Domingo 2 del Tiempo Ordinario C: Catequesis preparatoria para niños para poder acoger la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
catequesis preparatoria
Pasaje bíblico: Jn 2, 1 -12 "Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en el".
1. Contexto
Los milagros que describe San Juan no son en primer lugar para relatar acontecimientos extraordinarios. El los llama signos. Su sentido se descubre en el mensaje que ofrecen. Son signos de algo y de alguien. En nuestro pasaje los versículos finales sirven como interpretación del signo realizado.
2. El texto
a) Por primera vez Jesús habla, al realizar el milagro, de "mi hora", expresión que establece una estrecha relación con el momento de su muerte y resurrección.
b) El milagro es signo de la gloria de Jesús la cual es percibida sólo por la fe (versículo 11).
c) Aparentemente hay una alusión al vino como signo sacramental de la eucaristía.
d) Además este Evangelio subraya la unión estrecha entre María y Jesús.
Catequesis
Los ojos de la fe
No puede ver
Un señor visitaba uno de los museos más grandes del mundo en París. Después de haber recorrido todos los salones con sus estatuas y pinturas, muy cansado, exclamó: "¡Jamás me he aburrido tanto!" Un artista que lo oía le dijo: "Señor, si yo le pudiera prestar mis ojos". ¿Por qué habrá dicho este el artista? ¿El caballero no tenía ojos acaso?… (Sí, los tenía). Pero no se daba cuenta de lo que estaba viendo. El artista, en cambio, mirando toda la belleza del museo si se daba cuenta. Hay que saber mirar
Los ojos de la fe
Supongamos que alguien que no es cristiano, entra en una iglesia y se queda durante la misa. ¿Qué cosas está viendo?… (Bancas, estatuas, a gente, altar, etc.). Cuando el sacerdote eleva la hostia y el cáliz en el momento de la consagración ¿qué cosa ve?… (Un pan, un cáliz). Mientras nosotros sabemos que se ha hecho presente en nuestro altar ¿?… (El cuerpo y la sangre de Jesús). Jesús mismo se ha hecho presente. Es que tenemos ojos de fe. ¿Cuando hemos recibido nuestros ojos de fe?… (Cuando nos bautizaron). ¿Y quiénes nos han enseñado a utilizarlos bien?… (Nuestros padres, los profesores, los sacerdotes). Con los ojos de fe nosotros vemos mucho más que alguien que no los tienen. Por ejemplo, cuando miro una cruz ¿acaso estoy viendo sólo dos maderas y un hombre colgado?… (No, estamos viendo a Jesús que se está sacrificando por mí). Esto lo veo sólo con los ojos de fe. Cuando miro una flor con los ojos de fe, entonces me doy cuenta que alguien ha creado esta hermosura ¿?… (Dios).
Vamos a mirar ahora nuestro día, un día de nuestra vida con los ojos de cualquiera: Me levanto, como desayuno, hago cosas, etc. etc. Cuando miro con los ojos de la fe me doy cuenta que hay mucho más. Cuando me levanto con los ojos de fe me doy cuenta que alguien me ha dado este nuevo día ¿?…) Dios). Por eso al despertar ¿A quién me dirijo?… (A Dios). Porque tengo ojos de fe, por eso al tomar el alimento miro con ojos de fe. ¿A quién le daré gracias por el alimento?… (A Dios). Al hacer las cosas del día ¿A quién trataré de darle gusto?… (A Dios). Todo esto descubro con los ojos de fe. Porque todas las cosas que te pasan, si tienes ojos de fe, te hacen ver que Dios te ama.
Por eso les propongo que durante esta semana vayamos mirando la vida con los ojos de fe. Si lo hacemos seremos como los discípulos. Ellos vieron cómo Jesús transformaba el agua en vino pero ellos vieron con ojos de fe. No miraron solamente el vino sino ellos creyeron que Jesús era el Hijo de ¿?… (Dios).
Liturgia
Elementos a reforzar
Se puede recordar a los niños algunos elementos visibles de la misa como gestos, acciones, objetos y sugerirles de mirarlos con los ojos de fe: por ejemplo, les presentamos una Biblia y la describimos, su color, su peso, su tamaño. ¿Cuándo miramos este libro con los ojos de la fe qué descubrimos?…
Vivencia familiar
Al ayudar al hijo a hacer la oración de la noche, se le puede ayudar a hacer examen de conciencia mirando los acontecimientos del día con los ojos de fe. ¿Qué quería Dios de mí en este instante?
Es un momento de recordar la trascendencia de nuestra vida cuyo elemento esencial es la oración. ¿Damos gracias a Dios por lo bueno que nos ha sucedido? ¿Tenemos suficiente fe para dar gracias también por los acontecimientos que nos hacen sufrir?
El niño
El niño no tiene problema para descubrir a Dios en los acontecimientos de la vida. Su imaginación puebla los sucesos más rutinarios con personas y significados favorables. Es muchas veces su manera para compensar las heridas interiores y superar los problemas de la vida. La presencia de Dios en su vida, de un Padre que lo ama, será una gran ayuda en la transición del romanticismo del niño al realismo de la adolescencia. Procuremos que el niño no confunda a Dios con los personajes de su imaginación.
Condición previa
Los antiguos recomiendan una actitud que llaman "Caminar en la presencia de Dios"; es el deseo del cristiano verdadero de estar consciente de la presencia de Dios en todos los momentos del día; puede parecer difícil porque supone una actitud de oración constante. Un paso para comenzar consiste en la jaculatoria, e. d., decir oraciones brevísimas a guisa de invocaciones en los momentos diversos del día. El cristiano debe haber experimentado la transcendencia de Dios para ser cristiano. Otro medio para ayudarnos consiste en ofrecer al comienzo del día todos los pensamientos, palabras y obras y consagrárselos a Dios.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.