El amor verdadero es desinteresado:
Juan Pablo II
Ejemplar número 36 del
L’Osservatore Romano del domingo 6 de setiembre de 1981
Página : 7 (
463 ) -
Columnas : 2, 3 y 4 .-
Juan
Pablo II tuvo un segundo encuentro con los 2.500 jóvenes de la peregrinación Nacional irlandesa de
la juventud, el 27
de agosto, al final
de la Misa que el cardenal Casaroli había
celebrado para ellos en los
jardines de la villa pontificia de
Castelgandolfo . En esta peregrinación, una de las muchas parejas de novios
del grupo
contrajo matrimonio. El Santo Padre dirigió a todos la siguiente alocución.
Queridos amigos, hermanos y hermanas en
nuestro Señor Jesucristo:
No puedo dejaros marchar sin venir otra vez a
veros, sin pasar aunque sólo
sea unos momentos en
vuestra compañía .Quiero reiteraros una vez más mi amor a vosotros y la
confianza que tengo puesta en vosotros y en toda la juventud de Irlanda. El
futuro os pertenece; y ahora os encontráis en la etapa en la que tomáis las
mayores decisiones para vuestro porvenir y el porvenir de los demás.
Gerard y Mona han sellado su compromiso mutuo para el porvenir. Les deseo
todo género de bendiciones en su vida juntos. Sé que también vosotros le
deseáis toda clase de felicidad. Deseamos que tengan fuerza para poner en
práctica siempre, con la ayuda de Dios, el compromiso que han
sellado hoy ante Dios y la Iglesia . Y estos deseos nuestros, vuestros y
mío, van también a
todos los otros aquí presentes que sellarán el mismo compromiso los próximos
años.
Pocas decisiones hay que marquen el
futuro con una trascendencia comparable al compromiso que asumís en el
matrimonio. Cuando prometéis amor, fidelidad y virtud en el matrimonio,
hacéis mucho más que ratificar lo que existe ya en vuestros jóvenes
corazones en estos
momentos; asentáis los fundamentos de una convivencia para toda la vida y de
una familia; y el futuro de la Iglesia y de la sociedad civil dependerán en
gran parte de lo que se construya sobre tales fundamentos.
Dije en Limerick: “El amor verdadero y la gracia de Dios nunca pueden
permitir que el matrimonio se convierta en una relación de dos individuos
centrada en sí misma “. El amor verdadero es desinteresado. No es
acaparador. Supone el mayor respeto posible de la dignidad personal de los
otros, de la inviolabilidad de cada vida humana y de la sacralidad de la
imagen que Dios grabó
en la naturaleza humana cuando creó al hombre, hombre y mujer, y confió a
los seres humanos la misión de cooperar en la obra divina de la creación.
Quiero aseguraros que con la ayuda de la gracia de Dios, será la
autenticidad del amor la que determine vuestro porvenir, el de vuestra
futura familia, el de vuestro país y de
la Iglesia. Amor auténtico no es egoísmo en la búsqueda del placer. Sois sal
de la tierra, luz del mundo. ¿
De que sirve la sal si no
tiene sabor? ¿ De
que sirve la luz si está demasiado velada? Quiero que seáis en el futuro la
sal mejor, la luz más brillante posible. Quiero que hagáis al mundo más
conforme con el designio de Dios sobre ël. Cuento con vosotros para ello.
Confío en vosotros.
Llevad estas palabras mías a vuestros compañeros de Irlanda, cuando volváis.
Decidles que tengo confianza en todos ellos, que les amo a todos. Sea Cristo
siempre vuestro ímpetu y vuestra fuerza. Y que la intercesión de su Madre os
ayude en todo lo que hacéis. Que la protección de María esté siempre con
vosotros . Que Cristo nuestro Señor esté siempre con vosotros. .