Youcat, Catecismo de la Iglesia católica para jóvenes: con notas marginales
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1. ¿Para qué estamos en la tierra?
Estamos en la tierra para conocer y amar a Dios, para hacer el bien según
su voluntad y para ir un
día
al cielo.
Ser hombre quiere decir: venir de Dios e ir hacia Dios. Tenemos un origen más remoto que nuestros padres. Venimos de Dios, en quien reside toda la felicidad del Cielo y de la Tierra, y somos esperados en su bienaventuranza eterna e ilimitada. Mientras tanto vivimos en la tierra. A veces experimentamos la cercanía de nuestro Creador, con frecuencia no experimentamos nada en absoluto. Para que podamos encontrar el camino a casa, Dios nos ha enviado a su Hijo, que nos ha liberado del pecado, nos ha salvado de todo mal y nos conduce infaliblemente a la verdadera vida. 285
Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad. 1 Tim 2, 4
Hay
que conocer a los hombres y las cosas humanas para amarlos; hay que
amar a Dios y las cosas divinas para conocerlos. Blaise Pascal
(1623-1662), matemático y filósofo francés.
Dios es amor, 1 Jn 4, 16b
El texto (preguntas y respuestas) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. Las notas marginales están en letra más pequeña.
2. Por qué nos creó Dios
Dios nos creó por un amor libre y desinteresado. [1-3*]
Cuando un hombre ama, su corazón se desborda. Le gustaría compartir su alegría con los demás. Esto le viene de su Creador. Aunque Dios es un misterio, podemos sin embargo pensar en él al modo humano y afirmar: nos ha creado a partir de un "desbordamiento" de su amor. Quería compartir su alegría infinita con nosotros, que somos criaturas de su amor.
La medida de amar es
amar sin medida. San Francisco de Sales (1567-1622), obispo
importante, genial pastor de las almas, fundador y Doctor de la
Iglesia.
* El texto proviene del Youcat, catecismo para jóvenes. Los números que aparecen hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica. (Este texto es más amplio. Basta un clic en el número y será trasladado). En letra más pequeña: notas marginales.
3. ¿Por qué buscamos a Dios?
Dios ha puesto en nuestro corazón el deseo de buscarle y encontrarle. San Agustín dice: "Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti". Este deseo y búsqueda de Dios lo denominamos RELIGIÓN. [2730]
Para el ser humano es natural buscar a Dios. Todo su afán por la verdad y la felicidad es en definitiva una búsqueda de aquello que lo sostiene absolutamente, lo satisface absolutamente y lo reclama absolutamente. El hombre sólo es plenamente él mismo cuando ha encontrado a Dios. "Quien busca la verdad busca a Dios, sea o no consciente de ello" (santa Edith Stein).
Por religión se puede entender genéricamente una relación con la
divinidad. Un hombre religioso reconoce algo divino como el poder que lo
ha creado a él y al mundo, des que depende y al que está orientado.
Quiere agradar a la divinidad mediante su forma de vida y adorarla.
La fuente de la alegría cristiana es la certeza de seer amado por Dios, de ser amado personalmente por nuesro Creador... con un amor apasionado y fiel, un amor que es mayor que nuestra infidelidad y nuestros pecados, con un amor que perdona. Benedicto XVI, 01.06.2006
4. ¿Podemos conocer la existencia de Dios mediante la razón?
El mundo no puede tener su origen y su meta en sí mismo. En todo lo que existe hay más de lo que se ve. El orden, la belleza y la evolución del mundo señalan más allá de sí mismas, en dirección a Dios. Todo hombre está abierto a la Verdad, al Bien y a la Belleza. Oye dentro de sí la voz de la conciencia, que le impulsa hacia el Bien y le alerta ante el Mal. Quien sigue esta pista razonablemente encuentra a Dios.
La más noble fuerza del hombre es la razón. El fin más elevado de
la razón es el conocimiento de Dios. San Alberto Magno (ca. 1200-1280),
dominico, maestro universal, Doctor de la Iglesia y uno de los mayores
teólogos de la Iglesia.
5. ¿Por qué entonces los hombres niegan a Dios,
si pueden conocerlo mediante la razón?
Conocer al Dios invisible es un gran reto para el espíritu humano. Muchos se acobardan ante él. Otros no quieren conocer a Dios, porque ello supondría tener que cambiar su vida. Quien dice que la pregunta acerca de Dios carece de sentido,porque no se puede resolver, se lo pone demasiado fácil. [37-38] 257
De ahí procede que en semejantes materias los hombres se
persuadan fácilmente de la falsedad o al menos de la incertidumbre de
las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas. Pio XII, Humani
Generis.
6. ¿Se puede acaso captar a Dios mediante conceptos?¿Podemos hablar con sentido acerca de él?
Aunque los hombres somos limitados y lagrandeza
infinita de Dios nunca cabe en los
conceptos humanos finitos, sin embargo,podemos
hablar acertadamente de Dios [39-43, 48]
Para decir
algo acerca de Dios utilizamos imágenes imperfectas
y representaciones limitadas. Cada palabra
sobre Dios está por tanto bajo la reserva de que
nuestro lenguaje no está a la altura de la grandeza
de Dios. Por eso debemos purificar y perfeccionar
una y otra vez nuestra manera de hablar
de Dios.
“Era su esfera Dios para quietarse / y como fuera de Él
lo pretendía / no pudo hasta tenerle hasta sosegarse”. Lope de Vega,
1562-1635, poeta e insigne dramaturgo español.
7. ¿Por
qué tuvo Dios que mostrarse para que sepamos cómo
es?
El hombre, mediante la razón,
puede conocer que existe Dios,
pero no cómo
es Dios
realmente. Pero como
Dios quería
ser conocido, se ha revelado a sí mismo.
[50-53, 68-69]
Dios no estaba
obligado a revelarse a
los hombres. Lo ha hecho por
amor. Como en el amor humano podemos saber algo
de la persona amada sólo cuando nos abre su corazón, del
mismo modo sólo sabemos algo de los más íntimos pensamientos
de Dios porque el Dios eterno y misterioso se
ha abierto por amor a nosotros. Desde la creación, pasando
por los patriarcas y profetas hasta la revelación definitiva
en su Hijo Jesucristo, Dios ha
hablado una y otra vez a los hombres. En Él nos ha abierto su corazón y
mostrado claramente para siempre su ser más íntimo.
"Entre el Creador y la criatura no se puede señalar una
semejanza tal que la diferencia entre ellos no sea mayor todavía". IV
Concilio de Letrán 1215.
"Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a sí mismo y dar
a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombre, por medio
de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se
hacen consortes de la naturaleza divina". Concilio Vaticano II, Dei Verbum
(DV)
* El texto
(pregunta y respuesta) proviene del Youcat =
Catecismo para Jóvenes de la Iglesia católica. Los números que aparecen
hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo
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desarrolla el tema. Basta un clic en el número y será transferido. Las
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8. ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?
En el ANTIGUO TESTAMENTO Dios se revela como el Dios que ha hecho el
mundo por amor y que es fiel al hombre incluso cuando éste se separa de
él por el pecado. [54-64,70-72]
Dios se da a conocer en la
historia:
Sella con Noé una Alianza
para salvar a todos los seres vivos. Llama a Abraham para hacer de él
"padre de muchedumbre de pueblos" (Gén 17,5b) y bendecir en él a "todas
las familias de la tierra" (Gén 12,3b). El pueblo de Israel, nacido de
Abraham, será su propiedad personal. Dios se da a conocer a Moisés por
su nombre. Su nombre misterioso [YAHVÉ] significa "Yo soy" (Éx 3,14).
Libera a Israel de la
esclavitud en Egipto, sella una alianza en el Sinaí y por medio de
Moisés da a su pueblo la ley.
Una y otra vez envía Dios
profetas a su pueblo, para llamarlo a la conversión y a la renovación de
la Alianza. Los profetas anuncian que Dios establecerá una Alianza nueva
y eterna, que realizará una renovación radical y la redención
definitiva.
Esta Alianza estará abierta a todos los
hombres
Revelación significa: Dios se abre, se muestra a sí mismo y habla al
mundo voluntariamente.
La
felicidad que buscan los hombres, la felicidad a la que tienen derecho
tiene un nombre: es Jesús de Nazaret. Benedicto XVI 18.08.2005
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9. ¿Qué
nos muestra Dios de sí cuando
nos envía a su
Hijo?
En Jesucristo Dios nos muestra toda la
profundidad de su amor misericordioso.
[65―66, 73]
Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios. Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida.da.
Encarnación (del latín. caro, carnis = carne, encarnación): Dios se hace
hombre en Jesucristo. Es el fundamento de la fe cristiana y la esperanza
de la salvación del hombre
En Jesucristo Dios ha asumido un rostro humano y se ha convertido en
nuestro amigo y hermano. Benedicto XVI
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