Respuestas Pastorales: HALLOWEEN, Supersticiones, disfraces, brujos, explotación comercial y supersticiones
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por Jorge Luis Zarazúa, RIES
vea también: Halloween y el
cristianismo
y
Así
es Hiolywins: Disfraces - caramelos - evangelización
1.
¿Cómo se inició realmente la celebración de Halloween?
2. Orígenes históricos de
Halloween.
3. ¿Es lícito a un cristiano católico participar en la Fiesta de Halloween?
4. Ante Halloween (I): propuestas pastorales para el 31 de octubre.
5. Ante Halloween (II): propuestas pastorales para el 1 de noviembre.
6. Ante Halloween (III): propuestas pastorales para el 2 de noviembre.
1. ¿Cómo
se inició realmente la celebración de Halloween?
En el mismo día de su celebración, publicamos este boletín monográfico sobre
Halloween, con unos artículos que ha escrito el sacerdote mexicano Jorge
Luis Zarazúa Campa, de los Apóstoles de la Palabra. Zarazúa es miembro de la
Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
Para purificar esta celebración es importante corregir numerosos mitos en
torno a sus orígenes, que no corresponden a la verdad histórica. Sólo así
podemos recuperar su sentido más auténtico y aprovecharla como un momento
muy especial para la evangelización y la catequesis, contribuyendo también a
la purificación de la religiosidad popular.
«Conocerán la verdad y la verdad los hará libres» (Jn 8,32). Anunciar el
Evangelio implica anunciar la Verdad que nos salva (Lumen gentium, 17); es
decir, anunciar a nuestro Señor Jesucristo, el Amén (Ap 3, 14), el Verdadero
(1Jn 5,20). Por eso, en el anuncio del Evangelio, un discípulo de Cristo no
puede recurrir nunca a la mentira, ni siquiera a las medias verdades.
He aquí un criterio de discernimiento que debemos tener siempre presente: el
fin nunca justifica los medios. Cuando hacemos esto, salimos del ámbito de
la evangelización y entramos en el más burdo proselitismo.
Pues bien, en mentiras y medias verdades se incurre frecuentemente al hablar
de la fiesta de Halloween, atribuyéndole un origen celta o, incluso,
satánico. Además, se dice que al participar en diversas formas de
celebración de Halloween, especialmente disfrazándose para pedir dulces o
dinero, ya se está participando en rituales satánicos, que llevarán a quien
participe a iniciarse en el mundo del satanismo, abriendo espacios a Satanás
y sus secuaces.
Por otra parte, cuando se habla de Halloween también aparecen prejuicios e,
incluso, expresiones de xenofobia, particularmente contra la sociedad
norteamericana, rechazando a priori su cultura.
ARRIBA
2. Orígenes históricos de
Halloween.
El rechazo a la celebración de Halloween ha pasado por diversas etapas. He
aquí un breve recorrido histórico.
- Origen norteamericano
Hace algunas décadas, cuando se empezó a difundir con más fuerza la
celebración de Halloween en los países de América Latina se señalaba que era
una fiesta de origen anglosajón, una fiesta eminentemente norteamericana. Se
le rechazaba siempre por motivos culturales. En México se empezó a
reivindicar, en contraposición a Halloween, la celebración mexicana del Día
de Muertos, por su origen prehispánico.
El dilema era “¿Halloween o Día de Muertos?”. Nunca se mencionaba un origen
satánico de Halloween sino que se rechazaba Halloween por proceder de los
Estados Unidos de América, teniendo como base el nacionalismo mexicano, que
promueve la exaltación de lo prehispánico y el rechazo de lo extranjero,
empezando por lo español y lo norteamericano.
Desde entonces se empezaron a multiplicar los altares de muertos en casas,
escuelas, colegios y plazas adyacentes a los palacios de gobierno, y se
empezó a darle mayor difusión a lugares como San Andrés Mixquic y Janitzio.
Era, y sigue siendo, una forma de resistencia cultural frente al
imperialismo norteamericano.
- Origen celta
Sin embargo, desde hace algunos años se dice que el origen de Halloween está
en la cultura celta, lo que evidentemente es un anacronismo, pues el nombre
mismo de Halloween es cristiano, católico, como se verá a continuación, pues
significa Vísperas de Todos Santos.
Conviene decir que la religión de los antiguos celtas, particularmente la de
los galos antes de la conquista romana, no es bien conocida, y los datos de
que se disponen para reconstruirla son escasos y no muy precisos. Hoy en
día, cierta retórica que apela a lo céltico se utiliza con fines políticos,
para reforzar las identidades nacionales en algunas regiones de Europa.
Según algunos investigadores, lo celta es, en gran parte, lo que ha sido
inventado a partir de la información arqueológica y los datos de fuentes
clásicas y medievales, sumando representaciones imaginarias.
Entre las mentiras o medias verdades sobre Halloween podemos decir lo
siguiente: se habla frecuentemente de la fiesta de Halloween como una fiesta
en honor de una divinidad denominada Samhain, relacionada con la muerte.
Pues bien, no existía en la mitología celta una divinidad con este nombre.
La etimología de esta palabra es gaélica y significa “fin del verano”.
Samhain era una festividad que se celebraba buscando la luna llena que sigue
al día que media entre el equinoccio de otoño (entre 22 y el 23 de
septiembre de cada año) y el solsticio de invierno (entre el 21 y el 22 de
diciembre de cada año), por lo que no se celebraba necesariamente en una
fecha fija, el 31 de octubre, sino que la celebración podía realizarse en
ese arco de tiempo descrito anteriormente. Como ejemplo podemos mencionar
que en 2012 la fiesta de Samhain debió celebrarse el 28 de noviembre, en
2013 debe celebrarse el 17 de noviembre y en 2014 el 6 de noviembre.
Con relación a los druidas, de acuerdo con el historiador Ronald Hutton,
“podemos saber virtualmente nada con certeza acerca de los antiguos druidas,
así que —aunque sin duda existieron — fungen más o menos como figuras
legendarias” (Ronald Hutton, The Druids: A History, Continuum International
Publishing Group, Limited, 2007, p. xi). Así que es difícil describir a los
druidas, con fundamento histórico, yendo por los pueblos y por el campo en
la víspera del 31 de octubre recogiendo ofrendas para Satanás, llevando
disfraces y máscaras puestas, además de faroles, bolsas para la ofrenda y
bastones de punta afilada, como afirman algunos en su agresiva propaganda
anti-Halloween.
- La conexión satánica
Más recientemente se alude a Halloween como una festividad satánica y llega
a hablarse de numerosos sacrificios humanos, especialmente de bebés y niños,
y se insiste en que se multiplica en esa fecha la celebración de misas
negras.
La referencia a Halloween como una fiesta eminentemente satánica se
encuentra en “La biblia satánica”, escrita por Anton LaVey, quien inició la
Iglesia de Satanás el 30 de abril de 1966, ideando múltiples ritos oscuros y
escogiendo la fecha de sus principales fiestas satánicas: la fecha del
propio cumpleaños de cada satanista, la noche de los Walpurgis (entre el 30
de abril y el primero de mayo de cada año) y el Halloween (entre el 31 de
octubre y el primero de noviembre de cada año) [cfr. Anton Szandor LaVey, La
biblia satánica, Ediciones Roca, México, DF, 1975, 109-111].
Evidentemente, LaVey incurre en su libro en los mismos errores de los que
atribuyen a Halloween un origen celta y druida, aunque llega a señalar los
motivos por los cuales los satanistas celebran estas fiestas. En el caso de
celebrar como principal fiesta satánica el propio cumpleaños el motivo es el
siguiente: “Cada hombre es un dios si opta por reconocerse a sí mismo como
un dios. Por lo tanto, el satanista celebra su propio cumpleaños como la
fiesta más importante del año” (p. 109). Con relación a las dos otras
fiestas, LaVey las seleccionó porque, según opinión corriente, son fechas de
festivales paganos con motivos agrícolas, lo que no implica que sean de
origen satánico. Las otras fiestas giran en torno a los solsticios y
equinoccios, que marcan el primer día de las estaciones.
Según los datos recabados, considero que hay que distinguir entre la fiesta
de Halloween, que tiene orígenes folcklóricos muy interesantes, como se verá
a continuación, y los rituales satánicos que celebran las sectas satánicas
en ésta y en otras fechas. No están necesariamente interrelacionados.
- La mercantilización y el influjo del cine de Hollywood
Sin duda, lo que más ha contribuido a la difusión de Halloween es el enfoque
comercial que se le ha dado a esta celebración. En efecto, aunque inició con
muchas de las características que conocemos, en la segunda mitad del siglo
XIX, la fiesta de Halloween comenzó a celebrarse masivamente en los Estados
Unidos hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en
Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una
progresiva popularidad en las siguientes décadas.
La proyección internacional de Halloween se produjo a finales de los años 70
y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión. En 1978
se estrenó en Estados Unidos y en el mundo entero la película Halloween,
dirigida por John Carpenter y protagonizada por Jamie Lee Curtis y Donald
Pleasence. El guión del film fue escrito por John Carpenter y Debra Hill.
El film narra la historia de Michael Myers, un enfermo psiquiátrico
—encerrado por haber asesinado a su hermana mayor— quien, tras 15 años
internado en una clínica mental, se fuga y busca repetir su crimen con su
hermana menor. Esta cinta dio inicio al subgénero de Cine de terror llamado
"slasher", en el que la trama gira alrededor de sanguinarios asesinatos
cometidos por algún villano enmascarado, generalmente teniendo como víctimas
a adolescentes. Aunque en realidad esta película es muy poco gráfica en la
violencia que presenta, sobre todo comparada con los posteriores exponentes
del género. La película ha tenido nueve secuelas y se estrenará una más en
2014 en 3D.
Hoy en día hay fiestas de Halloween en discotecas, bares, casas
particulares, empresas y escuelas, promociones en centro comerciales,
decoraciones en casas, locales comerciales, supermercados, aparadores y
demás ramos de la actividad comercial. Hoy las tarjetas de crédito suman
compras de disfraces terroríficos, calabazas para decoración, muñecos y
demás productos Halloween. También numerosos niños se disfrazan para pedir
dulces y dinero en las calles y de casa en casa.
El origen histórico de Halloween
Ha llegado el momento de explorar los orígenes históricos de Halloween. Nos
basaremos en un artículo muy interesante, titulado “Truth about Halloween.
Halloween: The Real Story!” y escrito por el padre Augustine Thompson, OP,
en la revista Catholic Digest, publicada en octubre de 1996 y disponible en
inglés en la siguiente dirección electrónica:
http://www.crossroadsinitiative.com/library_article/784/Truth_about_Halloween.html
Según el padre Thompson, los orígenes del Halloween son cristianos, con una
visión muy norteamericana. Es cierto, señala, que los celtas de Irlanda y
Bretaña celebraban un festival a finales de octubre y principios de
noviembre, al igual que los hacían casi todos los últimos días de otros
meses, teniendo presentes las fases de la luna, pero la celebración de
Halloween que conocemos se fue modelando paulatinamente en Estados Unidos a
partir de la inmigración irlandesa hacia Estados Unidos en el siglo XVIII y,
particularmente, a partir de 1845, periodo que se conoce como la Gran
hambruna irlandesa (1845-1849).
- Solemnidad de Todos los Santos
La fiesta de Halloween cae en el último día de octubre porque es la víspera
de la festividad católica de Todos los Santos. Esta fiesta en honor de todos
los santos se solía celebrar el 13 de mayo ya desde el siglo IV, pero el
papa Gregorio III en el año 741, la cambió al primero de noviembre, día en
que se dedicó la Capilla de todos los santos en San Pedro en Roma. El
siguiente siglo, el papa Gregorio IV mandó que la Fiesta de todos los santos
se celebrara en todo el mundo cristiano, llegando así a Irlanda.
La noche anterior a la fiesta de todos los santos se celebraba una vigilia
llamada en inglés All Hallow’s Eve o Halloween. En esos días, Halloween no
tenía un significado especial ni para los cristianos ni mucho menos para los
desaparecidos paganos celtas. Recordemos que algunas festividades litúrgicas
son precedidas por vigilias, entre las que destacan la vigilia de Navidad
(Nochebuena), la de Año Nuevo, la Vigilia Pascual y la Vigilia de
Pentecostés.
- Día de los Fieles Difuntos
En el año 998, San Odilón, abad del poderoso monasterio de Cluny en el sur
de Francia, agregó una celebración el día 2 de noviembre. Era un día de
oración para las almas de los fieles difuntos. Esta festividad llamada día
los fieles difuntos, se esparció de Francia al resto de Europa.
Así pues, la Iglesia tenía festividades para aquellos que están en el Cielo
y aquellos que se purifican en el Purgatorio. ¿Qué hay de aquellos que se
encuentran en otro lugar, es decir, en el Infierno? Al parecer los aldeanos
católicos irlandeses se preocuparon por las desafortunadas almas en el
infierno. Después de todo, si hacemos a un lado las almas del infierno
cuando celebramos a aquellas del Cielo y del Purgatorio, tal vez aquellas
sean tan infelices que nos puedan causar problemas. Así se volvió costumbre
golpear cazos y sartenes la víspera de Todos los santos para que los
condenados supieran que no habían sido olvidados. Así, por lo menos en
Irlanda, todos los muertos fueron recordados aunque a los obispos y
presbíteros no les simpatizaba mucho el Halloween y nunca instituyeron en el
calendario eclesiástico un Día de todos los condenados.
- El inicio de la costumbre de disfrazarse
Pero esa no es aún la celebración de Halloween que conocemos. Las
tradiciones para esta festividad se centran en vestirse con disfraces
rebuscados, lo cual no es de origen irlandés. La costumbre de disfrazarse
más bien nació en Francia durante los siglos XIV y XV. El medioevo tardío
sufrió ataques repetidos de la peste bubónica o peste negra, llamada la
muerte negra y con ella perdió la mitad de su población. No es de sorprender
que los católicos de este periodo tuvieran más interés en la otra vida.
Se decían más misas en el Día de Todos Santos y de los Fieles Difuntos, y se
diseñaron representaciones artísticas para recordar a todos de su
mortalidad. A estas representaciones las conocemos como la Danza de la
muerte o Danza macabra, la cual era comúnmente pintada en las paredes de los
cementerios y mostraban a la muerte conduciendo una cadena de gentes: papas,
reyes, damas caballeros, monjes, campesinos, leprosos, etc., a su tumba. A
veces esta danza se presentaba el propio Día de los Fieles Difuntos, como un
retablo viviente con personas vestidas con las ropas de los diferentes
estados de la vida.
Pero los franceses se disfrazaban el Día de los Fieles Difuntos, no en
Halloween; y los irlandeses que tenían Halloween, no se disfrazaban. El cómo
es que ambas celebraciones se mezclaron, probablemente ocurrió en las
colonias británicas de Norteamérica durante el siglo XVIII, cuando los
irlandeses y los franceses se comenzaron a casar entre sí, y se popularizó
más a partir de 1845, cuando inició la inmigración más amplia de irlandeses
a los Estados Unidos. El enfoque irlandés en el infierno le dio a las
mascaradas francesas un giro más macabro.
- Origen del “trick or treat”
Pero como todo niño y joven sabe, disfrazarse no es el punto, el punto es
obtener el botín más grande posible. Entonces, ¿de dónde viene la frase
trick or treat? (dulce o broma). Trick or treat es tal vez, la adición más
peculiar y americana al Halloween, y es una contribución inadvertida de los
católicos ingleses y aun del protestantismo británico.
Durante el periodo penal de 1500 a 1700 en Inglaterra, los católicos no
tenían derechos legales. No podían tener puestos públicos, y eran sujetos de
multas, cárcel y pesados impuestos. Decir misa era una ofensa capital y
cientos de sacerdotes fueron martirizados.
Ocasionalmente, los católicos ingleses resistieron, a veces de formas
insensatas. Uno de los actos más insensatos de resistencia fue el complot
para hacer volar, usando pólvora, al rey protestante James I y a su
parlamento. Se suponía que esto dispararía una insurgencia católica en
contra de los opresores. El mal concebido complot de la pólvora fue sofocado
el 5 de noviembre de 1605, cuando el hombre que cuidaba el polvorín, un
descuidado converso llamado Guy Fawkes, fue capturado y arrestado. Fue
colgado, y el complot se disolvió.
El 5 de noviembre, Día de Guy Fawkes, se convirtió en una gran celebración
en Inglaterra, y así lo sigue siendo. Durante los periodos penales, bandas
de celebrantes se ponían máscaras y visitaban católicos locales a la mitad
de la noche, demandando cerveza y pasteles para su celebración: ¡trick or
treat!
El día de Guy Fawkes llegó a las colonias americanas con los primeros
colonizadores ingleses. Pero para cuando llegó la Revolución norteamericana,
el viejo rey James y Guy Fawkes habían sido olvidados. Sin embargo el trick
or treat era demasiada diversión como para olvidarlo, así es que
eventualmente se cambió al 31 de octubre, el día de la mascarada franco
irlandesa. Y en América trick or treat no se limitaba a los católicos.
La mezcla de varias tradiciones inmigrantes que conocemos como Halloween se
había convertido en una tradición en los Estados Unidos para principios del
siglo XIX. Hasta los años 80’s del siglo XX permanecía desconocida en
Europa, aún en los países en los que se originaron algunas de sus
costumbres.
Por otra parte, hay otras fuentes de la práctica de pedir de casa en casa.
En efecto, esta tradición se remonta al siglo IX, en el que los cristianos
iban de pueblo en pueblo a mendigar “pasteles de difuntos” (soul cakes), que
eran trozos de pan con pasas. Mientras más grande fuera la cantidad de
pasteles recibidos, mayor era el número de oraciones que rezarían por los
fieles difuntos del benefactor.
Esta costumbre estaba extendida en otros países con características propias.
En la tradición portuguesa a partir del siglo XV ha existido la costumbre de
pedir el “pão-por-Deus” (pan en nombre de Dios). La petición la hacen los
niños el 1 de noviembre y el 2 de noviembre el pan recolectado se
distribuía, al finalizar la misa para pedir por los fieles difuntos, entre
los pobres de la comunidad. A veces se ponía el pan convenientemente
cubierto frente a la puerta de la propia casa para que pudieran tomarlo las
personas que lo necesitaran para sí o para entregarlo a algún necesitado.
En México está la costumbre de pedir de casa en casa y en las calles,
utilizando esta frase: “¿Me da mi calaverita?”, “¿Me da para mi calaverita?”
y “¿No me da pa' mi calaverita?”.
- Y, ¿qué hay de las brujas?
Pues, son una de las últimas adiciones a la fiesta de Halloween. La
industria de las tarjetas de felicitación las agregó a finales del siglo
XIX. Halloween ya tenía ánimas, así que, ¿por qué no darle un lugar a las
brujas en las tarjetas de felicitación? Las tarjetas de felicitación de
Halloween no tuvieron éxito, (aunque ha habido un resurgimiento reciente de
popularidad), pero las brujas se quedaron como parte de la decoración y los
disfraces.
- Jack-o-lantern
Igualmente en el siglo XIX, folkloristas mal informados agregaron el
Jack-o-lantern (la linterna hecha con una calabaza ahuecada y tallada).
Pensaban que el Halloween era de origen pagano y druida. Las lámparas hechas
con nabos (no calabazas) habían sido parte de los antiguos festivales celtas
de las cosechas, así que fueron trasladados a la celebración americana del
Halloween.
Conviene recordar que el origen de la calabaza es América y fue introducida
a Europa vía España hasta el siglo XVI, por lo que difícilmente pudieron
utilizarla los celtas en la edad del hierro. Más tarde se sustituyeron los
nabos por las calabazas por la practicidad de vaciarlas de su contenido y de
hacerles los cortes necesarios para dejar pasar la luz de las velas que se
colocan en su interior. Como puede notarse, no hay ningún origen satánico en
este adorno clásico de Halloween.
- Vampiros, hombres lobo y otros monstruos
Estos disfraces se han añadido en el siglo XX por obra y gracia del cine de
Hollywood, que ha convertido la fiesta de Halloween en una noche de terror,
aprovechando obras literarias como Drácula, de Abraham “Bram” Stoker
(1847-1912), Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley
(1797-1851), entre otros clásicos del género, y las leyendas de Europa
central sobre vampiros y hombres lobos. También ha influido el énfasis en la
mercantilización de la celebración de Halloween, que lleva a adornar los
espacios con toda clase de motivos tenebrosos y a disfrazarse de manera
tétrica.
Conclusión provisional
La próxima vez que alguien clame que Halloween es un truco cruel para atraer
a los niños, adolescentes y jóvenes a la adoración satánica, sugiero que les
cuente el verdadero origen del All Hallow’s Eve y les invite a descubrir su
verdadero significado cristiano, junto con las dos fiestas católicas mayores
y más importantes que le siguen: la solemnidad de Todos Santos (1 de
noviembre) y la fiesta litúrgica de los Fieles Difuntos (2 de noviembre).
Como hemos visto hasta ahora, los orígenes del Halloween no son satánicos,
ni incluyen de suyo rituales satánicos. La costumbre de disfrazarse no
implica participar en rituales satánicos, como se dice a menudo. Pedir
dulces y dinero no es una costumbre satánica ni es una forma de participar
en rituales satánicos, como se repite con insistencia digna de mejor causa.
ARRIBA
3. ¿Es lícito a un cristiano católico participar en la Fiesta de Halloween?
Es una pregunta ineludible. ¿Qué decir al respecto? Depende de las
circunstancias. Los niños, adolescentes y jóvenes pueden participar en las
fiestas que se organizan en los colegios, si se hacen con el debido orden,
en un clima de sano esparcimiento y una convivencia adecuada. En otros
ámbitos, especialmente en los festejos que hacen los adolescentes, jóvenes y
adultos, hay que tener en cuenta las recomendaciones de san Pablo,
particularmente las siguientes:
“Reconozcan el momento en que viven, que ya es hora de despertar del sueño:
ahora la salvación está más cerca que cuando abrazamos la fe. La noche está
avanzada, el día se acerca: abandonemos las acciones tenebrosas y vistámonos
con la armadura de la luz. Actuemos con decencia, como de día: basta de
banquetes y borracheras, basta de lujuria y libertinaje, no más envidias y
peleas. Revístanse del Señor Jesucristo y no se dejen conducir por los
deseos del instinto”. (Rom 13, 11-14)
Las acciones que proceden de los bajos instintos son manifiestas:
fornicación, indecencia, libertinaje, idolatría, superstición, enemistades,
peleas, envidia, cólera, ambición, discordia, sectarismos, celos,
borracheras, comilonas y cosas semejantes. Les prevengo, como ya los
previne, que quienes hacen esas cosas no heredarán el reino de Dios. (Gal 5,
19-21)
Esto no sólo debe tenerse presente en Halloween, sino también en la forma en
que se realizan las posadas, la manera en que se celebra Navidad, Año Nuevo,
la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, el Día del Amor y la Amistad,
incluyendo las fiestas patronales y las fiestas familiares con motivo de
bautismos, matrimonios, cumpleaños, etc., que nunca deben ser un pretexto
para los más variados excesos en la bebida, la comida y el ejercicio de la
sexualidad.
¿Entonces puede un católico participar en la celebración de Halloween? Este
tema es muy controvertido por los mitos tan difundidos sobre Halloween y su
supuesta conexión con el satanismo y su aparente origen en la cultura celta,
una cultura pagana de la edad de hierro. Hay cristianos que celebran
Halloween disfrazándose para pasar un rato de sano esparcimiento con la
familia y los amigos, mientras salen a pedir dulces e, incluso, dinero.
Otros cristianos están plenamente convencidos de que Halloween es una fiesta
satánica, establecida desde hace tres mil años para adorar y entrar en
contacto con espíritus malignos. Como hemos visto, hay mucha información
distorsionada sobre Halloween que influye en numerosos cristianos. De ahí la
importancia de difundir información veraz y oportuna que permita tener
criterios de discernimiento seguros para tomar las decisiones más adecuadas.
Ese es precisamente el objetivo de este artículo.
He aquí un modesto intento por presentar algunos criterios.
1. Como telón de fondo debemos tener esta convicción: Halloween no es una
fiesta de origen pagano ni tiene una conexión con el satanismo. Es una
festividad de orígenes cristianos que debemos recuperar, dándole su sentido
auténtico.
2. Disfrazarse no implica participar en rituales satánicos.
3. Hay que evitar el consumismo inmoderado, sin dejarse arrastrar por los
vaivenes de la moda.
4. Hay que tener cuidado con el gusto por lo tenebroso, por lo tétrico, como
son vampiros, brujas, demonios, hombres-lobo...
5. Se puede motivar el uso de disfraces que no sean tétricos. Se está
difundiendo en el mundo secular la costumbre de disfrazarse con trajes de
princesa, payasos, vaqueros, superhéroes, etc. Y en el mundo cristiano está
cada vez más extendida la práctica de vestirse de ángeles, personajes
bíblicos y santos.
6. Hay que recordar que uno de los eventos que los niños más esperan cada
otoño es el Halloween. Como hemos visto, se trata de una celebración que,
aunque no inició en nuestro entorno cultural, muchos mexicanos la han
adoptado sólo como una noche divertida por aquello de los dulces y los
disfraces.
7. Por lo tanto, si sales con tus hijos a pedir golosinas asegúrate de que
vayan en grupos y con adultos responsables. Llevar una linterna y ponerle
cinta reflejante a los tenis, a la espalda del disfraz y a la bolsita en
donde recibirán los dulces. Caminar solamente sobre las banquetas. No
correr. Usar máscaras y disfraces que no arrastren ni bloqueen la visión. No
tocar en casas muy oscuras. Elegir las casas que están decoradas, pues
quiere decir que ellos están preparados. No entrar a las casas. Determinar
un número específico de cuadras por caminar. Una vez en casa, los padres
deberán examinar los dulces para desechar los que no se vean seguros y
racionar el número de golosinas que los pequeños se comerán por día.
A modo de conclusión
Espero que este artículo pueda sembrar luz en muchos corazones. Ojalá puedan
enviar sus comentarios, críticas y sugerencias, para hacerlo más adecuado,
de manera tal que contribuya para iluminar y fortalecer la fe de los que
creemos en Jesucristo. La segunda parte de este artículo abordará propuestas
pastorales para celebrar la Víspera de Todos los Santos (Halloween), la
Solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
Los que deseen escribir pueden hacerlo a este correo electrónico:
jorgeluiszarazua@hotmail.com
ARRIBA
4. Ante Halloween (I): propuestas pastorales para el 31 de octubre.
Pastoralmente, ¿qué podemos hacer para celebrar cristianamente la Fiesta de
Halloween (31 de octubre), e impulsar más la solemnidad de Todos los Santos
(1 de noviembre) y la conmemoración litúrgica de los Fieles Difuntos (2 de
noviembre). He aquí algunas propuestas concretas.
El Diccionario de la Real Academia Española define triduo como ejercicios
devotos que se practican durante tres días. Me parece un término adecuado
para describir estos tres días santos, que nos permiten celebrar aspectos
importantísimos sobre nuestra fe y reflexionar sobre sus implicaciones.
31 DE OCTUBRE. VÍSPERA DE TODOS SANTOS
1. Genuina preocupación por la suerte de todos los hombres
Es oportuno que recuperemos el sentido cristiano de Halloween, entendiéndolo
como Víspera de la Solemnidad de Todos Santos, que implica, desde la óptica
de los católicos irlandeses que la iniciaron, preocuparse por la suerte de
todos los hombres, aún de los impíos, recordando que Dios odia el pecado,
pero ama intensamente al pecador.
Los que creemos en Cristo estamos llamados a amar a nuestro prójimo como a
nosotros mismos, como el Señor nos ha enseñado con sus palabras y su vida.
Los cristianos estamos llamados a experimentar la compasión por todos,
especialmente por los más necesitados, como lo enseño Jesús en la bellísima
parábola del buen samaritano (Lc 10, 25-37), puesto que “no son los sanos
los que necesitan de médico, sino los enfermos” (Mt 9, 12).
Esta preocupación es profundamente bíblica, puesto que “Dios quiere que
todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad”
(1Tim 2, 4) y desea que hagamos oración en favor de todos los hombres, como
lo expresó muy bien san Pablo:
“Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y
acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las
autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar
una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro
Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de
la verdad”. (1Tim 2, 1-4).
Pues bien, esta genuina preocupación debe traducirse en acciones concretas.
He aquí algunas sugerencias prácticas, útiles para celebrar cristianamente
el 31 de octubre:
Jornada de Oración, Ayuno y Penitencia para pedir por la conversión de los
pecadores
Es conveniente que el 31 de octubre, Víspera de Todos Santos, se pueda
convocar, a nivel parroquial, decanal, diocesano, nacional o universal, una
Jornada de Oración, Ayuno y Penitencia para pedir por la conversión de los
pecadores, con características similares a la que el Papa Francisco nos
pidió realizar para orar por la paz en Siria.
En esta Jornada pueden hacerse muchas actividades, como Rosarios, Horas
santas, Sitios de Jericó, la Coronilla del Señor de la Misericordia, Actos
de reparación, etc.
Lo que no puede faltar es un Acto Penitencial en cada parroquia donde todos
puedan hacer un buen examen de conciencia y una buena confesión. Si se
prefiere, puede tomar la forma de una Jornada Mundial de la Confesión, con
los elementos adecuados para vivir intensamente un encuentro personal con
Dios uno y trino en el admirable sacramento de la Penitencia. Que todos
tengan la oportunidad de acercarse a este Sacramento admirable.
Se puede proporcionar algún tríptico o folleto que les permita hacer un buen
examen de conciencia. A propósito de la Confesión dice lo siguiente el
Catecismo de la Iglesia Católica:
«Conviene preparar la recepción de este sacramento mediante un examen de
conciencia hecho a la luz de la Palabra de Dios. Para esto, los textos más
aptos a este respecto se encuentran en el Decálogo y en la catequesis moral
de los evangelios y de las Cartas de los Apóstoles: Sermón de la montaña y
enseñanzas apostólicas (Rm 12-15; 1 Co 12-13; Ga 5; Ef 4-6) (Catecismo de la
Iglesia Católica, 1454).
Ramilletes espirituales
Otra forma muy especial de orar por la conversión de los pecadores es
ofreciendo un ramillete espiritual. ¿En qué consisten? Un ramillete
espiritual es un ramillete de oraciones y acciones que se ofrecen por una
intención determinada, en favor de una persona o alguna iniciativa. En este
caso se ofrece por la conversión de los pecadores.
¿Qué puede ofrecerse?
? La Santa Misa. Asiste a la Santa Misa y, antes de iniciar, ofrécela por la
conversión de los pecadores en general, o de alguien en particular. Dice el
Catecismo de la Iglesia Católica: «En cuanto sacrificio, la Eucaristía es
ofrecida también en reparación de los pecados de los vivos y los difuntos, y
para obtener de Dios beneficios espirituales o temporales». (Catecismo de la
Iglesia Católica, 1414).
? Comunión sacramental. Consiste en ofrecer nuestra comunión cada vez que
participamos en Misa y comulgamos. Su eficacia puede deducirse de estas
palabras del Catecismo de la Iglesia Católica: «En el Santísimo Sacramento
de la Eucaristía están “contenidos verdadera, real y substancialmente el
Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor
Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero” (Concilio de Trento: DS
1651)» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1374).
? La Comunión Espiritual. Es el deseo de recibir a Jesús en la comunión
espiritualmente, ante la imposibilidad de hacerlo sacramentalmente o además
de haberlo hecho, nos sirve para disponernos a recibirlo o agradecerle por
haberle recibido. Puede hacerse en la Santa Misa o fuera de ella, en un
momento que se considere conveniente. Puede hacerse numerosas veces al día.
La Comunión Espiritual puede hacerse con las propias palabras. Quienes lo
deseen, pueden hacerlo con esta bella oración: “Creo Jesús mío que estás
presente en el Santísimo Sacramento del Altar, te amo sobre todas las cosas
y deseo recibirte dentro de mí, más no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiera
recibido, te abrazo y me uno todo a ti. No permitas Señor que vuelva a
separarme de ti”. Se puede hacer, aunque se haya comulgado.
? Visitas al Santísimo. Es pasar a la capilla o templo y hacer un momento de
oración frente a Jesús Sacramentado presente en el Sagrario o expuesto sobre
el Altar en la Custodia. Su importancia puede deducirse de estas palabras
del Catecismo de la Iglesia Católica: «Puesto que Cristo mismo está presente
en el Sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. “La
visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y
un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor” (MF). (Catecismo de la
Iglesia Católica, 1418)
? Hora Santa. La hora Santa consiste en la exposición y adoración del
Santísimo Sacramento del Altar, de La Eucaristía. La Sagrada Forma, es
decir, Jesús mismo presente en la Hostia consagrada, es colocado en la
Custodia u Ostensorio, para que lo adoremos. Por lo general, se realiza cada
jueves, pero puede hacerse en todo tiempo.
? Rosarios. Ofrezcamos nuestro Rosario con devoción. Si rezamos en familia
serán tantos rosarios como personas lo ofrezcan. El Rosario consta de 20
misterios de los cuales se pueden rezar 5 misterios cada día, el
ofrecimiento cuenta por día.
? Sacrificios. Es aquello que te cuesta trabajo, da lo que te es difícil de
hacer o de aceptar, ofrezcámoslo con amor, sea algo voluntario o
involuntario.
? Ayuno. Consiste en hacer una sola comida al día o no comer lo suficiente,
dejar de fumar y dejar de tomar alcohol o algo que en especial te agrade o
te cueste trabajo.
? Jaculatorias. Son pequeños momentos de unión con Dios para adorarlo,
alabarlo, comunicarte y darle gracias. Por ejemplo: “Espíritu Santo fuente
de luz, ilumínanos”, “Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como
era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén”,
“Jesús, hijo de David, ten compasión de mí”.
? Horas o minutos de lectura bíblica. Se trata de hacer una lectura atenta,
en perspectiva orante de la Biblia, durante el tiempo que se tenga
disponible.
? Horas de Trabajo. Ofrécelas claramente, ser específicos, por ejemplo:
“Señor, te ofrezco mi trabajo de este día por la conversión de los
pecadores”, “Señor, te ofrezco mi trabajo de este día por la conversión de
______”.
Jornada de Evangelización
El 31 de octubre puede convertirse en una jornada de evangelización en cada
comunidad parroquial. Los agentes de pastoral, los catequistas y los niños
de catequesis, los monaguillos y los integrantes de los grupos juveniles y
movimientos apostólicos pueden salir a evangelizar a las calles, plazas,
mercados y semáforos, y a las casas y negocios, vestidos como ángeles o como
sus santos favoritos ofreciendo dulces y trípticos y folletos
evangelizadores.
Oportunamente pueden preparar bolsitas para obsequiar dulces y añadiéndoles
tarjetas, separadores y pequeños pósters elaborados por los evangelizadores
o impresos por la parroquia donde se presenten citas bíblicas que invitan a
la conversión y al arrepentimiento, que nos motiven a comprender la terrible
realidad del pecado y que nos ayuden a comprender que determinadas acciones,
que se consideran normales, son pecaminosos.
He aquí algunas sugerencias al respecto:
? Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el
que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a
su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que
cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha
creído en el nombre del Hijo único de Dios. Es el texto por excelencia, que
nos revela el amor misericordioso de Dios.
? ¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía
del resto de tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la
fidelidad. El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras
faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados. (Miq
7, 18-19)
? Reconozcan el momento en que viven, que ya es hora de despertar del sueño:
ahora la salvación está más cerca que cuando abrazamos la fe. La noche está
avanzada, el día se acerca: abandonemos las acciones tenebrosas y vistámonos
con la armadura de la luz. Actuemos con decencia, como de día: basta de
banquetes y borracheras, basta de lujuria y libertinaje, no más envidias y
peleas. Revístanse del Señor Jesucristo y no se dejen conducir por los
deseos del instinto. (Rom 13, 11-14). Este texto influyó de manera
determinante en la conversión de San Agustín de Hipona, tal como lo cuenta
él mismo en sus Confesiones.
? Las acciones que proceden de los bajos instintos son manifiestas:
fornicación, indecencia, libertinaje, idolatría, superstición, enemistades,
peleas, envidia, cólera, ambición, discordia, sectarismos, celos,
borracheras, comilonas y cosas semejantes. Les prevengo, como ya los
previne, que quienes hacen esas cosas no heredarán el reino de Dios. (Gal 5,
19-21)
? ¡Lávense, purifíquense! no me hagan el testigo de sus malas acciones,
dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien. Busquen la justicia, den
sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la
viuda.» Ahora Yavé les dice: «Vengan, para que arreglemos cuentas. Aunque
sus pecados sean colorados, quedarán blancos como la nieve; aunque sean
rojos como púrpura, se volverán como lana blanca. (Is 1, 16-18).
? Si el malvado se aparta de todos los pecados cometidos, se dedica a
observar todos mis mandamientos y se comporta de acuerdo al derecho y a la
justicia, vivirá y no morirá; se echarán al olvido todos los crímenes que
cometió y, debido a la justicia que haya practicado, vivirá. ¿Creen ustedes
que me gusta la muerte del malvado? dice Yavé. Lo que me agrada es que
renuncie a su mal comportamiento y así viva. (Ez 18, 21-23).
La Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica son una mina inagotable de
textos que pueden ayudarnos en esta tarea evangelizadora.
Diálogo personal
No puede faltar el diálogo personal para invitar a la conversión a
familiares, amigos y compañeros de la escuela o el trabajo. En efecto, Dios
nos ha puesto como centinelas para estar al pendiente de que nuestros seres
queridos se salven:
Al cabo de esos siete días se me dirigió la palabra de Yavé: «Hijo de
hombre, te he puesto como un vigía para la casa de Israel: si oyes una
palabra que salga de mi boca, inmediatamente se lo advertirás de mi parte.
Si le digo al malvado: ¡Vas a morir! y si tú no se lo adviertes, si no
hablas de tal manera que ese malvado deje su mala conducta y así salve su
vida, ese malvado morirá debido a su falta, pero a ti te pediré cuenta de su
sangre. En cambio, si se lo adviertes al malvado y él no quiera renunciar a
su maldad y a su mala conducta, morirá debido a su falta, pero tú habrás
salvado tu vida. (Ez 3, 16-19)
Esta preocupación genuina es agradable a Dios, que “no quiere que se pierda
nadie, sino que todos lleguen a la conversión” (2Pe 3, 9b). De ahí la
importancia de hablar oportunamente con nuestros seres queridos que andan en
malos pasos.
Hermanos, si alguno de ustedes se extravía lejos de la verdad y otro lo hace
volver, sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino salva un alma
de la muerte y hace olvidar muchos pecados. (St 5, 19-20)
Pide al Señor la valentía para hablar con quien necesite que le hables sobre
sus situaciones de pecado y la gracia de la salvación, dándole a conocer que
Dios perdona a quien se arrepiente, invitándolo a acercarse al Sacramento de
la Penitencia.
Cine fórum o velada parroquial o familiar
Siete películas para la noche de Halloween (o Todos Santos)
Juanjo Romero, en su blog en Info-Católica, nos ofrece esta lista, que
podemos transformar en un cine fórum parroquial o en una bonita velada
familiar. Un maratón para acercarnos a los santos
Un hombre para la eternidad (1988)
Rabiosa actualidad. Un político que antepone su fe a su cargo. ¡Total?, por
defender un matrimonio que ni siquiera era el suyo…¡que le corten la
cabeza!. Santo Tomás Moro. Un remake moderno tendría que titularse «El
político invisible»
Becket (1964)
Basada en la obra de teatro de Jean Anouilh: Tomás Becket o el Honor de
Dios. Repartazo. Después de verla cogeréis devoción a Santo Tomás Becket. Yo
le encomiendo todos los nombramientos episcopales, todos. El final es digno
de «Juego de Tronos», digno en sentido literal, claro.
Molokai: La historia del Padre Damián (1999)
¿Te gusta The Walking Dead? Este personaje es más impresionante que «Rick» y
«Daryl» juntos, ¡qué pasada! En lugar de clavar palos en el cerebro de los
más miserables, de los más parias de los parias, los abraza, los besa, los
cura… los quiere. Fuerte, ¿no?. San Damián, el apóstol de los leprosos.
Diálogos de Carmelitas (1960)
Ambientada en la Revolución Francesa, las dieciséis monjas carmelitas del
convento de Compiègne en 1794. Si no lloras o te emocionas con el final de
la película preséntate a un casting de «La invasión de los ultracuerpos»,
tienes la misma sensibilidad que ellos.
María Goretti (2003)
Lo sé. Esta no está recomendada para niños y adolescentes. Creo que se dicen
palabrotas muy fuertes. Que en una misma frase aparezcan las palabras
«pureza» y «amor» reconozco que pueden herir sensibilidades modernas. Lo
mismo hay quien piensa que eso no es posible y en cambio tiene más
credibilidad un romance entre una vampiro y un hombre lobo.
De dioses y hombres (2010)
Un monasterio del Císter en un pueblo argelino de las montañas del Atlas.
Los religiosos franceses llevan casi 60 años allí. En 1996, terroristas del
GIA secuestran a los monjes. A pesar del creciente peligro que los rodea y
de las amenazas de los terroristas, los monjes deciden quedarse y resistir.
Tachán, tachán…, a que engancha.
Pedro y Pablo (1981)
Anthony Hopkins y Robert Foxworth como San Pablo y San Pedro,
respectivamente.
Oración personal por la conversión de los Pecadores
He aquí una bella oración que nos ayuda a orar por la conversión de todos
Señor, tú eres bondadoso y misericordioso, y todo lo hiciste muy bien,
creando de la nada cuanto existe. Señor, tú eres clemente y comprensivo, y
no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Señor tú
eres paciente y fiel, y esperas al hijo pródigo e invitas al justo a
alegrarse a su regreso.
Señor, tú tanto amaste al mundo, que enviaste a tu Hijo único, no para
juzgarnos, sino para salvarnos. Señor, tú quieres que todos los hombres se
salven, lleguen al conocimiento de la verdad y sean uno como tú eres uno.
Te pido la conversión de los que, como yo, son pecadores, quiero unirme,
junto al Padre Pío, a tu deseo de salvación universal, solidarizándome con
mis hermanos y emprendiendo con ellos un camino de sincera conversión. Dame
la gracia de cumplir tus mandamientos alimentando al hambriento, dando de
beber al sediento, vistiendo al desnudo, alojando al forastero, visitando al
enfermo y al encarcelado, descubriéndote y respetándote en la obra de tus
manos.
Cambia mi forma de pensar y de sentir, porque muchas veces no parezco hijo
tuyo. Permíteme disfrutar al final de los tiempos del banquete que tienes
preparado no sólo para los que te conocen y sirven, sino también para
aquellos que no han tenido esa gracia y que, a pesar de no saberlo, también
son hijos tuyos. Amén.
2. Tener presente la posibilidad de condenarse
A nivel personal, es importante reflexionar sobre la posibilidad real de
condenarse. He aquí lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica al
respecto:
“La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su
eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden
a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas
del infierno, “el fuego eterno” (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351;
1575; Credo del Pueblo de Dios, 12). La pena principal del infierno consiste
en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la
vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira”
(Catecismo de la Iglesia Católica, 1035).
“Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito
del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre
debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al
mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión: “Entrad por la
puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a
la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la
puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la
encuentran” (Mt 7, 13-14)”. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1036).
Un buen examen de conciencia para una buena confesión
Para animarnos a confesarnos frecuentemente, es útil y provechoso conocer
los efectos espirituales del sacramento de la Penitencia, que son los
siguientes:
— la reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia;
— la reconciliación con la Iglesia;
— la remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;
— la remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del
pecado;
— la paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual;
— el acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.
Oración para pedir por la propia conversión
Señor Jesús, yo me coloco en Tu presencia en oración, y confiado en Tu
Palabra abro totalmente mi corazón a Ti.
Reconozco mis pecados y Te pido perdón por cada uno. Yo Te presento toda mi
vida, desde el momento en que fui concebido hasta ahora. En ella están todos
mis errores, fracasos, angustias, sufrimientos y toda mi ignorancia de Tu
Palabra.
¡Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, ten compasión de mí que soy pecador(a)!
¡Sálvame, Jesús! Perdona mis pecados, conocidos y desconocidos.
Libérame, Señor, de todo yugo de Satanás en mi vida.
Libérame, Jesús, de todo vicio y de todo dominio del mal en mi mente.
Yo Te pido, Señor, que esa vieja naturaleza mía, vendida al pecado, sea
crucificada en Tu cruz. ¡Lávame con Tu Sangre, purifícame, libérame, Señor!
En Tu presencia, quiero perdonar a todas las personas que me ofendieron, que
me amargaron, que intentaron el mal contra mí, que me maldijeron y hablaron
mal de mí. Y así como estoy pidiendo Tu perdón para mis pecados, contando
con Tu gracia, yo las perdono y las entrego a Ti, clamando sobre mí y sobre
ellas Tu infinita misericordia.
Y ahora, Jesús, te pido que vengas a mí; yo Te recibo como mi dueño y Señor.
Ven a vivir en mí, dame la gracia de vivir intensamente Tu Palabra en todas
las circunstancias de mí día a día. Inúndame con Tu Espíritu. Ven a vivir en
mí, Jesús, y no permitas que yo me aleje de Ti.
Con todo mi corazón profeso la fe de mi bautismo, confiando en que la Gracia
que el Padre nos concede en Ti por el poder del Santo Espíritu me sanará,
sostendrá y guiará en esta nueva etapa que hoy comienzo a Tu lado. Amén.
Fuente “Oraciones Carismáticas” de Maisa Castro, editorial Raboní
(Adaptación)
Oración de los padres por los hijos
Señor, Padre todopoderoso, te damos gracias por habernos dado estos hijos.
Es una alegría para nosotros, y las preocupaciones, temores y fatigas que
nos cuestan, las aceptamos con serenidad.
Ayúdanos a amarlos sinceramente. A través nuestro has hecho surgir vida;
desde toda la eternidad tú los conocías y amabas. Danos sabiduría para
guiarlos, paciencia para instruirlos, vigilancia para acostumbrarlos al bien
mediante nuestro ejemplo. Fortalece nuestro amor para corregirlos y hacerlos
más buenos.
Es tan difícil a veces comprenderlos, ser como ellos nos desean, ayudarlos a
hacer su camino. Enséñanos tú, Padre bueno, por los méritos de Jesús, tu
Hijo y Señor nuestro. Amén.
ARRIBA
5. Ante Halloween (II): propuestas pastorales para el 1 de noviembre.
1 DE NOVIEMBRE. SOLEMNIDAD DE TODOS SANTOS
Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al
cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado
al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la
Iglesia como ejemplos de vida cristiana.
La gloria de Dios resplandece en cada uno de los santos
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que aquellos «que mueren en
la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para
siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven “tal
cual es” (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4)». A algunos de
ellos los veneramos en algún día especialmente dedicado a ellos. A todos los
veneramos el 1 de noviembre en la Solemnidad de Todos Santos.
Pues bien, el Prefacio I de los Santos, titulado “La Gloria de los Santos”,
nos puede ayudar a entender porque veneramos a los Santos:
“En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo.
Porque tu gloria resplandece en cada uno de los santos, ya que, al coronar
sus méritos, coronas tus propios dones. Con su vida, nos proporcionas
ejemplo, ayuda, con su intercesión, y por la comunión con ellos, nos haces
participar de sus bienes, para que, alentados por testigos tan insignes,
lleguemos victoriosos al fin de la carrera y alcancemos con ellos la corona
inmortal de la gloria”.
La Carta a los Hebreos nos los describe de esta forma, unidos a Jesús y en
comunión con nosotros:
“Innumerables son estos testigos que nos envuelven como una nube.
Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado,
para correr hasta el final la prueba que nos espera, fijos los ojos en
Jesús, que organiza esta carrera de la fe y la premia al final”. (Hb 12,
1-2a)
Todos estamos llamados a ser santos
Este debe ser uno de los frutos más importantes de esta solemnidad. Recordar
que todos estamos llamados a ser santos, como lo expone muy bien san Pablo
cuando con recuerda que Dios “nos ha elegido en él (Cristo), antes de la
creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su
presencia, por el amor” (Ef 1, 4).
Y san Pedro, la Roca sobre la cual Jesús edificó su Iglesia nos enseña lo
siguiente: “Si es santo el que los llamó, también ustedes han de ser santos
en toda su conducta, según dice la Escritura: Sean santos, porque yo soy
santo” (1Pe 1, 15-16).
Según Benedicto XVI, “el santo es aquel que está tan fascinado por la
belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente
transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo,
también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y
transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo”.
Propuestas para celebrar la Solemnidad de Todos Santos
He aquí unas propuestas eficaces para meternos en el maravilloso mundo de la
santidad, a la que hemos sido llamados.
Llamada universal a la santidad
«La Fiesta de los Santos» es una iniciativa de los Apóstoles de la Palabra
para recordar a todos los católicos el llamado universal a la santidad,
puesto que Dios quiere que todos seamos santos (cfr. 1 Pe 1, 16).
En este sentido, la Biblia nos presenta innumerables modelos de vida, que
pueden ayudarnos a dar pasos muy concretos para avanzar en la propia
santificación. Por otra parte, a lo largo de la Historia de la Iglesia
muchos discípulos de Cristo han recorrido este mismo itinerario.
¿En qué consiste? En aprovechar la celebración de la Fiesta de Todos Santos
para organizar un concurso en el cual los participantes cumplan las
siguientes BASES:
1) Vestirse de su santo (a) o personaje bíblico favorito (a).
2) Narrar en primera persona y brevemente (3-5 minutos) la vida del (a)
santo (a) favorito (a), resaltando la vivencia de las virtudes, que le
ayudaron a alcanzar la santidad.
3) Responder a algunas preguntas, planteadas por los integrantes del Jurado
calificador y el público asistente.
¿Quiénes pueden participar? Todos, puesto que hay varias categorías: 1)
Niños. 2) Adolescentes. 3) Jóvenes. 4) Adultos.
¿Cuándo puede celebrarse? De manera especial el 1 de noviembre, aunque puede
realizarse con motivo de la fiesta patronal, lo que motivará que se
profundice en la vida del (a) santo (a) patrono (a). También puede
realizarse al finalizar la catequesis presacramental o en otro momento que
se considere oportuno, como las vacaciones de verano o de diciembre.
Para darle un sabor eminentemente bíblico, puede realizarse utilizando
personajes de la Sagrada Escritura, como Abraham, Moisés, Josué, Miriam,
David, Rut, Noemí, Sara, Raquel, María, Pedro, Pablo, Aquila, Priscila,
Marcos, etc., o haciendo resaltar en los santos su conformidad con la
Palabra de Dios, subrayando algún aspecto particular. La realización se
realiza en el marco de una convivencia, donde hay cantos, dinámicas y obras
de teatro.
Para otorgar el Primero, Segundo y Tercer Lugar el Jurado calificador tiene
presente no sólo el vestuario, sino ante todo la narración de los datos del
personaje seleccionado por el participante.
La Letanía de los Santos
El Concilio Vaticano II nos recuerda que “es sumamente conveniente que
amemos a estos amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y eximios
bienhechores nuestros; que rindamos a Dios las gracias que le debemos por
ellos; que los invoquemos humildemente y que acudamos a sus oraciones,
protección y socorro. Todo genuino testimonio de amor que ofrezcamos a los
santos se dirige a Cristo y termina en El, que es “la corona de todos los
santos” y por El va a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es
glorificado” (Lumen Gentium, 50).
Pues bien, una forma bellísima es recitando o entonando la Letanía de los
Santos:
-Señor, ten piedad de nosotros (se repite)
-Cristo, ten piedad de nosotros (se repite)
-Señor, ten piedad de nosotros (se repite)
-Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros
-San Miguel, Ruega por nosotros.
-Santos Ángeles de Dios, Rueguen por nosotros.
-San José, Ruega por nosotros
-San Juan Bautista, Ruega por nosotros.
-Santos Pedro y Pablo, Rueguen por nosotros.
-San Andrés, Ruega por nosotros
-San Juan, Ruega por nosotros
-Santa María Magdalena, Ruega por nosotros
-San Esteban, Ruega por nosotros
-San Lorenzo, Ruega por nosotros
-San Ignacio de Antioquía, Ruega por nosotros
-San Lorenzo, Ruega por nosotros.
-Santas Perpetua y Felicidad, Rueguen por nosotros.
-San Gregorio, Ruega por nosotros
-San Agustín, Ruega por nosotros
-San Atanasio, Ruega por nosotros
-San Basilio, Ruega por nosotros
-San Martín, Ruega por nosotros
-San Benito, Ruega por nosotros.
-Santos Francisco y Domingo, Rueguen por nosotros.
-San Francisco Javier, Ruega por nosotros
-San Juan María Vianney, Ruega por nosotros
-Santa Teresa de Ávila, Ruega por nosotros
-Santa Catalina de Siena, Ruega por nosotros.
-Santos y santas de Dios, Rueguen por nosotros.
-Muéstrate propicio, Líbranos, Señor.
-De todo mal, Líbranos, Señor.
-De todo pecado, Líbranos, Señor.
-De la muerte eterna, Líbranos, Señor.
-Por tu encarnación, Líbranos, Señor.
-Por tu muerte y resurrección, Líbranos, Señor.
-Por el envío del Espíritu Santo, Líbranos, Señor.
-Nosotros, que somos pecadores, Te rogamos, óyenos.
-Jesús, Hijo de Dios vivo, Te rogamos, óyenos.
-Cristo, óyenos, -Cristo, escúchanos
-Cristo, escúchanos, -Cristo, escúchanos
Holywins
Holywins es un juego de palabras que en inglés significa “la santidad
vence”. En la diócesis de Alcalá de Henares desde 2009 se celebra Holywins
desde la Catedral: una Vigilia de adoración eucarística y evangelización por
las calles. Aquí, como en muchos países, la Iglesia está rescatando el
verdadero sentido de este misterio central de nuestra fe con propuestas
festivas para los niños.
Se trata de crear un espacio para que los niños puedan celebrar
cristianamente esta festividad. Holywins está llamada a ser una fiesta del
Cielo, en la que descubramos que hemos sido creados para el Cielo, para la
amistad con Dios, ya aquí en la tierra, que será plena cuando estemos cara a
cara con Él en la eternidad. Que el Cielo vive volcado sobre la tierra,
ayudándonos a llegar a la meta, a ser santos como Dios es santo. A creer, a
celebrar y vivir que Cristo está vivo, ha vencido a la muerte y nos ha hecho
partícipes de su vida inmortal. Que la Trinidad Santa “nos vive” y acompaña,
junto con la Virgen María y todos los santos y ángeles.
Holywins consiste en celebrar, en la Vigilia de la Solemnidad de todos los
santos, la fe que nos enseña nuestra Madre la Iglesia: creo en la
resurrección de la carne, en la vida eterna, en la comunión de los santos, y
que los niños y jóvenes vivan en comunión con la tierra y con el cielo, para
alcanzar la santidad y llegar a la vida eterna.
Entre las actividades que se realizan, podemos mencionar las siguientes:
actuaciones musicales, juegos y dinámicas infantiles, castillos inflables y
muchas más sorpresas. Uno de los momentos culminantes es la Eucaristía.
Después de escuchar y meditar la Palabra de Dios, recibimos el Cuerpo y la
Sangre de Cristo para llevarlo después por las calles a nuestros hermanos
que no lo conocen o lo han olvidado. Seguidamente, adoración, envío y
evangelización. Esta vigilia de evangelización culminación, con una
adoración eucarística en la iglesia o en alguna plaza o auditorio apropiado.
¡Todos están invitados: familias, sacerdotes, religiosos, parroquias,
colegios, movimientos, niños, jóvenes, adultos, mayores...!
Para la Fiesta de los Santos con los Apostolines
Apostolines es el Departamento infantil del Movimiento Eclesial “Apóstoles
de la Palabra”, que conocen desde la niñez la Biblia y la Apologética, y
evangelizan de muchas maneras. He aquí una convocatoria para celebrar con
ellos La Fiesta de los Santos:
Estimados Apostolines:
Soy el P. Jorge Luis Zarazua Campa, director de Iglesia y Sectas y asesor
eclesiástico del Movimiento Eclesial “Apóstoles de la Palabra”, y les
escribo para proponerles la siguiente iniciativa:
Como ustedes saben, en la celebración profana de Halloween los niños y
adolescentes se disfrazan de personajes relacionados con las películas de
terror (vampiros, hombres lobo, brujas, Frankenstein y los más variados
monstruos) y recorren las calles y tocan a las puertas solicitando alguna
golosina o algún donativo.
¿Que les parece si le damos un sentido católico a estos días? Una idea muy
interesante puede ser que los Apostolines organicen la Fiesta de los Santos
promoviendo que los niños y adolescentes católicos recorran las calles y
visiten las casas para narrar la vida de su santo favorito o del personaje
bíblico de su preferencia, o explicando la devoción católica a los ángeles,
especialmente a los ángeles custodios.
Para eso, cada niño puede escoger algún personaje para representarlo,
poniéndose la ropa mas adecuada para caracterizarlo. Puede seleccionarlo de
entre los personajes bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento,
o de los santos del santoral cat��lico. Una buena idea sería vestirse de
ángeles para dar a conocer la verdadera devoción al ángel de la guarda o a
los ángeles que presenta la Sagrada Escritura.
He aquí un ejemplo de lo que podrían presentar:
Hola, buenos días (o buenas tardes, o buenas noches, según corresponda):
aprovechando la Fiesta de Todos Santos estoy visitando con otros amigos a
las familias de nuestra parroquia. Permítame presentarme: Soy el arcángel
san Rafael y como todos los ángeles, estoy al servicio de Dios y de los
hombres. La Biblia, en el libro de Tobías, habla de mí y explica como ayudé
a Tobías y a su familia, acompañando al joven Tobías en un viaje para
recuperar la fortuna familiar, ayudándole a encontrar un remedio a la
enfermedad de su anciano padre y a conocer una joven bella y llena de
virtudes, que se convirtió en su esposa.
Permítame leerle este pasaje del libro de Tobías, que explica que hacemos
los ángeles en favor de los hombres:
« Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es
bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de
Dios. Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial
de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú
enterrabas a los muertos. Cuando no dudabas en levantarte de la mesa,
dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte
a prueba. Pero Dios también me envió para curarte a ti y a tu nuera Sara. Yo
soy Rafael, uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del
Señor y tienen acceso a su presencia». (Tob 12,11-15)
Muchas gracias por recibirme. Que Dios los bendiga hoy y siempre. Ah, se me
olvidaba: mi nombre real es ____________________ y soy un apostolín.
¿Qué les parece todo esto? Ojalá puedan ir organizándolo con tiempo para que
salga de la mejor manera posible.
Al mismo tiempo, sería muy bueno que en cada visita regalaran a cada familia
algún recuerdo hecho por ustedes mismos. Puede tratarse de separadores
hechos de cartulina con dibujos y textos bíblicos. Acuérdense de las
palabras de Jesús que dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir” (Hch
20,35) y de las palabras de san Pablo que dijo: “Dios ama al que da con
alegría” (2Cor 9, 7).
Como ven, se trata de una forma muy bella de anunciar el Evangelio.
Organícenlo y luego me platican como les fue.
ARRIBA
6. Ante Halloween (III): propuestas pastorales para el 2 de noviembre.
2 DE NOVIEMBRE. CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
Purificación final de los elegidos
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que aquellos “que mueren en
la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque
están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una
purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la
alegría del cielo”. Pues bien, “la Iglesia llama purgatorio a esta
purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo
de los condenados” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1030-1031).
Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos
y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico
(cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión
beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las
indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
He aquí lo que dice al respecto San Juan Crisóstomo: «Llevémosles socorros y
hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el
sacrificio de su padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que
nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? [...] No
dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras
plegarias por ellos» (San Juan Crisóstomo, In epistulam I ad Corinthios
homilia 41, 5) (Catecismo de la Iglesia Católica, 1032).
Experiencia de Padre Pío con un alma del Purgatorio
Esta experiencia nos puede ayudar a descubrir la ayuda invaluable que puede
hacer a nuestros hermanos que están purificándose en el Purgatorio el que
ofrezcamos por ellos la Santa Misa y, mejor aún, pedir a nuestro párroco que
celebre la Santa Misa por su eterno descanso.
Una tarde el Padre Pío estaba descansando en una habitación, en la planta
baja del convento, que fue destinada a hospedería. Estuvo solo descansando,
y apenas se había extendido sobre el sofá cuando, de repente, he aquí que
vino a comparecerle un hombre envuelto en una negra capa. El Padre Pío,
sorprendido, levantándose, interrogó al hombre quién era y qué quería. El
desconocido le contó que era un alma del Purgatorio.
“Soy Pietro Di Mauro. He muerto en un incendio, el 18 de septiembre de 1908,
en este convento que fue destinado a un geriátrico, después de la
expropiación de los bienes eclesiásticos. Morí entre las llamas, en mi cama
de paja, sorprendido en el sueño, justo en esta habitación. Vengo del
Purgatorio: el buen Dios me ha concedido la gracia de veniros a preguntar si
podrías ofrecer la Santa Misa de mañana por mi descanso eterno. Gracias a
esta Misa podré entrar al Paraíso”.
El Padre Pío aseguró que ofrecería la Santa Misa por su alma. El Padre Pío
contó: “Yo quise acompañarlo a la puerta del convento, para despedirlo, y
cual sería mi sorpresa; que una vez a mi lado desapareció repentinamente.
Por lo que me di verdaderamente cuenta de haber hablado con un difunto.
Tengo que decir que regresé al convento muy asustado. Al padre Paolino de
Casacalenda, Superior del convento, que notó mi agitación, le pedí el
permiso de celebrar la Santa Misa en sufragio de aquella alma necesitada;
después, naturalmente, de haberle narrado lo ocurrido”.
Tiempo después, el Padre Paulino, despertado por la curiosidad, quiso hacer
la averiguación. Fue al Despacho del registro del ayuntamiento de San
Giovanni Rotondo, solicitó y consiguió el permiso de consultar el registro
de los fallecidos en el año 1908. La narración del Santo Padre Pío
correspondió a la realidad. En el registro relativo a las muertes del mes de
septiembre, el padre Paulino localizó el nombre, el apellido y la imputación
de la muerte: “En fecha el 18 de septiembre de 1908, en el incendio del
geriátrico Pietro Di Mauro verdaderamente murió.”
Oración por los difuntos
Dios de los espíritus y de toda carne, que sepultaste la muerte, venciste al
demonio y diste la vida al mundo. Tú, Señor, concede al alma de tu difunto
siervo N., el descanso en un lugar luminoso, en un oasis, en un lugar de
frescura, lejos de todo sufrimiento, dolor o lamento.
Perdona las culpas por él cometidas de pensamiento, palabra y obra, Dios de
bondad y misericordia; puesto que no hay hombre que viva y no peque, ya que
Tú sólo eres Perfecto y tu Justicia es justicia eterna y tu Palabra es la
Verdad.
Tú eres la Resurrección, la Vida y el descanso del difunto, tu siervo N. Oh
Cristo Dios nuestro. Te glorificamos junto con el Padre no engendrado y con
tu santísimo, bueno y vivificante Espíritu. (Tradición bizantina)
Oración por nuestros seres queridos difuntos
Oh buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores
ajenos, mira con misericordia las almas de nuestros seres queridos que están
en el Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección,
escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia concede a aquellos
que Tú te has llevado de nuestro hogar el gozar del eterno descanso en el
seno de tu infinito amor. Amén.
Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua.
Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen
en paz. Amén.
Indulgencias para el Día de los Fieles Difuntos
Visitas a Iglesias u Oratorio: Se concede indulgencia plenaria, aplicable
sólo a las almas del purgatorio, a los fieles cristianos que, el día en que
se celebra la Conmemoración de todos los Fieles Difuntos, visiten
piadosamente una iglesia u oratorio.
Dicha indulgencia podrá ganarse o en el día antes indicado o, con el
consentimiento del Ordinario, el domingo anterior o posterior, o en la
solemnidad de Todos los Santos. En esta piadosa visita, se debe rezar un
Padrenuestro y Credo. Además, un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria por
las intenciones del Papa.
1 AL 8 DE NOVIEMBRE
Visitas al cementerio: Se concede indulgencia plenaria, aplicable sólo a las
almas del purgatorio, a los fieles cristianos que visiten piadosamente un
cementerio (aunque sea mentalmente) y que oren por los difuntos.
Para ganar una indulgencia plenaria, además de querer evitar cualquier
pecado mortal o venial, hace falta cumplir tres condiciones: Confesión
sacramental, Comunión Eucarística y Oración por las intenciones del Papa.
Las tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de rezar o
hacer la obra que incorpora la indulgencia, pero es conveniente que la
comunión y la oración por las intenciones del Papa se realicen el mismo día
rezando a su intención un solo Padrenuestro y un Avemaría; pero se concede a
cada fiel la facultad de orar con cualquier fórmula, según su piedad y
devoción.
La indulgencia plenaria únicamente puede ganarse una vez al día, pero el
fiel cristiano puede alcanzar indulgencia plenaria in artículo mortis,
aunque el mismo día haya ganado otra indulgencia plenaria.
Novena por los Fieles Difuntos
Esta novena la rezamos por nuestros difuntos o almas del Purgatorio, para
que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen
pronto a unirse con Dios en el cielo. Rezar la oración del día que
corresponda y terminar con la oración final y el responso:
Para todos los días: Oración Final y Responso
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el
purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo,
intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas
a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la
de tu Hijo bendito. Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con
tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
Padrenuestro.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos
suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este
mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus
santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que,
pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino
que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal, etc.
¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor
mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas
las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque
podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina
gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta. Amén.
Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia
y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por
no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar
nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo
pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA SEGUNDO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en
ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te
suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios
de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio,
para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA TERCERO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida
o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los
que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por
falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están
padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos
pronto a su descanso.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA CUARTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales
en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en
misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en
el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas,
llevándoles a la gloria eterna.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA QUINTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por
su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra
con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la
mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y
sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA SEXTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y
parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las
ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos
de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA SÉPTIMO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte,
recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de
la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos:
te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los
demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros
recibir bien los últimos sacramentos.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA OCTAVO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado
aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes
apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo:
calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen
pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los
bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.
Terminar con la oración final y el responso
DÍA NOVENO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa:
mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de
ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos,
compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus
culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos
y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel
y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.
Terminar con la oración final y el responso
Responso por un (a) difunto (a)
Antífona
A ti levantamos los ojos, Señor. Tu amor es más fuerte que la muerte; por
eso esperamos en ti».
Lectura bíblica
«Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre
vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán
murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Cristo tiene que reinar
hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo
aniquilado será la muerte» (1 Cor 15,20-22.25-26).
Preces
«Ya que este primer mundo ha pasado definitivamente para N. pidamos al Señor
que le conceda gozar del cielo nuevo y la tierra nueva que Él ha dispuesto
para sus elegidos».
* «Que Jesucristo, que sufrió muerte de cruz y resucitó, le conceda
felicidad eterna. Roguemos al Señor».
* «Que el Hijo de Dios vivo le acoja en su paraíso. Roguemos al Señor».
* «Que Jesús, el buen Pastor, le cuente entre sus ovejas. Roguemos al
Señor».
* «Que Cristo perdone todos sus pecados y lo agregue al número de sus
elegidos. Roguemos al Señor».
* «Que pueda contemplar cara a cara y gozar de la visión del Señor por los
siglos de los siglos. Roguemos al Señor».
Padre nuestro
«Digamos juntos la oración que nos enseñó Jesús: …
Oración
«Señor Dios, que has querido que nuestro (a) hermano (a) N a través de la
muerte, fuera configurado (a) con Cristo, que por nosotros murió en la cruz;
por la gracia renovadora de la Pascua de tu Hijo, aleja de tu siervo (a)
todo vestigio de corrupción terrena y, pues quisiste marcarlo (a) ya en su
vida mortal con el sello del Espíritu Santo, dígnate también resucitarle un
día a la vida eterna de la gloria. Amén». «Descanse en paz. Amén».
Antífona de despedida
«Al paraíso te lleven los ángeles. A tu llegada te reciban los mártires y te
introduzcan en la ciudad santa de Jerusalén. El coro de los ángeles te
reciba y, junto con Lázaro, pobre en esta vida, tengas un descanso eterno».
Jornada de Evangelización
El 2 de noviembre puede también convertirse en una jornada de
evangelización, con un énfasis especial en los cementerios, para orar y
acompañar a los familiares de los difuntos, aprovechando para impartir una
breve charla. Para la oración, se puede utilizar algunas de las presentadas
en este artículo.
Es importante hablar sobre el sentido cristiano de la muerte, expresado de
manera magistral en el Prefacio de Difuntos I, titulado “La esperanza de la
resurrección en Cristo”. He aquí el contenido:
“En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por
Cristo, Señor nuestro. En él brilla la esperanza de nuestra feliz
resurrección; y así, a quienes la certeza de morir nos entristece, nos
consuela la promesa de la futura inmortalidad. Porque para los que creemos
en ti, la vida no termina, sino que se transforma, y al deshacerse esta
morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo”.
Para animar a los familiares, es importante aprovechar el significado de
algunas palabras como difunto y cementerio.
La palabra difunto (antes defunto viene del latín defunctus, participio del
verbo defungi (ejecutar, cumplir), prefijado sobre el verbo fungi
(desempeñar, cumplir, terminar). Así difunto propiamente significaba en el
origen “el que ha cumplido”, “el que ha terminado”. Nuestros seres queridos
que han fallecido han terminado el ciclo de su vida en este mundo. De alguna
forma han cumplido la misión que Dios les ha encomendado. Ahora descansan en
el Señor. El término también nos recuerda que “Dios no es un Dios de
muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven” (Lc 20, 38).
Cementerio viene del griego koimitirion, significa dormitorio. Según nuestra
fe católica, en el cementerio, los cuerpos “duermen” hasta el Día de la
resurrección. El término nos remite a estas palabras de Jesús, hablando de
la muerte y la eventual resurrección de Lázaro: «Nuestro amigo Lázaro
duerme, pero yo voy a despertarlo» (Jn 11, 11).
Conclusión
Como puede verse, hay muchas posibilidades para aprovechar estos días,
convirtiéndolos en espacios para la evangelización, la reflexión personal y
vivir un mayor dinamismo en nuestro llamado a ser santos, como nuestro Dios
es santo. Pidamos al Señor que nos ayude a ser creativos en el anuncio del
Evangelio.
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