DOMINGO 4 del TIEMPO ORDINARIO B: Preparemos la Fiesta con los Niños
Falta un dedo: Celebrarla
PASAJE DOMINICAL:
Mc
1,21-28
CATEQUESIS
Les voy a contar dos historias de las cuales una ha sido filmada ya hace
algunos años.
Había en Viena un hombre muy astuto que robaba y robaba. Tenía muy preocupada
a la policía, que lo buscaba intensamente. Habían desplegado tantos hombres en
las calles por las noches, que el hombre ya no podía robar, lo que le
molestaba mucho. Un día hubo una pelea y mataron a un hombre y la policía
pensaba que el finado era el ladrón astuto. Así que lo enterraron y tranquilos
se ocuparon de otras cosas. El hombre astuto comenzó nuevamente a robar más
que nunca y hacer daño porque ya nadie lo buscaba.
Escuchen también la siguiente historia
Un pueblo estaba con mucho miedo. En los campos alrededor del pueblo corría un
perro enorme que atacaba a todos los que se acercaban. La gente pensaba que
sería necesario eliminarlo porque era un gran peligro. Durante este mismo
tiempo uno de los que vivían en el pueblo quiso gastar una broma. Compró
globos que teñían forma de perro y, durante una noche, los diseminaba
alrededor del pueblo. La gente cuando los vio se asustó enormemente porque
encontraban al perro feroz por todos lados. Finalmente se dieron cuenta que
eran perros de plástico. Perdieron el miedo y ya no se preocupaban del perro
feroz porque pensaban que todos los perros eran de plástico.
¿El diablo está muerto?
Hemos escuchado hoy en el evangelio como Jesús demuestra que el Reino de Dios
está cerca. En la sinagoga estuvo presente un endemoniado. ¿Quién mandaba en
esa persona? ¿el? (Diablo). El diablo sabe muy bien quién era Jesús.
¿Recuerdan lo que dijo:"Tú eres el? (Santo de Dios)". ¿Y cómo lo trata
Jesús? ¿Se pone a discutir con él o se deja ayudar por el diablo? (No) ¿Qué le
dice? (calla, y sal de ese hombre).
Nosotros no pensamos mucho en el diablo, ¿verdad? Pasa desapercibido. Es como
en el caso del hombre astuto a quién creían muerto. Al creerlo muerto, ¿es una
ventaja o una desventaja para él? (Es una ventaja) ¿Por qué?....
(Porque puede robar sin ser molestado). Lo mismo pasa con el diablo. Cuando
nadie piensa en él, él puede hacer lo que le da la gana. A él, ¿como lo gustan
que sean los niños? (Malos, mentirosos, ladrones, egoístas, pleitistas,
que no rezan ni obedecen). Entonces, ¿qué tenemos que hacer? ¿Ser como la
policía que pensaba que el hombre astuto estaba muerto? . . . (No). Tenemos
que estar atentos. Cuando sentimos en nuestro corazón ganas de ser malos o de
hacer mal a los demás, ¿decimos: "No importa tanto"? (No). Tenemos que
estar atentos y al momento botar este sentimiento. Cuando sentimos envidia,
¿podemos pensar que a nadie le interesa y que no importa? ¿A quién va a
importar de todos si seguimos con la envida? (Al diablo). Entonces hay
que hacer como Jesús y hay que decir: "¡Calla y sal!"
La exageración también es mala
Reacuerdan ustedes el pueblo que temía al perro. Al ver tantos perros de
plástico, ¿qué pasó? (perdieren el miedo). Y seguramente en algún momento el
perro verdadero que rondaba el pueblo, ¿qué habrá hecho? (Habrá mordido a
alguien). Lo mismo pasa cuando exageramos y vemos al diablo por todas partes:
en la oscuridad, en algo que se mueve en la lejanía, en nuestros pensamientos
cuando creemos que todo lo malo que pensamos y hacemos viene del
diablo. Y veces la gente dice " tú eres un diablito", como si fuera algo
simpático, algo que da risa. Y al final nos pasa lo mismo que a
los pobladores... (Se descuidaron, perdieron el miedo)- Ya no se preocuparon.
El diablo no es una cosita chiquita divertida sino es un ángel caído, un
ángel que se ha alejado de Dios porque no quiero obedecerle. Entonces le
gustaría que todos se alejaran de Dios. Y si nos descuidamos a lo mejor logra
lo que desea, Él no puede obligarnos a nada. Lo que puede hacer es despertar
sugerencias en nuestro corazón. De esta manera estamos como escuchando dos
voces en nuestro corazón. El domingo pasado hemos hablado de la voz de Dios en
nuestro corazón, la voz de la conciencia. Esta vez nos damos cuenta que hay
también otra voz que nos habla y nos incita a pensar, hablar y actual mal.
Esta es la voz del diablo. Si yo te digo a ti ahora: "Toma la silla y
estréllala en la cabeza de tu vecino", ¿tú tendrás que hacerlo? (No). Somos
libres de aceptar la voz que queremos. ¿Qué voz queremos escuchar y obedecer?
(La voz de la conciencia, la voz de Dios).
¿Qué hacer?
Voy a terminar ahora la segunda historia. Todos los niños se descuidaron menos
tres. Esto es, no salían del pueblo nunca a solas sino sólo cuando el
cazador con su escopeta daba la vuelta alrededor del pueblo. Entonces ellos lo
acompañaron porque pensaban que podía rondar el perro malo. Y podría
hacer daño. Así sucedió. Un día salieron todos los niños a jugar menos los
tres que esperaron que salga el cazador. Y todos los niños en aquel
día fueron mordidos ¿menos los? (Tres) ¿Por qué? (Estaban con el cazador).
Para que el diablo no nos haga daño, ¿con quién tenemos siempre que estar?
¿Quien es el más fuerte? ¿Quién sabe mandar al diablo? (Jesús). Por
eso nuestro lema será: junto a Jesús no tenemos miedo ni al diablo. ¿Cómo
podemos hacer para estar siempre con Jesús? ¿En la mañana? ¿En la noche?
¿Durante el día? ¿Al jugar? etc. etc.
Queremos ayudar a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical Parroquial. De ningún modo queremos dar pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una seria acusación al respecto.