¿Qué es lo que que hay más allá de la muerte? - Escatología: Catequesis para jóvenes que se preparan a la confirmación
Páginas relacionadas
GROBER JULIO PARIASCA SANTOS
4° de Teología 2013
Pontificia Facultad de Teología
"Redemptoris Mater"
Queridos jóvenes hoy vamos a hablar un poco sobre un punto que muchas
veces no nos interesa o quizás nos ha llamado la atención pero por otros
motivos. El tema es: "Que es lo que
que hay más allá de la muerte",
los que llamamos
escatología
también
la vocación universal a la que todos estamos llamados es decir: La
santidad. Aquello que a muchos nos parece imposible porque nos vemos tan
pequeños e incapaces de llegar a ser santos.
A lo mejor alguien puede pensar que el tema de la Escatología no tiene
ninguna actualidad,
Para esto vamos a tomar primero lo que nos dice el Catecismo
"El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el
hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer
hacia sí al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la
verdad y la felicidad que no cesa de buscar"', Porque la aspiración
a ser feliz está en todos, pero muchas veces lo buscamos donde no está y
por lo tanto nos sentimos insatisfechos e infelices.
Por tanto es importante tener en cuenta primero que el hombre ha sido
creado a imagen y semejanza de Dios y con un fin; a imagen de Dios que
es uno en tres personas es decir un Dios en comunión, hemos sido creados
para entrar en relación, nuestra plena realización consiste en entrar en
relación con Dios, con los demás, con la creación y con nosotros mismos.
Es decir la otra persona forma una parte esencial de nuestra vida,
porque solo nos morimos. Y segundo que el hombre es una unidad de cuerpo
y alma esto es fundamental para entender que pasa después de la muerte.
Sobre todo en este tiempo en que la interrogante de muchos es: ¿Existe
algo más allá de la muerte? ¿Subsiste algo de nosotros después de esta
muerte? ¿No será acaso la nada lo que nos espera? Muchos piensan que la
muerte desemboca en la nada, otros piensan que la muerte es un paso
hacia otra realidad, otros piensan que es el final absoluto o el final
de todo, Pero algunos también han querido desap......
la muerte por eso se, 'a=
creado falsos paraísos terrenales, entre ellos están muchos pensadores
filosófico y científicos.
Entonces para comenzar vamos a ver qué es lo que nos dice Pablo en la
segunda carta a los Corintios en el capítulo quince versículos del trece
al veintiséis. ¿Qué nos dice Pablo? Primero, en respuesta a lo que
algunos ;le los Corintios decían, se cuestiona que si no hay
resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucito, por tanto vanas
son nuestras esperanzas, seguimos en nuestros pecados, y si todo termina
en esta vida somos los
hombres más dignos de compasión; pero en el versículo veinte
afirma: "Pero no Cristo resucitó
de entre los muertos como primicias de los que durmieron . Y en el
versículo veintiséis expresa: "El
último enemigo en ser destruido será la Muerte"3 . Por
tanto dice Pablo hay uno que vencido a la muerte, uno que vuelto a la
vida, ha vuelto del cementerio, es decir por tanto la muerte ya no tiene
la última palabra, porque Cristo la ha vencido, ¿cómo? Siendo inocente
se ha dejado matar, pero no se ha quedado en la muerte, sino que ha
resucitado, su padre no lo ha dejado abandonado sino que lo ha exaltado.
Aún más todavía ha subido al cielo como verdadero hombre y ha abierto
las puertas del cielo a los hombres que se le habían cerrado después del
pecado original, es decir estamos llamados todos a ir al cielo.
Pero es necesaria la perseverancia como dice el evangelio:
"El que persevera hasta el fin ese
se salvará"4 además también como afirma San Cipriano:
Hemos de tener paciencia, y
perseverar, hermanos queridos, para que, después de haber sido admitidos
a la esperanza de la verdad y de la libertad, podamos alcanzar la verdad
y la libertad mismas. Porque el que seamos cristianos es por la fe y la
esperanza; pero es necesaria la paciencia, para que esta fe y esta
esperanza lleguen a dar su fruto. Pues no vamos en pos de una gloria
presente; buscamos la .futura, conforme a la advertencia del
apóstol Pablo cuando dice: En esperanza fiiiinos salvados. Y una
esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno
aquello que se ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con
perseverancia. Así pues, la esperanza y la paciencia nos son necesarias
para completar en nosotros lo que hemos empezado a ser, y para
conseguir, por concesión de Dios, lo que creemos y esperamos.5
Entonces ¿Qué sucede después de la muerte?, ¿Cuál es la visión cristiana
de la muerte? Para los cristianos, la muerte es un paso de este mundo al
padre es un acto de abandono al Padre. Es el momento en que nuestra vida
fisica se apaga y entregamos a Dios nuestro espíritu y entramos en una
nueva dimensión, la dimensión del cielo, nuestro cuerpo, que ha sido
morada y templo del Espíritu Santo, es acompañado a la tumba, al
cementerio, al dormitorio, a la espera de resurrección de los cuerpos.
Nuestro yo, nuestro espíritu se presentará delante de Dios para el
juicio particular que será según las obras que nos acompañan. Es natural
que nos atemorice, que nos den sentimientos de repulsa, porque la muerte
escinde al hombre intrínsecamente. Más aún, porque la persona no es
solamente el alma sino el alma y el cuerpo esencialmente unidos, la
muerte afecta a la persona, Pero la fe y la esperanza nos enseñan el
otro rostro de la muerte, la muerte de Cristo, Jesús asumió el temor de
la muerte a la luz de la voluntad del Padre (cf. Mc 14,36), Él murió
para "libertar
a cuantos, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a
esclavitud i6.
Es lo que afirma el catecismo: "La
muerte fue transformada por Cristo. Jesús, el Hijo de Dios, sufrió
también la muerte, propia de la condición humana. Pero, a pesar de su
angustia frente a ella (cf Mc 14,33-34; Hb 5,7-8), la asumió en un acto
de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre. La obediencia de
Jesús transformó la maldición de la muerte en bendición" .7
Es como una puerta, cuando pasamos por una puerta lo que nos interesa no
es la puerta sino lo que hay detrás de la puerta, lo mismo la muerte, lo
que nos interesa no es la muerte sino lo que hay después de la muerte.
El momento de la muerte en la Iglesia es considerado el
dies natalis, es decir el día en que le cristiano nace para la vida eterna, por
eso la tradición de la Iglesia pone como día de conmemoración de los
santos, la fecha en que pasaron de este mundo al Padre.
Ahora bien qué sucede con el alma después de la muerte Entre la muerte
personal, el juicio particular, y el retorno del Señor en la Parusía
para la resurrección de los cuerpos y el juicio universal, la Iglesia
afirma que existe un tiempo intermedio,
Durante este tierr,po internerlio, si a! alma se la considera preparad
rr,-a la visión (le Daos se la admite inmediatamente en su
presencia; si, al contrario, se encuentra en una situación todavía de
imperfección, no preparada para la visión de Dios, deberá pasar un
tiempo de purificación llamado Purgatorio, al fin de ser preparada para
la visión de Dios. Quien muera en pecado mortal y haya libre y
voluntariamente rechazado durante su vida terrena el amor de Dios se
autocondenará al infierno.
Contemporáneamente a esta separación, el alma aparece delante del Señor
para el juicio particular, personal. Todos seremos juzgados según
nuestras obras durante la vida terrena, según como hayamos respondido
acogiendo o rechazando el amor gratuito de Dios en nuestra vida,
Entonces se preguntarán ¿Qué hay del infierno? ¿Qué hay del cielo?, a
eso voy; primero hablaremos un poco del infierno cual es la doctrina de
la Iglesia referente a este tema. Primeramente hay que tener en cuenta
que la existencia del infierno demuestra en primer lugar que Dios
respeta absolutamente la libertad de su criatura, Se le puede regalar el
amor y, en consecuencia, el cambio de toda la miseria que le es propia.
El hombre no tiene ni que "crear" el sí a ese amor, sino que es éste el
que capacita para ello con su propia fuerza. Pero sigue en pie también
la libertad, la posibilidad de negarse a dar este sí y de no aceptarlo
como propio. Podemos hablar de una doble pena la interior y la exterior,
la pena interior e la experiencia de la pérdida de Dios, es estar
alejado y aún más todavía es el rechazo
completo de todo lo que tiene que ver con el amor de Dios, esto muchas
veces se comienza a vivir aquí, entonces nace el sinsentido de la vida,
el odio, la frustración, la desesperación y la soledad.
La pena del sentido corresponde a los males
exteriores y dolorosos, entre los cuales
sobresale aquella realidad identificada con el fuego infernal. La
Escritura habla de esto abundantemente. También el Magisterio de la
Iglesia habla repetidas veces de esto, afirmando la doble pena del
infierno, espiritual y exterior,
Ahora
pasemos al
cielo,
¿Cómo
se presentará la Jerusalén celeste?
En
el catecismo aparece
como la esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva:
La Sagrada Escritura llama "cielos nuevos y tierra nueva" a esta
renovación misteriosa que trasformará la humanidad y el mundo (2 P 3,
13; cf Ap 21, 1). Esta será la realización definitiva del designio de
Dios de "hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los
cielos y lo que está en la tierra" (E11, 10).8
Por eso hablar del "cielo" no significa perderse en fantasías
calenturientas, sino conocer con más profundidad la oculta presencia que
nos hace vivir de verdad y que, sin embargo, continuamente dejamos que
nos la tape lo aparente, apartándonos de ella. El hombre está en el
cielo cuando y en la medida en que se encuentra con Cristo, con lo que
hay el lugar de su ser como hombre en el ser de Dios. Así que cielo es
primeramente una realidad personal, que para siempre lleva la impronta
de su origen histórico en el misterio pascual de muerte y resurrección.
Cielo quiere decir ver a Dios cara a cara, participar de la vida divina
de Jesucristo, es decir llega a su plenitud lo que comienza con el
bautismo, el ser hijos de Dios, participar de la triple misión de
Cristo: sacerdote, profeta y Rey. Es vivir en plena comunión con Dios y
con los hombres en donde el amor es el único vínculo que crea la unión.
Pero el cielo ya se puede experimentar en la tierra, como se mencionaba
anteriormente en este encuentro íntimo con Cristo, pero en sí el
anticipo del cielo es la eucaristía porque ahí es donde vemos
manifestada la gloria de Dios, ahí vemos el rostro de Dios, ahí se
manifiéstala esencia de la divinidad que es el amor,
1 Catecismo de la Iglesia Católica N° 27
Cfr. 1 Co 15,
20
3 Cfr. 1 Co
15, 26
4 Cfr. Mt 24,
13
5 Cfr. Homilía de San Cipriano,
Sábado 1 semana de adviento, Liturgia de las horas lecturas espirituales
de la Iglesia,
6Cfr. Hb 2,15
7 Cfr. Catecismo de la
Iglesia Católica 1009
8 Cfr. Catecismo
de la Iglesia Católica 1043