Si no fuera católico, y estuviera buscando la Iglesia auténtica en el mundo hoy en día, buscaría la Iglesia que el mundo odia
“Si no fuera católico, y estuviera buscando la Iglesia auténtica en el mundo hoy en día, buscaría la Iglesia que no se llevara bien con el mundo; en otras palabras, buscaría la Iglesia que el mundo odia. Mi razón para esto sería, que si Cristo está en cualquiera de las iglesias del mundo de hoy, Él debería ser odiado igual que cuando estuvo en el mundo en carne y hueso.
Si uno quiere encontrar a Cristo hoy, entonces busca la Iglesia que no se lleva bien con el mundo. Busca la Iglesia a la que se acusa de estar anticuada, como Nuestro Señor fue acusado de ser un ignorante y nunca haber aprendido nada.
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Busca la Iglesia de la que los hombres se burlan como algo socialmente inferior, como se burlaron de Nuestro Señor por venir de Nazaret.
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Busca la Iglesia acusada de servir al demonio como Nuestro Señor fue acusado de estar poseído por Belcebú, el Príncipe de los Demonios.
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Busca la Iglesia que el mundo rechaza por reclamar que es infalible, como Pilatos rechazó a Cristo por llamarse a sí mismo la Verdad.
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Busca la Iglesia que se encuentra entre la confusión de opiniones opuestas, sus miembros la aman y aman a Cristo, y respetan su voz como a la voz misma de su Fundador, y la sospecha crecerá si la Iglesia es impopular con el espíritu del mundo, entonces es que no es del mundo, y si no es de este mundo, es que es de otro.
Puesto que es de otro mundo, es infinitamente amada y odiada como lo fue el mismo Cristo.” (Arzobispo Fulton J. Sheen 1957)
Cortesía: Pedro
González, Infocatolica.com