Domingo 29 del Tiempo Ordinario C - 'Orar siempre sin desanimarse' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
Pasaje dominical: Lc 18, 1-8 El juez injusto
Contexto
En el anterior capítulo le han preguntado a Jesús por la llegada del reino de Dios (17, 20) y Jesús da una triple respuesta:
1. El reino de Dios es misterioso y sólo visible al que tiene fe (17, 21-22).
2. La llegada del reino es repentina (17, 24-36).
3. Vendrá como respuesta a la oración incesante de los creyentes (cf. Evangelio).
El texto
1. Si el juez injusto hace justicia a la viuda cuanto más Dios hará justicia a los suyos.
2. La oración del justo debe pedir ante todo que venga el reino porque nos trae la justicia verdadera.
3. La verdadera victoria no la realizaremos con nuestras fuerzas sino con la ayuda de Dios quien concede la victoria hay quien se lo pida con insistencia (cf. primera lectura).
Catequesis
Ejercicio
Un niño se sienta de cara a los demás y por turno se acercan los demás niños para hacerlo sonreír mientras que el niño sentado trata de mantener la cara seria. El niño que logra hacerlo sonreír ocupa su sitio. Con anterioridad se ha hablado con un niño que ocupa el asiento y cuando tratan de hacerlo reír enseguida les sonríe.
Catequista: Ahora vamos a escuchar el Evangelio donde Jesús nos cuenta quien es el difícil que nos sonría y quien nos sonríe enseguida.
Se proclama el Evangelio.
Representación I
Con los niños se ha preparado lo que sigue: En la sede de honor se sienta el juez que entra solemnemente acompañado por soldados y funcionarios. Una niña representa a la viuda. El catequista dice: “Primer día”: viene la viuda, se presenta ante el juez y le pide: “¡Hazme justicia!”. El juez no le presta atención. El catequista dice: “Segundo día”. Esto se repite varias veces. Luego el juez pronuncia la reflexión del Evangelio (vv. 3 y 4) y la compañía con todo su séquito y despeja el asiento del que lo había ocupado empujando a la “viuda”.
Reflexión
El juez, ¿era buena gente?… (No). ¿Cómo se vio que no era buena gente?… (No le prestaba atención a la pobre viuda). Es que la viuda no era importante para él. Si la viuda hubiese dejado de insistir, el juez malo hubiera hecho algo?… (No, nada). Es decir, que no tenía muchas ganas de sonreír. En cambio Jesús nos enseña en el Evangelio que alguien nos va a sonreír enseguida?… (Dios).
Representación II
Catequista: “Va a venir nuevamente el que hacía de juez pero ahora representa a Dios y los funcionarios son sus ángeles. Los que quieran pedir algo se acercan y lo dicen”. Cada vez que se pida algo el que hace de Dios sonríe e inclina la cabeza.
Reflexión
Cuando le pedimos algo a Dios ¿qué hace?… (Nos sonríe y nos concede lo que hemos pedido). Pero a veces no nos concede enseguida lo que le hemos pedido. ¿Quién es más inteligente y sabe lo que más nos conviene, nosotros o Dios?… (Dios). Y entonces, cuando no nos responde en seguida, ¿cómo tenemos que hacer: ir una sola vez o hacerlo como la viuda que vuelve y vuelve y vuelve?… (Como la viuda). Es por eso que Jesús ha contado esta historia del juez injusto para qué nosotros ¿?… (Volvamos y volvamos). Este volver continuamente es signo de que tenemos fe.
Aplicación
Y ahora les contaré una historia para comprender por
qué a veces las cosas que le pedimos a Dios se demoran y luego nos da otra
cosa:
Un día un niño pidió a su papá: “Por favor, arréglame la bicicleta que está malograda”. El día siguiente su papá le dijo que vaya a ver la bicicleta. El niño muy contento pensaba que ya estaba todo arreglado. Sin embargo, cuando se acercó vio que su bicicleta seguía malograda. Pero al lado había una caja con herramientas y también los repuestos necesarios para cambiar las piezas malogradas. Después de superar el momento de desilusión abrió la caja con los herramientas y comenzó a desarmar la bicicleta y cambiar las piezas rotas con los repuestos que su papá le había conseguido. Se puso muy contento cuando había terminado el trabajo y sabía que su papá le había regalado algo más precioso que una bicicleta en buen estado. ¿Qué cosas le había regalado su padre?… (Los repuestos, las herramientas y Aprender a arreglar la bicicleta). Es que de ahora en adelante sabría cómo repararla.
Vale decir, que muchas veces Dios nos oye pero no nos da las cosas hechas sino los instrumentos y las cosas necesarias para poder nosotros de nuestra parte colaborar con Él y llevar adelante con su ayuda lo que le habíamos pedido. (Cuando hay tiempo se puede reflexionar con los niños como, por ejemplo, nos escucha Dios cuando le pedimos el poder reconciliarnos con nuestro amigo con quien hemos peleado. A lo mejor nos regala la humildad de poder pedir perdón. En tal caso nos regala la reconciliación pero además nos enseña cómo lograrla).
Además hay que entender bien qué cosa significa cuando Jesús habla de la justicia. Recuerden que Jesús fue donde Juan el Bautista para que lo bautizara. ” Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: «Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» Jesús le respondió: «Déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia.» Entonces le dejó” (Mt 3, 14-15). Cuando uno se porta mal merece un castigo. Y todos los hombres son pecadores, han sido pecadores y lo serán también en el futuro. Nosotros también lo somos y merecemos ¿?… (Castigo). ¿Jesús vino para castigarnos?… (No, para salvarnos). Entonces la justicia de la que está hablando Jesús consiste en que él cargue con el castigo y nosotros somos salvados. Esta es la justicia maravillosa de Dios para con cada uno de nosotros. Y creo que ustedes ahora pueden adivinar: qué es lo que necesitamos especialmente pedir para que Dios nos escuche, qué es lo más importante?… (Nuestra salvación). Tenemos que pedirle siempre de nuevo y con insistencia a Dios ¿?… (Nos haga la justicia de la salvación).
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.