Amo a un hombre casado
¿debo dejarlo?
Consulta
Asunto: Estoy enamorada de un hombre divorciado debo dejarlo?
Soy una chica soltera hace 7 meses estoy enamorada de un hombre que es
divorciado hace 3 años, el motivo de la separación fue la incomprensión de
su esposa, ella tomó la iniciativa de la separación, yo lo amo muchísimo
pero soy una persona sumamente católica y tengo miedo que mi amor sea
pecado, él se quiere casar conmigo solamente por la parte civil como se
puede hacer, y con el tiempo si le sale la anulación de su boda religiosa
llegar a casarnos no la bendición de Dios, pero si no se logra mi matrimonio
seria un pecado, me gustaría que me dieran luces para saber que debo hacer,
creo que si no tuve nada que ver con la separación no soy pecadora, o que si
durante mi vida con él no hago mal a nadie y cumplo con los mandamientos de
Dios, Dios me podría perdonar, algún día o es que debo dejarlo, y si fuera
el caso como tendría que sufrir toda la vida, Yo sé decir que Dios sabe
porque hace las cosas, me gustaría saber si mi amor es pecado, porque me lo
puso en mi vida. Ayúdenme esto en verdad me tiene mal, muy preocupada no si
hago bien en quererlo pero como se le dice al corazón que no quiera.
Respuesta
,,,Me gustaría saber si mi amor es pecado...
SÍ, lo es.
Estimada hermana:
Su sufrimiento es el resultado de no haber cortado la relación en el momento
en que se enteró que el hombre estaba casado.
Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre.
Conocemos una pareja que estaba divorciada por 12 largos años y el Señor los
ha unido nuevamente. Es posible la reconciliación. ¡Si ama a este hombre
empújelo a que vuelva a su familia! Además sus hijos lo necesitan.
Si desea mayor información la animamos de leer los siguientes documentos que
le ayudarán muchísimo.
Divorciados vueltos a casar, acceso a la comunión
El Catecismo enseña sobre el Matrimonio
¡Que Dios le bendiga!
Se lo desean y por ello rezan
Los MSC Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
No es lo mismo estar convencido que convertido.
El hombre, además de la razón, tiene un corazón,
y con frecuencia éste manda sobre la razón.