Los 8 métodos más usados por cristianos y no cristianos para no caer en la tentación
Un sondeo muestra que 6 de cada 10 personas ni siquiera intenta resistir a
sus tentaciones. Los cristianos practicantes y los mayores de 50 años son
los más batalladores. 10 enero 2013
P. J. Ginés/ReL
¿Cuáles son las 6 tentaciones más comunes que de forma distinta atraen a
hombres y mujeres?
El tiempo libre en si no es problema, el problema es no dar contenido.
No huir de la cruz ni perder la esperanza
Jesucristo enseñó a sus seguidores a orar a Dios Padre con la frase "no nos
dejes caer en la tentación", una frase conocida, al menos, por 3.000
millones de cristianos de todas las confesiones.
Sin embargo, según el reciente estudio sobre tentaciones de la casa de
sondeos norteamericana Barna Group (www.barna.org), especializada en
comportamientos sociales y religiosos, a partir de más de mil entrevistas
telefónicas en EEUU, 6 de cada 10 personas reconocen que ni siquiera ofrecen
resistencia ante sus tentaciones ni intentan huir de ellas.
Estas tentaciones no son específicamente religiosas, e incluso las personas
poco o nada religiosas admiten que no les gustan. Son cosas como:
-Chismorrear y hablar mal de los demás
-Preocuparse demasiado y ponerse ansioso
-Envidiar
-Comer demasiado
-Gastar más dinero del que se tiene o se puede permitir
-Ver pornografía o contenidos sexualmente inapropiados on-line
-Aplazar indefinidamente las obligaciones desagradables
-Ser perezoso y trabajar menos de lo que se debe
-Perder demasiado tiempo en medios de comunicación
-Expresar ira y perder los modales con alguien por escrito en internet
-Abusar del alcohol o de drogas
--Mentir o trampear
-Actos sexualmente inapropiados con otras personas
Si existiese una pastilla mágica que automáticamente les librara de estas
tendencias, se la tomarían. Como no existe, ese 59% de los encuestados
admite que no hace nada para combatir sus tentaciones.
Los jóvenes, los menos luchadores
Los cristianos practicantes y las personas mayores de 50 años son los que
más se resisten a la tentación. Entre los mayores de 50 años, casi la mitad
dice que combaten activamente sus tentaciones.
Entre los menores de 28 años, sólo un tercio dice que ofrece batalla a sus
tentaciones.
De las personas que tienen entre 30 y 50 años sólo un 40% intenta resistirse
a sus tentaciones.
La encuesta demuestra también (aunque sin difundir las cifras exactas, que
aparecerán en un libro) que tanto los católicos practicantes como los
protestantes practicantes intentan resistir sus tentaciones por encima del
50%.
En este panorama quizá derrotista o quizá acomodaticio, sobre todo entre los
jóvenes, encajan afirmaciones como las del obispo José Ignacio Munilla de
San Sebastián, que en el reciente congreso de Pastoral Juvenil de Valencia
pedía a los jóvenes esta mentalidad: "ni perdáis la paz ante las
tentaciones, ni hagáis la paz con el pecado". La estadística muestra esta
tendencia a rendirse o no presentar siquiera batalla.
Por qué nos rendimos
Cuando la encuesta pregunta por qué caemos en las tentaciones que nos
afectan, la mitad de los encuestados dice, simplemente "no estoy seguro". La
segunda respuesta más común, que declara un 20%, es "para escapar de la vida
real". No muy distinta es la tercera respuesta más común (un 8%): "para
sentir menos dolor". Y un 7% admite que si cede a las tentaciones es "para
satisfacer las expectativas de la gente". Casi nadie responde con el
argumento filósofico o teológico de que "es por nuestra naturaleza humana o
pecadora" (apenas un 1%).
Las 8 formas de resistir la tentación
Ese 40% de norteamericanos que combaten activamente sus tentaciones han
desarrollado todo un arsenal para luchar "la buena batalla". Los 8 recursos
más frecuentes (declarados por más de 5% de los "resistentes") son:
-La oración 18%
-Usar la razón y cosas que le recuerden su propósito 12%
-Simplemente decir "NO" 10%
-Mantenerse alejados de la posibilidad 10%
-Centrarse en hacer otras cosas 8%
-Considerar las consecuencias 7%
-Convencerse a uno mismo para dejarlo 5%
-Practicar ejercicio 5%
Otras técnicas que declaran sólo entre un 3 y 4% de los encuestados son:
"llamar a alguien", "mantenerme ocupado", "tomar medidas preventivas",
"recordar o leer las Escrituras", "usar mi fuerza de voluntad".
Y entre el 1 y el 2% declararon estas técnicas: "depender de Dios", "ir a la
cama", "dejarlo para otro día, consultarlo con la almohada" y "usar
pensamientos optimistas".
Queda claro que se trata de una sociedad muy individualista donde la persona
está sola frente al pecado: sólo un 4% llama a alguien.
La oración y la razón son las dos armas principales (y no excluyentes entre
sí) para plantar cara a la tentación.
Hay que recordar que estas herramientas son las que declaran usar sólo 4 de
cada 10 encuestados. Los otros 6 de cada 10 no usan ninguna y admiten,
simplemente, que se dejan llevar por sus tentaciones.