Domingo 27 del Tiempo Ordinario C - 'Si tuvieran fe como un granito de mostaza' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
EL PASAJE DEL DOMINGO Lucas 17, 5-10
CONTEXTO
Este discurso de Jesús es precedido por las parábolas del hombre rico y del administrador infiel. Inmediatamente antes el Señor ordena que hay que perdonar siempre al hermano tal como lo hace Dios. Por eso los apóstoles están pidiendo fe porque temen no poder corresponder a las exigencias de Jesús.
EL TEXTO
a) Hasta la fe más pequeña puede realizar lo imposible porque contiene la fuerza de Dios. No es la medida de la fe sino la existencia de la fe que obra.
d) Los fariseos enseñaban que la recompensa siempre va proporcionada al esfuerzo. Es como adquirir un derecho ante Dios. Jesús enseña: El hombre no adquiere derechos ante Dios por haber cumplido con su deber.
c) Este pasaje no habla de Dios y de su manera de llamar a la fe Jesús solamente habla de la parte humana de la fe.
CATEQUESIS
Había una vez un hombre muy fuerte, un gigante que se llamaba Bal. Éste quería ponerse al servicio sólo del hombre más poderoso. Y caminó por toda la tierra hasta encontrar al rey más poderoso de la tierra. Un día observó que el rey se santiguaba asustado. Es que habían hablado de Satanás. Dijo el gigante al rey: "Tú le tienes miedo a Satanás. Por eso tú no eres el más poderoso. Voy a buscar a Satanás y le serviré a él". Lo encontró muy pronto y cuando Bal le preguntó si de veras era el más poderoso el diablo le mostró algo de su poder. Bal consintió en acompañarlo en sus correrías por el mundo pensando que había encontrado al más poderoso. Un día caminando con Satanás vio que este se asustaba dando un rodeo. Es que al borde del camino había una cruz. "Me has mentido", dijo Bal. "Tú no eres el más poderoso porque tienes miedo". Y se fue a buscar al de la Cruz. Encontró muchas imágenes de él pero a él mismo no lo encontraba. Consultó a un ermitaño que le dijo: "Al más poderoso lo encontrarás sólo cuando él lo quiere. Vete a la orilla del gran río y traslada a la gente de un lado al otro porque muchos se han ahogado en él. Seguro así lo encontrarás. Porque cuando se hace el bien se presenta el más poderoso del mundo". Así lo hizo Bal. Llevaba la gente de una a orilla a la otra y ya no se ahogaba nadie. Un una noche tormentosa escuchó la voz de un niño que le pidió que lo llevase a la otra orilla. Lo cargó sobre sus hombros y comenzó a cruzar el río. Con cada paso la carga se hizo más pesada que se sintió desfallecer. Con un último esfuerzo llegó a la otra orilla y dijo al niño: "Me pareció llevar a todo el mundo a cuestas". El niño le respondió: "Llevaste al rey de todo el mundo. Desde ahora en adelante te llamarás Cristóbal porque has llevado a Cristo. Sigue llevándome todos los días de tu vida". Y Cristóbal preguntó: "¿Cómo haré eso?
Interrumpimos aquí la historieta o leyenda y hablaremos de otra cosa. Ustedes verán al que al final pueden dar ustedes la respuesta a Cristóbal.
Nuestros quehaceres ¿cuáles son las cosas que hacemos todos los días?... (Comer, estudiar, jugar, ayudar). Ahora, levanten las manos los que quisieran ser muy pero muy fuertes y servir sólo al más poderoso. Yo también, por si acaso. Pero sí seguimos comiendo jugando y estudiando. Lo hicimos la semana pasada. Y lo haremos la semana que viene. Parece que no hay manera de servir al más poderoso porque en los meses que vienen siempre seguiremos ¿?... (Comiendo, jugando, estudiando). El gigante ¿qué fue lo que solía hacer?... (Llevar a la gente de un lado al otro). A él se le apareció Cristo. ¿A alguien de ustedes Jesús les ha aparecido en la forma de niño?... (No).
Somos servidores de Cristo
Sin embargo, les digo que aunque estemos jugando, comiendo, durmiendo y estudiando, con todo, podremos estar seguros de cómo servir sólo al más fuerte. ¿Cómo quiere Jesús que hagamos las cosas?... (Bien). Cuando hacemos bien las cosas, ¿entonces a quién estamos sirviendo?... (A Jesús). ¿Y quién es el más poderoso?... (Jesús). Exacto. Otro ejemplo: cuando comemos y no compartimos con alguien que tenga hambre ¿a quién estamos sirviendo, a Jesús?... (No, a nosotros mismos, al diablo). Cuando jugamos con trampa, ¿a quién estamos sirviendo? ¿A Jesús?... (No a Jesús sino al diablo). Cuando no estudiamos, ¿a quién estamos sirviendo?... (Al diablo). Pero nosotros queremos servir a Jesús. Así que, cuando hacemos las cosas bien servimos a Jesús. Ahora les tengo una pregunta: Cuando hemos hecho bien las cosas así sirviendo a Jesús, ¿podremos ir donde Jesús y decir: "Señor, te he servido bien, ahora tienes que darme unas condecoraciones y unas gracias especiales porque me las merezco?... ¿Recuerdan lo que ha dicho Jesús: ¿Qué tenemos que decir aún cuándo hemos hecho todo bien?... (Somos unos siervos inútiles). No nos merecemos ninguna condecoración por que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Hay niños que ayudan o se portan bien y luego se acercan a sus padres y les dicen: “Me he portado bien o he ayudado”. Lo dicen como quien espera una recompensa o un regalo. ¿Acaso los papás tienen que pagar a sus hijos para que se porten bien? ¿Es justo que reclamen una recompensa por haber ayudado?
La fe es un don de Dios
Ahora bien, a nosotros no nos aparece el niño Jesús como para decirnos el nuevo nombre: Cristo-María, Cristo-Juan, Cristo-Gerardo sin embargo, sabemos que también podríamos llamarnos así siempre y cuando sirvamos a los demás. ¿Cómo sabemos que estamos sirviendo al más poderoso de todo el universo? Vamos a ver. Supongamos que ustedes están enfermos y la mamá tiene que salir y les dice: "Todo el tiempo pueda pensar en ti". ¿Tu estás seguro que lo va hacer?... (Si). ¿Por qué estás seguro que tu mamá pensará todo el tiempo en ti?... (Porque me quiere). Ustedes saben, que hay alguien que nos quiere mucho más que miles de buenas mamás ¿?... (Dios). Entonces, ¿en quien podemos tener una fe aún más fuerte que en nuestra mamá que nos quiere tanto?... (En Dios). ¿Por qué?... (Porque nos ama) Entonces si tenemos fe, ¿ésta fe viene de nosotros o viene de Dios?... (De Dios). Así es porque él nos ama y por eso podemos tener fe la fe es un don de Dios.
Es por eso que los discípulos le piden a Jesús que aumente su fe. Quieren que Jesús le haga entender cuanto los quiere Dios. Y Jesús nos ha dicho que estará con nosotros todos los días de nuestra vida hasta el fin del mundo. También nos ha dicho otra cosa: "Lo que hagan al menor de mis hermanos lo han hecho a mi".
Aplicación
Ustedes han entendido muy bien. Ahora podrán responder a la pregunta de Cristóbal. "¿Cómo puedo hacer si quiero seguir sirviéndote a ti al más poderoso si ya no vuelves a aparecer en forma de niño?... (Que siga llevando a la gente de un lado al otro). Y nosotros como ustedes bien recuerdan seguiremos haciendo lo de siempre: Comer, jugar estudiar. ¿Pero con estas cosas podemos nosotros servir al más poderoso? Ustedes ya podrán decir como servir a Jesús comiendo... (Compartiendo) ¿Y cuando jugamos?... (Jugando limpio) y dejando que otros que están solos aparte también pueden jugar con nosotros. ¿Y cuando estudiamos?... (Hacerlo bien, y ayudando a otros). Ahora ustedes que son inteligentes pueden sugerir más cosas que podemos hacer para servir al más poderoso... (...).
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.