Domingo 7 del Tiempo Ordinario A - Amor al enemigo - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical parroquial
Recursos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
Para ser más felices" Curso con y sobre las Bienaventuranzas"
1. Los Pasajes
Bíblicos del Domingo
1.1 Primera
Lectura: Levítico 19,1-2.17-12
1.2 Segunda
Lectura: 1.Corintios.3, 16-23
1.3 Evangelio: San
Mateo 5,38-48
2. Catequesis
2.1 Catequesis 1: La otra mejilla
2.1.1 Meta
Descubrir cómo ofendemos muchas veces y nos hacemos enemigos de los demás. Es una catequesis un poco al revés. Muchas veces nos colocamos en la posición del que es bueno y pensamos que el otro es el malo. Esto hay que corregirlo. Al perdonar realizamos lo que otros muchas veces tienen que hacer conmigo.
2.1.2 La Catequesis
¿Quién es el culpable?
Juan estaba sentado cómodamente viendo la televisión. Había hecho sus tareas y sus padres le habían permitido ver su "serie" favorita antes de acostarse. De repente se asustó terriblemente: una piedra enorme rompió la luna de la ventana y lanzada justo sobre la sombra de su cabeza que la luz proyectaba sobre la luna. Alguien había querido hacerle daño. Su papá y su mamá entraron corriendo y le preguntaron si le había sucedido algo. Se tranquilizaron al verlo incólume. Pero luego el papá le preguntó: "¿Tienes enemigos?" Juan no podía recordar a nadie que lo odiara tanto como para tirarle una piedra de noche. E1 papá le dijo:"Mientras que te acuestes, piensa quién podría ser y avísame el nombre. Le daremos su merecido. Tendrá que ir a la cárcel porque hubiera podido dejarte malherido".
Juan se retiró preocupado y pensativo. "Yo no tengo enemigos. ¿Quién podría ser para odiarme tanto?" Al quitarse los zapatos de repente recordó: "Ayer le hice un grave daño a Enrique. Estábamos jugando y fallé un gol. Más tarde le acusé a Enrique ante el entrenador que me había pateado anteriormente de manera que no podía jugar bien. Era mentira pero el entrenador me lo creó y sacó a Enrique del equino".
Al desabotonarse la camisa recordó Juan otra cosa:"Le había prestado a Anita el cuaderno de matemáticas para que pueda copiar las tareas. Ella tiene que trabajar en las tardes para ayudar a su mamá a vender en la calle y no tiene mucho tiempo para estudiar. Cuando presentó su cuaderno a la profesora, ésta la alabó y le dijo: 'Anita, vas a pasar de año. Estaba dudando pero ahora estoy segura'. Y yo me puse a reír como un idiota. La profesora me llamó y me preguntó qué me bacía reír. Le dije que Anita había copiado de mi cuaderno. La profesora se molestó mucho con Anita y le dijo que iba pensarlo, eso de pasar el año.
Juan estaba ya acostado en la cama cuando se acordó de otro caso: "Verdad, ahora me acuerdo: Felicia salió a jugar con nosotros. Ella llevaba una gorra. Me confió que le tuvieron que rapar la cabeza para sanar una herida. Me lo contó sólo a mí porque me tenia confianza. Durante el juego me ingenié a quitarle la gorra y todos los niños de la calle le vieron la calvicie, se rieron de ella y 1a perseguían, burlándose de ella, hasta que desapareció en su casa. De esto hacen dos semanas y Felicia no sale de su casa".
Enrique se sentía muy mal. La frazada le parecía pesar una tonelada. Se sentó en e1 borde de la cama y pensó: "El enemigo soy yo. Yo tengo la culpa. Porque hasta pudo ser mi hermanito al que he jalado del cabello hasta que se ponía a llorar. Esta piedra me la merecía. Mañana voy a ir a pedir perdón y arreglar las cosas porque así no puedo vivir".
Cuando en la mañana el papá le preguntó: ¿Has recordado quién puede ser el culpable?" Juan respondió: "Papá, dejémoslo así porque seguramente tuve la culpa".
Amar a los enemigos
Ahora vamos a cerrar los ojos y pensar un poco. No necesitamos irnos a la cama como Juan. Vamos a recordar a las personas a las que hemos hecho daño, o a las que hemos herido durante los últimos días. Luego en nuestro corazón les vamos a pedir perdón. Más tarde cuando se presente la oportunidad, también se lo diremos para que ellos nos perdonen. Así nos van a enseñar cómo amar al enemigo que fuimos nosotros.
Ahora vamos a pensar en las personas que nos han hecho daño a nosotros o que nos han herido. Vamos a imaginarnos cómo Jesús está a su lado y los abraza con un brazo y cómo con el otro brazo quiere abrazarnos a nosotros. (E1 catequista hace una demostración con dos niños.) Vamos a perdonarlos de todo corazón. Y cuando se nos presente una oportunidad, les daremos una alegría. Vamos a hacer otro silencio para pensar qué alegría les podemos dar.
Testimonios
Ahora los que quieren contar algo de lo que han pensado pueden hacerlo pero sin mencionar nombres y hablando de una manera de que no se pueda reconocer a la persona de la cual se está hablando. Nuestro lema para esta semana será: Amar es de Dios, odiar del diablo.
2.2 Catequesis II: Imitación de Dios (Primera Lectura)
2.2.1 Meta
Muchos tienen una idea equivocada acerca de lo que es santidad la transmitimos a los niños: ser santo es un comportamiento cien por ciento perfecto etc. Los niños se dan cuenta perfectamente que esto no funciona porque experimentan en su propia carne que son unos mentirosos, pleitistas y vanidosos, igual que los catequistas. Tratamos de la santidad como un reflejo un reflejo, como una aproximación de lo que es santidad.
2.2.2 La Catequesis
Lo tuyo y lo mío
Voy a escribir en la pizarra las siguientes palabras: Dios, ladrón, pueblo sin ley, ciudadanos.
Ahora voy a escribir 4 frases y ustedes me dirán quién dice qué.
- Lo tuyo es tuyo, lo mío es mío.
- Lo mío es tuyo, lo tuyo es mío.
- Lo mío es mío, lo tuyo es mío.
- Lo tuyo es tuyo, lo mío es tuyo.
Parece que es un poco difícil adivinar a quién responde la frase. Vamos a ayudar con un ejemplo. Vengan adelante dos voluntarios y a cada uno le voy a dar un caramelo.
Cuando se dice: Lo tuyo es tuyo, lo mío es mío, ¿intercambian los caramelos?… (no, cada uno se queda con lo suyo.) Exacto. Vamos a la segunda frase: Lo mío es tuyo y lo tuyo es mío .¿Qué pasa con los caramelos?.... (cambian de propietario). Esta frase va con el pueblo sin ley. Porque no respetan nada ni a nadie. Mientras que la primera frase va con el ?... (Ciudadano que respeta los derechos). Vamos a la-tercera frase: Lo mío es mío, lo tuyo es mío. ¿Qué pasa con el caramelo?... (uno tiene dos porque le quita al otro su caramelo). ¿Este es un?… (ladrón) Ahora –veamos la última frase: Lo tuyo es tuyo y lo mío es tuyo. ¿Qué sucede?… (uno da su caramelo al otro, se lo regala). ¿A quién corresponde?... (A Dios).
Vamos a ver si es cierto. ¿Qué es lo que le pertenece a Dios?… (todo). ¿Hay algo en este mundo que no le pertenezca?… (No, todo le pertenece) ¿Y las cosas que tenemos nosotros pertenecen?… (A Dios). Así que Dios ha dicho: Lo mío es tuyo. (se escribe en la pizarra).
Nuestras reacciones
¿Qué hacemos generalmente cuando alguien nos pega?… (Nos defendemos y lo pegamos) ¿Cuando alguien nos grita y nos insulta?... (Le gritamos también). ¿Qué sentimos para con alguien que nos hace algo malo? ¿Queremos seguir con él?… (No). ¿Cuando alguien nos ofende y nos insulta?.... (no queremos saber nada de él).
Las reacciones de Dios
¿Qué hace Dios cuando pegamos a uno de sus hijos, nos pega enseguida? ¿Deja de amarnos?.... (No). Cuando le ofendemos a Dios ¿ya no nos quiere?....(No, sigue amándonos). Cuando cometemos pecado ¿Dios se aleja de nosotros, ya no quiere saber de nosotros?… (No). Cuando necesitamos algo ¿él que se queda con todo?.... (No, nos lo da). Como ven Dios es paciente (se escribe en la pizarra). Dios es generoso, Dios es amor. Por eso decimos que Dios es santo porque no hay nada malo en él.
Si nosotros querernos ser santos, cómo tonemos que ser?....(pacientes), generosos, amorosos). Ahora bien, Dios nunca falla. Siempre es paciente, siempre es generoso, siempre es amoroso. ¿Nosotros somos siempre así siempre siempre?… (No, fallamos muchas veces). ¿Después de haber fallado podemos nuevamente ser amorosos y pacientes después de haberle pedido perdón a Dios?… (Si). Se dan cuenta, en medio de estas faltas podemos volver siempre de nuevo a la santidad y, con la gracia de Dios, y si se lo pedimos, falla haremos cada vez menos, es decir, reflejamos cada vez más la santidad de Dios. De este nuestro bautismo del señor y su santidad mora en nuestro corazón. ¿Entonces como podemos saber que estamos reflejando la santidad de Dios?… (Cuando somos pacientes, amorosos etc.).
Nuestro Lena de esta semana: Si quieres ser santo ama como Dios.
Catequesis I: Les entregamos una hoja que lleva como encabezamiento el lema. Debajo se escribe: Inventa una escritura que nadie puede leer sino tu solo. Luego escribe en esta hoja los nombres de las personas a las que has hecho algo que no está bien (ofensa, burla, mentira, pleito). Si no se te ocurre una escritura secreta dibújalos de manera que nadie los reconozca. Cuando haces une oración por ellos, dibuja al lado une cruz, cuando les das una alegría dibuja una estrellita.
Catequesis II: Les entregamos una hoja que lleva como encabezamiento el lema. Luego dice: Escribe las respuestas y cuando has terminado conversa con tus padres para ver si tus respuestas son correctas.
¿Cómo reacciona Dios cuando lo ofenden?
¿Qué siente Dios cuando alguien comete un pecado?
¿Qué hace Dios con las cosas de este mundo, se las queda?
¿Cómo reacciona Dios cuando le pedimos que nos ayude a ser como él?
¿Cómo reacciona Dios cuando le piden perdón?
¿Cuándo Dios nos deja de amar?
Durante la semana, cuando puedes actuar como Dios, dibuja una cruz. Trae el domingo la hoja al templo y regálasela a Dios.
4.- LITURGIA: ELEMENTOS A REFORZAR
Cuando se trata de actitudes como del amor o de la misericordia de Dios, toda la Misa sirve como elemento a reforzar. Será útil de escoger uno entre muchos. En ese caso sugerimos hablar de la comunión que es el signo más palpable que Dios nos ama a pesar de ser pecadores y enemigos de Dios cuando cometemos pecado. El siempre ama al enemigo.
Lo bueno de los niños es que olvidan rápido una ofensa; del otro lado pueden ser de una crueldad que asusta. Ayudémosles a desprenderse de los cánones que les imponemos los adultos por nuestro ejemplo de un lado y del otro pedimos que tanto ellos como nosotros puedan contagiarse del Corazón de Jesús,
¿Quién puede hablar del amor al enemigo sin sonrojarse. Por le menos digamos una oración por los que nos han hecho daño y una petición al Señor:"Haz nuestro corazón semejante al tuyo".
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.