Los excesos del juego de azar en Internet
Preocupación por los costes sociales
Por el padre John Flynn, L. C.,
traducción de Justo Amado
Con motivo de la actual crisis económica, la avaricia y el materialismo han recibido duras críticas. No obstante, siguen haciéndose sentir los efectos de vivir en una sociedad descristianizada.
Precisamente en medio de la Cuaresma, una gran empresa de juego de Australia, Tabcorp, anunciaba que se permitirían apuestas en Viernes Santo en los dos estados más poblados del país, Victoria y Nueva Gales del Sur.
Según un artículo del 17 de marzo en el periódico de Melbourne, el Herald Sun, el director ejecutivo de Tabcorp, Robert Nason, afirmó que la medida es parte de un intento de permitir competiciones en Viernes Santo en Australia.
Aunque los apostadores no podrán este año hacer apuestas sobre ninguna competición local, la apertura de Tabcorp les permitirá apostar en eventos del extranjero.
El anuncio recibió una amplia condena de las iglesias. Mons. Christopher Prowse, obispo auxiliar de Melbourne, escribía un artículo de opinión para el Herald Sun al día siguiente en el que acusaba a Tabcorp de no tener delicadeza respecto a las tradiciones religiosas de la mayoría de los australianos.
que, de hecho, sólo en la Iglesia católica más de 250.000 personas asistieron el año pasado a los servicios del Viernes Santo en el estado de Victoria.
El excesivo juego ya está imponiendo graves penurias a las familias y a la comunidad que nos afectan a todos, añadía Mons. Prowse. "No permitamos que el consumismo secuestre uno de los pocos días sagrados y de reflexión que quedan en nuestro calendario anual".
La propensión al juego de los australianos ya ha encendido alarmas. Los habitantes del estado de Victoria perdieron 2.600 millones de dólares australianos (1.800 millones de dólares) sólo en las máquinas de póker en año económico que terminó el 30 de junio de 2008, observaba el 7 de marzo el periódico Age.
Asombrado
El artículo citaba a Charles Livingstone, del departamento de ciencias de la salud de la Universidad Monash, quien dijo estar asombrado de haberse encontrado ganancias que suman más de 270.000 dólares australianos (190.403 dólares) al año por máquinas.
Antes, en Nueva Gales del Sur, el periódico Daily Telegraph informaba el 29 de enero que en diciembre del año pasado, los apostadores del estado apostaron 500 millones de dólares australianos más (352 millones de dólares) en comparación con el año anterior. El aumento siguió a los pagos extraordinarios a los ciudadanos del gobierno federal como parte de un paquete de medidas de estímulo económico.
Muchos otros países también están preocupados por los altos niveles de juego. En Canadá el juego suma al año cerca de los 8.700 millones de dólares canadienses (7.100 millones de dólares), según un artículo publicado en el periódico National Post el 1 de noviembre.
El autor de este artículo de opinión, Robert Fulford, llamaba la atención sobre los problemas que sufren los jugadores compulsivos, y cómo tanto el gobierno como la industria del juego explotan su debilidad, obteniendo ambos grandes beneficios.
En estos últimos años, los jugadores se han enfrentado a una tentación adicional, la del juego en línea desde la comodidad de sus propios hogares.
En línea
El mundo del juego en línea era examinado en un documento publicado por Robert T. Wood y Robert J. Williams, profesores de la Universidad de Lethbridge, Alberta, Canadá. El documento se titulaba: "Internet Gambling: Prevalence, Pattern, Problems and Policy Options" (Juego en Internet: Extensión, Patrones, Problemas y Opciones Políticas).
El juego en Internet, explicaban, es un recién llegado y, hasta ahora, sólo un 3% de los canadienses han hecho uso de esta posibilidad, comparado con el 92,9% de los que participan en loterías o el 33,9% de quienes utilizan máquinas de juego electrónicas.
El estudio observaba que las encuestas a jugadores en Internet tanto canadienses como internacionales identifican de forma aplastante su disponibilidad las 24 horas como la principal ventaja del juego por Internet.
En octubre de 2008, el estudio afirmaba que había 2.002 páginas Web de juego por Internet propiedad de 520 empresas diferentes. Esta cifra se encuentra por debajo de las cerca de 2.500 de octubre de 2006, puesto que ha tenido lugar una cierta consolidación del mercado durante los últimos años.
Las ganancias son difíciles de determinar, comentaba el estudio. No obstante, citaban cifras de Global Betting and Gaming Consultants que estima las ganancias del juego en línea a nivel mundial en 600 millones de dólares canadienses (490 millones de dólares) en 1998; 5.600 millones de dólares canadienses (4.500 millones de dólares) en el 2003; y 16.600 millones de dólares canadienses (13.500 millones de dólares) en el 2008. En total, las ganancias del juego en línea se estima que sumaron del 4% al 5% del mercado mundial del juego en el 2007.
El crecimiento del juego en línea se ralentizó en el 2007, debido a la prohibición en el 2007 en Estados Unidos de esta forma de apuestas. No obstante, el estudio opinaba que todavía se espera un crecimiento a largo plazo muy fuerte conforme se amplíe el uso de Internet.
El estudio explicaba que, en Canadá, los gobiernos provinciales han interpretado la ley federal de forma que les permita gestionar legalmente páginas webs de juego, mientras restringe que los promotores de las mismas sean residentes en la provincia.
Algunos problemas
Un resultado interesante del estudio fue que Wood y William descubrieron que el predominio de los problemas de juego es de 3 a 4 veces mayor en los jugadores en Internet que en el resto de jugadores.
De hecho, tener problemas con el juego es una de las características que predice mejor que alguien es un jugador por Internet, tanto según los datos canadienses como internacionales, observaban.
El estudio comentaba que resulta casi imposible prohibir eficazmente el juego en línea. Esto se usa como un argumento a favor de su legalización, de modo que es mejor que esté bajo un control regulador legal, que entre cosas asegura una mayor protección para los jugadores.
Sin embargo, los autores identificaban algunos problemas asociados con el juego en línea.
Para empezar, una parte significativa de las páginas de juego en línea tiene negocios y prácticas de juego insatisfactorias. Además, no está claro cómo asegurar que estas páginas cubran unos estándares mínimos en este campo.
Volviendo al punto de que una parte significativa de las ganancias del juego en línea vienen de los jugadores con problemas, Wood y William afirmaban que es "problemático éticamente que la generación de ganancias se derive de modo desproporcionado de un segmento vulnerable de la población, especialmente en los casos en que el gobierno es el operador y/o beneficiario primario".
Por otro lado, la legalización del juego en línea aumentará su legitimidad y disponibilidad, lo que aumentará considerablemente el juego y los problemas de juego entre la gente.
Otro problemas más es el juego en línea de menores. La capacidad de las páginas en línea de prevenir esto parece limitada, debido a la amplia disponibilidad legal de crédito y de tarjetas para los menores, reconocía el estudio.
Expansión
A pesar de estos problemas el juego en línea parece imparable. En Gran Bretaña una sola empresa, Ladbrokes, controla, según un reportaje del Financial Times del 3 de febrero, cerca de 150.000 transacciones en línea diarias.
El artículo citaba las estadísticas que dan una estimación más alta del dinero jugado a través de internet que en el estudio canadiense. El documento citado datos de Global Betting and Gaming Consultants de la Isla de Man. Según esta fuente, el juego en todo el mundo genera unas ganancias brutas de 370.000 millones de dólares - la suma con la que se quedan los operadores después de pagar los premios -, con el juego en línea sumando 17.000 millones de dicha cantidad.
En contraste con el visto bueno británico a esta nueva forma de juego, algunos países europeos, como Alemania, se oponen a la legalización de las apuestas por Internet, pero, observaba el artículo, la Unión Europea presiona a los países para abrir mercados al juego, además de quejarse a la Organización Mundial del Comercio por las restricciones de Estados Unidos.
El 1 de abril, el periódico italiano Corriere della Sera publicaba datos de las sumas apostadas en línea en el póker, el más popular de los juegos por Internet del país. En los primeros tres meses de 2009, los italianos apostaron 463,4 millones de euros (631 millones de dólares).
Si la tendencia del juego en línea es de crecimiento, con todos los problemas asociados con él, los próximos años veremos un gran aumento del problema del juego, con altos costes para las familias. Redescubrir las virtudes de la prudencia y templanza es vida no sólo para la economía en su conjunto, sino también para el problema, muchas veces pasado por alto, del juego.