EN el año segundo del rey Darío en el mes sexto, en el primer día del mes, fué palabra de el Altísimo, por mano del profeta Haggeo, á Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y á Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, diciendo:
el Altísimo de los ejércitos habla así, diciendo: Este pueblo dice: No es aún venido el tiempo, el tiempo de que la casa de el Altísimo sea reedificada.
Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda á jornal recibe su jornal en trapo horadado.
Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice el Altísimo de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre á su propia casa.
Y llamé la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce, y sobre los hombres sobre y las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
Y oyó Zorobabel hijo de Sealtiel, y Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, y todo el demás pueblo, la voz de el Altísimo su Dios, y las palabras del profeta Haggeo, como lo había enviado el Altísimo el Dios de ellos; y temió el pueblo delante de el Altísimo.
Y despertó el Altísimo el espíritu de Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, gran sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron é hicieron obra en la casa de el Altísimo de los ejércitos, su Dios.
Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice el Altísimo; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, gran sacerdote; y cobra ánimo, pueblo todo de la tierra, dice el Altísimo, y obrad: porque yo soy con vosotros, dice el Altísimo de los ejércitos.
La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho el Altísimo de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice el Altísimo de los ejércitos.
Si llevare alguno las carnes sagradas en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare el pan, ó la vianda, ó el vino, ó el aceite, ú otra cualquier comida, ¿será santificado? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
Y dijo Haggeo: Si un inmundo á causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de éstas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.
Y respondió Haggeo y dijo: Así es este pueblo, y esta gente, delante de mí, dice el Altísimo; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
Antes que fuesen estas cosas, venían al montón de veinte hanegas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros del lagar, y había veinte.
Pues poned ahora vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento al templo de el Altísimo; poned vuestro corazón.
¿Aun no está la simiente en el granero? ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de la oliva ha todavía florecido: mas desde aqueste día daré bendición.
Y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza del reino de las gentes; y trastornaré el carro, y los que en él suben; y vendrán abajo los caballos, y los que en ellos montan, cada cual por la espada de su hermano.
En aquel día, dice el Altísimo de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío, dice el Altísimo, y ponerte he como anillo de sellar: porque yo te escogí, dice el Altísimo de los ejércitos.
adaptación de la Biblia cortesía de http://www.awmach.org/