Domingo 24 del Tiempo Ordinario C - 'El Hijo Pródigo' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
TEXTO
a) Los fariseos aceptarían la enseñanza si Cristo diría que Dios ama al pecador después que este se haya convertido. Sin embargo, Dios ama al pecador siempre y no espera hasta su conversión para amarlo.
b) Jesús come con los pecadores porque así cumple la voluntad del Padre que es misericordioso.
c) También la comunidad cristiana debe estar abierta a los pecadores ya que su conversión procura más alegría en el cielo que la vida del justo.
d) Jesús es el intercesor, nos trajo la salvación, el es el mediador entre Dios y los hombres. Lo vemos prefigurado en Moisés que intercede por su pueblo (primera lectura). Nosotros también deberíamos rezar frecuentemente por la Iglesia y por nuestra comunidad parroquial, en especial por los alejados.
¿Qué hacer?
Hace algunos años sucedió que unas personas se acercaron al sacerdote justo antes de comenzar la celebración la Santa Misa. Era domingo y el templo estaba repleto de gente. Le suplicaron al sacerdote que les acompañe a un lugar distante para asistir a un enfermo grave que estaba muy delicado y seguramente iba a morir pronto. Ahora bien, el sacerdote ya había visitado a este enfermo varias veces y siempre había sido rechazado por este, que no quería saber nada de la confesión. El sacerdote estaba ante un dilema: ¿Qué hacer? En el templo había por lo menos 300 personas que querían participar en la Santa Misa con toda devoción. Si iba adonde el enfermo se quedarían sin Misa, sin comulgar.
Díganme ustedes, ¿qué debería haber hecho el sacerdote?... (Se recogen las opiniones de los niños).
La oveja perdida.
Hemos escuchado lo que dice Jesús. ¿Qué debía hacer el sacerdote?... (Ir a buscar el enfermo). ¿Saben lo que hizo el sacerdote? Se fue al templo y dijo a los feligreses que estaban reunidos ahí que tenía que ir a atender a un enfermo muy grave. Les pidió que rezasen por el enfermo. Les avisó que no podría celebrar la misa, que recién volvería dentro de tres horas. Cuando volvió, imagínense, encontró toda la comunidad aún reunida en el templo rezando, esperando que volviese para celebrar la Santa Misa. Y la oración de los feligreses había tenido efecto. El enfermo se había confesado, había recibido el sacramento de los enfermos, había recibido la santa comunión y había muerto luego en paz.
El ejemplo de Jesús.
Si ustedes han escuchado con atención el Evangelio entonces recordarán que algunos se quejaban de Jesús. ¿Quiénes eran?... (Los fariseos y los maestros de la ley). ¿Por qué se quejaron del Señor?... (Porque estaba con los pecadores y hasta comía con ellos). Es que los fariseos y los maestros de la ley se consideraban como perfectos y no entendían que el Señor pasaba tanto tiempo con los pecadores, con la gente mala. Pero el Señor no les hizo caso. ¿Ustedes saben por qué el Hijo de Dios se hizo hombre?... (Porque quería salvar a los hombres). ¿Y quienes necesitan ser salvados, los buenos o los pecadores?... (Los pecadores). Y entonces, ¿con quienes tenía que tratar Jesús ante todo?... (Con los pecadores).
Aplicación
Les tengo una pregunta: ¿Nosotros somos de los buenos o de los malos?... No es tan sencillo responder a esta pregunta porque a veces somos buenos y a veces somos pecadores, porque no nos portamos como quisiéramos. Y cuando nos portamos como la oveja perdida, ese es aquel que peca y el que peca se aleja de Dios, ¿qué hace Jesús?... (Va en su busca). Y entonces, ¿cómo nos busca?... (Nos habla por medio de la conciencia, nos envía a otras personas para que nos inviten a regresar donde Jesús). Supongamos que un compañero nuestro ya no va a misa los domingos, deja de hacer las cosas bien y se aleja cada vez más de Dios, ¿nosotros podemos ayudarle?... (Si). ¿Cómo podemos hacerlo?... (Rezando por él, dándole buenos consejos, dándole buen ejemplo y tratándolo con cariño). Hay muchas maneras como podemos hacer las veces de Jesús. Seguramente ustedes conocen a alguien que no se acerca a Dios y los demás no lo quieren por que se porta mal con los demás. ¿Qué haría Jesús, lo deja de lado o lo busca?... (Lo busca). Además, siempre podemos hacer lo que hicieron los feligreses que esperaron tres horas en el templo parroquial, ¿qué hicieron?... (Rezaron).
Esta maravillosa historia nos la cuenta Jesús mismo. Muchas veces Jesús utiliza una historia para enseñarnos algo importante. Vamos por eso repasar el Evangelio o para descubrir lo que nos quiere decir Jesús.
Primero tenemos que descubrir lo que quiere decir con los personajes: ¿Quien es el padre?... (Dios). ¿Y sus hijos quiénes serán?... (Nosotros). ¿Que hace el hijo menor?... (Pide su herencia y luego se va). ¿Que cosa hubiera sido mejor?... (Quedarse con su padre). ¿Que cosa creen que será la herencia esta?... ¿Qué vamos a recibir de Dios cuando nos morimos?... (El cielo). Es una herencia maravillosa la de estar eternamente felices con Dios. Tenemos una garantía maravillosa de que Dios en todo momento nos mantiene abiertas las puertas del cielo. ¿Saben cuál es esa garantía o más bien quien es esa garantía? Se lo voy a decir: es el Espíritu Santo que ha sido derramado en nuestros corazones desde nuestro bautismo. Y entonces sí queremos estar listos en todo momento de ir al cielo, ¿cómo tenemos que estar ahora?... (Tener el Espíritu Santo en nuestro corazón, tenemos que vivir en gracia de Dios, en su amor, confesados, haciendo la voluntad de Dios). Cuando uno se aleja de Dios, ¿qué pasa?... (Malgastamos la herencia que Dios nos ha dado. El espíritu Santo se retira de nuestro corazón). ¿Quien es el Espíritu Santo?... (La tercera persona de la Santísima Trinidad). Cuando nos alejamos de Dios Padre también nos alejamos de las otras dos personas. ¿Saben quiénes son esas dos personas?... (Dios Hijo, Dios Espíritu Santos).
¿Y cómo le fue en ese país lejano a donde él se había retirado?... (Le fue muy mal). Cuando uno se aleja de Dios uno termina donde no quisiera terminar. Al final ¿en qué trabajó el hijo menor?... (Cuidando cerdos). Ustedes deben recordar que Jesús estaba hablando a judíos. Para ellos el cerdo es un animal impuro. No lo pueden tocar, mucho menos comer su carne. El que lo hace no puede reunirse con los demás judíos en la oración ni puede entrar al templo porque es impuro. Entonces se imaginan cómo esta comparación los hacía entender enseguida que uno estaba separado de todo lo que es de Dios. ¿Y con que quiso alimentarse el hijo alejado?... (Con las algarrobas de los cerdos). ¿Con qué se llena nuestro interior, cuál es la basura que entra en nuestra mente y en nuestro corazón cuando estamos lejos de Dios?... (El odio, la mentira, mirar películas malas, pensar en hacer daño,...). ¿El hijo menor estaba contento y feliz así? ¿Nosotros estamos felices cuando llenamos nuestro corazón de basura ?... (De ninguna manera).
¿Y qué pensó el hijo pródigo?... (El obrero menos importante en la casa de mi padre está mucho mejor que yo). ¿Qué decidió el hijo pródigo?... (Voy a ir donde mi padre y le pediré perdón para que me acepte siquiera como el último de sus obreros). Y se puso en camino.
¿El hijo menor al regresar tenía que buscar a su padre tocando la puerta y buscándolo en los diferentes cuartos de la casa?... (No. Su padre ya la vio de lejos). Es decir, estaba mirando todos los días para ver si regresaba a su hijo. Cuando nos alejamos de Dios, ¿Dios deja de amarnos, de esperarnos?... (Dios siempre nos espera, nunca deja de amarnos). ¿Y qué pasó al acercarse el hijo al padre? ¿Su padre comenzaría a llenarlo de recriminaciones? ¿A quejarse? "Hijo ¿cómo pudiste hacerme esto?"... (No, el padre abraza a su hijo y lo besa). ¿Y qué dijo el hijo a su padre?... (Padre, no soy digno llamarme hijo tuyo. Trátame como el último de tus obreros). ¿Y qué hace el padre como respuesta?... (Le hace fiesta, lo viste con un traje nuevo, le pone un anillo en su dedo, y le pone sandalias por que venía con los pies desnudos, tan pobre era). ¿Cuando nosotros nos hemos alejado de Dios y cuando regresamos al Padre este nos rechaza?... (No, nos recibe con los brazos abiertos). Ahora bien, a Dios nadie lo ve, ¿cómo y dónde buscar los brazos abiertos de Dios? Los que han hecho la primera comunión saben ¿dónde podemos encontrar esos brazos abiertos de Dios nuestro Padre?... (En el sacramento de la reconciliación, confesándonos). Es verdad, cada confesión es como regresar al Padre para pedir perdón por habernos alejado. ¿Y cuál es la fiesta que el Padre de los cielos nos prepara?... (La Santa Misa). Ahí estamos nosotros en la fiesta como sus hijos revestidos de nuevo a con la vestimenta de la presencia del Espíritu Santo en nuestro corazón, las sandalias son como que Dios Padre la posibilidad de cambiar de rumbo y caminar por el sendero recto, el anillo que nos pone es que no somos esclavos sino hijos muy queridos de Dios y por eso podemos participar en la fiesta.
Ahora bien, ustedes saben que hay gente envidiosa. ¿Como reaccionó el hijo mayor?... (Se quejó, tenía cólera. Tenía envidia). ¿Cómo debería haber reaccionado?... (Alegrándose como su Padre). Por eso nosotros no nos quedaremos nunca lejos de Dios. Si nos sucede la desgracia de alejarnos enseguida pediremos perdón para estar nuevamente en la fiesta.
EL NIÑO
El niño vive un proceso intenso de socialización en el grupo en el que se mueve, hermanos, amigos, compañeros de colegio. En muchos casos los comportamientos disfuncionales son impuestos por los más fuertes y fácilmente el niño cede porque admira a los más grandes. Para un niño seguir comportamientos radicales opuestos haciendo la voluntad de Jesús puede significar una marginación y no como lo sugiere el Evangelio de hoy, una apertura hacia los marginados. Con todo, evitemos ver en todo comportamiento disfuncional un pecado, porque muchas veces y me atrevo a decir, en la mayoría de los casos, son mecanismos de defensa de cara a un comportamiento insensible de los adultos. De todos modos, procuremos entender la historia personal de cada niño.
CONDICIÓN PREVIA
Tenemos la tendencia a aislar a los que nos molestan, a alejarlos de nuestro horizonte de vida. El movimiento del Señor va en dirección opuesta. Es que quien causa dificultades, generalmente las tiene. Parece, por lo tanto, que para poder enseñar a los niños acerca de la actitud de Jesús, necesitamos ejercitarnos. ¿Por quien en nuestro círculo de amigos o familiares o compañeros de trabajo tendremos que preocuparnos para no dar recetas a los niños sino vivencias?
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.