fueron
todos los días que vivió Adam novecientos y treinta años, y murió.
5:6
Y vivió Seth
ciento y cinco años, y engendró á Enós.
5:7
Y vivió Seth,
después que engendró á Enós, ochocientos y siete años: y engendró hijos é
hijas.
5:8
Y fueron
todos los días de Seth novecientos y doce años; y murió.
5:9
Y vivió Enós
noventa años, y engendró á Cainán.
5:10
Y vivió Enós
después que engendró á Cainán, ochocientos y quince años: y engendró hijos é
hijas.
5:11
Y fueron
todos los días de Enós novecientos y cinco años; y murió.
5:12
Y vivió
Cainán setenta años, y engendró á Mahalaleel.
5:13
Y vivió
Cainán, después que engendró á Mahalaleel, ochocientos y cuarenta años: y
engendró hijos é hijas.
5:14
Y fueron
todos los días de Cainán novecientos y diez años; y murió.
5:15
Y vivió
Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró á Jared.
5:16
Y vivió
Mahalaleel, después que engendró á Jared, ochocientos y treinta años: y
engendró hijos é hijas.
5:17
Y fueron
todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.
5:18
Y vivió Jared
ciento sesenta y dos años, y engendró á Henoch.
5:19
Y vivió Jared,
después que engendró á Henoch, ochocientos años: y engendró hijos é hijas.
5:20
Y fueron
todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.
5:21
Y vivió
Henoch sesenta y cinco años, y engendró á Mathusalam.
5:22
Y caminó
Henoch con Dios, después que engendró á Mathusalam, trescientos años: y
engendró hijos é hijas.
5:23
Y fueron
todos los días de Henoch trescientos sesenta y cinco años.
5:24
Caminó, pues,
Henoch con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
5:25
Y vivió
Mathusalam ciento ochenta y siete años, y engendró á Lamech.
5:26
Y vivió
Mathusalam, después que engendró á Lamech, setecientos ochenta y dos años: y
engendró hijos é hijas.
5:27
Fueron, pues,
todos los días de Mathusalam, novecientos sesenta y nueve años; y murió.
5:28
Y vivió
Lamech ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo:
5:29
Y llamó su
nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras, y del tabajo de
nuestras manos, á causa de la tierra que el Altísimo maldijo.
5:30
Y vivió Lamech,
después que engendró á Noé, quinientos noventa y cinco años: y engendró hijos é
hijas.
5:31
Y fueron
todos los días de Lamech setecientos setenta y siete años; y murió.
5:32
Y siendo Noé
de quinientos años, engendró á Sem, Châm, y á Japhet.
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Capítulo 6
6:1
Y ACAECIÓ
que, cuando comenzaron los hombres á multiplicarse sobre la faz de la tierra, y
les nacieron hijas,
6:2
Viendo los
hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse mujeres,
escogiendo entre todas.
6:3
Y dijo el
Altísimo: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años.
6:4
Había
gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los
hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron
los valientes que desde la antigüedad fueron varones de nombre.
6:5
Y vió el
Altísimo que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el
mal.
6:6
Y
arrepintióse el Altísimo de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su
corazón.
6:7
Y dijo el
Altísimo: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde
el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me
arrepiento de haberlos hecho.
6:8
Empero Noé
halló gracia en los ojos de el Altísimo.
6:9
Estas son las
generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones; con Dios
caminó Noé.
6:10
Y engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet.
6:11
Y corrompióse
la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
6:12
Y miró Dios
la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido
su camino sobre la tierra.
6:13
Y dijo Dios á
Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena
de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
6:14
Hazte un arca
de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por
dentro y por fuera.
6:15
Y de esta
manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos
su anchura, y de treinta codos su altura.
6:16
Una ventana
harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la parte de arriba: y
pondrás la puerta del arca á su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
6:17
Y yo, he aquí
que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en
que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra
morirá.
6:18
Mas
estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer,
y las mujeres de tus hijos contigo.
6:19
Y de todo lo
que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que
tengan vida contigo; macho y hembra serán.
6:20
De las aves
según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la
tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan
vida.
6:21
Y toma
contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti; servirá de alimento para
ti y para ellos.
6:22
E hízolo así
Noé; hizo conforme á todo lo que Dios le mandó.
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Capítulo 7
7:1
Y el Altísimo
dijo á Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque á ti he visto justo
delante de mí en esta generación.
7:2
De todo
animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los
animales que no son limpios, dos, macho y su hembra.
7:3
También de
las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra; para guardar en vida
la casta sobre la faz de toda la tierra.
7:4
Porque
pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta
noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra.
7:5
E hizo Noé
conforme á todo lo que le mandó el Altísimo.
7:6
Y siendo Noé
de seiscientos años, el diluvio de las aguas fué sobre la tierra.
7:7
Y vino Noé, y
sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al arca, por las aguas
del diluvio.
7:8
De los
animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de
todo lo que anda arrastrando sobre la tierra,
7:9
De dos en dos
entraron á Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios á Noé.
7:10
Y sucedió que
al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra.
7:11
El año
seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo á diecisiete días del mes,
aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los
cielos fueron abiertas;
7:12
Y hubo lluvia
sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
7:13
En este mismo
día entró Noé, y Sem, y Châm y Japhet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las
tres mujeres de sus hijos con él en el arca;
7:14
Ellos y todos
los animales silvestres según sus especies, y todos los animales mansos según
sus especies, y todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra según su
especie, y toda ave según su especie, todo pájaro, toda especie de volátil.
7:15
Y vinieron á
Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
7:16
Y los que
vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y
el Altísimo le cerró la puerta
7:17
Y fué el
diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el
arca, y se elevó sobre la tierra.
7:18
Y
prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y andaba
el arca sobre la faz de las aguas.
7:19
Y las aguas
prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todos los montes altos que
había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
7:20
Quince codos
en alto prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes.
7:21
Y murió toda
carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganados, y de bestias,
y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, y todo hombre:
7:22
Todo lo que
tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la
tierra, murió.
7:23
Así fué
destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre
hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la
tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca.
7:24
Y
prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días.
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Capítulo 8
8:1
Y ACORDÓSE
Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él
en el arca; é hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las
aguas.
8:2
Y se cerraron
las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los
cielos fué detenida.
8:3
Y tornáronse
las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al
cabo de ciento y cincuenta días.
8:4
Y reposó el
arca en el mes séptimo, á dicisiete días del mes, sobre los montes de Armenia.
8:5
Y las aguas
fueron decreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al primero del mes, se
descubrieron las cimas de los montes.
8:6
Y sucedió
que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana del arca que había hecho,
8:7
Y envió al
cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron
de sobre la tierra.
8:8
Envió también
de sí á la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de
la tierra;
8:9
Y no halló la
paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse á él al arca, porque las
aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano
y cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca.
8:10
Y esperó aún
otros siete días, y volvió á enviar la paloma fuera del arca.
8:11
Y la paloma
volvió á él á la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de oliva tomada
en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
8:12
Y esperó aún otros
siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más á él.
8:13
Y sucedió que
en el año seiscientos y uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las
aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé la cubierta del arca, y miró,
y he aquí que la faz de la tierra estaba enjuta.
8:14
Y en el mes
segundo, á los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
8:15
Y habló Dios
á Noé diciendo:
8:16
Sal del arca
tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.
8:17
Todos los animales
que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que anda
arrastrando sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y
fructifiquen, y multiplíquense sobre la tierra.
8:18
Entonces
salió Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.
8:19
Todos los
animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según
sus especies, salieron del arca.
8:20
Y edificó Noé
un altar á el Altísimo y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y
ofreció holocausto en el altar.
8:21
Y percibió el
Altísimo olor de suavidad; y dijo el Altísimo en su corazón: No tornaré más á
maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del
hombre es malo desde su juventud: ni volveré más á destruir todo viviente, como
he hecho.
8:22
Todavía serán
todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor,
verano é invierno, y día y noche, no cesarán.
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Capítulo 9
9:1
Y BENDIJO Dios
á Noé y á sus hijos, y díjoles: Fructificad, y multiplicad, y henchid la
tierra:
9:2
Y vuestro
temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de
los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y en todos los peces del mar:
en vuestra mano son entregados.
9:3
Todo lo que
se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas,
os lo he dado todo.
9:4
Empero carne
con su vida, que es su sangre, no comeréis.
9:5
Porque
ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la
demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida
del hombre.
9:6
El que
derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque á
imagen de Dios es hecho el hombre.
9:7
Mas vosotros
fructificad, y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y
multiplicaos en ella.
9:8
Y habló Dios
á Noé y á sus hijos con él, diciendo:
9:9
Yo, he aquí
que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente después de
vosotros;
9:10
Y con toda
alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de
la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta
todo animal de la tierra.
9:11
Estableceré
mi pacto con vosotros, y no fenecerá ya más toda carne con aguas de diluvio; ni
habrá más diluvio para destruir la tierra.
9:12
Y dijo Dios:
Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y toda alma
viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:
9:13
Mi arco
pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y la tierra.
9:14
Y será que
cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las
nubes.
9:15
Y acordarme he
del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y toda alma viviente de toda carne;
y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne.
9:16
Y estará el
arco en las nubes, y verlo he para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y
toda alma viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
9:17
Dijo, pues,
Dios á Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre mí y toda
carne que está sobre la tierra.
9:18
Y los hijos
de Noé que salieron del arca fueron Sem, Châm y Japhet: y Châm es el padre de
Canaán.
9:19
Estos tres
son los hijos de Noé; y de ellos fué llena toda la tierra.
9:20
Y comenzó Noé
á labrar la tierra, y plantó una viña:
9:21
Y bebió del
vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
9:22
Y Châm, padre
de Canaán, vió la desnudez de su padre, y díjolo á sus dos hermanos á la parte
de afuera.
9:23
Entonces Sem
y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando
hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos sus rostros, y
así no vieron la desnudez de su padre.
9:24
Y despertó
Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;
9:25
Y dijo:
Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será á sus hermanos.
9:26
Dijo más: Bendito
el Altísimo el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo.
9:27
Engrandezca
Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale Canaán siervo.
9:28
Y vivió Noé
después del diluvio trescientos y cincuenta años.
9:29
Y fueron
todos los días de Noé novecientos y cincuenta años; y murió.
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Capítulo 10
10:1
ESTAS son las
generaciones de los hijos de Noé: Sem, Châm y Japhet, á los cuales nacieron
hijos después del diluvio.
10:2
Los hijos de
Japhet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y Meshech, y Tiras.
10:3
Y los hijos
de Gomer: Ashkenaz, y Riphat, y Togorma.
10:4
Y los hijos
de Javán: Elisa, y Tarsis, Kittim, y Dodanim.
10:5
Por éstos
fueron repartidas las islas de las gentes en sus tierras, cada cual según su
lengua, conforme á sus familias en sus naciones.
10:6
Los hijos de
Châm: Cush, y Mizraim, y Phut, y Canaán.
10:7
Y los hijos
de Cush: Seba, Havila, y Sabta, y Raama, y Sabtecha. Y los hijos de Raama:
Sheba y Dedán.
10:8
Y Cush engendró
á Nimrod, éste comenzó á ser poderoso en la tierra.
10:9
Este fué
vigoroso cazador delante de el Altísimo; por lo cual se dice: Así como Nimrod,
vigoroso cazador delante de el Altísimo.
10:10
Y fué la
cabecera de su reino Babel, y Erech, y Accad, y Calneh, en la tierra de Shinar.
10:11
De aquesta
tierra salió Assur, y edificó á Nínive, y á Rehoboth, y á Calah,
10:12
Y á Ressen
entre Nínive y Calah; la cual es ciudad grande.
10:13
Y Mizraim engendró á Ludim, y á Anamim, y á Lehabim, y
á Naphtuhim,
10:14
Y á
Pathrusim, y á Casluim de donde salieron los Filisteos, y á Caphtorim.
10:15
Y Canaán
engendró á Sidón, su primogénito y á Heth,
10:16
Y al Jebuseo,
y al Amorrheo, y al Gergeseo,
10:17
Y al Heveo, y
al Araceo, y al Sineo,
10:18
Y al Aradio,
y al Samareo, y al Amatheo: y después se derramaron las familias de los
Cananeos.
10:19
Y fué el
término de los Cananeos desde Sidón, viniendo á Gerar hasta Gaza, hasta entrar
en Sodoma y Gomorra, Adma, y Zeboim hasta Lasa.
10:20
Estos son los
hijos de Châm por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus
naciones.
10:21
También le
nacieron hijos á Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de
Japhet.
10:22
Y los hijos
de Sem: Elam, y Assur, y Arphaxad, y Lud, y Aram.
10:23
Y los hijos
de Aram: Uz, y Hul, y Gether, y Mas.
10:24
Y Arphaxad
engendró á Sala, y Sala engendró á Heber.
10:25
Y á Heber
nacieron dos hijos: el nombre de uno fué Peleg, porque en sus días fué
repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.
10:26
Y Joctán
engendró á Almodad, y á Sheleph, y Hazarmaveth, y á Jera,
10:27
Y á Hadoram,
y á Uzal, y á Dicla,
10:28
Y á Obal, y á
Abimael, y á Seba,
10:29
Y á Ophir, y
á Havila, y á Jobad: todos estos fueron hijos de Joctán.
10:30
Y fué su
habitación desde Mesa viniendo de Sephar, monte á la parte del oriente.
10:31
Estos fueron
los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus
naciones.
10:32
Estas son las
familias de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos fueron
divididas las gentes en la tierra después del diluvio.
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Capítulo 11
11:1
ERA entonces
toda la tierra de una lengua y unas mismas palabras.
11:2
Y aconteció que,
como se partieron de oriente, hallaron una vega en la tierra de Shinar, y
asentaron allí.
11:3
Y dijeron los
unos á los otros: Vaya, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y fuéles el
ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla.
midrash piedra angular -
11:4
Y dijeron:
Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y
hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.
11:5
Y descendió
el Altísimo para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los
hombres.
11:6
Y dijo el
Altísimo: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un lenguaje: y han
comenzado á obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensando hacer.
11:7
Ahora pues,
descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla
de su compañero.
11:8
Así los
esparció el Altísimo desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de
edificar la ciudad.
11:9
Por esto fué
llamado el nombre de ella Babel, porque allí confudió el Altísimo el lenguaje
de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
11:10
Estas son las
generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró á Arphaxad, dos años
después del diluvio.
11:11
Y vivió Sem,
después que engendró á Arphaxad quinientos años, y engendró hijos é hijas.
11:12
Y Arphaxad
vivió treinta y cinco años, y engendró á Sala.
11:13
Y vivió
Arphaxad, después que engendró á Sala, cuatrocientos y tres años, y engendró
hijos é hijas.
11:14
Y vivió Sala
treinta años, y engendró á Heber.
11:15
Y vivió Sala,
después que engendró á Heber, cuatrocientos y tres años, y engendró hijos é
hijas.
11:16
Y vivió Heber
treinta y cuatro años, y engendró á Peleg.
11:17
Y vivió Heber,
después que engendró á Peleg, cuatrocientos y treinta años, y engendró hijos é
hijas.
11:18
Y vivió
Peleg, treinta años, y engendró á Reu.
11:19
Y vivió
Peleg, después que engendró á Reu, doscientos y nueve años, y engendró hijos é
hijas.
11:20
Y Reu vivió
treinta y dos años, y engendró á Serug.
11:21
Y vivió Reu,
después que engendró á Serug, doscientos y siete años, y engendró hijos é
hijas.
11:22
Y vivió Serug
treinta años, y engendró á Nachôr.
11:23
Y vivió
Serug, después que engendró á Nachôr, doscientos años, y engendró hijos é
hijas.
11:24
Y vivió
Nachôr veintinueve años, y engendró á Thare.
11:25
Y vivió
Nachôr, después que engendró á Thare, ciento diecinueve años, y engendró hijos
é hijas.
11:26
Y vivió Thare
setenta años, y engendró á Abram, y á Nachôr, y á Harán.
11:27
Estas son las
generaciones de Thare: Thare engendró á Abram, y á Nachôr, y á Harán; y Harán
engendró á Lot.
11:28
Y murió Harán
antes que su padre Thare en la tierra de su naturaleza, en Ur de los Caldeos.
11:29
Y tomaron
Abram y Nachôr para sí mujeres: el nombre de la mujer de Abram fué Sarai, y el
nombre de la mujer de Nachôr, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
11:30
Mas Sarai fué
esteril, y no tenía hijo.
11:31
Y tomó Thare á
Abram su hijo, y á Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y á Sarai su nuera,
mujer de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de los Caldeos, para ir á la
tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán, y asentaron allí.
11:32
Y fueron los
días de Thare doscientos y cinco años; y murió Thare en Harán.
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Capítulo 12
12:1
EMPERO el
Altísimo había dicho á Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa
de tu padre, á la tierra que te mostraré;
12:2
Y haré de ti
una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición:
12:3
Y bendeciré á
los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en
ti todas las familias de la tierra.
12:4
Y fuése Abram,
como el Altísimo le dijo; y fué con él Lot: y era Abram de edad de setenta y
cinco años cuando salió de Harán.
12:5
Y tomó Abram
á Sarai su mujer, y á Lot hijo de su hermano, y toda su hacienda que habían
ganado, y las almas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir á tierra
de Canaán; y á tierra de Canaán llegaron.
12:6
Y pasó Abram
por aquella tierra hasta el lugar de Sichêm, hasta el valle de Moreh: y el
Cananeo estaba entonces en la tierra.
12:7
Y apareció el
Altísimo á Abram, y le dijo: A tu simiente daré esta tierra. Y edificó allí un
altar á el Altísimo, que le había aparecido.
12:8
Y pasóse de
allí á un monte al oriente de Bethel, y tendió su tienda, teniendo á Bethel al
occidente y Hai al oriente: y edificó allí altar á el Altísimo é invocó el
nombre de el Altísimo.
12:9
Y movió Abram
de allí, caminando y yendo hacia el Mediodía.
12:10
Y hubo hambre
en la tierra, y descendió Abram á Egipto para peregrinar allá; porque era
grande el hambre en la tierra.
12:11
Y aconteció
que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo á Sarai su mujer: He aquí, ahora
conozco que eres mujer hermosa de vista;
12:12
Y será que
cuando te habrán visto los Egipcios, dirán: Su mujer es: y me matarán á mí, y á
ti te reservarán la vida.
12:13
Ahora pues, di
que eres mi hermana, para que yo haya bien por causa tuya, y viva mi alma por
amor de ti.
12:14
Y aconteció
que, como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer que era hermosa
en gran manera.
12:15
Viéronla
también los príncipes de Faraón, y se la alabaron; y fué llevada la mujer á
casa de Faraón:
12:16
E hizo bien á
Abram por causa de ella; y tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas,
y asnas y camellos.
12:17
Mas el Altísimo
hirió á Faraón y á su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de
Abram.
12:18
Entonces
Faraón llamó á Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no
me declaraste que era tu mujer?
12:19
¿Por qué
dijiste: Es mi hermana? poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer?
Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala y vete.
12:20
Entonces
Faraón dió orden á sus gentes acerca de Abram; y le acompañaron, y á su mujer
con todo lo que tenía.
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Capítulo 13
13:1
SUBIÓ, pues,
Abram de Egipto hacia el Mediodía, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con
él Lot.
13:2
Y Abram era
riquísimo en ganado, en plata y oro.
13:3
Y volvió por
sus jornadas de la parte del Mediodía hacia Bethel, hasta el lugar donde había
estado antes su tienda entre Bethel y Hai;
13:4
Al lugar del
altar que había hecho allí antes: é invocó allí Abram el nombre de el Altísimo.
13:5
Y asimismo
Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y tiendas.
13:6
Y la tierra
no podía darles para que habitasen juntos: porque su hacienda era mucha, y no
podían morar en un mismo lugar.
13:7
Y hubo
contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de
Lot: y el Cananeo y el Pherezeo habitaban entonces en la tierra.
13:8
Entonces
Abram dijo á Lot: No haya ahora altercado entre mí y ti, entre mis pastores y
los tuyos, porque somos hermanos.
13:9
¿No está toda
la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres á la mano izquierda,
yo iré á la derecha: y si tú á la derecha, yo iré á la izquierda.
13:10
Y alzó Lot
sus ojos, y vió toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes
que destruyese el Altísimo á Sodoma y á Gomorra, como el huerto de el Altísimo,
como la tierra de Egipto entrando en Zoar.
13:11
Entonces Lot
escogió para sí toda la llanura del Jordán: y partióse Lot de Oriente, y
apartáronse el uno del otro.
13:12
Abram asentó
en la tierra de Canaán, y Lot asentó en las ciudades de la llanura, y fué poniendo
sus tiendas hasta Sodoma.
13:13
Mas los
hombres de Sodoma eran malos y pecadores para con el Altísimo en gran manera.
13:14
Y el Altísimo
dijo á Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira
desde el lugar donde estás hacia el Aquilón, y al Mediodía, y al Oriente y al
Occidente;
13:15
Porque toda
la tierra que ves, la daré á ti y á tu simiente para siempre.
13:16
Y haré tu
simiente como el polvo de la tierra: que si alguno podrá contar el polvo de la
tierra, también tu simiente será contada.
13:17
Levántate, ve
por la tierra á lo largo de ella y á su ancho; porque á ti la tengo de dar.
13:18
Abram, pues,
removiendo su tienda, vino y moró en el alcornocal de Mamre, que es en Hebrón,
y edificó allí altar á el Altísimo.
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Capítulo 14
14:1
Y ACONTECIÓ
en los días de Amraphel, rey de Shinar, Arioch, rey de Elazar, Chêdorlaomer,
rey de Elá, y Tidal, rey de naciones,
14:2
Que éstos hicieron
guerra contra Bera, rey de Sodoma, y contra Birsha, rey de Gomorra, y contra
Shinab, rey de Adma, y contra Shemeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela,
la cual es Zoar.
14:3
Todos estos
se juntaron en el valle de Siddim, que es el mar salado.
14:4
Doce años
habían servido á Chêdorlaomer, y al décimotercio año se rebelaron.
14:5
Y en el año
décimocuarto vino Chêdorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y
derrotaron á los Raphaitas en Ashteroth-carnaim, á los Zuzitas en Ham, y á los
Emitas en Shave-Kiriataim.
14:6
Y á los
Horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al
desierto.
14:7
Y volvieron y
vinieron á Emmisphat, que es Cades, y devastaron todas las haciendas de los
Amalacitas, y también al Amorrheo, que habitaba en Hazezón-tamar.
14:8
Y salió el
rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey de Zeboim, y el
rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de
Siddim;
14:9
Es á saber,
contra Chêdorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones, y Amraphel, rey de
Shinar, y Arioch, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
14:10
Y el valle de
Siddim estaba lleno de pozos de betún: y huyeron el rey de Sodoma y el de
Gomorra, y cayeron allí; y los demás huyeron al monte.
14:11
Y tomaron
toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus vituallas, y se fueron.
14:12
Tomaron
también á Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y su hacienda,
y se fueron.
14:13
Y vino uno de
los que escaparon, y denunciólo á Abram el Hebreo, que habitaba en el valle de
Mamre Amorrheo, hermano de Eschôl y hermano de Aner, los cuales estaban
confederados con Abram.
14:14
Y oyó Abram
que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados, los criados de su casa, trescientos
dieciocho, y siguiólos hasta Dan.
14:15
Y derramóse
sobre ellos de noche él y sus siervos, é hiriólos, y fuélos siguiendo hasta
Hobah, que está á la izquierda de Damasco.
14:16
Y recobró
todos los bienes, y también á Lot su hermano y su hacienda, y también las
mujeres y gente.
14:17
Y salió el
rey de Sodoma á recibirlo, cuando volvía de la derrota de Chêdorlaomer y de los
reyes que con él estaban, al valle de Shave, que es el valle del Rey.
14:18
Entonces
Melchîsedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios
alto;
14:19
Y bendíjole,
y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los cielos y de la tierra;
14:20
Y bendito sea
el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de
todo.
14:21
Entonces el
rey de Sodoma dijo á Abram: Dame las personas, y toma para ti la hacienda.
14:22
Y respondió
Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano á el Altísimo Dios alto, poseedor de
los cielos y de la tierra,
14:23
Que desde un
hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, porque
no digas: Yo enriquecí á Abram:
14:24
Sacando
solamente lo que comieron los mancebos, y la porción de los varones que fueron
conmigo, Aner, Eschôl, y Mamre; los cuales tomarán su parte.
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Capítulo 15
15:1
DESPUÉS de
estas cosas fué la palabra de el Altísimo á Abram en visión, diciendo: No
temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera grande.
15:2
Y respondió Abram:
Señor el Altísimo ¿qué me has de dar, siendo así que ando sin hijo, y el
mayordomo de mi casa es ese Damasceno Eliezer?
15:3
Dijo más
Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que es mi heredero uno nacido
en mi casa.
15:4
Y luego la
palabra de el Altísimo fué á él diciendo: No te heredará éste, sino el que
saldrá de tus entrañas será el que te herede.
15:5
Y sacóle
fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes
contar. Y le dijo: Así será tu simiente.
15:6
Y creyó á el
Altísimo, y contóselo por justicia.
15:7
Y díjole: Yo
soy el Altísimo, que te saqué de Ur de los Caldeos, para darte á heredar esta
tierra.
15:8
Y él
respondió: Señor el Altísimo ¿en qué conoceré que la tengo de heredar?
15:9
Y le dijo:
Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de
tres años, una tórtola también, y un palomino.
15:10
Y tomó él
todas estas cosas, y partiólas por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de
otra; mas no partió las aves.
15:11
Y descendían
aves sobre los cuerpos muertos, y ojeábalas Abram.
15:12
Mas á la
caída del sol sobrecogió el sueño á Abram, y he aquí que el pavor de una grande
obscuridad cayó sobre él.
15:13
Entonces dijo
á Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y
servirá á los de allí, y serán por ellos afligidos cuatrocientos años.
15:14
Mas también á
la gente á quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande
riqueza.
15:15
Y tú vendrás á
tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
15:16
Y en la
cuarta generación volverán acá: porque aun no está cumplida la maldad del
Amorrheo hasta aquí.
15:17
Y sucedió que
puesto el sol, y ya obscurecido, dejóse ver un horno humeando, y una antorcha
de fuego que pasó por entre los animales divididos.
15:18
En aquel día
hizo el Altísimo un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra
desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;
15:19
Los Cineos, y
los Ceneceos, y los Cedmoneos,
15:20
Y los
Hetheos, y los Pherezeos, y los Raphaitas,
15:21
Y los
Amorrheos, y los Cananeos, y los Gergeseos, y los Jebuseos.
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Capítulo 16
16:1
Y SARAI, mujer
de Abram no le paría: y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.
16:2
Dijo, pues,
Sarai á Abram: Ya ves que el Altísimo me ha hecho estéril: ruégote que entres á
mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al dicho de Sarai.
16:3
Y Sarai,
mujer de Abram, tomó á Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había
habitado Abram en la tierra de Canaán, y dióla á Abram su marido por mujer.
16:4
Y él cohabitó
con Agar, la cual concibió: y cuando vió que había concebido, miraba con
desprecio á su señora.
16:5
Entonces
Sarai dijo á Abram: Mi afrenta sea sobre ti: yo puse mi sierva en tu seno, y
viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue el Altísimo entre mí y ti.
16:6
Y respondió Abram
á Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te pareciere. Y
como Sarai la afligiese, huyóse de su presencia.
16:7
Y hallóla el
ángel de el Altísimo junto á una fuente de agua en el desierto, junto á la
fuente que está en el camino del Sur.
16:8
Y le dijo:
Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y á dónde vas? Y ella respondió:
Huyo de delante de Sarai, mi señora.
16:9
Y díjole el
ángel de el Altísimo: Vuélvete á tu señora, y ponte sumisa bajo de su mano.
16:10
Díjole
también el ángel de el Altísimo: Multiplicaré tanto tu linaje, que no será
contado á causa de la muchedumbre.
16:11
Díjole aún el
ángel de el Altísimo: He aquí que has concebido, y parirás un hijo, y llamarás
su nombre Ismael, porque oído ha el Altísimo tu aflicción.
16:12
Y él será
hombre fiero; su mano contra todos, y las manos de todos contra él, y delante
de todos sus hermanos habitará.
16:13
Entonces
llamó el nombre de el Altísimo que con ella hablaba: Tú eres el Dios de la
vista; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
16:14
Por lo cual
llamó al pozo, Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Cades y Bered.
16:15
Y parió Agar
á Abram un hijo y llamó Abram el nombre de su hijo que le parió Agar, Ismael.
16:16
Y era Abram
de edad de ochenta y seis años, cuando parió Agar á Ismael.
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Capítulo 17
17:1
Y SIENDO
Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle el Altísimo, y le dijo: Yo
soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
17:2
Y pondré mi
pacto entre mí y ti, y multiplicarte he mucho en gran manera.
17:3
Entonces
Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
17:4
Yo, he aquí
mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de gentes:
17:5
Y no se
llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he
puesto por padre de muchedumbre de gentes.
17:6
Y
multiplicarte he mucho en gran manera, y te pondré en gentes, y reyes saldrán
de ti.
17:7
Y estableceré
mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en sus generaciones, por
alianza perpetua, para serte á ti por Dios, y á tu simiente después de ti.
17:8
Y te daré á
ti, y á tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la
tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
17:9
Dijo de nuevo
Dios á Abraham: Tú empero guardarás mi pacto, tú y tu simiente después de ti
por sus generaciones.
17:10
Este será mi
pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu simiente después de ti: Será
circuncidado todo varón de entre vosotros.
17:11
Circuncidaréis,
pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y
vosotros.
17:12
Y de edad de
ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras
generaciones: el nacido en casa, y el comprado á dinero de cualquier
extranjero, que no fuere de tu simiente.
17:13
Debe ser
circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero: y estará mi
pacto en vuestra carne para alianza perpetua.
17:14
Y el varón incircunciso
que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será
borrada de su pueblo; ha violado mi pacto.
17:15
Dijo también
Dios á Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
17:16
Y bendecirla
he, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá á ser madre de
naciones; reyes de pueblos serán de ella.
17:17
Entonces
Abraham cayó sobre su rostro, y rióse, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien
años ha de nacer hijo? ¿y Sara, ya de noventa años, ha de parir?
17:18
Y dijo
Abraham á Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.
17:19
Y respondió
Dios: Ciertamente Sara tu mujer te parirá un hijo, y llamarás su nombre Isaac;
y confirmaré mi pacto con él por alianza perpetua para su simiente después de
él.
17:20
Y en cuanto á
Ismael, también te he oído: he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y
multiplicar mucho en gran manera: doce príncipes engendrará, y ponerlo he por
gran gente.
17:21
Mas yo
estableceré mi pacto con Isaac, al cual te parirá Sara por este tiempo el año
siguiente.
17:22
Y acabó de
hablar con él, y subió Dios de con Abraham.
17:23
Entonces tomó
Abraham á Ismael su hijo, y á todos los siervos nacidos en su casa, y á todos
los comprados por su dinero, á todo varón entre los domésticos de la casa de
Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como
Dios le había dicho.
17:24
Era Abraham
de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.
17:25
E Ismael su hijo
era de trece años cuando fué circuncidada la carne de su prepucio.
17:26
En el mismo
día fué circuncidado Abraham é Ismael su hijo.
17:27
Y todos los
varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado por dinero del
extranjero, fueron circuncidados con él.
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Capítulo 18
18:1
Y APARECIÓLE
el Altísimo en el valle de Mamre, estando él sentado á la puerta de su tienda
en el calor del día.
18:2
Y alzó sus
ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto á él: y cuando los vió,
salió corriendo de la puerta de su tienda á recibirlos, é inclinóse hacia la
tierra,
18:3
Y dijo:
Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, ruégote que no pases de tu
siervo.
18:4
Que se traiga
ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
18:5
Y traeré un
bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis: porque por eso
habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
18:6
Entonces
Abraham fué de priesa á la tienda á Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas
de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
18:7
Y corrió
Abraham á las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y diólo al mozo, y dióse
éste priesa á aderezarlo.
18:8
Tomó también
manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y púsolo delante de ellos; y
él estaba junto á ellos debajo del árbol; y comieron.
18:9
Y le dijeron:
¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
18:10
Entonces dijo:
De cierto volveré á ti según el tiempo de la vida, y he aquí, tendrá un hijo
Sara tu mujer. Y Sara escuchaba á la puerta de la tienda, que estaba detrás de
él.
18:11
Y Abraham y
Sara eran viejos, entrados en días: á Sara había cesado ya la costumbre de las
mujeres.
18:12
Rióse, pues,
Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo
también mi señor ya viejo?
18:13
Entonces el
Altísimo dijo á Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he
de parir siendo ya vieja?
18:14
¿Hay para
Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré á ti, según el tiempo de
la vida, y Sara tendrá un hijo.
18:15
Entonces Sara
negó diciendo: No me reí; porque tuve miedo. Y él dijo: No es así, sino que te
has reído.
18:16
Y los varones
se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos
acompañándolos.
18:17
Y el Altísimo
dijo: ¿Encubriré yo á Abraham lo que voy á hacer,
18:18
Habiendo de
ser Abraham en una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él
todas las gentes de la tierra?
18:19
Porque yo lo
he conocido, sé que mandará á sus hijos y á su casa después de sí, que guarden
el camino de el Altísimo, haciendo justicia y juicio, para que haga venir el
Altísimo sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
18:20
Entonces el
Altísimo le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y
más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
18:21
Descenderé
ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí;
y si no, saberlo he.
18:22
Y apartáronse
de allí los varones, y fueron hacia Sodoma: mas Abraham estaba aún delante de
el Altísimo.
18:23
Y acercóse
Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
18:24
Quizá hay cincuenta
justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por
cincuenta justos que estén dentro de él?
18:25
Lejos de ti
el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío y que sea el justo tratado
como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo
que es justo?
18:26
Entonces
respondió el Altísimo: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la
ciudad, perdonaré á todo este lugar por amor de ellos.
18:27
Y Abraham
replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado á hablar á mi Señor, aunque soy
polvo y ceniza:
18:28
Quizá
faltarán de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la
ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
18:29
Y volvió á
hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por
amor de los cuarenta.
18:30
Y dijo: No se
enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió:
No lo haré si hallare allí treinta.
18:31
Y dijo: He
aquí ahora que he emprendido el hablar á mi Señor: quizá se hallarán allí
veinte. No la destruiré, respondió, por amor de los veinte.
18:32
Y volvió á
decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se
hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor de los diez.
18:33
Y fuése el
Altísimo, luego que acabó de hablar á Abraham: y Abraham se volvió á su lugar.
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Capítulo 19
19:1
LLEGARON, pues,
los dos ángeles á Sodoma á la caída de la tarde: y Lot estaba sentado á la
puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, levantóse á recibirlos, é inclinóse hacia el
suelo;
19:2
Y dijo:
Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de vuestro siervo y os
hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y
seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la plaza nos
quedaremos esta noche.
19:3
Mas él porfió
con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su casa; é hízoles
banquete, y coció panes sin levadura y comieron.
19:4
Y antes que
se acostasen, cercaron la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma,
todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo;
19:5
Y llamaron á
Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron á ti esta noche?
sácanoslos, para que los conozcamos.
19:6
Entonces Lot
salió á ellos á la puerta, y cerró las puertas tras sí,
19:7
Y dijo: Os
ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
19:8
He aquí ahora
yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de
ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues
que vinieron á la sombra de mi tejado.
19:9
Y ellos
respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un
extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y
hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas.
19:10
Entonces los
varones alargaron la mano, y metieron á Lot en casa con ellos, y cerraron las
puertas.
19:11
Y á los
hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor,
hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la puerta.
19:12
Y dijeron los
varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo
lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar:
19:13
Porque vamos
á destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante
de el Altísimo; por tanto el Altísimo nos ha enviado para destruirlo.
19:14
Entonces
salió Lot, y habló á sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo:
Levantaos, salid de este lugar; porque el Altísimo va á destruir esta ciudad.
Mas pareció á sus yernos como que se burlaba.
19:15
Y al rayar el
alba, los ángeles daban prisa á Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus
dos hijas que se hallan aquí, porque no perezcas en el castigo de la ciudad.
19:16
Y
deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de
las manos de sus dos hijas según la misericordia de el Altísimo para con él; y
le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.
19:17
Y fué que
cuando los hubo sacado fuera, dijo: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni
pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
19:18
Y Lot les
dijo: No, yo os ruego, señores míos;
19:19
He aquí ahora
ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que
has hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea
caso que me alcance el mal y muera.
19:20
He aquí ahora
esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá,
(¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma.
19:21
Y le
respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la
ciudad de que has hablado.
19:22
Date priesa,
escápate allá; porque nada podré hacer hasta que allí hayas llegado. Por esto
fué llamado el nombre de la ciudad, Zoar.
19:23
El sol salía
sobre la tierra, cuando Lot llegó á Zoar.
19:24
Entonces
llovió el Altísimo sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de el
Altísimo desde los cielos;
19:25
Y destruyó
las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas
ciudades, y el fruto de la tierra.
19:26
Entonces la mujer
de Lot miró atrás, á espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
19:27
Y subió
Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de el Altísimo:
19:28
Y miró hacia
Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que
el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
19:29
Así fué que,
cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, acordóse Dios de Abraham, y
envió fuera á Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde
Lot estaba.
19:30
Empero Lot
subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo
de quedar en Zoar, y se alojó en una cueva él y sus dos hijas.
19:31
Entonces la
mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra
que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda la tierra:
19:32
Ven, demos á
beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre
generación.
19:33
Y dieron á
beber vino á su padre aquella noche: y entró la mayor, y durmió con su padre;
mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
19:34
El día
siguiente dijo la mayor á la menor: He aquí yo dormí la noche pasada con mi
padre; démosle á beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para
que conservemos de nuestro padre generación.
19:35
Y dieron á
beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con
él; pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
19:36
Y concibieron
las dos hijas de Lot, de su padre.
19:37
Y parió la
mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los Moabitas hasta
hoy.
19:38
La menor
también parió un hijo, y llamó su nombre Ben-ammí, el cual es padre de los
Ammonitas hasta hoy.
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Capítulo 20
20:1
DE allí
partió Abraham á la tierra del Mediodía, y asentó entre Cades y Shur, y habitó
como forastero en Gerar.
20:2
Y dijo
Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es. Y Abimelech, rey de Gerar, envió y
tomó á Sara.
20:3
Empero Dios
vino á Abimelech en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres á causa de
la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
20:4
Mas Abimelech
no había llegado á ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la gente justa?
20:5
¿No me dijo
él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi
corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto.
20:6
Y díjole Dios
en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo
también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.
20:7
Ahora, pues,
vuelve la mujer á su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si
tú no la volvieres, sabe que de cierto morirás, con todo lo que fuere tuyo.
20:8
Entonces
Abimelech se levantó de mañana, y llamó á todos sus siervos, y dijo todas estas
palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.
20:9
Después llamó
Abimelech á Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿y en qué pequé yo contra
ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? lo que no
debiste hacer has hecho conmigo.
20:10
Y dijo más
Abimelech á Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto?
20:11
Y Abraham
respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este Lugar, y me
matarán por causa de mi mujer.
20:12
Y á la verdad
también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y toméla por
mujer.
20:13
Y fue que,
cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la
merced que tú me harás, que en todos los lugares donde llegáremos, digas de mí:
Mi hermano es.
20:14
Entonces
Abimelech tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y diólo á Abraham, y
devolvióle á Sara su mujer.
20:15
Y dijo
Abimelech: He aquí mi tierra está delante de ti, habita donde bien te
pareciere.
20:16
Y á Sara
dijo: He aquí he dado mil monedas de plata á tu hermano; mira que él te es por
velo de ojos para todos los que están contigo, y para con todos: así fué
reprendida.
20:17
Entonces
Abraham oró á Dios; y Dios sanó á Abimelech y á su mujer, y á sus siervas, y
parieron.
20:18
Porque había
del todo cerrado el Altísimo toda matriz de la casa de Abimelech, á causa de
Sara mujer de Abraham.
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Capítulo 21
21:1
Y VISITÓ el
Altísimo á Sara, como había dicho, é hizo el Altísimo con Sara como había
hablado.
21:2
Y concibió y
parió Sara á Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
21:3
Y llamó
Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le parió Sara, Isaac.
21:4
Y circuncidó
Abraham á su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.
21:5
Y era Abraham
de cien años, cuando le nació Isaac su hijo.
21:6
Entonces dijo
Sara: Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.
21:7
Y añadió:
¿Quién dijera á Abraham que Sara había de dar de mamar á hijos? pues que le he
parido un hijo á su vejez.
21:8
Y creció el
niño, y fué destetado; é hizo Abraham gran banquete el día que fué destetado
Isaac.
21:9
Y vió Sara al
hijo de Agar la Egipcia, el cual había ésta parido á Abraham, que se burlaba.
21:10
Por tanto
dijo á Abraham: Echa á esta sierva y á su hijo; que el hijo de esta sierva no
ha de heredar con mi hijo, con Isaac.
21:11
Este dicho
pareció grave en gran manera á Abraham á causa de su hijo.
21:12
Entonces dijo
Dios á Abraham: No te parezca grave á causa del muchacho y de tu sierva; en
todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada
descendencia.
21:13
Y también al
hijo de la sierva pondré en gente, porque es tu simiente.
21:14
Entonces
Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y diólo á
Agar, poniéndolo sobre su hombro, y entrególe el muchacho, y despidióla. Y ella
partió, y andaba errante por el desierto de Beer-seba.
21:15
Y faltó el
agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol;
21:16
Y fuése y
sentóse enfrente, alejándose como un tiro de arco; porque decía: No veré cuando
el muchacho morirá: y sentóse enfrente, y alzó su voz y lloró.
21:17
Y oyó Dios la
voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó á Agar desde el cielo, y le dijo:
¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde
está.
21:18
Levántate, alza
al muchacho, y ásele de tu mano, porque en gran gente lo tengo de poner.
21:19
Entonces
abrió Dios sus ojos, y vió una fuente de agua; y fué, y llenó el odre de agua,
y dió de beber al muchacho.
21:20
Y fué Dios
con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fué tirador de arco.
21:21
Y habitó en
el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
21:22
Y aconteció
en aquel mismo tiempo que habló Abimelech, y Phicol, príncipe de su ejército, á
Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces.
21:23
Ahora pues,
júrame aquí por Dios, que no faltarás á mí, ni á mi hijo, ni á mi nieto; sino
que conforme á la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra
donde has peregrinado.
21:24
Y respondió
Abraham: Yo juraré.
21:25
Y Abraham
reconvino á Abimelech á causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelech
le habían quitado.
21:26
Y respondió
Abimelech: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni
yo lo he oído hasta hoy.
21:27
Y tomó
Abraham ovejas y vacas, y dió á Abimelech; é hicieron ambos alianza.
21:28
Y puso
Abraham siete corderas del rebaño aparte.
21:29
Y dijo
Abimelech á Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
21:30
Y él respondió:
Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sean en testimonio de
que yo cavé este pozo.
21:31
Por esto
llamó á aquel lugar Beer-seba; porque allí juraron ambos.
21:32
Así hicieron
alianza en Beer-seba: y levantóse Abimelech y Phicol, príncipe de su ejército,
y se volvieron á tierra de los Filisteos.
21:33
Y plantó
Abraham un bosque en Beer-seba, é invocó allí el nombre de el Altísimo Dios
eterno.
21:34
Y moró
Abraham en tierra de los Filisteos muchos días.
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Capítulo 22
22:1
Y ACONTECIÓ
después de estas cosas, que tentó Dios á Abraham, y le dijo: Abraham. Y él
respondió: Heme aquí.
22:2
Y dijo: Toma
ahora tu hijo, tu único, Isaac, á quien amas, y vete á tierra de Moriah, y
ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
22:3
Y Abraham se
levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y á
Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y levantóse, y fué al lugar que
Dios le dijo.
22:4
Al tercer día
alzó Abraham sus ojos, y vió el lugar de lejos.
22:5
Entonces dijo
Abraham á sus mozos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta
allí, y adoraremos, y volveremos á vosotros.
22:6
Y tomó
Abraham la leña del holocausto, y púsola sobre Isaac su hijo: y él tomó en su
mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
22:7
Entonces
habló Isaac á Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí,
mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para
el holocausto?
22:8
Y respondió
Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban
juntos.
22:9
Y como
llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y
compuso la leña, y ató á Isaac su hijo, y púsole en el altar sobre la leña.
22:10
Y extendió
Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar á su hijo.
22:11
Entonces el
ángel de el Altísimo le dió voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí.
22:12
Y dijo: No
extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes
á Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único;
22:13
Entonces alzó
Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero á sus espaldas trabado en un zarzal
por sus cuernos: y fué Abraham, y tomó el carnero, y ofrecióle en holocausto en
lugar de su hijo.
22:14
Y llamó
Abraham el nombre de aquel lugar, el Altísimo proveerá. Por tanto se dice hoy:
En el monte de el Altísimo será provisto.
22:15
Y llamó el ángel
de el Altísimo á Abraham segunda vez desde el cielo,
22:16
Y dijo: Por
mí mismo he jurado, dice el Altísimo, que por cuanto has hecho esto, y no me
has rehusado tu hijo, tu único;
22:17
Bendiciendo
te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del
cielo, y como la arena que está á la orilla del mar; y tu simiente poseerá las
puertas de sus enemigos:
22:18
En tu
simiente serán benditas todas las gentes de la tierra, por cuanto obedeciste á
mi voz.
22:19
Y tornóse
Abraham á sus mozos, y levantáronse y se fueron juntos á Beer-seba; y habitó
Abraham en Beer-seba.
22:20
Y aconteció
después de estas cosas, que fué dada nueva á Abraham, diciendo: He aquí que
también Milca ha parido hijos á Nachôr tu hermano:
22:21
A Huz su primogénito,
y á Buz su hermano, y á Kemuel padre de Aram.
22:22
Y á Chêsed, y
á Hazo, y á Pildas, y á Jidlaph, y á Bethuel.
22:23
Y Bethuel
engendró á Rebeca. Estos ocho parió Milca á Nachôr, hermano de Abraham.
22:24
Y su
concubina, que se llamaba Reúma, parió también á Teba, y á Gaham, y á Taas, y á
Maachâ.
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Capítulo 23
23:1
Y FUÉ la vida
de Sara ciento veintisiete años: tantos fueron los años de la vida de Sara.
23:2
Y murió Sara
en Kiriath-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y vino Abraham á hacer
el duelo á Sara y á llorarla.
23:3
Y levantóse
Abraham de delante de su muerto, y habló á los hijos de Heth, diciendo:
23:4
Peregrino y
advenedizo soy entre vosotros; dadme heredad de sepultura con vosotros, y
sepultaré mi muerto de delante de mí.
23:5
Y
respondieron los hijos de Heth á Abraham, y dijéronle:
23:6
Oyenos, señor
mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras
sepulturas sepulta á tu muerto; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura,
para que entierres tu muerto.
23:7
Y Abraham se
levantó, é inclinóse al pueblo de aquella tierra, á los hijos de Heth;
23:8
Y habló con
ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerto de delante de mí, oidme,
é interceded por mí con Ephrón, hijo de Zohar,
23:9
Para que me
dé la cueva de Macpela, que tiene al cabo de su heredad: que por su justo
precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.
23:10
Este Ephrón
hallábase entre los hijos de Heth: y respondió Ephrón Hetheo á Abraham, en
oídos de los hijos de Heth, de todos los que entraban por la puerta de su
ciudad, diciendo:
23:11
No, señor
mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella;
delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerto.
23:12
Y Abraham se
inclinó delante del pueblo de la tierra.
23:13
Y respondió á
Ephrón en oídos del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place, ruégote
que me oigas; yo daré el precio de la heredad, tómalo de mí, y sepultaré en
ella mi muerto.
23:14
Y respondió
Ephrón á Abraham, diciéndole:
23:15
Señor mío,
escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata: ¿qué es esto entre mí
y ti? entierra pues tu muerto.
23:16
Entonces
Abraham se convino con Ephrón, y pesó Abraham á Ephrón el dinero que dijo,
oyéndolo los hijos de Heth, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre
mercaderes.
23:17
Y quedó la
heredad de Ephrón que estaba en Macpela enfrente de Mamre, la heredad y la
cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en
todo su término al derredor,
midrash significado Makpela -
23:18
Por de
Abraham en posesión, á vista de los hijos de Heth, y de todos los que entraban
por la puerta de la ciudad.
23:19
Y después de
esto sepultó Abraham á Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela
enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de Canaán.
23:20
Y quedó la heredad
y la cueva que en ella había, por de Abraham, en posesión de sepultura
adquirida de los hijos de Heth.
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Capítulo 24
24:1
Y ABRAHAM era
viejo, y bien entrado en días; y el Altísimo había bendecido á Abraham en todo.
24:2
Y dijo
Abraham á un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en
todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
24:3
Y te
juramentaré por el Altísimo, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no has
de tomar mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos, entre los cuales yo
habito;
24:4
Sino que irás
á mi tierra y á mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
24:5
Y el criado
le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí á esta tierra:
¿volveré, pues, tu hijo á la tierra de donde saliste?
24:6
Y Abraham le
dijo: Guárdate que no vuelvas á mi hijo allá.
24:7
el Altísimo,
Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi
parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; él
enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de allá mujer para mi hijo.
24:8
Y si la mujer
no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que
no vuelvas allá á mi hijo.
24:9
Entonces el criado
puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y juróle sobre este negocio.
24:10
Y el criado
tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fuése, pues tenía á su
disposición todos los bienes de su señor: y puesto en camino, llegó á Mesopotamia,
á la ciudad de Nachôr.
24:11
E hizo
arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto á un pozo de agua, á la hora
de la tarde, á la hora en que salen las mozas por agua.
24:12
Y dijo: el Altísimo,
Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz
misericordia con mi señor Abraham.
24:13
He aquí yo
estoy junto á la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad
salen por agua:
24:14
Sea, pues,
que la moza á quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba; y
ella respondiere: Bebe, y también daré de beber á tus camellos: que sea ésta la
que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho
misericordia con mi señor.
24:15
Y aconteció
que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido á Bethuel,
hijo de Milca, mujer de Nachôr hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro
sobre su hombro.
24:16
Y la moza era
de muy hermoso aspecto, virgen, á la que varón no había conocido; la cual
descendió á la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.
24:17
Entonces el
criado corrió hacia ella, y dijo: Ruégote que me des á beber un poco de agua de
tu cántaro.
24:18
Y ella
respondió: Bebe, señor mío: y dióse prisa á bajar su cántaro sobre su mano, y
le dió á beber.
24:19
Y cuando
acabó de darle á beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que
acaben de beber.
24:20
Y dióse
prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar
agua, y sacó para todos sus camellos.
24:21
Y el hombre
estaba maravillado de ella, callando, para saber si el Altísimo había
prosperado ó no su viaje.
24:22
Y fué que
como los camellos acabaron de beber, presentóle el hombre un pendiente de oro
que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez:
24:23
Y dijo: ¿De
quién eres hija? Ruégote me digas, ¿hay lugar en casa de tu padre donde
posemos?
24:24
Y ella
respondió: Soy hija de Bethuel, hijo de Milca, el cual parió ella á Nachôr.
24:25
Y añadió:
También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
24:26
El hombre
entonces se inclinó, y adoró á el Altísimo.
24:27
Y dijo:
Bendito sea el Altísimo, Dios de mi amo Abraham, que no apartó su misericordia
y su verdad de mi amo, guiándome el Altísimo en el camino á casa de los
hermanos de mi amo.
24:28
Y la moza
corrió, é hizo saber en casa de su madre estas cosas.
24:29
Y Rebeca
tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al hombre, á la
fuente;
24:30
Y fué que
como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía,
Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que estaba junto á los camellos
á la fuente.
24:31
Y díjole:
Ven, bendito de el Altísimo; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el
lugar para los camellos.
24:32
Entonces el
hombre vino á casa, y Labán desató los camellos; y dióles paja y forraje, y
agua para lavar los piés de él, y los piés de los hombres que con él venían.
24:33
Y pusiéronle
delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él
le dijo: Habla.
24:34
Entonces
dijo: Yo soy criado de Abraham;
24:35
Y el Altísimo
ha bendecido mucho á mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y
vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
24:36
Y Sara, mujer
de mi amo, parió en su vejez un hijo á mi señor, quien le ha dado todo cuanto
tiene.
24:37
Y mi amo me
hizo jurar, diciendo: No tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los
Cananeos, en cuya tierra habito;
24:38
Sino que irás
á la casa de mi padre, y á mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
24:39
Y yo dije:
Quizás la mujer no querrá seguirme.
24:40
Entonces él
me respondió: el Altísimo, en cuya presencia he andado, enviará su ángel
contigo, y prosperará tu camino; y tomarás mujer para mi hijo de mi linaje y de
la casa de mi padre:
24:41
Entonces
serás libre de mi juramento, cuando hubieres llegado á mi linaje; y si no te la
dieren, serás libre de mi juramento.
24:42
Llegué, pues,
hoy á la fuente, y dije: el Altísimo, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas
ahora mi camino por el cual ando;
24:43
He aquí yo
estoy junto á la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por
agua, á la cual dijere: Dame á beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro;
24:44
Y ella me
respondiere, Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua: ésta sea la
mujer que destinó el Altísimo para el hijo de mi señor.
24:45
Y antes que
acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre
su hombro; y descendió á la fuente, y sacó agua; y le dije: Ruégote que me des
á beber.
24:46
Y prestamente
bajó su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también á tus camellos daré á
beber. Y bebí, y dió también de beber á mis camellos.
24:47
Entonces preguntéle,
y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Bethuel, hijo de Nachôr,
que le parió Milca. Entonces púsele un pendiente sobre su nariz, y brazaletes
sobre sus manos:
24:48
E inclinéme,
y adoré á el Altísimo, y bendije á el Altísimo, Dios de mi señor Abraham, que
me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor
para su hijo.
24:49
Ahora pues,
si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo;
y echaré á la diestra ó á la siniestra.
24:50
Entonces
Labán y Bethuel respondieron y dijeron: De el Altísimo ha salido esto; no
podemos hablarte malo ni bueno.
24:51
He ahí Rebeca
delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha
dicho el Altísimo.
24:52
Y fué, que
como el criado de Abraham oyó sus palabras, inclinóse á tierra á el Altísimo.
24:53
Y sacó el
criado vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dió á Rebeca: también dió
cosas preciosas á su hermano y á su madre.
24:54
Y comieron y
bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de
mañana, dijo: Enviadme á mi señor.
24:55
Entonces
respondió su hermano y su madre: Espere la moza con nosotros á lo menos diez
días, y después irá.
24:56
Y él les
dijo: No me detengáis, pues que el Altísimo ha prosperado mi camino;
despachadme para que me vaya á mi señor.
24:57
Ellos
respondieron entonces: Llamemos la moza y preguntémosle.
24:58
Y llamaron á
Rebeca, y dijéronle: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.
24:59
Entonces
dejaron ir á Rebeca su hermana, y á su nodriza, y al criado de Abraham y á sus
hombres.
24:60
Y bendijeron
á Rebeca, y dijéronle: Nuestra hermana eres; seas en millares de millares, y tu
generación posea la puerta de sus enemigos.
24:61
Levantóse
entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al
hombre; y el criado tomó á Rebeca, y fuése.
24:62
Y venía Isaac
del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la tierra del Mediodía;
24:63
Y había
salido Isaac á orar al campo, á la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y
he aquí los camellos que venían.
24:64
Rebeca
también alzó sus ojos, y vió á Isaac, y descendió del camello;
24:65
Porque había
preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia
nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el
velo, y cubrióse.
24:66
Entonces el
criado contó á Isaac todo lo que había hecho.
24:67
E introdújola
Isaac á la tienda de su madre Sara, y tomó á Rebeca por mujer; y amóla: y
consolóse Isaac después de la muerte de su madre.
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Capítulo 25
25:1
Y ABRAHAM
tomó otra mujer, cuyo nombre fué Cetura;
25:2
La cual le
parió á Zimram, y á Joksan, y á Medan, y á Midiam, y á Ishbak, y á Sua.
25:3
Y Joksan
engendró á Seba, y á Dedán: é hijos de Dedán fueron Assurim, y Letusim, y
Leummim.
25:4
E hijos de
Midiam: Epha, y Epher, y Enech, y Abida, y Eldaa. Todos estos fueron hijos de
Cetura.
25:5
Y Abraham dió
todo cuanto tenía á Isaac.
25:6
Y á los hijos
de sus concubinas dió Abraham dones, y enviólos de junto Isaac su hijo, mientras
él vivía, hacia el oriente, á la tierra oriental.
25:7
Y estos
fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.
25:8
Y exhaló el
espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fué unido á
su pueblo.
25:9
Y
sepultáronlo Isaac é Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de
Ephrón, hijo de Zoar Hetheo, que está enfrente de Mamre;
25:10
Heredad que
compró Abraham de los hijos de Heth; allí fué Abraham sepultado, y Sara su
mujer.
25:11
Y sucedió,
después de muerto Abraham, que Dios bendijo á Isaac su hijo: y habitó Isaac
junto al pozo del Viviente que me ve.
25:12
Y estas son
las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que le parió Agar Egipcia, sierva
de Sara:
25:13
Estos, pues,
son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, por sus linajes: El
primogénito de Ismael, Nabaioth; luego Cedar, y Abdeel, y Mibsam,
25:14
Y Misma, y
Duma, y Massa,
25:15
Hadad, y
Tema, y Jetur, y Naphis, y Cedema.
25:16
Estos son los
hijos de Ismael, y estos sus nombres por sus villas y por sus campamentos; doce
príncipes por sus familias.
25:17
Y estos
fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años: y exhaló el
espíritu Ismael, y murió; y fué unido á su pueblo.
25:18
Y habitaron desde
Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo á Asiria; y murió en
presencia de todos sus hermanos.
25:19
Y estas son
las generaciones de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró á Isaac:
25:20
Y era Isaac de
cuarenta años cuando tomó por mujer á Rebeca, hija de Bethuel Arameo de
Padan-aram, hermana de Labán Arameo.
25:21
Y oró Isaac á
el Altísimo por su mujer, que era estéril; y aceptólo el Altísimo, y concibió
Rebeca su mujer.
25:22
Y los hijos
se combatían dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo? Y fue á
consultar á el Altísimo.
25:23
Y respondióle
el Altísimo: Dos gentes hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus
entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá
al menor.
25:24
Y como se
cumplieron sus días para parir, he aquí mellizos en su vientre.
25:25
Y salió el
primero rubio, y todo él velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.
25:26
Y después
salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú: y fué llamado su nombre
Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los parió.
25:27
Y crecieron
los niños, y Esaú fué diestro en la caza, hombre del campo: Jacob empero era
varón quieto, que habitaba en tiendas.
25:28
Y amó Isaac á
Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba á Jacob.
25:29
Y guisó Jacob
un potaje; y volviendo Esaú del campo cansado,
25:30
Dijo á Jacob:
Ruégote que me des á comer de eso bermejo, pues estoy muy cansado. Por tanto
fué llamado su nombre Edom.
25:31
Y Jacob
respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.
25:32
Entonces dijo
Esaú: He aquí yo me voy á morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
25:33
Y dijo Jacob:
Júrame lo en este día. Y él le juró, y vendió á Jacob su primogenitura.
25:34
Entonces
Jacob dió á Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y
levantóse, y fuése. Así menospreció Esaú la primogenitura.
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Capítulo 26
26:1
Y HUBO hambre
en la tierra, además de la primera hambre que fué en los días de Abraham: y
fuése Isaac á Abimelech rey de los Filisteos, en Gerar.
26:2
Y
apareciósele el Altísimo, y díjole: No desciendas á Egipto: habita en la tierra
que yo te diré;
26:3
Habita en
esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; porque á ti y á tu simiente daré
todas estas tierras, y confirmaré el juramento que juré á Abraham tu padre:
26:4
Y
multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu simiente
todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu
simiente.
26:5
Por cuanto
oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis
leyes.
26:6
Habitó, pues,
Isaac en Gerar.
26:7
Y los hombres
de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi
hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; que tal vez, dijo, los
hombres del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso
aspecto.
26:8
Y sucedió que,
después que él estuvo allí muchos días, Abimelech, rey de los Filisteos,
mirando por una ventana, vió á Isaac que jugaba con Rebeca su mujer.
26:9
Y llamó
Abimelech á Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer: ¿cómo, pues,
dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por
causa de ella.
26:10
Y Abimelech
dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo
con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.
26:11
Entonces
Abimelech mandó á todo el pueblo, diciendo: El que tocare á este hombre ó á su
mujer, de cierto morirá.
26:12
Y sembró
Isaac en aquella tierra, y halló aquel año ciento por uno: y bendíjole el
Altísimo.
26:13
Y el varón se
engrandeció, y fué adelantando y engrandeciéndose, hasta hacerse muy poderoso:
26:14
Y tuvo hato
de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos le tuvieron
envidia.
26:15
Y todos los
pozos que habían abierto, los criados de Abraham su padre en sus días, los
Filisteos los habían cegado y llenado de tierra.
26:16
Y dijo
Abimelech á Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros
te has hecho.
26:17
E Isaac se
fué de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí.
26:18
Y volvió á
abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su
padre, y que los Filisteos habían cegado, muerto Abraham; y llamólos por los
nombres que su padre los había llamado.
26:19
Y los siervos
de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas.
26:20
Y los
pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es
nuestra: por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.
26:21
Y abrieron otro
pozo, y también riñeron sobre él: y llamó su nombre Sitnah.
26:22
Y apartóse de
allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él: y llamó su nombre Rehoboth, y
dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar el Altísimo y fructificaremos en la
tierra.
26:23
Y de allí
subió á Beer-seba.
26:24
Y
apareciósele el Altísimo aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu
padre: no temas, que yo soy contigo, y yo te bendeciré, y multiplicaré tu
simiente por amor de Abraham mi siervo.
26:25
Y edificó
allí un altar, é invocó el nombre de el Altísimo, y tendió allí su tienda: y
abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.
26:26
Y Abimelech
vino á él desde Gerar, y Ahuzzath, amigo suyo, y Phicol, capitán de su
ejército.
26:27
Y díjoles
Isaac: ¿Por qué venís á mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de
entre vosotros?
26:28
Y ellos
respondieron: Hemos visto que el Altísimo es contigo; y dijimos: Haya ahora
juramento entre nosotros, entre nosotros y ti, y haremos alianza contigo:
26:29
Que no nos
hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho
bien, y te enviamos en paz: tú ahora, bendito de el Altísimo.
26:30
Entonces él
les hizo banquete, y comieron y bebieron.
26:31
Y se
levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; é Isaac los despidió, y
ellos se partieron de él en paz.
26:32
Y en aquel
día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y diéronle nuevas acerca del
pozo que habían abierto, y le dijeron: Agua hemos hallado.
26:33
Y llamólo Seba:
por cuya causa el nombre de aquella ciudad es Beer-seba hasta este día.
26:34
Y cuando Esaú
fué de cuarenta años, tomó por mujer á Judith hija de Beeri Hetheo, y á Basemat
hija de Elón Hetheo:
26:35
Y fueron
amargura de espíritu á Isaac y á Rebeca.
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Capítulo 27
27:1
Y ACONTECIÓ
que cuando hubo Isaac envejecido, y sus ojos se ofuscaron quedando sin vista,
llamó á Esaú, su hijo el mayor, y díjole: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.
27:2
Y él dijo: He
aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte:
27:3
Toma, pues,
ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme caza;
27:4
Y hazme un
guisado, como yo gusto, y tráeme lo, y comeré: para que te bendiga mi alma
antes que muera.
27:5
Y Rebeca
estaba oyendo, cuando hablaba Isaac á Esaú su hijo: y fuése Esaú al campo para
coger la caza que había de traer.
27:6
Entonces
Rebeca habló á Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído á tu padre que
hablaba con Esaú tu hermano, diciendo:
27:7
Tráeme caza,
y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga delante de el Altísimo antes
que yo muera.
27:8
Ahora pues,
hijo mío, obedece á mi voz en lo que te mando;
27:9
Ve ahora al
ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos
viandas para tu padre, como él gusta;
27:10
Y tú las
llevarás á tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su muerte.
27:11
Y Jacob dijo
á Rebeca su madre: He aquí Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño:
27:12
Quizá me tentará
mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.
27:13
Y su madre
respondió: Hijo mío, sobre mí tu maldición: solamente obedece á mi voz, y ve y
tráemelos.
27:14
Entonces él
fué, y tomó, y trájolos á su madre: y su madre hizo guisados, como su padre
gustaba.
27:15
Y tomó Rebeca
los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y
vistió á Jacob su hijo menor:
27:16
E hízole
vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía vello, las pieles de
los cabritos de las cabras;
27:17
Y entregó los
guisados y el pan que había aderezado, en mano de Jacob su hijo.
27:18
Y él fué á su
padre, y dijo: Padre mío: y él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo mío?
27:19
Y Jacob dijo
á su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate
ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma.
27:20
Entonces
Isaac dijo á su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan presto, hijo mío? Y él
respondió: Porque el Altísimo tu Dios hizo que se encontrase delante de mí.
27:21
E Isaac dijo
á Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú ó no.
27:22
Y llegóse
Jacob á su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las
manos, las manos de Esaú.
27:23
Y no le
conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú: y le bendijo.
27:24
Y dijo: ¿Eres
tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy.
27:25
Y dijo:
Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma; y él
se la acercó, y comió: trájole también vino, y bebió.
27:26
Y díjole
Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío.
27:27
Y él se
llegó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, y dijo:
Mira, el olor de mi hijo Como el olor del campo que el Altísimo ha bendecido:
27:28
Dios, pues,
te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y abundancia de
trigo y de mosto.
27:29
Sírvante
pueblos, Y naciones se inclinen á ti: Sé señor de tus hermanos, E inclínense á
ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te
bendijeren.
27:30
Y aconteció,
luego que hubo Isaac acabado de bendecir á Jacob, y apenas había salido Jacob
de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza.
27:31
E hizo él
también guisados, y trajo á su padre, y díjole: Levántese mi padre, y coma de
la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma.
27:32
Entonces
Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu
primogénito, Esaú.
27:33
Y
Estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino
aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le
bendije, y será bendito.
27:34
Como Esaú oyó
las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y
le dijo: Bendíceme también á mí, padre mío.
27:35
Y él dijo:
Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
27:36
Y él
respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha engañado dos veces; alzóse
con mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has
guardado bendición para mí?
27:37
Isaac
respondió y dijo á Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado
por siervos á todos sus hermanos: de trigo y de vino le he provisto: ¿qué,
pues, te haré á ti ahora, hijo mío?
27:38
Y Esaú
respondió á su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío?
bendíceme también á mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.
27:39
Entonces
Isaac su padre habló y díjole: He aquí será tu habitación en grosuras de la
tierra, Y del rocío de los cielos de arriba;
27:40
Y por tu
espada vivirás, y á tu hermano servirás: Y sucederá cuando te enseñorees, Que
descargarás su yugo de tu cerviz.
27:41
Y aborreció
Esaú á Jacob por la bendición con que le había bendecido, y dijo en su corazón:
Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré á Jacob mi hermano.
27:42
Y fueron
dichas á Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó á
Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de
ti con la idea de matarte.
27:43
Ahora pues,
hijo mío, obedece á mi voz; levántate, y húyete á Labán mi hermano, á Harán.
27:44
Y mora con él
algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue;
27:45
Hasta que se
aplaque la ira de tu hermano contra ti, y se olvide de lo que le has hecho: yo
enviaré entonces, y te traeré de allá: ¿por qué seré privada de vosotros ambos
en un día?
27:46
Y dijo Rebeca
á Isaac: Fastidio tengo de mi vida, á causa de las hijas de Heth. Si Jacob toma
mujer de las hijas de Heth, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué
quiero la vida?
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Capítulo 28
28:1
ENTONCES Isaac
llamó á Jacob, y bendíjolo, y mandóle diciendo: No tomes mujer de las hijas de
Canaán.
28:2
Levántate, ve
á Padan-aram, á casa de Bethuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las
hijas de Labán, hermano de tu madre.
28:3
Y el Dios
omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique, hasta venir á
ser congregación de pueblos;
28:4
Y te dé la
bendición de Abraham, y á tu simiente contigo, para que heredes la tierra de
tus peregrinaciones, que Dios dió á Abraham.
28:5
Así envió
Isaac á Jacob, el cual fué á Padan-aram, á Labán, hijo de Bethuel Arameo,
hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú.
28:6
Y vió Esaú
cómo Isaac había bendecido á Jacob, y le había enviado á Padan-aram, para tomar
para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado, diciendo: No
tomarás mujer de las hijas de Canaán;
28:7
Y que Jacob
había obedecido á su padre y á su madre, y se había ido á Padan-aram.
28:8
Vió asimismo
Esaú que las hijas de Canaán parecían mal á Isaac su padre;
28:9
Y fuése Esaú á
Ismael, y tomó para sí por mujer á Mahaleth, hija de Ismael, hijo de Abraham,
hermana de Nabaioth, además de sus otras mujeres.
28:10
Y salió Jacob
de Beer-seba, y fué á Harán;
28:11
Y encontró
con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto: y tomó de las
piedras de aquel paraje y puso á su cabecera, y acostóse en aquel lugar.
28:12
Y soñó, y he
aquí una escala que estaba apoyada en tierra, y su cabeza tocaba en el cielo: y
he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.
28:13
Y he aquí, el
Altísimo estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy el Altísimo, el Dios
de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que estás acostado te la
daré á ti y á tu simiente.
28:14
Y será tu
simiente como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, y al
oriente, y al aquilón, y al mediodía; y todas las familias de la tierra serán
benditas en ti y en tu simiente.
28:15
Y he aquí, yo
soy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres, y te volveré á esta
tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho.
28:16
Y despertó
Jacob de su sueño dijo: Ciertamente Jehové está en este lugar, y yo no lo
sabía.
28:17
Y tuvo miedo,
y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta
del cielo.
28:18
Y levantóse
Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y alzóla por
título, y derramó aceite encima de ella.
28:19
Y llamó el
nombre de aquel lugar Beth-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.
28:20
E hizo Jacob
voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje que voy, y
me diere pan para comer y vestido para vestir,
28:21
Y si tornare
en paz á casa de mi padre, el Altísimo será mi Dios,
28:22
Y esta piedra
que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, el
diezmo lo he de apartar para ti.
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Capítulo 29
29:1
Y SIGUIÓ
Jacob su camino, y fué á la tierra de los orientales.
29:2
Y miró, y vió
un pozo en el campo: y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él;
porque de aquel pozo abrevaban los ganados: y había una gran piedra sobre la
boca del pozo.
29:3
Y juntábanse
allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de sobre la boca del pozo, y
abrevaban las ovejas; y volvían la piedra sobre la boca del pozo á su lugar.
29:4
Y díjoles
Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos.
29:5
Y él les
dijo: ¿Conocéis á Labán, hijo de Nachôr? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
29:6
Y él les
dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Rachêl su hija viene con el
ganado.
29:7
Y él dijo: He
aquí el día es aún grande; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad
las ovejas, é id á apacentarlas.
29:8
Y ellos
respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los ganados, y remuevan la
piedra de sobre la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.
29:9
Estando aún
él hablando con ellos Rachêl vino con el ganado de su padre, porque ella era la
pastora.
29:10
Y sucedió
que, como Jacob vió á Rachêl, hija de Labán hermano de su madre, y á las ovejas
de Labán, el hermano de su madre, llegóse Jacob, y removió la piedra de sobre
la boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán hermano de su madre.
29:11
Y Jacob besó
á Rachêl, y alzó su voz, y lloró.
29:12
Y Jacob dijo
á Rachêl como él era hermano de su padre, y como era hijo de Rebeca: y ella
corrió, y dió las nuevas á su padre.
29:13
Y así que oyó
Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió á recibirlo, y abrazólo,
y besólo, y trájole á su casa: y él contó á Labán todas estas cosas.
29:14
Y Labán le
dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él el tiempo de un
mes.
29:15
Entonces dijo
Labán á Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir de balde? declárame qué
será tu salario.
29:16
Y Labán tenía
dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Rachêl.
29:17
Y los ojos de
Lea eran tiernos, pero Rachêl era de lindo semblante y de hermoso parecer.
29:18
Y Jacob amó á
Rachêl, y dijo: Yo te serviré siete años por Rachêl tu hija menor.
29:19
Y Labán
respondió: Mejor es que te la dé á ti, que no que la dé á otro hombre: estáte
conmigo.
29:20
Así sirvió
Jacob por Rachêl siete años: y pareciéronle como pocos días, porque la amaba.
29:21
Y dijo Jacob
á Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo es cumplido para que cohabite con
ella.
29:22
Entonces
Labán juntó á todos los varones de aquel lugar, é hizo banquete.
29:23
Y sucedió que
á la noche tomó á Lea su hija, y se la trajo: y él entró á ella.
29:24
Y dió Labán
su sierva Zilpa á su hija Lea por criada.
29:25
Y venida la
mañana, he aquí que era Lea: y él dijo á Labán: ¿Qué es esto que me has hecho?
¿no te he servido por Rachêl? ¿por qué, pues, me has engañado?
29:26
Y Labán
respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la
mayor.
29:27
Cumple la
semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hicieres
conmigo otros siete años.
29:28
E hizo Jacob
así, y cumplió la semana de aquélla: y él le dió á Rachêl su hija por mujer.
29:29
Y dió Labán á
Rachêl su hija por criada á su sierva Bilha.
29:30
Y entró
también á Rachêl: y amóla también más que á Lea: y sirvió con él aún otros siete
años.
29:31
Y vió el
Altísimo que Lea era aborrecida, y abrió su matriz; pero Rachêl era estéril.
29:32
Y concibió
Lea, y parió un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ya que ha mirado el
Altísimo mi aflicción; ahora por tanto me amará mi marido.
29:33
Y concibió
otra vez, y parió un hijo, y dijo: Por cuanto oyó el Altísimo que yo era
aborrecida, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.
29:34
Y concibió
otra vez, y parió un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo,
porque le he parido tres hijos: por tanto, llamó su nombre Leví.
29:35
Y concibió
ota vez, y parió un hijo, y dijo: Esta vez alabaré á el Altísimo: por esto
llamó su nombre Judá: y dejó de parir.
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Capítulo 30
30:1
Y VIENDO
Rachêl que no daba hijos á Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía á Jacob:
Dame hijos, ó si no, me muero.
30:2
Y Jacob se
enojaba contra Rachêl, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el
fruto de tu vientre?
30:3
Y ella dijo:
He aquí mi sierva Bilha; entra á ella, y parirá sobre mis rodillas, y yo
también tendré hijos de ella.
30:4
Así le dió á
Bilha su sierva por mujer; y Jacob entró á ella.
30:5
Y concibió
Bilha, y parió á Jacob un hijo.
30:6
Y dijo Rachêl:
Juzgóme Dios, y también oyó mi voz, y dióme un hijo. Por tanto llamó su nombre
Dan.
30:7
Y concibió
otra vez Bilha, la sierva de Rachêl, y parió el hijo segundo á Jacob.
30:8
Y dijo
Rachêl: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó
su nombre Nephtalí.
30:9
Y viendo Lea
que había dejado de parir, tomó á Zilpa su sierva, y dióla á Jacob por mujer.
30:10
Y Zilpa,
sierva de Lea, parió á Jacob un hijo.
30:11
Y dijo Lea:
Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad.
30:12
Y Zilpa, la
sirva de Lea, parió otro hijo á Jacob.
30:13
Y dijo Lea:
Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa: y llamó su nombre Aser.
30:14
Y fué Rubén
en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y
trájolas á Lea su madre: y dijo Rachêl á Lea: Ruégote que me des de las
mandrágoras de tu hijo.
30:15
Y ella
respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de
llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Rachêl: Pues dormirá contigo esta
noche por las mandrágoras de tu hijo.
30:16
Y cuando
Jacob volvía del campo á la tarde, salió Lea á él, y le dijo: A mí has de
entrar, porque á la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y
durmió con ella aquella noche.
30:17
Y oyó Dios á Lea:
y concibió, y parió á Jacob el quinto hijo.
30:18
Y dijo Lea:
Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto dí mi sierva á mi marido: por eso
llamó su nombre Issachâr.
30:19
Y concibió
Lea otra vez, y parió el sexto hijo á Jacob.
30:20
Y dijo Lea:
Dios me ha dado una buena dote: ahora morará conmigo mi marido, porque le he
parido seis hijos: y llamó su nombre Zabulón.
30:21
Y después
parió una hija, y llamó su nombre Dina.
30:22
Y acordóse
Dios de Rachêl, y oyóla Dios, y abrió su matriz.
30:23
Y concibió, y
parió un hijo: y dijo: Quitado ha Dios mi afrenta:
30:24
Y llamó su
nombre José, diciendo: Añádame el Altísimo otro hijo.
30:25
Y aconteció,
cuando Rachêl hubo parido á José, que Jacob dijo á Labán: Envíame, é iré á mi
lugar, y á mi tierra.
30:26
Dame mis
mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú
sabes los servicios que te he hecho.
30:27
Y Labán le
respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; experimentado he que
el Altísimo me ha bendecido por tu causa.
30:28
Y dijo:
Señálame tu salario, que yo lo daré.
30:29
Y él
respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo;
30:30
Porque poco
tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número; y el Altísimo te ha bendecido
con mi llegada: y ahora ¿cuándo tengo de hacer yo también por mi propia casa?
30:31
Y él dijo:
¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada: si hicieres por mí esto,
volveré á apacentar tus ovejas.
30:32
Yo pasaré hoy
por todas tus ovejas, poniendo aparte todas las reses manchadas y de color
vario, y todas las reses de color oscuro entre las ovejas, y las manchadas y de
color vario entre las cabras; y esto será mi salario.
30:33
Así
responderá por mí mi justicia mañana cuando me viniere mi salario delante de
ti: toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras y de color oscuro en
las ovejas mías, se me ha de tener por de hurto.
30:34
Y dijo Labán:
Mira, ojalá fuese como tú dices.
30:35
Y apartó
aquel día los machos de cabrío rayados y manchados; y todas las cabras
manchadas y de color vario, y toda res que tenía en sí algo de blanco, y todas
las de color oscuro entre las ovejas, y púsolas en manos de sus hijos;
30:36
Y puso tres
días de camino entre sí y Jacob: y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.
30:37
Y tomóse
Jacob varas de álamo verdes, y de avellano, y de castaño, y descortezó en ellas
mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
30:38
Y puso las
varas que había mondado en las pilas, delante del ganado, en los abrevaderos
del agua donde venían á beber las ovejas, las cuales se recalentaban viniendo á
beber.
30:39
Y concebían
las ovejas delante de las varas, y parían borregos listados, pintados y
salpicados de diversos colores.
30:40
Y apartaba
Jacob los corderos, y poníalos con su rebaño, los listados, y todo lo que era
oscuro en el hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las
ovejas de Labán.
30:41
Y sucedía que
cuantas veces se recalentaban las tempranas, Jacob ponía las varas delante de
las ovejas en las pilas, para que concibiesen á la vista de las varas.
30:42
Y cuando
venían las ovejas tardías, no las ponía: así eran las tardías para Labán, y las
tempranas para Jacob.
30:43
Y acreció el
varón muy mucho, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
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Capítulo 31
31:1
Y OÍA él las
palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de
nuestro padre; y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta
grandeza.
31:2
Miraba
también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como ayer y
antes de ayer.
31:3
También el
Altísimo dijo á Jacob: Vuélvete á la tierra de tus padres, y á tu parentela;
que yo seré contigo.
31:4
Y envió
Jacob, y llamó á Rachêl y á Lea al campo á sus ovejas,
31:5
Y díjoles:
Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como ayer y antes de
ayer: mas el Dios de mi padre ha sido conmigo.
31:6
Y vosotras
sabéis que con todas mis fuerzas he servido á vuestro padre:
31:7
Y vuestro
padre me ha engañado, y me ha mudado el salario diez veces: pero Dios no le ha
permitido que me hiciese mal.
31:8
Si él decía
así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados:
y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían
listados.
31:9
Así quitó
Dios el ganado de vuestro padre, y diómelo á mí.
31:10
Y sucedió que
al tiempo que las ovejas se recalentaban, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he
aquí los machos que cubrían á las hembras eran listados, pintados y
abigarrados.
31:11
Y díjome el
ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí.
31:12
Y él dijo:
Alza ahora tus ojos, y verás todos los machos que cubren á las ovejas listados,
pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.
31:13
Yo soy el
Dios de Beth-el, donde tú ungiste el título, y donde me hiciste un voto.
Levántate ahora, y sal de esta tierra, y vuélvete á la tierra de tu naturaleza.
31:14
Y respondió
Rachêl y Lea, y dijéronle: ¿Tenemos ya parte ni heredad en la casa de nuestro
padre?
31:15
¿No nos tiene
ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro
precio?
31:16
Porque toda
la riqueza que Dios ha quitado á nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos:
ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
31:17
Entonces se
levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos.
31:18
Y puso en
camino todo su ganado, y toda su hacienda que había adquirido, el ganado de su
ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse á Isaac su padre en la
tierra de Canaán.
31:19
Y Labán había
ido á trasquilar sus ovejas: y Rachêl hurtó los ídolos de su padre.
31:20
Y recató
Jacob el corazón de Labán Arameo, en no hacerle saber que se huía.
31:21
Huyó, pues,
con todo lo que tenía; y levantóse, y pasó el río, y puso su rostro al monte de
Galaad.
31:22
Y fué dicho á
Labán al tercero día como Jacob se había huído.
31:23
Entonces tomó
á sus hermanos consigo, y fué tras él camino de siete días, y alcanzóle en el
monte de Galaad.
31:24
Y vino Dios á
Labán Arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables á Jacob
descomedidamente.
31:25
Alcanzó pues
Labán á Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte: y Labán plantó la con
sus hermanos en el monte de Galaad.
31:26
Y dijo Labán
á Jacob: ¿Qué has hecho, que me hurtaste el corazón, y has traído á mis hijas
como prisioneras de guerra?
31:27
¿Por qué te
escondiste para huir, y me hurtaste, y no me diste noticia, para que yo te
enviara con alegría y con cantares, con tamborín y vihuela?
31:28
Que aun no me
dejaste besar mis hijos y mis hijas. Ahora locamente has hecho.
31:29
Poder hay en
mi mano para haceros mal: mas el Dios de vuestro padre me habló anoche
diciendo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente.
31:30
Y ya que te
ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis
dioses?
31:31
Y Jacob
respondió, y dijo á Labán: Porque tuve miedo; pues dije, que quizás me
quitarías por fuerza tus hijas.
31:32
En quien
hallares tus dioses, no viva: delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo
tuviere tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Rachêl los había hurtado.
31:33
Y entró Labán
en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos
siervas, y no los halló, y salió de la tienda de Lea, y vino á la tienda de
Rachêl.
31:34
Y tomó Rachêl
los ídolos, y púsolos en una albarda de un camello, y sentóse sobre ellos: y
tentó Labán toda la tienda y no los halló.
31:35
Y ella dijo á
su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues
estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.
31:36
Entonces
Jacob se enojó, y regañó con Labán; y respondió Jacob y dijo á Labán: ¿Qué
prevaricación es la mía? ¿cuál es mi pecado, que con tanto ardor has venido en
seguimiento mío?
31:37
Pues que has
tentado todos mis muebles, ¿qué has hallado de todas las alhajas de tu casa?
Ponlo aquí denlante de mis hermanos y tuyos, y juzguen entre nosotros ambos.
31:38
Estos veinte
años he estado contigo: tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí
carnero de tus ovejas.
31:39
Nunca te
traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día
como de noche, de mi mano lo requerías.
31:40
De día me
consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño se huía de mis ojos.
31:41
Así he estado
veinte años en tu casa: catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años
por tu ganado; y has mudado mi salario diez veces.
31:42
Si el Dios de
mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no fuera conmigo, de cierto
me enviarías ahora vacío: vió Dios mi aflicción y el trabajo de mis manos, y
reprendióte anoche.
31:43
Y respondió
Labán, y dijo á Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y
las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y que puedo yo hacer
hoy á estas mis hijas, ó á sus hijos que ellas han parido?
31:44
Ven pues
ahora, hagamos alianza yo y tú; y sea en testimonio entre mí y entre ti.
31:45
Entonces
Jacob tomó una piedra, y levantóla por título.
31:46
Y dijo Jacob
á sus hermanos: Coged piedras. Y tomaron piedras é hicieron un majano; y
comieron allí sobre aquel majano.
31:47
Y llamólo
Labán Jegar Sahadutha: y lo llamó Jacob Galaad.
31:48
Porque Labán dijo:
Este majano es testigo hoy entre mí y entre ti; por eso fué llamado su nombre
Galaad.
31:49
Y Mizpa, por
cuanto dijo: Atalaye el Altísimo entre mí y entre ti, cuando nos apartáremos el
uno del otro.
31:50
Si afligieres
mis hijas, ó si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con
nosotros; mira, Dios es testigo entre mí y entre ti.
31:51
Dijo más
Labán á Jacob: He aquí este majano, y he aquí este título, que he erigido entre
mí y ti.
31:52
Testigo sea
este majano, y testigo sea este título, que ni yo pasaré contra ti este majano,
ni tú pasarás contra mí este majano ni este título, para mal.
31:53
El Dios de
Abraham, y el Dios de Nachôr juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y
Jacob juró por el temor de Isaac su padre.
31:54
Entonces
Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó á sus hermanos á comer pan: y
comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte.
31:55
Y levantóse
Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y retrocedió y
volvióso á su lugar.
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Capítulo 32
32:1
Y JACOB se
fué su camino, y saliéronle al encuentro ángeles de Dios.
32:2
Y dijo Jacob
cuando los vió: El campo de Dios es este: y llamó el nombre de aquel lugar
Mahanaim.
32:3
Y envió Jacob
mensajeros delante de sí á Esaú su hermano, á la tierra de Seir, campo de Edom.
32:4
Y mandóles
diciendo: Así diréis á mí señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he
morado, y detenídome hasta ahora;
32:5
Y tengo vacas,
y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío á decirlo á mi señor, por
hallar gracia en tus ojos.
32:6
Y los
mensajeros volvieron á Jacob, diciendo: Vinimos á tu hermano Esaú, y él también
vino á recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
32:7
Entonces
Jacob tuvo gran temor, y angustióse; y partió el pueblo que tenía consigo, y
las ovejas y las vacas y los camellos, en dos cuadrillas;
32:8
Y dijo: Si
viniere Esaú á la una cuadrilla y la hiriere, la otra cuadrilla escapará.
32:9
Y dijo Jacob:
Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, el Altísimo, que me
dijiste: Vuélvete á tu tierra y á tu parentela, y yo te haré bien.
32:10
Menor soy que
todas las misericordias, y que toda la verdad que has usado para con tu siervo;
que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.
32:11
Líbrame ahora
de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga quizá, y
me hiera la madre con los hijos.
32:12
Y tú has
dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se
puede contar por la multitud.
32:13
Y durmió allí
aquella noche, y tomó de lo que le vino á la mano un presente para su hermano
Esaú.
32:14
Doscientas
cabras y veinte machos de cabrío, doscientas ovejas y veinte carneros,
32:15
Treinta
camellas paridas, con sus hijos, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y
diez borricos.
32:16
Y entrególo
en mano de sus siervos, cada manada de por sí; y dijo á sus siervos: Pasad
delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.
32:17
Y mandó al
primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo
¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?
32:18
Entonces
dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía á mi señor Esaú; y he aquí
también él viene tras nosotros.
32:19
Y mandó
también al segundo, y al tercero, y á todos los que iban tras aquellas manadas,
diciendo: Conforme á esto hablaréis á Esaú, cuando le hallareis.
32:20
Y diréis
también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré
su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro: quizá le
seré acepto.
32:21
Y pasó el
presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.
32:22
Y levantóse
aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y
pasó el vado de Jaboc.
32:23
Tomólos pues,
y pasólos el arroyo, é hizo pasar lo que tenía.
32:24
Y quedóse
Jacob solo, y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
32:25
Y como vió
que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y descoyuntóse el
muslo de Jacob mientras con él luchaba.
32:26
Y dijo:
Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.
32:27
Y él le dijo:
¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
32:28
Y él dijo: No
se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel: porque has peleado con Dios y con los
hombres, y has vencido.
32:29
Entonces
Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas
por mi nombre? Y bendíjolo allí.
32:30
Y llamó Jacob
el nombre de aquel lugar Peniel: porque vi á Dios cara á cara, y fué librada mi
alma.
32:31
Y salióle el
sol pasado que hubo á Peniel; y cojeaba de su anca.
32:32
Por esto no
comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual
está en el encaje del muslo: porque tocó á Jacob este sitio de su muslo en el
tendón que se contrajo.
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Capítulo 33
33:1
Y ALZANDO
Jacob sus ojos miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él:
entonces repartió él los niños entre Lea y Rachêl y las dos siervas.
33:2
Y puso las
siervas y sus niños delante; luego á Lea y á sus niños; y á Rachêl y á José los
postreros.
33:3
Y él pasó
delante de ellos, é inclinóse á tierra siete veces, hasta que llegó á su
hermano.
33:4
Y Esaú corrió
á su encuentro, y abrazóle, y echóse sobre su cuello, y le besó; y lloraron.
33:5
Y alzó sus
ojos, y vió las mujeres y los niños, y dijo: ¿Qué te tocan éstos? Y él
respondió: Son los niños que Dios ha dado á tu siervo.
33:6
Y se llegaron
las siervas, ellas y sus niños, é inclináronse.
33:7
Y llegóse Lea
con sus niños, é inclináronse: y después llegó José y Rachêl, y también se
inclinaron.
33:8
Y él dijo: ¿Qué
te propones con todas estas cuadrillas que he encontrado? Y él respondió: El
hallar gracia en los ojos de mi señor.
33:9
Y dijo Esaú:
Harto tengo yo, hermano mío: sea para ti lo que es tuyo.
33:10
Y dijo Jacob:
No, yo te ruego, si he hallado ahora gracia en tus ojos, toma mi presente de mi
mano, pues que así he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios;
y hazme placer.
33:11
Toma, te
ruego, mi dádiva que te es traída; porque Dios me ha hecho merced, y todo lo
que hay aquí es mío. Y porfió con él, y tomóla.
33:12
Y dijo: Anda,
y vamos; y yo iré delante de ti.
33:13
Y él le dijo:
Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y
si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.
33:14
Pase ahora mi
señor delante de su siervo, y yo me iré poco á poco al paso de la hacienda que
va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue á mi señor á Seir.
33:15
Y Esaú dijo:
Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y él dijo: ¿Para qué esto?
halle yo gracia en los ojos de mi señor.
33:16
Así se volvió
Esaú aquel día por su camino á Seir.
33:17
Y Jacob se
partió á Succoth, y edificó allí casa para sí, é hizo cabañas para su ganado:
por tanto llamó el nombre de aquel lugar Succoth.
33:18
Y vino Jacob
sano á la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de
Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.
33:19
Y compró una
parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre
de Sichêm, por cien piezas de moneda.
33:20
Y erigió allí
un altar, y llamóle: El Dios de Israel.
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Capítulo 34
34:1
Y SALIÓ Dina
la hija de Lea, la cual había ésta parido á Jacob, á ver las hijas del país.
34:2
Y vióla Sichêm,
hijo de Hamor Heveo, príncipe de aquella tierra, y tomóla, y echóse con ella, y
la deshonró.
34:3
Mas su alma
se apegó á Dina la hija de Lea, y enamoróse de la moza, y habló al corazón de
la joven.
34:4
Y habló
Sichêm á Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer esta moza.
34:5
Y oyó Jacob
que había Sichêm amancillado á Dina su hija: y estando sus hijos con su ganando
en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.
34:6
Y dirigióse
Hamor padre de Sichêm á Jacob, para hablar con él.
34:7
Y los hijos
de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los
varones, y se ensañaron mucho, porque hizo vileza en Israel echándose con la
hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
34:8
Y Hamor habló
con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Sichêm se ha apegado á vuestra hija;
ruégoos que se la deis por mujer.
34:9
Y emparentad
con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.
34:10
Y habitad con
nostros; porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella,
y tomad en ella posesión.
34:11
Sichêm
también dijo á su padre y á sus hermanos: Halle yo gracia en vuestros ojos, y
daré lo que me dijereis.
34:12
Aumentad á
cargo mío mucho dote y dones, que yo daré cuanto me dijereis, y dadme la moza por
mujer.
34:13
Y
respondieron los hijos de Jacob á Sichêm y á Hamor su padre con engaño; y
parlaron, por cuanto había amancillado á Dina su hermana.
34:14
Y dijéronles:
No podemos hacer esto de dar nuestra hermana á hombre que tiene prepucio;
porque entre nosotros es abominación.
34:15
Mas con esta
condición os haremos placer: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide
entre vosotros todo varón;
34:16
Entonces os
daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con
vosotros, y seremos un pueblo.
34:17
Mas si no nos
prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija, y nos iremos.
34:18
Y parecieron
bien sus palabras á Hamor y á Sichêm, hijo de Hamor.
34:19
Y no dilató
el mozo hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado: y él era el
más honrado de toda la casa de su padre.
34:20
Entonces
Hamor y Sichêm su hijo vinieron á la puerta de su ciudad, y hablaron á los
varones de su ciudad, diciendo:
34:21
Estos varones
son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él: pues he
aquí la tierra es bastante ancha para ellos: nosotros tomaremos sus hijas por
mujeres, y les daremos las nuestras.
34:22
Mas con esta
condición nos harán estos hombres el placer de habitar con nosotros, para que
seamos un pueblo: si se circuncidare en nosotros todo varón, así como ellos son
circuncidados.
34:23
Sus ganados,
y su hacienda y todas sus bestias, serán nuestras: solamente convengamos con
ellos, y habitarán con nosotros.
34:24
Y obedecieron
á Hamor y á Sichêm su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y
circuncidaron á todo varón, á cuantos salían por la puerta de su ciudad.
34:25
Y sucedió que
al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los dos hijos de Jacob, Simeón
y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la
ciudad animosamente, y mataron á todo varón.
34:26
Y á Hamor y á
Sichêm su hijo los mataron á filo de espada: y tomaron á Dina de casa de
Sichêm, y saliéronse.
34:27
Y los hijos
de Jacob vinieron á los muertos y saquearon la ciudad; por cuanto habían
amancillado á su hermana.
34:28
Tomaron sus
ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,
34:29
Y toda su
hacienda; se llevaron cautivos á todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo
lo que había en casa.
34:30
Entonces dijo
Jacob á Simeón y á Leví: Habéisme turbado con hacerme abominable á los
moradores de aquesta tierra, el Cananeo y el Pherezeo; y teniendo yo pocos
hombres, juntarse han contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa.
34:31
Y ellos
respondieron ¿Había él de tratar á nuestra hermana como á una ramera?
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Capítulo 35
35:1
Y DIJO Dios á
Jacob: Levántate, sube á Beth-el, y estáte allí; y haz allí un altar al Dios
que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
35:2
Entonces
Jacob dijo á su familia y á todos los que con él estaban: Quitad los dioses
ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.
35:3
Y levantémonos,
y subamos á Beth-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi
angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.
35:4
Así dieron á
Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarzillos que
estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba
junto á Sichêm.
35:5
Y
partiéronse, y el terror de Dios fué sobre las ciudades que había en sus
alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.
35:6
Y llegó Jacob
á Luz, que está en tierra de Canaán, (esta es Beth-el) él y todo el pueblo que
con él estaba;
35:7
Y edificó
allí un altar, y llamó el lugar El-Beth-el, porque allí le había aparecido
Dios, cuando huía de su hermano.
35:8
Entonces
murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada á las raíces de Beth-el, debajo de
una encina: y llamóse su nombre Allon-Bacuth.
35:9
Y aparecióse
otra vez Dios á Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y bendíjole.
35:10
Y díjole
Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será
tu nombre: y llamó su nombre Israel.
35:11
Y díjole
Dios: Yo soy el Dios Omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto
de naciones procederá de ti, y reyes saldrán de tus lomos:
35:12
Y la tierra
que yo he dado á Abraham y á Isaac, la daré á ti: y á tu simiente después de ti
daré la tierra.
35:13
Y fuése de él
Dios, del lugar donde con él había hablado.
35:14
Y Jacob
erigió un título en el lugar donde había hablado con él, un título de piedra, y
derramó sobre él libación, y echó sobre él aceite.
35:15
Y llamó Jacob
el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Beth-el.
35:16
Y partieron
de Beth-el, y había aún como media legua de tierra para llegar á Ephrata,
cuando parió Rachêl, y hubo trabajo en su parto.
35:17
Y aconteció,
que como había trabajo en su parir, díjole la partera: No temas, que también
tendrás este hijo.
35:18
Y acaeció que
al salírsele el alma, (pues murió) llamó su nombre Benoni; mas su padre lo
llamó Benjamín.
35:19
Así murió
Rachêl, y fué sepultada en el camino del Ephrata, la cual es Beth-lehem.
35:20
Y puso Jacob
un título sobre su sepultura: este es el título de la sepultura de Rachêl hasta
hoy.
35:21
Y partió
Israel, y tendió su tienda de la otra parte de Migdaleder.
35:22
Y acaeció,
morando Israel en aquella tierra, que fué Rubén y durmió con Bilha la concubina
de su padre; lo cual llegó á entender Israel. Ahora bien, los hijos de Israel
fueron doce:
35:23
Los hijos de
Lea: Rubén el primogénito de Jacob, y Simeón, y Leví, y Judá, é Issachâr, y
Zabulón.
35:24
Los hijos de
Rachêl: José, y Benjamín.
35:25
Y los hijos
de Bilha, sierva de Rachêl: Dan, y Nephtalí.
35:26
Y los hijos
de Zilpa, sierva de Lea: Gad, y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le
nacieron en Padan-aram.
35:27
Y vino Jacob
á Isaac su padre á Mamre, á la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron
Abraham é Isaac.
35:28
Y fueron los
días de Isaac ciento ochenta años.
35:29
Y exhaló
Isaac el espíritu, y murió, y fué recogido á sus pueblos, viejo y harto de
días; y sepultáronlo Esaú y Jacob sus hijos.
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Capítulo 36
36:1
Y ESTAS son
las generaciones de Esaú, el cual es Edom.
36:2
Esaú tomó sus
mujeres de las hijas de Canaán: á Ada, hija de Elón Hetheo, y á Aholibama, hija
de Ana, hija de Zibeón el Heveo;
36:3
Y á Basemath,
hija de Ismael, hermana de Navaioth.
36:4
Y Ada parió á
Esaú á Eliphaz; y Basemath parió á Reuel.
36:5
Y Aholibama
parió á Jeús, y á Jaalam, y á Cora: estos son los hijos de Esaú, que le
nacieron en la tierra de Canaán.
36:6
Y Esaú tomó
sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus
ganados, y todas sus bestias, y toda su hacienda que había adquirido en la
tierra de Canaán, y fuése á otra tierra de delante de Jacob su hermano.
36:7
Porque la
hacienda de ellos era grande, y no podían habitar juntos, ni la tierra de su
peregrinación los podía sostener á causa de sus ganados.
36:8
Y Esaú habitó
en el monte de Seir: Esaú es Edom.
36:9
Estos son los
linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir.
36:10
Estos son los
nombres de los hijos de Esaú: Eliphaz, hijo de Ada, mujer de Esaú; Reuel, hijo
de Basemath, mujer de Esaú.
36:11
Y los hijos de
Eliphaz fueron Temán, Omar, Zepho, Gatam, y Cenaz.
36:12
Y Timna fué
concubina de Eliphaz, hijo de Esaú, la cual le parió á Amalec: estos son los
hijos de Ada, mujer de Esaú.
36:13
Y los hijos de
Reuel fueron Nahath, Zera, Samma, y Mizza: estos son los hijos de Basemath,
mujer de Esaú.
36:14
Estos fueron
los hijos de Aholibama, mujer de Esaú, hija de Ana, que fué hija de Zibeón:
ella parió á Esaú á Jeús, Jaalam, y Cora.
36:15
Estos son los
duques de los hijos de Esaú. Hijos de Eliphaz, primogénito de Esaú: el duque
Temán, el duque Omar, el duque Zepho, el duque Cenaz,
36:16
El duque
Cora, el duque Gatam, y el duque Amalec: estos son los duques de Eliphaz en la
tierra de Edom; estos fueron los hijos de Ada.
36:17
Y estos son
los hijos de Reuel, hijo de Esaú: el duque Nahath, el duque Zera, el duque
Samma, y el duque Mizza: estos son los duques de la línea de Reuel en la tierra
de Edom; estos hijos vienen de Basemath, mujer de Esaú.
36:18
Y estos son
los hijos de Aholibama, mujer de Esaú: el duque Jeús, el duque Jaalam, y el
duque Cora: estos fueron los duques que salieron de Aholibama, mujer de Esaú,
hija de Ana.
36:19
Estos, pues,
son los hijos de Esaú, y sus duques: él es Edom.
36:20
Y estos son
los hijos de Seir Horeo, moradores de aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón,
Ana,
36:21
Disón, Ezer,
y Disán: estos son los duques de los Horeos, hijos de Seir en la tierra de
Edom.
36:22
Los hijos de
Lotán fueron Hori y Hemán; y Timna fué hermana de Lotán.
36:23
Y los hijos
de Sobal fueron Alván, Manahath, Ebal, Sepho, y Onán.
36:24
Y los hijos
de Zibeón fueron Aja, y Ana. Este Ana es el que descubrió los mulos en el
desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre.
36:25
Los hijos de Ana
fueron Disón, y Aholibama, hija de Ana.
36:26
Y estos
fueron los hijos de Disón: Hemdán, Eshbán, Ithram, y Cherán.
36:27
Y estos
fueron los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván, y Acán.
36:28
Estos fueron
los hijos de Disán: Huz, y Arán.
36:29
Y estos fueron
los duques de los Horeos: el duque Lotán, el duque Sobal, el duque Zibeón, el
duque Ana.
36:30
El duque
Disón, el duque Ezer, el duque Disán: estos fueron los duques de los Horeos:
por sus ducados en la tierra de Seir.
36:31
Y los reyes
que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de
Israel, fueron estos:
36:32
Bela, hijo de
Beor, reinó en Edom: y el nombre de su ciudad fué Dinaba.
36:33
Y murió Bela,
y reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, de Bosra.
36:34
Y murió Jobab,
y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán.
36:35
Y murió
Husam, y reinó en su lugar Adad, hijo de Badad, el que hirió á Midián en el
campo de Moab: y el nombre de su ciudad fué Avith.
36:36
Y murió Adad,
y en su lugar reinó Samla, de Masreca.
36:37
Y murió
Samla, y reinó en su lugar Saúl, de Rehoboth del Río.
36:38
Y murió Saúl,
y en lugar suyo reinó Baalanán, hijo de Achbor.
36:39
Y murió
Baalanán, hijo de Achbor, y reinó Adar en lugar suyo: y el nombre de su ciudad fué
Pau; y el nombre de su mujer Meetabel, hija de Matred, hija de Mezaab.
36:40
Estos, pues,
son los nombres de los duques de Esaú por sus linajes, por sus lugares, y sus
nombres: el duque Timna, el duque Alva, el duque Jetheth,
36:41
El duque
Aholibama, el duque Ela, el duque Pinón,
36:42
El duque
Cenaz, el duque Temán, el duque Mibzar,
36:43
El duque
Magdiel, y el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom por sus habitaciones
en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los Idumeos.
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Capítulo 37
37:1
Y HABITÓ
Jacob en la tierra donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán.
37:2
Estas fueron
las generaciones de Jacob. José, siendo de edad de diez y siete años apacentaba
las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha, y con
los hijos de Zilpa, mujeres de su padre: y noticiaba José á su padre la mala
fama de ellos.
37:3
Y amaba
Israel á José más que á todos sus hijos, porque le había tenido en su vejez: y
le hizo una ropa de diversos colores.
37:4
Y viendo sus
hermanos que su padre lo amaba más que á todos sus hermanos, aborrecíanle, y no
le podían hablar pacíficamente.
37:5
Y soñó José
un sueño y contólo á sus hermanos; y ellos vinieron á aborrecerle más todavía.
37:6
Y él les
dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:
37:7
He aquí que
atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y
estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al
mío.
37:8
Y respondiéronle
sus hermanos: ¿Has de reinar tú sobre nosotros, ó te has de enseñorear sobre
nosotros? Y le aborrecieron aún más á causa de sus sueños y de sus palabras.
37:9
Y soñó aún
otro sueño, y contólo á sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro
sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban á mí.
37:10
Y contólo á
su padre y á sus hermanos: y su padre le reprendió, y díjole: ¿Qué sueño es
este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos, á inclinarnos
á ti á tierra?
37:11
Y sus
hermanos le tenían envidia, mas su padre paraba la consideración en ello.
37:12
Y fueron sus
hermanos á apacentar las ovejas de su padre en Sichêm.
37:13
Y dijo Israel
á José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Sichêm: ven, y te enviaré á
ellos. Y él respondió: Heme aquí.
37:14
Y él le dijo:
Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la
respuesta. Y enviólo del valle de Hebrón, y llegó á Sichêm.
37:15
Y hallólo un
hombre, andando él perdido por el campo, y preguntóle aquel hombre, diciendo:
¿Qué buscas?
37:16
Y él
respondió: Busco á mis hermanos: ruégote que me muestres dónde pastan.
37:17
Y aquel
hombre respondió: Ya se han ido de aquí; yo les oí decir: Vamos á Dothán.
Entonces José fué tras de sus hermanos, y hallólos en Dothán.
37:18
Y como ellos
lo vieron de lejos, antes que cerca de ellos llegara, proyectaron contra él
para matarle.
37:19
Y dijeron el
uno al otro: He aquí viene el soñador;
37:20
Ahora pues, venid,
y matémoslo y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia le
devoró: y veremos qué serán sus sueños.
37:21
Y como Rubén
oyó esto, librólo de sus manos y dijo: No lo matemos.
37:22
Y díjoles
Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y
no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver á su
padre.
37:23
Y sucedió
que, cuando llegó José á sus hermanos, ellos hicieron desnudar á José su ropa,
la ropa de colores que tenía sobre sí;
37:24
Y tomáronlo,
y echáronle en la cisterna; mas la cisterna estaba vacía, no había en ella
agua.
37:25
Y sentáronse
á comer pan: y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de Ismaelitas
que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas y bálsamo y mirra, é iban á
llevarlo á Egipto.
37:26
Entonces Judá
dijo á sus hermanos: ¿Qué provecho el que matemos á nuestro hermano y
encubramos su muerte?
37:27
Venid, y
vendámosle á los Ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; que nuestro
hermano es nuestra carne. Y sus hermanos acordaron con él.
37:28
Y como
pasaban los Midianitas mercaderes, sacaron ellos á José de la cisterna, y
trajéronle arriba, y le vendieron á los Ismaelitas por veinte piezas de plata.
Y llevaron á José á Egipto.
37:29
Y Rubén volvió
á la cisterna, y no halló á José dentro, y rasgó sus vestidos.
37:30
Y tornó á sus
hermanos y dijo: El mozo no parece; y yo, ¿adónde iré yo?
37:31
Entonces
tomaron ellos la ropa de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron
la ropa con la sangre;
37:32
Y enviaron la
ropa de colores y trajéronla á su padre, y dijeron: Esta hemos hallado,
reconoce ahora si es ó no la ropa de tu hijo.
37:33
Y él la
conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José ha sido
despedazado.
37:34
Entonces
Jacob rasgó sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y enlutóse por su hijo
muchos días.
37:35
Y
levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso
tomar consolación, y dijo: Porque yo tengo de descender á mi hijo enlutado
hasta la sepultura. Y llorólo su padre.
37:36
Y los
Midianitas lo vendieron en Egipto á Potiphar, eunuco de Faraón, capitán de los
de la guardia.
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Capítulo 38
38:1
Y ACONTECIÓ
en aquel tiempo, que Judá descendió de con sus hermanos, y fuése á un varón
Adullamita, que se llamaba Hira.
38:2
Y vió allí
Judá la hija de un hombre Cananeo, el cual se llamaba Súa; y tomóla, y entró á
ella:
38:3
La cual
concibió, y parió un hijo; y llamó su nombre Er.
38:4
Y concibió
otra vez, y parió un hijo, y llamó su nombre Onán.
38:5
Y volvió á
concebir, y parió un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Chezib cuando lo
parió.
38:6
Y Judá tomó
mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Thamar.
38:7
Y Er, el
primogénito de Judá, fué malo á los ojos de el Altísimo, y quitóle el Altísimo
la vida.
38:8
Entonces Judá
dijo á Onán: Entra á la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y suscita
simiente á tu hermano.
38:9
Y sabiendo Onán
que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba á la mujer de
su hermano vertía en tierra, por no dar simiente á su hermano.
38:10
Y desagradó
en ojos de el Altísimo lo que hacía, y también quitó á él la vida.
38:11
Y Judá dijo á
Thamar su nuera: Estáte viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi
hijo; porque dijo: Que quizá no muera él también como sus hermanos. Y fuése
Thamar, y estúvose en casa de su padre.
38:12
Y pasaron
muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá; y Judá se consoló, y subía
á los trasquiladores de sus ovejas á Timnath, él y su amigo Hira el Adullamita.
38:13
Y fué dado
aviso á Thamar, diciendo: He aquí tu suegro sube á Timnath á trasquilar sus
ovejas.
38:14
Entonces
quitó ella de sobre sí los vestidos de su viudez, y cubrióse con un velo, y
arrebozóse, y se puso á la puerta de las aguas que están junto al camino de
Timnath; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada á él por mujer.
38:15
Y vióla Judá,
y túvola por ramera, porque había ella cubierto su rostro.
38:16
Y apartóse
del camino hacia ella, y díjole: Ea, pues, ahora entraré á ti; porque no sabía
que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me has de dar, si entrares á mí?
38:17
El respondió:
Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Hasme de dar
prenda hasta que lo envíes.
38:18
Entonces él
dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, y tu manto, y tu bordón
que tienes en tu mano. Y él se los dió, y entró á ella, la cual concibió de él.
38:19
Y levantóse,
y fuése: y quitóse el velo de sobre sí, y vistióse las ropas de su viudez.
38:20
Y Judá envió
el cabrito de las cabras por mano de su amigo el Adullamita, para que tomase la
prenda de mano de la mujer; mas no la halló.
38:21
Y preguntó á
los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de las aguas junto
al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí ramera.
38:22
Entonces él
se volvió á Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar
dijeron: Aquí no ha estado ramera.
38:23
Y Judá dijo:
Tómeselo para sí, porque no seamos menospreciados: he aquí yo he enviado este
cabrito, y tú no la hallaste.
38:24
Y acaeció que
al cabo de unos tres meses fué dado aviso á Judá, diciendo: Thamar tu nuera ha
fornicado, y aun cierto está preñada de las fornicaciones. Y Judá dijo:
Sacadla, y sea quemada.
38:25
Y ella cuando
la sacaban, envió á decir á su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy
preñada: y dijo más: Mira ahora cuyas son estas cosas, el anillo, y el manto, y
el bordón.
38:26
Entonces Judá
los reconoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no la he dado á Sela mi
hijo. Y nunca más la conoció.
38:27
Y aconteció
que al tiempo del parir, he aquí había dos en su vientre.
38:28
Y sucedió,
cuando paría, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató á su mano un
hilo de grana, diciendo: Este salió primero.
38:29
Empero fué
que tornando él á meter la mano, he aquí su hermano salió; y ella dijo: ¿Por
qué has hecho sobre ti rotura? Y llamó su nombre Phares.
38:30
Y después
salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre
Zara.
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Capítulo 39
39:1
Y LLEVADO
José á Egipto, comprólo Potiphar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia,
varón Egipcio, de mano de los Ismaelitas que lo habían llevado allá.
39:2
Mas el
Altísimo fué con José, y fué varón prosperado: y estaba en la casa de su señor
el Egipcio.
39:3
Y vió su
señor que el Altísimo era con él, y que todo lo que él hacía, el Altísimo lo
hacía prosperar en su mano.
39:4
Así halló
José gracia en sus ojos, y servíale; y él le hizo mayordomo de su casa, y
entregó en su poder todo lo que tenía.
39:5
Y aconteció
que, desde cuando le dió el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, el
Altísimo bendijo la casa del Egipcio á causa de José; y la bendición de el
Altísimo fué sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
39:6
Y dejó todo
lo que tenía en mano de José; ni con él sabía de nada más que del pan que
comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
39:7
Y aconteció
después de esto, que la mujer de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Duerme
conmigo.
39:8
Y él no
quiso, y dijo á la mujer de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo
que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene:
39:9
No hay otro
mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino á ti, por cuanto
tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal y pecaría contra Dios?
39:10
Y fué que
hablando ella á José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de
ella, para estar con ella.
39:11
Aconteció que
entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa
allí en casa.
39:12
Y asiólo ella
por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces dejóla él su ropa en las manos,
y huyó, y salióse fuera.
39:13
Y acaeció que
cuando vió ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huído fuera,
39:14
Llamó á los de
casa, y hablóles diciendo: Mirad, nos ha traído un Hebreo, para que hiciese
burla de nosotros: vino él á mí para dormir conmigo, y yo dí grandes voces;
39:15
Y viendo que
yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto á mí su ropa, y huyó, y salióse fuera.
39:16
Y ella puso
junto á sí la ropa de él, hasta que vino su señor á su casa.
39:17
Entonces le
habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo Hebreo que nos trajiste,
vino á mí para deshonrarme;
39:18
Y como yo
alcé mi voz y grite, él dejó su ropa junto á mí, y huyó fuera.
39:19
Y sucedió que
como oyó su señor las palabras que su mujer le hablara, diciendo: Así me ha
tratado tu siervo; encendióse su furor.
39:20
Y tomó su
señor á José, y púsole en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey,
y estuvo allí en la casa de la cárcel.
39:21
Mas el
Altísimo fué con José, y extendió á él su misericordia, y dióle gracia en ojos
del principal de la casa de la cárcel.
39:22
Y el
principal de la casa de la cárcel entregó en mano de José todos los presos que
había en aquella prisión; todo lo que hacían allí, él lo hacía.
39:23
No veía el
principal de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque el Altísimo
era con él, y lo que él hacía, el Altísimo lo prosperaba.
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Capítulo 40
40:1
Y ACONTECIÓ
después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero
delinquieron contra su señor el rey de Egipto.
40:2
Y enojóse
Faraón contra sus dos eunucos, contra el principal de los coperos, y contra el
principal de los panaderos:
40:3
Y púsolos en
prisión en la casa del capitán de los de la guardia, en la casa de la cárcel
donde José estaba preso.
40:4
Y el capitán
de los de la guardia dió cargo de ellos á José, y él les servía: y estuvieron
días en la prisión.
40:5
Y ambos á
dos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la
prisión, vieron un sueño, cada uno su sueño en una misma noche, cada uno
conforme á la declaración de su sueño.
40:6
Y vino á
ellos José por la mañana, y mirólos, y he aquí que estaban tristes.
40:7
Y él preguntó
á aquellos eunucos de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su
señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?
40:8
Y ellos le
dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo declare. Entonces les dijo
José: ¿No son de Dios las declaraciones? Contádmelo ahora.
40:9
Entonces el
principal de los coperos contó su sueño á José, y díjole: Yo soñaba que veía
una vid delante de mí,
40:10
Y en la vid
tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor, viniendo á
madurar sus racimos de uvas:
40:11
Y que la copa
de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas, y las exprimía en la copa de
Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón.
40:12
Y díjole
José: Esta es su declaración: Los tres sarmientos son tres días:
40:13
Al cabo de
tres días Faraón te hará levantar cabeza, y te restituirá á tu puesto: y darás
la copa á Faraón en su mano, como solías cuando eras su copero.
40:14
Acuérdate, pues,
de mí para contigo cuando tuvieres ese bien, y ruégote que uses conmigo de
misericordia, y hagas mención de mí á Faraón, y me saques de esta casa:
40:15
Porque
hurtado he sido de la tierra de los Hebreos; y tampoco he hecho aquí porqué me
hubiesen de poner en la cárcel.
40:16
Y viendo el
principal de los panaderos que había declarado para bien, dijo á José: También
yo soñaba que veía tres canastillos blancos sobre mi cabeza;
40:17
Y en el
canastillo más alto había de todas las viandas de Faraón, obra de panadero; y
que las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.
40:18
Entonces
respondió José, y dijo: Esta es su declaración: Los tres canastillos tres días
son;
40:19
Al cabo de
tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y
las aves comerán tu carne de sobre ti.
40:20
Y fué el
tercero día el día del nacimiento de Faraón, é hizo banquete á todos sus
sirvientes: y alzó la cabeza del principal de los coperos, y la cabeza del
principal de los panaderos, entre sus servidores.
40:21
E hizo volver
á su oficio al principal de los coperos; y dió él la copa en mano de Faraón.
40:22
Mas hizo
ahorcar al principal de los panaderos, como le había declarado José.
40:23
Y el
principal de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.
volver al inicio
Capítulo 41
41:1
Y ACONTECIÓ
que pasados dos años tuvo Faraón un sueño: Parecíale que estaba junto al río;
41:2
Y que del río
subían siete vacas, hermosas á la vista, y muy gordas, y pacían en el prado:
41:3
Y que otras
siete vacas subían tras ellas del río, de fea vista, y enjutas de carne, y se
pararon cerca de las vacas hermosas á la orilla del río:
41:4
Y que las vacas
de fea vista y enjutas de carne devoraban á las siete vacas hermosas y muy
gordas. Y despertó Faraón.
41:5
Durmióse de
nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una
sola caña:
41:6
Y que otras
siete espigas menudas y abatidas del Solano, salían después de ellas:
41:7
Y las siete
espigas menudas devoraban á las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó
Faraón, y he aquí que era sueño.
41:8
Y acaeció que
á la mañana estaba agitado su espíritu; y envió é hizo llamar á todos los magos
de Egipto, y á todos sus sabios: y contóles Faraón sus sueños, mas no había
quien á Faraón los declarase.
41:9
Entonces el
principal de los coperos habló á Faraón, diciendo: Acuérdome hoy de mis faltas:
41:10
Faraón se
enojó contra sus siervos, y á mí me echó á la prisión de la casa del capitán de
los de la guardia, á mí y al principal de los panaderos:
41:11
Y yo y él
vimos un sueño una misma noche: cada uno soñó conforme á la declaración de su
sueño.
41:12
Y estaba allí
con nosotros un mozo Hebreo, sirviente del capitán de los de la guardia; y se
lo contamos, y él nos declaró nuestros sueños, y declaró á cada uno conforme á
su sueño.
41:13
Y aconteció
que como él nos declaró, así fué: á mí me hizo volver á mi puesto, é hizo
colgar al otro.
41:14
Entonces
Faraón envió y llamó á José; é hiciéronle salir corriendo de la cárcel, y le
cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino á Faraón.
41:15
Y dijo Faraón
á José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo declare; mas he oído decir de
ti, que oyes sueños para declararlos.
41:16
Y respondió
José á Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz á Faraón.
41:17
Entonces
Faraón dijo á José: En mi sueño parecíame que estaba á la orilla del río:
41:18
Y que del río
subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el
prado:
41:19
Y que otras
siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza; tan extenuadas,
que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad:
41:20
Y las vacas
flacas y feas devoraban á las siete primeras vacas gruesas:
41:21
Y entraban en
sus entrañas, mas no se conocía que hubiese entrado en ellas, porque su parecer
era aún malo, como de primero. Y yo desperté.
41:22
Vi también
soñando, que siete espigas subían en una misma caña llenas y hermosas;
41:23
Y que otras
siete espigas menudas, marchitas, abatidas del Solano, subían después de ellas:
41:24
Y las espigas
menudas devoraban á las siete espigas hermosas: y helo dicho á los magos, mas
no hay quien me lo declare.
41:25
Entonces
respondió José á Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado á
Faraón lo que va á hacer.
41:26
Las siete
vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño
es uno mismo.
41:27
También las
siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete
espigas menudas y marchitas del Solano, siete años serán de hambre.
41:28
Esto es lo que
respondo á Faraón. Lo que Dios va á hacer, halo mostrado á Faraón.
41:29
He aquí
vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de Egipto:
41:30
Y levantarse
han tras ellos siete años de hambre; y toda la hartura será olvidada en la
tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra;
41:31
Y aquella
abundancia no se echará de ver á causa del hambre siguiente, la cual será
gravísima.
41:32
Y el suceder
el sueño á Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y
que Dios se apresura á hacerla.
41:33
Por tanto,
provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra
de Egipto.
41:34
Haga esto
Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los
siete años de la hartura;
41:35
Y junten toda
la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano
de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
41:36
Y esté
aquella provisión en depósito para el país, para los siete años del hambre que
serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.
41:37
Y el negocio
pareció bien á Faraón, y á sus siervos.
41:38
Y dijo Faraón
á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien haya espíritu
de Dios?
41:39
Y dijo Faraón
á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio
como tú:
41:40
Tú serás
sobre mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo: solamente en el
trono seré yo mayor que tú.
41:41
Dijo más Faraón
á José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
41:42
Entonces
Faraón quitó su anillo de su mano, y púsolo en la mano de José, é hízole vestir
de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
41:43
E hízolo
subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: Doblad la rodilla: y
púsole sobre toda la tierra de Egipto.
41:44
Y dijo Faraón
á José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra
de Egipto.
41:45
Y llamó
Faraón el nombre de José, Zaphnath-paaneah; y dióle por mujer á Asenath, hija
de Potipherah, sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto.
41:46
Y era José de
edad de treinta años cuando fué presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y
salió José de delante de Faraón, y transitó por toda la tierra de Egipto.
41:47
E hizo la
tierra en aquellos siete años de hartura á montones.
41:48
Y él juntó
todo el mantenimiento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto, y
guardó mantenimiento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el mantenimiento
del campo de sus alrededores.
41:49
Y acopió José
trigo como arena de la mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque
no tenía número.
41:50
Y nacieron á
José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le parió
Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On.
41:51
Y llamó José
el nombre del primogénito Manasés; porque Dios (dijo) me hizo olvidar todo mi
trabajo, y toda la casa de mi padre.
41:52
Y el nombre
del segundo llamólo Ephraim; porque Dios (dijo) me hizo fértil en la tierra de
mi aflicción.
41:53
Y
cumpliéronse los siete años de la hartura, que hubo en la tierra de Egipto.
41:54
Y comenzaron
á venir los siete años del hambre, como José había dicho: y hubo hambre en todos
los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.
41:55
Y cuando se
sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó á Faraón por pan.
Y dijo Faraón á todos los Egipcios: Id á José, y haced lo que él os dijere.
41:56
Y el hambre estaba
por toda la extensión del país. Entonces abrió José todo granero donde había, y
vendía á los Egipcios; porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto.
41:57
Y toda la
tierra venía á Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había
crecido el hambre.
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Capítulo 42
42:1
Y VIENDO
Jacob que en Egipto había alimentos, dijo á sus hijos: ¿Por qué os estáis
mirando?
42:2
Y dijo: He
aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí
para nosotros, para que podamos vivir, y no nos muramos.
42:3
Y
descendieron los diez hermanos de José á comprar trigo á Egipto.
42:4
Mas Jacob no
envió á Benjamín hermano de José con sus hermanos; porque dijo: No sea acaso
que le acontezca algún desastre.
42:5
Y vinieron
los hijos de Israel á comprar entre los que venían: porque había hambre en la
tierra de Canaán.
42:6
Y José era el
señor de la tierra, que vendía á todo el pueblo de la tierra: y llegaron los
hermanos de José, é inclináronse á él rostro por tierra.
42:7
Y José como
vió á sus hermanos, conociólos; mas hizo que no los conocía, y hablóles
ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la
tierra de Canaán á comprar alimentos.
42:8
José, pues, conoció
á sus hermanos; pero ellos no le conocieron.
42:9
Entonces se
acordó José de los sueños que había tenido de ellos, y díjoles: Espías sois;
por ver lo descubierto del país habéis venido.
42:10
Y ellos le
respondieron: No, señor mío: mas tus siervos han venido á comprar alimentos.
42:11
Todos
nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos nunca
fueron espías.
42:12
Y él les
dijo: No; á ver lo descubierto del país habéis venido.
42:13
Y ellos
respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra
de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.
42:14
Y José les
dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías:
42:15
En esto
seréis probados: Vive Faraón que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro
hermano menor aquí viniere.
42:16
Enviad uno de
vosotros, y traiga á vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras
palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros: y si no, vive Faraón, que
sois espías.
42:17
Y juntólos en
la cárcel por tres días.
42:18
Y al tercer
día díjoles José: Haced esto, y vivid: Yo temo á Dios:
42:19
Si sois
hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros
hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa:
42:20
Pero habéis
de traerme á vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no
moriréis. Y ellos lo hicieron así.
42:21
Y decían el
uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos la angustia
de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos: por eso ha venido sobre nosotros
esta angustia.
42:22
Entonces
Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el
mozo; y no escuchásteis? He aquí también su sangre es requerida.
42:23
Y ellos no
sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos.
42:24
Y apartóse él
de ellos, y lloró: después volvió á ellos, y les habló, y tomó de entre ellos á
Simeón, y aprisionóle á vista de ellos.
42:25
Y mandó José
que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos,
poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino: é hízose así con
ellos.
42:26
Y ellos
pusieron su trigo sobre sus asnos, y fuéronse de allí.
42:27
Y abriendo
uno de ellos su saco para dar de comer á su asno en el mesón, vió su dinero que
estaba en la boca de su costal.
42:28
Y dijo á sus
hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en mi saco.
Sobresaltóseles entonces el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué
es esto que nos ha hecho Dios?
42:29
Y venidos á
Jacob su padre en tierra de Canaán, contáronle todo lo que les había acaecido,
diciendo:
42:30
Aquel varón,
señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como á espías de la
tierra:
42:31
Y nosotros le
dijimos: Somos hombres de verdad, nunca fuimos espías:
42:32
Somos doce
hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con
nuestro padre en la tierra de Canaán.
42:33
Y aquel varón,
señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad;
dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras
casas, y andad,
42:34
Y traedme á
vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres de
verdad: así os daré á vuestro hermano, y negociaréis en la tierra.
42:35
Y aconteció
que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el
atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron
temor.
42:36
Entonces su
padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón
tampoco, y á Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas.
42:37
Y Rubén habló
á su padre, diciendo: Harás morir á mis dos hijos, si no te lo volviere;
entrégalo en mi mano, que yo lo volveré á ti.
42:38
Y él dijo: No
descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano es muerto, y él solo ha
quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis
descender mis canas con dolor á la sepultura.
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Capítulo 43
43:1
Y EL hambre
era grande en la tierra.
43:2
Y aconteció
que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre:
Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.
43:3
Y respondió
Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No
veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros.
43:4
Si enviares á
nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:
43:5
Pero si no le
enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro
sin vuestro hermano con vosotros.
43:6
Y dijo
Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais más
hermano?
43:7
Y ellos respondieron:
Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra parentela,
diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿tenéis otro hermano? y declarámosle
conforme á estas palabras. ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced
venir á vuestro hermano?
43:8
Entonces Judá
dijo á Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y nos levantaremos é iremos, á
fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
43:9
Yo lo fío; á
mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti,
seré para ti el culpante todos los días:
43:10
Que si no nos
hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces.
43:11
Entonces
Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de
la tierra en vuestros vasos, y llevad á aquel varón un presente, un poco de
bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.
43:12
Y tomad en
vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las
bocas de vuestros costales; quizá fué yerro.
43:13
Tomad también
á vuestro hermano, y levantaos, y volved á aquel varón.
43:14
Y el Dios
Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro
vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.
43:15
Entonces
tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y á
Benjamín; y se levantaron, y descendieron á Egipto, y presentáronse delante de
José.
43:16
Y vió José á
Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete en casa á esos
hombres, y degüella víctima, y aderéza la; porque estos hombres comerán conmigo
al medio día.
43:17
E hizo el
hombre como José dijo; y metió aquel hombre á los hombres en casa de José.
43:18
Y aquellos hombres
tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el dinero
que fué vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido aquí, para
revolver contra nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos á
nosotros, y á nuestros asnos.
43:19
Y llegáronse
al mayordomo de la casa de José, y le hablaron á la entrada de la casa.
43:20
Y dijeron:
Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al principio á
comprar alimentos:
43:21
Y aconteció
que como vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de
cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y
hémoslo vuelto en nuestras manos.
43:22
Hemos también
traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no sabemos
quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.
43:23
Y él
respondió: Paz á vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre
os dió el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino á mí. Y sacó á
Simeón á ellos.
43:24
Y metió aquel
varón á aquellos hombres en casa de José: y dióles agua, y lavaron sus pies: y
dió de comer á sus asnos.
43:25
Y ellos
prepararon el presente entretanto que venía José al medio día, porque habían
oído que allí habían de comer pan.
43:26
Y vino José á
casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, é
inclináronse á él hasta tierra.
43:27
Entonces les
preguntó él cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, lo
pasa bien? ¿vive todavía?
43:28
Y ellos respondieron:
Bien va á tu siervo nuestro padre; aun vive. Y se inclinaron, é hicieron
reverencia.
43:29
Y alzando él
sus ojos vió á Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro
hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti,
hijo mío.
43:30
Entonces José
se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas á causa de su hermano, y
procuró donde llorar: y entróse en su cámara, y lloró allí.
43:31
Y lavó su
rostro, y salió fuera, y reprimióse, y dijo: Poned pan.
43:32
Y pusieron
para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los Egipcios que con
él comían: porque los Egipcios no pueden comer pan con los Hebreos, lo cual es
abominación á los Egipcios.
43:33
Y sentáronse
delante de él, el mayor conforme á su mayoría, y el menor conforme á su
menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.
43:34
Y él tomó
viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces
como cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y alegráronse con él.
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Capítulo 44
44:1
Y MANDÓ José
al mayordomo de su casa, diciendo: Hinche los costales de aquestos varones de
alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su
costal:
44:2
Y pondrás mi
copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su
trigo. Y él hizo como dijo José.
44:3
Venida la
mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos.
44:4
Habiendo
ellos salido de la ciudad, de la que aun no se habían alejado, dijo José á su
mayordomo: Levántate, y sigue á esos hombres; y cuando los alcanzares, diles:
¿Por qué habéis vuelto mal por bien?
44:5
¿No es ésta
en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? habéis hecho mal en lo
que hicisteis.
44:6
Y como él los
alcanzó, díjoles estas palabras.
44:7
Y ellos le
respondieron: ¿Por qué dice mi señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos.
44:8
He aquí, el
dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos á traer desde
la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata
ni oro?
44:9
Aquel de tus
siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos
siervos de mi señor.
44:10
Y él dijo:
También ahora sea conforme á vuestras palabras; aquél en quien se hallare, será
mi siervo, y vosotros seréis sin culpa.
44:11
Ellos
entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada
cual el costal suyo.
44:12
Y buscó;
desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fué hallada en el costal
de Benjamín.
44:13
Entonces
ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron á la ciudad.
44:14
Y llegó Judá
con sus hermanos á casa de José, que aun estaba allí, y postráronse delante de
él en tierra.
44:15
Y díjoles
José: ¿Qué obra es esta que habéis hecho? ¿no sabéis que un hombre como yo sabe
adivinar?
44:16
Entonces dijo
Judá: ¿Qué diremos á mi señor? ¿qué hablaremos? ¿ó con qué nos justificaremos?
Dios ha hallado la maldad de tus siervos: he aquí, nosotros somos siervos de mi
señor, nosotros, y también aquél en cuyo poder fué hallada la copa.
44:17
Y él
respondió: Nunca yo tal haga: el varón en cuyo poder fué hallada la copa, él
será mi siervo; vosotros id en paz á vuestro padre.
44:18
Entonces Judá
se llegó á él, y dijo: Ay señor mío, ruégote que hable tu siervo una palabra en
oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres
como Faraón.
44:19
Mi señor
preguntó á sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre ó hermano?
44:20
Y nosotros
respondimos á mi señor: Tenemos un padre anciano, y un mozo que le nació en su
vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y él quedó solo de su madre, y su
padre lo ama.
44:21
Y tú dijiste
á tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él.
44:22
Y nosotros
dijimos á mi señor: El mozo no puede dejar á su padre, porque si le dejare, su
padre morirá.
44:23
Y dijiste á
tus siervos: Si vuestro hermano menor no descendiere con vosotros, no veáis más
mi rostro.
44:24
Aconteció
pues, que como llegamos á mi padre tu siervo, contámosle las palabras de mi
señor.
44:25
Y dijo
nuestro padre: Volved á comprarnos un poco de alimento.
44:26
Y nosotros
respondimos: No podemos ir: si nuestro hermano fuere con nosotros, iremos;
porque no podemos ver el rostro del varón, no estando con nosotros nuestro
hermano el menor.
44:27
Entonces tu
siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos me parió mi mujer;
44:28
Y el uno
salió de conmigo, y pienso de cierto que fué despedazado, y hasta ahora no le
he visto;
44:29
Y si tomareis
también éste de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis
descender mis canas con dolor á la sepultura.
44:30
Ahora, pues,
cuando llegare yo á tu siervo mi padre, y el mozo no fuere conmigo, como su
alma está ligada al alma de él,
44:31
Sucederá que
cuando no vea al mozo, morirá: y tus siervos harán descender las canas de tu
siervo nuestro padre con dolor á la sepultura.
44:32
Como tu
siervo salió por fiador del mozo con mi padre, diciendo: Si no te lo volviere,
entonces yo seré culpable para mi padre todos los días;
44:33
Ruégote por
tanto que quede ahora tu siervo por el mozo por siervo de mi señor, y que el
mozo vaya con sus hermanos.
44:34
Porque ¿cómo iré
yo á mi padre sin el mozo? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá á mi
padre.
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Capítulo 45
45:1
NO podía ya
José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced
salir de conmigo á todos. Y no quedó nadie con él, al darse á conocer José á
sus hermanos.
45:2
Entonces se
dió á llorar á voz en grito; y oyeron los Egipcios, y oyó también la casa de
Faraón.
45:3
Y dijo José á
sus hermanos: Yo soy José: ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron
responderle, porque estaban turbados delante de él.
45:4
Entonces dijo
José á sus hermanos: Llegaos ahora á mí. Y ellos se llegaron. Y él dijo: Yo soy
José vuestro hermano el que vendisteis para Egipto.
45:5
Ahora pues,
no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; que para preservación
de vida me envió Dios delante de vosotros:
45:6
Que ya ha
habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aun quedan cinco años en que
ni habrá arada ni siega.
45:7
Y Dios me
envió delante de vosotros, para que vosotros quedaseis en la tierra, y para
daros vida por medio de grande salvamento.
45:8
Así pues, no
me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, y
por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.
45:9
Daos priesa,
id á mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de
todo Egipto; ven á mí, no te detengas:
45:10
Y habitarás
en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de
tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
45:11
Y allí te
alimentaré, pues aun quedan cinco años de hambre, porque no perezcas de pobreza
tú y tu casa, y todo lo que tienes:
45:12
Y he aquí, vuestros
ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla.
45:13
Haréis pues
saber á mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto: y daos
priesa, y traed á mi padre acá.
45:14
Y echóse
sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre
su cuello.
45:15
Y besó á
todos sus hermanos, y lloró sobre ellos: y después sus hermanos hablaron con
él.
45:16
Y oyóse la
noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y
plugo en los ojos de Faraón y de sus siervos.
45:17
Y dijo Faraón
á José: Di á tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, é id, volved á
la tierra de Canaán;
45:18
Y tomad á
vuestro padre y vuestras familias, y venid á mí, que yo os daré lo bueno de la
tierra de Egipto y comeréis la grosura de la tierra.
45:19
Y tú manda:
Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras
mujeres; y tomad á vuestro padre, y venid.
45:20
Y no se os dé
nada de vuestras alhajas, porque el bien de la tierra de Egipto será vuestro.
45:21
E hiciéronlo
así los hijos de Israel: y dióles José carros conforme á la orden de Faraón, y
suministróles víveres para el camino.
45:22
A cada uno de
todos ellos dió mudas de vestidos, y á Benjamín dió trescientas piezas de
plata, y cinco mudas de vestidos.
45:23
Y á su padre
envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de
trigo, y pan y comida, para su padre en el camino.
45:24
Y despidió á sus
hermanos, y fuéronse. Y él les dijo: No riñáis por el camino.
45:25
Y subieron de
Egipto, y llegaron á la tierra de Canaán á Jacob su padre.
45:26
Y diéronle
las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto.
Y su corazón se desmayó; pues no los creía.
45:27
Y ellos le
contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo él los
carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió.
45:28
Entonces dijo
Israel: Basta; José mi hijo vive todavía: iré, y le veré antes que yo muera.
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Capítulo 46
46:1
Y PARTIÓSE
Israel con todo lo que tenía, y vino á Beer-seba, y ofreció sacrificios al Dios
de su padre Isaac.
46:2
Y habló Dios
á Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí.
46:3
Y dijo: Yo
soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender á Egipto, porque yo te
pondré allí en gran gente.
46:4
Yo descenderé
contigo á Egipto, y yo también te haré volver: y José pondrá su mano sobre tus
ojos.
46:5
Y levantóse
Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus
niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
46:6
Y tomaron sus
ganados, y su hacienda que había adquirido en la tierra de Canaán, y viniéronse
á Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo;
46:7
Sus hijos, y
los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y á toda
su simiente trajo consigo á Egipto.
46:8
Y estos son los
nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos:
Rubén, el primogénito de Jacob.
46:9
Y los hijos
de Rubén: Hanoch, y Phallu, y Hezrón, y Carmi.
46:10
Y los hijos
de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zohar, y Saúl, hijo de la
Cananea.
46:11
Y los hijos
de Leví: Gersón, Coath, y Merari.
46:12
Y los hijos
de Judá: Er, y Onán, y Sela, y Phares, y Zara: mas Er y Onán, murieron en la
tierra de Canaán. Y los hijos de Phares fueron Hezrón y Hamul.
46:13
Y los hijos
de Issachâr: Thola, y Phua, y Job, y Simrón.
46:14
Y los hijos
de Zabulón: Sered y Elón, y Jahleel.
46:15
Estos fueron
los hijos de Lea, los que parió á Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina:
treinta y tres las almas todas de sus hijos é hijas.
46:16
Y los hijos
de Gad: Ziphión, y Aggi, y Ezbón, y Suni, y Heri, y Arodi, y Areli.
46:17
Y los hijos
de Aser: Jimna, é Ishua, é Isui y Beria, y Sera, hermana de ellos. Los hijos de
Beria: Heber, y Malchîel.
46:18
Estos fueron
los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió estos á Jacob;
todas diez y seis almas.
46:19
Y los hijos
de Rachêl, mujer de Jacob: José y Benjamín.
46:20
Y nacieron á
José en la tierra de Egipto Manasés y Ephraim, los que le parió Asenath, hija de
Potipherah, sacerdote de On.
46:21
Y los hijos
de Benjamín fueron Bela, y Bechêr y Asbel, y Gera, y Naamán, y Ehi, y Ros y
Muppim, y Huppim, y Ard.
46:22
Estos fueron
los hijos de Rachêl, que nacieron á Jacob: en todas, catorce almas.
46:23
Y los hijos
de Dan: Husim.
46:24
Y los hijos
de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem.
46:25
Estos fueron
los hijos de Bilha, la que dió Labán á Rachêl su hija, y parió estos á Jacob;
todas siete almas.
46:26
Todas las
personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos, sin las
mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron sesenta y seis.
46:27
Y los hijos
de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las almas de la casa de
Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta.
46:28
Y envió á
Judá delante de sí á José, para que le viniese á ver á Gosén; y llegaron á la
tierra de Gosén.
46:29
Y José unció
su carro y vino á recibir á Israel su padre á Gosén; y se manifestó á él, y
echóse sobre su cuello, y lloró sobre su cuello bastante.
46:30
Entonces
Israel dijo á José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro, pues aun vives.
46:31
Y José dijo á
sus hermanos, y á la casa de su padre: Subiré y haré saber á Faraón, y diréle:
Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han
venido á mí;
46:32
Y los hombres
son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos: y han traído sus ovejas y
sus vacas, y todo lo que tenían.
46:33
Y cuando
Faraón os llamare y dijere: ¿cuál es vuestro oficio?
46:34
Entonces
diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde nuestra mocedad hasta
ahora, nosotros y nuestros padres; á fin que moréis en la tierra de Gosén,
porque los Egipcios abominan todo pastor de ovejas.
volver al inicio
Capítulo 47
47:1
Y JOSÉ vino,
é hizo saber á Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus
vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí,
están en la tierra de Gosén.
47:2
Y de los
postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y presentólos delante de Faraón.
47:3
Y Faraón dijo
á sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron á Faraón:
Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
47:4
Dijeron
además á Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto
para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán:
por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
47:5
Entonces
Faraón habló á José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido á ti;
47:6
La tierra de
Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar á tu padre y á
tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay entre ellos
hombres eficaces, ponlos por mayorales del ganado mío.
47:7
Y José
introdujo á su padre, y presentólo delante de Faraón; y Jacob bendijo á Faraón.
47:8
Y dijo Faraón
á Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
47:9
Y Jacob respondió
á Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años;
pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado á los
días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
47:10
Y Jacob bendijo
á Faraón, y salióse de delante de Faraón.
47:11
Así José hizo
habitar á su padre y á sus hermanos, y dióles posesión en la tierra de Egipto,
en lo mejor de la tierra, en la tierra de Rameses como mandó Faraón.
47:12
Y alimentaba
José á su padre y á sus hermanos, y á toda la casa de su padre, de pan, hasta
la boca del niño.
47:13
Y no había
pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave; por lo que desfalleció de
hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.
47:14
Y recogió
José todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto y en la tierra de
Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa
de Faraón.
47:15
Y acabado el
dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto á José
diciendo: Danos pan: ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el
dinero?
47:16
Y José dijo:
Dad vuestros ganados, y yo os daré por vuestros ganados, si se ha acabado el
dinero.
47:17
Y ellos
trajeron sus ganados á José; y José les dió alimentos por caballos, y por el
ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos: y sustentólos
de pan por todos sus ganados aquel año.
47:18
Y acabado
aquel año, vinieron á él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos á
nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya
de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros
cuerpos y nuestra tierra.
47:19
¿Por qué
moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos á
nosotros y á nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra
siervos de Faraón: y danos simiente para que vivamos y no muramos, y no sea
asolada la tierra.
47:20
Entonces
compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los Egipcios vendieron
cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos: y la tierra vino
á ser de Faraón.
47:21
Y al pueblo
hízolo pasar á las ciudades desde el un cabo del término de Egipto hasta el
otro cabo.
47:22
Solamente la tierra
de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón,
y ellos comían su ración que Faraón les daba: por eso no vendieron su tierra.
47:23
Y José dijo
al pueblo: He aquí os he hoy comprado y á vuestra tierra para Faraón: ved aquí
simiente, y sembraréis la tierra.
47:24
Y será que de
los frutos daréis el quinto á Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para
sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en
vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
47:25
Y ellos
respondieron: La vida nos has dado: hallemos gracia en ojos de mi señor, y
seamos siervos de Faraón.
47:26
Entonces José
lo puso por fuero hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el
quinto; excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fué de Faraón.
47:27
Así habitó
Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y aposesionáronse en
ella, y se aumentaron, y multiplicaron en gran manera.
47:28
Y vivió Jacob
en la tierra de Egipto diecisiete años: y fueron los días de Jacob, los años de
su vida, ciento cuarenta y siete años.
47:29
Y llegáronse
los días de Israel para morir, y llamó á José su hijo, y le dijo: Si he hallado
ahora gracia en tus ojos, ruégote que pongas tu mano debajo de mi muslo, y
harás conmigo misericordia y verdad; ruégote que no me entierres en Egipto;
47:30
Mas cuando
durmiere con mis padres, llevarme has de Egipto, y me sepultarás en el sepulcro
de ellos. Y él respondió: Yo haré como tú dices.
47:31
Y él dijo:
Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la
cama.
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Capítulo 48
48:1
Y SUCEDIÓ
después de estas cosas el haberse dicho á José: He aquí tu padre está enfermo.
Y él tomó consigo sus dos hijos Manasés y Ephraim.
48:2
Y se hizo
saber á Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene á ti. Entonces se esforzó
Israel, y sentóse sobre la cama;
48:3
Y dijo á
José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me
bendijo,
48:4
Y díjome: He aquí,
yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de pueblos: y
daré esta tierra á tu simiente después de ti por heredad perpetua.
48:5
Y ahora tus
dos hijos Ephraim y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que
viniese á ti á la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos:
48:6
Y los que
después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos
serán llamados en sus heredades.
48:7
Porque cuando
yo venía de Padan-aram, se me murió Rachêl en la tierra de Canaán, en el
camino, como media legua de tierra viniendo á Ephrata; y sepultéla allí en el
camino de Ephrata, que es Bethlehem.
48:8
Y vió Israel
los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?
48:9
Y respondió
José á su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Allégalos
ahora á mí, y los bendeciré.
48:10
Y los ojos de
Israel estaban tan agravados de la vejez, que no podía ver. Hízoles, pues,
llegar á él, y él los besó y abrazó.
48:11
Y dijo Israel
á José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu
simiente.
48:12
Entonces José
los sacó de entre sus rodillas, é inclinóse á tierra.
48:13
Y tomólos
José á ambos, Ephraim á su diestra, á la siniestra de Israel; y á Manasés á su
izquierda, á la derecha de Israel; é hízoles llegar á él.
48:14
Entonces
Israel extendió su diestra, y púsola sobre la cabeza de Ephraim, que era el
menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos
adrede, aunque Manasés era el primogénito.
48:15
Y bendijo á
José, y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham é Isaac,
el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,
48:16
El Angel que
me liberta de todo mal, bendiga á estos mozos: y mi nombre sea llamado en
ellos, y el nombre de mis padres Abraham é Isaac: y multipliquen en gran manera
en medio de la tierra.
48:17
Entonces
viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Eprhaim,
causóle esto disgusto; y asió la mano de su padre, para mudarla de sobre la
cabeza de Ephraim á la cabeza de Manasés.
48:18
Y dijo José á
su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu diestra
sobre su cabeza.
48:19
Mas su padre
no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé: también él vendrá á ser un pueblo, y
será también acrecentado; pero su hermano menor será más grande que él, y su
simiente será plenitud de gentes.
48:20
Y bendíjolos
aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Póngate Dios como á
Ephraim y como á Manasés. Y puso á Ephraim delante de Manasés.
48:21
Y dijo Israel
á José: He aquí, yo muero, mas Dios será con vosotros, y os hará volver á la
tierra de vuestros padres.
48:22
Y yo te he
dado á ti una parte sobre tus hermanos, la cual tomé yo de mano del Amorrheo
con mi espada y con mi arco.
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Capítulo 49
49:1
Y LLAMÓ Jacob
á sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los
postreros días.
49:2
Juntaos y
oid, hijos de Jacob; Y escuchad á vuestro padre Israel.
49:3
Rubén, tú
eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en
dignidad, principal en poder.
49:4
Corriente
como las aguas, no seas el principal; Por cuanto subiste al lecho de tu padre: Entonces
te envileciste, subiendo á mi estrado.
49:5
Simeón y
Leví, hermanos: Armas de iniquidad sus armas.
49:6
En su secreto
no entre mi alma, Ni mi honra se junte en su compañía; Que en su furor mataron
varón, Y en su voluntad arrancaron muro.
49:7
Maldito su
furor, que fué fiero; Y su ira, que fué dura: Yo los apartaré en Jacob, Y los
esparciré en Israel.
49:8
Judá,
alabarte han tus hermanos: Tu mano en la cerviz de tus enemigos: Los hijos de
tu padre se inclinarán á ti.
49:9
Cachorro de
león Judá: De la presa subiste, hijo mío: Encorvóse, echóse como león, Así como
león viejo; ¿quién lo despertará?
49:10
No será
quitado el cetro de Judá, Y el legislador de entre sus piés, Hasta que venga
Shiloh; Y á él se congregarán los pueblos.
49:11
Atando á la
vid su pollino, Y á la cepa el hijo de su asna, Lavó en el vino su vestido, Y
en la sangre de uvas su manto:
49:12
Sus ojos
bermejos del vino, Y los dientes blancos de la leche.
49:13
Zabulón en
puertos de mar habitará, Y será para puerto de navíos; Y su término hasta
Sidón.
49:14
Issachâr,
asno huesudo Echado entre dos tercios:
49:15
Y vió que el
descanso era bueno, Y que la tierra era deleitosa; Y bajó su hombro para
llevar, Y sirvió en tributo.
49:16
Dan juzgará á
su pueblo, Como una de las tribus de Israel.
49:17
Será Dan
serpiente junto al camino, Cerasta junto á la senda, Que muerde los talones de
los caballos, Y hace caer por detrás al cabalgador de ellos.
49:18
Tu salud
esperé, oh el Altísimo.
49:19
Gad, ejército
lo acometerá; Mas él acometerá al fin.
49:20
El pan de
Aser será grueso, Y él dará deleites al rey.
49:21
Nephtalí,
sierva dejada, Que dará dichos hermosos.
49:22
Ramo
fructífero José, Ramo fructífero junto á fuente, Cuyos vástagos se extienden
sobre el muro.
49:23
Y causáronle
amargura, Y asaeteáronle, Y aborreciéronle los archeros:
49:24
Mas su arco
quedó en fortaleza, Y los brazos de sus manos se corroboraron Por las manos del
Fuerte de Jacob, (De allí el pastor, y la piedra de Israel,)
49:25
Del Dios de
tu padre, el cual te ayudará, Y del Omnipotente, el cual te bendecirá Con
bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del abismo que está abajo,
Con bendiciones del seno y de la matriz.
49:26
Las
bendiciones de tu padre Fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores:
Hasta el término de los collados eternos Serán sobre la cabeza de José, Y sobre
la mollera del Nazareo de sus hermanos.
49:27
Benjamín,
lobo arrebatador: A la mañana comerá la presa, Y á la tarde repartirá los
despojos.
49:28
Todos estos
fueron las doce tribus de Israel: y esto fué lo que su padre les dijo, y
bendíjolos; á cada uno por su bendición los bendijo.
49:29
Mandóles
luego, y díjoles: Yo voy á ser reunido con mi pueblo: sepultadme con mis padres
en la cueva que está en el campo de Ephrón el Hetheo;
49:30
En la cueva
que está en el campo de Macpela, que está delante de Mamre en la tierra de
Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Ephrón el Hetheo, para
heredad de sepultura.
49:31
Allí
sepultaron á Abraham y á Sara su mujer; allí sepultaron á Isaac y á Rebeca su
mujer; allí también sepulté yo á Lea.
49:32
La compra del
campo y de la cueva que está en él, fué de los hijos de Heth.
49:33
Y como acabó
Jacob de dar órdenes á sus hijos, encogió sus pies en la cama, y espiró: y fué
reunido con sus padres.
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Capítulo 50
50:1
ENTONCES se
echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besólo.
50:2
Y mandó José
á sus médicos familiares que embalsamasen á su padre: y los médicos
embalsamaron á Israel.
50:3
Y
cumpliéronle cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y
lloráronlo los Egipcios setenta días.
50:4
Y pasados los
días de su luto, habló José á los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado
ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón,
diciendo:
50:5
Mi padre me
conjuró diciendo: He aquí yo muero; en mi sepulcro que yo cavé para mí en la
tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego pues que vaya yo ahora, y sepultaré
á mi padre, y volveré.
50:6
Y Faraón
dijo: Ve, y sepulta á tu padre, como él te conjuró.
50:7
Entonces José
subió á sepultar á su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los
ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto.
50:8
Y toda la
casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre: solamente dejaron en la
tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas.
50:9
Y subieron también
con él carros y gente de á caballo, é hízose un escuadrón muy grande.
50:10
Y llegaron
hasta la era de Atad, que está á la otra parte del Jordán, y endecharon allí
con grande y muy grave lamentación: y José hizo á su padre duelo por siete
días.
50:11
Y viendo los
moradores de la tierra, los Cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron:
Llanto grande es este de los Egipcios: por eso fué llamado su nombre
Abelmizraim, que está á la otra parte del Jordán.
50:12
Hicieron,
pues, sus hijos con él, según les había mandado:
50:13
Pues
lleváronlo sus hijos á la tierra de Canaán, y le sepultaron en la cueva del
campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para
heredad de sepultura, de Ephrón el Hetheo, delante de Mamre.
50:14
Y tornóse
José á Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él á sepultar á
su padre, después que le hubo sepultado.
50:15
Y viendo los
hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y
nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.
50:16
Y enviaron á
decir á José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
50:17
Así diréis á
José: Ruégote que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque
mal te trataron: por tanto ahora te rogamos que perdones la maldad de los
siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
50:18
Y vinieron
también sus hermanos, y postráronse delante de él, y dijeron: Henos aquí por
tus siervos.
50:19
Y
respondióles José: No temáis: ¿estoy yo en lugar de Dios?
50:20
Vosotros
pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo encaminó á bien, para hacer lo que vemos
hoy, para mantener en vida á mucho pueblo.
50:21
Ahora, pues,
no tengáis miedo; yo os sustentaré á vosotros y á vuestros hijos. Así los consoló,
y les habló al corazón.
50:22
Y estuvo José
en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento diez años.
50:23
Y vió José
los hijos de Ephraim hasta la tercera generación: también los hijos de Machîr,
hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José.
50:24
Y José dijo á
sus hermanos: Yo me muero; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de
aquesta tierra á la tierra que juró á Abraham, á Isaac, y á Jacob.
50:25
Y conjuró
José á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis
llevar de aquí mis huesos.
50:26
Y murió José
de edad de ciento diez años; y embalsamáronlo, y fué puesto en un ataúd en
Egipto.
adaptación de la Biblia cortesía de http://www.awmach.org/
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