Agresividad en el diálogo

Anónimo preguntó

He observado algo que me da tristeza. Algunas personas parecen preguntar no para que les den una respuesta sino para observar si les contestan de acuerdo a su propia opinión. He leído unas respuestas que me parecen estupendas aunque no estaba de acuerdo. Sin embargo, la reacción del que preguntó era muy agresiva. De todos modos no estoy de acuerdo con esta manera de proceder. ¿No sería mejor que usted sencillamente no contestara a tales preguntas?

Respuesta

Estimado/a hermano/a en el Señor:

Que Dios nos conceda a todos el don de la conversión.

Las reacciones que usted describe son muy reales. Sin embargo, pienso que hay que distinguir entre decir la verdad y la manera cómo se dice la verdad.

Confieso – ¡Dios me perdone! – que a veces respondo de manera mordaz porque siento que el mensaje es un ataque. Pido al Señor que me dé mansedumbre. Además, una persona que es agresiva lo es porque algo le duele interiormente. Descubrir esto y responder a este sufrimiento sería pues la clave para dar una respuesta.

Ahora bien, si se trata de la verdad no hay que cede ni un ápice. Si se trata de aplicaciones que muchas veces admiten una amplia gama desde la generosidad extrema hasta lo que raya a la justicia obligatoria ciertamente hay amplio campo para tener distintas opiniones.

Finalmente, hasta las preguntas agresivas  y las reacciones belicosas son una bendición disfrazada. Suscitan una respuesta. Se anuncia la verdad. Que Dios bendiga a estas personas porque él o ella contribuyen sin saberlo a que se dé testimonio de la verdad. Y esto significa que se da testimonio de una persona que es la VERDAD.

vale

mscperu

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