El Sagrado Corazón, ¿qué es?

Consulta

¿Qué significa el Sagrado Corazón de Jesús (qué es, cómo es, cómo se inició, qué significa) para la fe?, me pregunta mi hija de 9 años y no encuentro la manera de explicarle. Ayúdenme por favor

Respuesta

    Estimado Hermano en Cristo:

Que la alegría del Señor esté en su corazón.

Los hijos son una bendición. He visto a más de un padre de familia que ha encontrado el regreso a Dios por la oración y las súplicas de sus hijos. He aquí en grandes rasgos lo que es el Sagrado Corazón.

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El Sagrado Corazón de Jesús

Al comienzo queremos ponerle las palabras de un sabio de la edad media que resume la enseñanza respecto al Sagrado Corazón de la siguiente manera:

Ubertino de Casale (+1325?) al que han dado el título 'doctor medieval del Corazón de Jesús' escribe: "El fundamento y la raíz de toda gracia y mérito vienen del dolor y del corazón de todo el cuerpo de Cristo crucificado.

     Para que se cumpliera la Escritura que dice: "Mirarán al que traspasaron" (Zac 12, 10), la voluntad de Dios quiso que uno de los soldados atravesara el sagrado costado con la lanza (Jn 19, 34). Este precio, venido de Cristo-fuente, es decir, del Sagrado Corazón traspasado, inundó a la Iglesia, mediante los Sacramentos, para otorgar la vida de la gracia. Para quienes ya viven en Cristo, esta misma fuente es bebida de  manantial vivo, que fluye hasta los confines de la vida eterna.

     ¿Quién no ve allí (en el Corazón traspasado) abiertas las cataratas  del cielo para que irrumpa el diluvio de gracias a fin de ahogar nuestra enorme soberbia y nuestra impureza carnal? Se diría que Cristo estuviera por entero destilando sangre. Su amor todo lo inunda. Para que el diluvio sea completo se rompieron las fuentes  del abismo: las puertas vitales del Corazón de Cristo. La lanza no escatimó nada, penetró hasta el abismo.

     Por consiguiente, quien no está atraído por la fuente amorosa de Cristo, sabe que no pertenece a su rebaño..., a no ser que penetre en el Corazón manso de Cristo para transformarse en digna bebida del amor de Cristo".

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Esto lo hemos puesto para usted. Creemos que es muy fácil  traducirlo en un lenguaje comprensible para una niña de 9 años.

Una explicación más detallada podría ser lo que ponemos seguidamente. Quizás usted espera  que le proporcionemos recursos metodológicos acerca de cómo explicar las cosas a su hija. Nosotros pensamos que no son los métodos o juegos que transmiten a los niños una comprensión de fe. Hasta estamos acusando a los padres de familia y a los catequistas de esto porque es un terror garrafal confiar en recursos externos y no en el Espíritu Santo. Se necesita un recurso que no tiene nada que ver con métodos. Es el testimonio de la fe. Se ha comprobado una y otra vez que cuando el que enseña está profundamente convencido y tiene una experiencia de la fe, entonces puede hablar a personas de cualquier tipo y sabrá adaptarse en su lenguaje y ante todo en su testimonio a la capacidad de los oyentes. Por eso le podemos lo que sigue para que usted se compenetre de esa realidad maravillosa y así adquiera la capacidad de transmitir un testimonio de fe.

El lugar más profundo de la persona humana es su corazón. Sin embargo, del corazón del hombre salen muchas veces las cosas malas (Mt 15, 19: "... del corazón salen malos pensamientos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, blasfemias, falsos testimonio"). Y esto nos mata por dentro. La persona humana no es feliz. Es más, muere por dentro; se va el Espíritu Santo. Dios no quiere esto. Él quiere que tengamos vida eterna.  Por eso ha enviado a su Hijo para que se haga hombre, cargue con mis pecados, los suyos y con los del mundo entero y los estrelle en la cruz en su muerte. Dios lo ha resucitado para que en Él tengamos vida eterna al dejarnos amar y salvar por medio de Él.

El símbolo de este amor es el corazón traspasado de Jesús en la cruz para que nadie desespere; porque el Corazón de Dios está siempre abierto para los que creen en su misericordia. En realidad, es nuestro pecado que lo ha matado y si fuera posible lo mataría de nuevo  (Heb 6, 6). Pero al mirar el corazón traspasado cuya muerte y resurrección nos ha rescatado, nos damos cuenta que a través de él Dios nos habla: "¡Ni matando a mi Hijo puedes impedirme que yo te quiera!" El Sagrado Corazón es el símbolo del amor misericordioso de Dios. Es la impronta del Padre quien hace fiesta cuando vuelve el hijo pródigo (Lc 15, 32).  Por eso, la primera representación del Sagrado Corazón es Cristo en la cruz con el corazón traspasado.

 ¿Cómo llega este amor a nosotros? El Hijo de Dios haciéndose hombre, asumiendo un corazón humano quiere amarnos también a nuestra manera humana. No sólo eso, quiere que podamos amar como Él ama. Jesús mismo nos dice: "Vengan a mí todos los que están cargados y agobiados y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón y  encontrarán alivio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera" (Mt 12, 28-30).

Es decir, Jesús habla así a los débiles, a los que mienten, roban y odian para mostrarles el camino a la verdadera felicidad. Cuando tengamos los mismos sentimientos que tuvo Jesús en su corazón entonces seremos verdaderamente felices (vea Fil 2, 5 ss.). Sin embargo, la persona humana no puede conquistar por los puños estos sentimientos de amor, perdón, generosidad y gozo. No está en nuestras fuerzas. El Señor quiere ponerlos en tu corazón gratuitamente por medio de los sacramentos y por medio de su Espíritu Santo. Si ha ido a Misa el domingo pasado (Santísima Trinidad C) entonces habrá escuchado que Jesús promete enviar el Espíritu Santo. En el fondo Jesús quiere ser uno con la persona humana. Los que aman al Sagrado Corazón  saben que la manera privilegiada de llegar a ser uno con Él es la eucaristía cuando viene a nuestro corazón.

Pero hay una cosa más: ¿Cómo respondemos a este amor? Las más veces con indiferencia y muchísimas con la violencia, la mentira, la dureza, la lujuria, el odio. "Lo que ustedes han hecho al menor de mis hermanos lo han hecho a mí" (Mt 25, 40). Por eso los devotos del Sagrado Corazón quieren ofrecer una especie de reparación por los pecados a la manera de San Pablo: "Yo completo en mi cuerpo lo que le falta a los sufrimientos del cuerpo de Cristo que es la Iglesia" (Col 1, 24). De esta manera puede ser que un enfermo al unirse a Cristo en su sufrimiento sea más eficaz que un misionero con una palabra potente. En la reparación ha insistido especialmente santa Margarita María Alacoque que en visión ha contemplado al Señor con el Corazón ardiente y rodeado de espinas visiblemente sobre su pecho. Esta es la representación que más vemos en nuestras Iglesias.

Resumiendo: El Sagrado Corazón de Jesús es el amor de Dios hecho Corazón humano. Se representa en las estatuas de Jesús con el Corazón visible en su pecho. Es el símbolo para que el creyente  que lo contempla en adoración pueda percibir en él  el motivo y razón de toda obra divina: la comunión de amor entre Dios y la humanidad, la comunión de amor entre tú y Él.

El Sagrado Corazón es el Hijo de Dios hecho hombre que ama también con un corazón humano y nos ha dejado como signo el corazón que está abierto para todo el que quiera volver a Dios. 

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Que Dios lo bendiga abundantemente a usted y a su familia.

Por eso rezan

Sus MSC Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú

PD. Adjuntamos una representación del Sagrado Corazón. Además le enviarémos en los días que vienen unos mensajes que – comenzando con el segundo – explican con más detalle cómo Dios utiliza el corazón para encontrarse con el hombre.

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