Domingo 19 del Tiempo Ordinario C - 'con las lámparas encendidas' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la prepración
Falta un dedo: Celebrarla
Nuestro pasaje: Lucas 12, 41-48
TEXTO
1. Parece que los cristianos nunca serán ni deberán ser poderosos. Pero a ellos pertenece el reino de Dios. Es la única vez que Jesús utiliza la palabra "pequeña grey".
2. El discípulo debe estar dispuesto a servir a Dios y a los demás. Debe estar despierto para comprender la situación que vive y actuar en ella porque el Señor volverá.
3. La vigilancia es la fidelidad en la fe y en el servicio que tendrá su última prueba cuando vuelva el Señor en persona.
4. La reacción del Señor corresponde a la acción del siervo.
CATEQUESIS I
Es la historia de un niño que perdió la vista. Antes era un muchacho sano, fuerte, lleno de travesuras que un día subiendo al travesaño de un arco de fútbol resbaló y cayó tan desafortunadamente que al despertar en su cama se dio cuenta que había perdido la vista. Su convalecencia era como un aprendizaje. Todo lo tenía que aprender de nuevo: como comer, como cómo vestirse, etc. El padre del muchacho estaba lejos en la guerra, donde lo habían hecho prisionero y nadie sabía nada de él. Un día el muchacho estaba sentado en la banca del jardín cuando su hermanita vino corriendo y gritó: "Ha llegado un telegrama. Papá llegará con el tren. Vamos a la estación". Se fueron a la estación del tren con la mamá. En el andén el muchacho oía que había mucha gente. Cuando por fin llegó el tren oía como bajaban del tren y llamaban a sus seres queridos. Pero el muchacho ya no recordaba la voz de su papá. Estaba para ponerse a llorar cuando vino su hermanita, lo tomó de la mano y lo guió hasta donde estaba su padre. El padre lo tomó en sus brazos y el muchacho estaba feliz.
El cielo está cerca
Una pregunta fácil: ¿Donde está el cielo? Más fácil aún: ¿Dónde está Dios?... (En el cielo, en la tierra y en todo lugar). ¿Quién es la persona más importante en el cielo?... (Dios). Entonces, dónde está Dios allí estará el cielo ¿verdad?... (Sí). Por tanto, el cielo está por todas partes. ¿Está en África?... (Sí). ¿En Europa?... (Sí). ¿El cielo, o sea Dios, está también aquí?... (Sí). No podemos ver a Dios porque somos ciegos como el muchacho de la historia que no podía ver a su padre.
La Iglesia nos guía
Por ser ciegos, por no poder ver a Dios, nosotros podemos perdernos, podemos ir en la dirección equivocada. Necesitamos a alguien que nos tome de la mano y nos guíe hacia Dios. ¿Quienes nos han hablado primero de Dios?... (Nuestros padres). Jesús antes de subir al cielo dejó una institución a la que pertenecen el Papa, los obispos, los sacerdotes, los religiosos, todos los bautizados. ¿Cómo se llama esta institución?... (Iglesia). La Iglesia es como la hermanita del ciego que nos toma de la mano y nos guía al Padre.
Jesús volverá
¿Cuando vamos a ver a Dios?... (Al final del mundo, cuando morimos). Estar con Dios es algo tan hermoso que es imposible imaginarlo. Si estamos haciendo el bien y Dios viene por nosotros ¿seremos felices?... (Sí). Si estamos haciendo el mal y Dios viene por nosotros, ¿estaremos felices?... (No). La razón es que por haber obrado mal no podemos estar con Dios. Estaremos lejos de él. ¿Quien conoce el momento exacto cuando Dios vendrá por él?... (Nadie). Recuerdo que aquí cerca vivió un niño de cuatro años que se ahogo en la tina de jaboncillo. Dios vino por él por él a los cuatro años y aunque sus padres estén muy tristes el niño ahora está muy feliz. Entonces, ¿podríamos decir que ahora hacemos lo que nos da la gana y cuando seamos viejos trataremos de hacer el bien ?... (No hay que portarse bien ahora porque no sabemos cuándo es el momento). Y no lo haremos por miedo sino porque queremos estar felices con Dios cuando él venga por nosotros. Ya pueden ustedes explicar como es eso: 'Esperar al Señor con las lámparas encendidas'. As�� durante esta semana viviremos como si Jesús viniera por nosotros. A lo mejor lo hará.
CATEQUESIS II
Ejercicio: Pedimos voluntarios; con un metro se les mide el tamaño. Quedamos con el más bajo y con el más alto. Por turno se les da la Biblia y el catequista sube a una silla y les pide que por turno le sostengan la Biblia para que pueda leerla. Al más bajo se le dice: más alto, más alto. ¿Por qué no eleva las la Biblia más alto?
Capacidades distintas
Aquí tengo un premio. ¿A quién le daré el premio, al más alto? ¿Y al otro le reproché que no podía elevar el libro más alto? El pequeño ¿acaso tiene la culpa de ser pequeño? ¿Cuando el más bajo eleva el libro sólo hasta la altura de sus hombros ha hecho todo lo que puede?... (No). Cuando el alto la eleva hasta la altura de sus hombros la ha elevado más que el chiquito, pero, en realidad, no ha hecho más de lo que hace el chico que la eleva nada más que a la altura de los hombros. Y si el pequeño ha elevado la Biblia lo más que pueda y el más alto ha elevado la Biblia solamente hasta la altura de los hombros ¿quién ha hecho más?... (El chiquito ha hecho más). Así, pues, para alabar a los dos cada uno debe elevar el libro lo más alto que pueda. ¿Quién es el peor, el chiquito que eleva el libro tan alto como puede o el grande que lo eleva solamente hasta los hombros?... (El alto). De esta manera se le exige más al grande que al pequeño porque es más alto. A cada uno se le exige lo que pueda. Si uno puede más se le exige más.
Somos administradores
¿Recuerdan al siervo del cuento de Jesús? El tenía mucho poder porque podía mandar. Ustedes también tienen cosas sobre las cuales tienen poder, con las cuales ustedes puedan actuar según su voluntad, ¿por ejemplo?... (Ropa, juguetes, diversiones, etc.). ¿Quien es el verdadero dueño de todo lo que existe?... (Dios). Así pues nosotros somos como el siervo. Tenemos que administrar bien las cosas hasta que venga del Señor. ¿Sabemos cuándo vendrá por nosotros?... (Cuando morimos, cual fin del mundo). Entonces el Señor nos preguntará cómo hemos tratado a la gente y como hemos administrado las cosas. ¿Administramos bien las cosas cuando las compartimos?... (Sí). Porque Jesús nos dice que hay que amar a los demás. ¿Administramos bien las cosas cuando sólo las utilizamos para nosotros? ... (No). Y recuerden, se le exige más al que más tiene.
Supongamos que aquí entre ustedes hay dos chicos, uno ha vivido siempre en la capital y el otro ha vivido en un lugar lejano donde no había escuela. El niño del lugar lejano no sabe leer ni escribir porque ha tenido que cuidar el ganado y no pudo ir al colegio. No sabe lo que es la televisión, no conoce como tomar el bus. Supongamos que a los dos los mando a que vayan al centro de la ciudad y compren algo para mí, ¿quién de los dos tiene más mérito al hacerlo?... (El del lugar lejano). ¿A quién se le va a exigir más?... (Al que ha vivido siempre en la capital). Entonces, ¿a quiénes exigirá Dios más: a ustedes o a los niños que viven en lugares lejanos y abandonados? (A nosotros). Vamos a hacer una lista de sus cosas y vamos a pensar cómo las administrarán para que el Señor esté contento de ustedes cuando venga por ustedes.
Liturgia: elementos a reforzar
Dios nos ha dado la voz para rezar y cantar. Nos ha dado un corazón para amar, una cabeza para pensar utilicemos estos dones que Dios nos ha dado especialmente durante la celebración de la Santa Misa para honra y gloria de Dios. Al mismo tiempo agradezcamos a Dios todo lo que nos ha dado para que lo pongamos a su servicio.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.