San Francisco:
«Paráfrasis del Padrenuestro»
1. ¡Oh santísimo Padre nuestro:
creador, redentor, consolador y
salvador nuestro!
2. Que estás en los cielos:
en los ángeles y en los santos;
iluminándolos para conocer,
porque tú, Señor, eres la luz;
inflamándolos para amar,
porque tú, Señor, eres el amor;
habitando en ellos y colmándolos
para gozar de la eterna
bienaventuranza,
porque tú, Señor, eres bien sumo,
eterno,
de quien todo bien procede, sin
quien no hay bien alguno.
3. Santificado sea tu nombre:
clarificada sea en nosotros tu
noticia,
para que conozcamos cuál es la
anchura de tus beneficios,
la largura de tus promesas,
la sublimidad de la majestad
y la hondura de los juicios.
4.Venga tu reino:
para que tú reines en nosotros por
la gracia
y nos hagas llegar a tu reino,
donde está la visión manifiesta de
ti,
el amor perfecto a ti,
la unión bienaventurada a ti,
el goce por siempre de ti.
5. Hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo:
para que te amemos con todo el
corazón,
pensando siempre en ti,
con toda el alma,
deseándote siempre a ti,
con toda la mente,
dirigiendo todas nuestras
intenciones a ti,
buscando en todo tu honor,
y con todas nuestras fuerzas,
destinando todas nuestras fuerzas
y los sentidos del alma y del
cuerpo,
al servicio de tu amor y no en otra
cosa;
y para que amemos a nuestros
prójimos
como a nosotros mismos,
atrayendo a todos, según nuestras
fuerzas, a tu amor,
gozándonos en los bienes ajenos como
en los nuestros
y compadeciéndonos en los males
y no siendo causa de tropiezo para
nadie.
6. El pan nuestro de cada día:
tu amado Hijo, nuestro Señor
Jesucristo,
dánosle hoy:
para que recordemos, comprendamos y
veneremos
el amor que nos tuvo,
y cuanto por nosotros dijo, hizo y
padeció.
7. Y perdónanos nuestras deudas:
por tu inefable misericordia,
por el poder de la pasión de tu
amado Hijo
y por los méritos e intercesión de
la beatísima Virgen
y de todos tus elegidos.
8. Así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores:
y lo que no perdonamos plenamente,
haz tú, Señor, que plenamente lo
perdonemos,
para que por ti amemos de verdad a
los enemigos,
y ante ti intercedamos devotamente
por ellos,
no devolviendo a nadie mal por mal,
y trabajemos con empeño por ser en
ti útiles en todo.
9. Y no nos dejes caer en la
tentación:
oculta o manifiesta,
imprevista o insistente.
10. Mas líbranos del mal:
pasado, presente y futuro.
cfr.
http://www.franciscanos.org/temas/lehmann09.htm