Domingo 25 del Tiempo Ordinario C - 'Gánense amigos con el dinero injusto' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
Pasaje dominical: Lucas 16, 1-13
El texto
1. En el trato con los bienes materiales se descubre como es el
hombre porque se pone de manifiesto quién es el amo del hombre: Dios o el
mamón. Mamón según el uso de la Biblia significa: lujo, riqueza, poder, en
general las cosas que no son de Dios.
2. Cristo urge la administración correcta de los bienes porque la fidelidad
en lo poco (= mamón) es la condición para recibir lo mucho (= bienes
eternos).
3. Cuando el hombre pone su confianza en el mamón, los bienes ya no son don
de Dios sino adquieren poder demoníaco que esclaviza al hombre.
4. Se está acercando la crisis (juicio final), aunque sea solamente el final
de nuestra propia vida terrena. Como este administrador tenemos que realizar
todos los esfuerzos necesarios y posibles para poder enfrentarnos con este
juicio. Tenemos que aprovechar el tiempo presente que nos queda para
asegurar el futuro.
CATEQUESIS
Ilación
Vamos a ver si ustedes saben dar buenos consejos. Supongamos que venga aquí un niño y les cuente lo siguiente: Tengo muuuuchos juguetes, muchísimos; si los contaría llegaría ciertamente hasta 300, muñecas, trenes, automóviles, títeres, colores para pintar, un pequeño teatro, bicicletas, soldaditos, platillos voladores, carritos, tantas cosas. No dejo que nadie los toque porque son mis juguetes. Y no tengo amigos. Mi papá tiene una gran tienda, una ferretería y ahí también tiene muchas, muchas cosas como pernos, clavos, es decir, cosas pequeñas pero también hay muchas cosas grandes: hachas, motores, cables, etc. Varias veces le he pedido que me deje ayudarle en su tienda porque yo también quiero hacer cosas importantes. Pero no me deja sino me dice: "Cuando vuelvo a casa y veo tus juguetes regados por toda la casa entonces estoy seguro que no puedes ayudarme en mi tienda. Allí debe haber orden, si no la gente va a comprar en otra tienda. Mientras tú no sabes tener en orden tus propios juguetes, ¿cómo vas a tener en orden todas las cosas de la tienda?". Y otra cosa: me gusta hacer las cosas según mi propio capricho. Por eso no le obedezco nunca a mi mamá sino hago lo que yo quiero y lo que me da la gana. Mi mamá ya no me sonríe y no me hace cariño. Parece que ya no me quiere. A veces la veo llorar. Quisiera pedirles tres consejos:
Estoy tan solo y no tengo amigos. ¿Qué debo hacer para tener amigos?
El otro consejo que quisiera pedirles: ¿Qué debo hacer para que mi papá me permita ayudarle en su tienda para que también yo pueda hacer cosas importantes?
Y el tercer consejo: ¿Qué puedo hacer para que mi mamá me quiera nuevamente, que me sonría, para que ya no llore?
Aplicación al evangelio
El Evangelio de hoy tiene tres partes: primero Jesús cuenta una historia, después nos dice él por qué nos ha contado la historia y al final hay tres maneras de como aplicar sus enseñanzas.
La parábola
La historia trata de un administrador que será despedido ¿por qué?... (Porque en engañaba a su amo). Antes de irse tiene que poner en orden los libros y la contabilidad. ¿Qué hace?... (Para no tener que trabajar rebaja la deuda a los deudores). ¿Esto lo hace para sacar una ventaja para su amo?... (No, para sí mismo). O sea, es otro engaño adicional. Es que quiere que lo reciban en sus casas.
El juicio de Jesús
Esta es la historia que cuenta Jesús. ¿Y como es que alaba al administrador deshonrado? El administrador ha sugerido a los deudores a que falsifiquen la cuenta para engañar a su empleador). ¿Eso esta bien?... (No). Es que ha engañado a su empleador por segunda vez. En aquel entonces bastaba un denario para alimentar a una familia. El engaño era muy grande. Pero eso no es lo que alaba Jesús. Jesús solamente alaba una cosa: la inteligencia del hombre que no se queda con los brazos cruzados cuando lo van a despedir sino que hace todo lo posible para salvar su futuro. ¿Lo ha hecho de una manera que es buena o mala?... (Mala). Repito, esto no es lo que alaba Jesús. ¿Qué es lo que le interesa a Jesús? ¿Alaba el engaño o la preocupación del hombre para asegurar su futuro?... (Porque se ha preocupado en asegurar su futuro).
La enseñanza de Jesús
¿Qué quisiéramos lograr al final de nuestra vida?... (Llegar a estar con Dios en el cielo). Y Jesús quiere decirnos con la historia que nos ha contado que ahora es el momento de preocuparnos por el futuro para lograr aquello que deseamos. Y lo que importa es la intención, la meta a la que queremos llegar Una historieta nos lo puede explicar: En alta mar un barco se había averiado y se estaba hundiendo. Tiraron al mar mesas, sillas, todo tipo de maderas y se les dijo a la gente que salten al agua y se agarren de uno de estos objetos flotantes y naden así hacia la playa. Se salvaron todos, también los que no sabían nadar. Pero una persona no se salvó: una señora muy rica. Días más tarde el mar varó su cadáver a la playa. Tenía amarrada a su cuello una bolsa pesada llena con monedas de oro.
Creo que ustedes comprenden lo que pasó. Al momento de hundirse el barco ¿ella debía haberse preocupado por?... (Salvarse). ¿Y ellas se preocupó por?... (Las monedas de oro). Por eso nosotros siempre tendremos que preocuparnos ante todo por ¿?... (Salvarnos).
Aplicaciones
La historia de la señora rica pueda aplicarse de diversas maneras. Por ejemplo: si mi preocupación gira alrededor de la manera correcta de nadar entonces les preguntaría: "Si la señora quiere nadar bien ¿qué cosa tendría que hacer antes de tirarse al agua ?... (Quitarse la bolsa de monedas de oro). Sólo así nadaría correctamente. Si quisiera preocuparme por salvarle la vida ¿qué debería pedirle antes de que se eche al agua?... (Quitarse la bolsa). Sólo así salvaría su vida. Si estoy preocupado por su salvación eterna entonces ella debería pensar más bien en otra cosa. Ella antes de tirarse al agua tendría que pedir a Dios perdón por los pecados, desprenderse de las monedas tirarse al agua con confianza en la providencia de Dios. Las tres veces se trata de lo mismo: tirarse al agua y nadar. Pero la intención cada vez es diferente. Antes de tirarse al agua ¿qué debería hacer ella siempre ?... (Dejar la bolsa). Miren en cada uno de los casos debe hacer lo mismo pero cada vez con una intención muy distinta: nadar correctamente, salvar la vida, pensar en Dios. Así al final la historia de Jesús tiene tres aplicaciones diversas.
Primera aplicación
¿Como se hace uno amigo de Dios, acumulando dinero o compartiéndolo con los demás? ¿Quién se acuerda de lo que dijo Jesús respecto al injusto dinero?... ¿Que deberíamos hacer con el injusto dinero? ¿A ver qué dice el Evangelio?... (Aprovechen el injusto dinero para hacerse de amigos). ¿Entonces cómo lo voy a hacer? ¿Tener lo más que pueda conseguir como lo hizo el injusto y deshonrado administrador o compartir lo mío con los demás?... (Compartir). ¿Se acuerdan de la historieta en que les conté al comienzo? ¿Qué consejo le daría al niño para que tenga amigos y no esté tan sólo?
Segunda aplicación
¿Que es más importante, tener cosas o poder estar con Dios?... (Poder estar con Dios). ¿Cómo vamos entonces a proceder al administrar las cosas de este mundo, como en la administrador deshonrado?... (No). Supongamos que otra persona no consigue muchas cosas siendo honrado pero siempre las administra bien las pocas cosas que tiene. ¿A quién de los dos le alaba el Evangelio? A ver ¿qué dice el Evangelio al respecto?... (El que se mostró digno de confianza en cosas sin importancia). ¿Se acuerdan de la historieta que les conté al comienzo? ¿Qué es más importante tener juguetes o administrar una tienda? ¿Qué consejo le daría al niño para que su papá lo deje ayudar en su tienda?
Tercera aplicación
Jesús quiere que entendamos otra cosa más. El administrador infiel ¿a quién sirve en realidad, a su patrón o a su propia codicia?... (Sirve a su propia deshonradez). Es que uno no puede ser fiel a los dos. O es fiel a su amo o es fiel a sus propias intenciones. A ver ¿quién encuentra en el Evangelio la frase de los dos amos?... (Uno no puede servir a dos señores.). ¿A quién queremos servir nosotros: a nosotros mismos, a la envidia, al que deseo de tener más o queremos más bien servir a Jesús?... (A Jesús). Ya están ustedes listos para dar un concejo a la tercera pregunta del niño. ¿Qué es más importante, que haga su propia voluntad o que obedezca cariñosamente a su mamá? ¿Debería servir más bien a su propio capricho u obedecer y hacer lo que le dice su mamá?
Resumen
¿Qué deberíamos hacer con nuestros bienes para hacernos de amigos?... (Compartirlo). Evidentemente las cosas de este mundo no tienen mucha importancia frente a la voluntad de Dios. Sin embargo, cuando administramos bien las cosas Dios nos hace ver a la puerta al ¿?... (El cielo). Uno podría preguntar acerca de lo que es administrar bien las cosas sin importancia. Jesús ya nos ha indicado una manera en la respuesta anterior. ¿Se acuerdan? ¿Qué hacer con el injusto dinero? Y finalmente ¿a quién vamos a servir, a qué patrón?... (A Jesús).
EL NIÑO
Que el niño haya dado respuestas correctas no significa que haya
entendido o sea que se identifique con lo que dice el catequista. Los niños
son acondicionados desde su tierna infancia a buscar la aprobación de los
adultos. No se preocupan tanto por la verdad sino por la aprobación. Ojalá
que las dos cosas vayan juntas. Pero para el niño es perfectamente posible
aceptar y asentir a lo que dice el adulto con tal de recibir su aprobación.
Sugerimos dos métodos para una identificación más independiente:
1. Cuanto más participa en la actuación tanto más el niño es confrontado con
el contenido de la catequesis. Ayuda mucho actuar y después reflexionar.
2. Hagámosles trampa a propósito y poco a poco los niños se acostumbrarán a
preocuparse por el mérito de la cosa misma y no especulará tanto cuál será
la respuesta que producirá la aprobación del adulto.
CONDICIÓN PREVIA
Le aceptamos al Evangelio la enseñanza que tenemos que hacer un
esfuerzo en el amor, en la superación del pecado. Pero cuando toca nuestra
billetera, la cosa se vuelve más espinosa. En este punto seguimos muchas
veces sirviendo a dos amos. ¿Cuál será la condición previa para el
catequista de manera que pueda hablar a los niños sin sonrojarse?
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.