Espiritualidad del Año Litúrgico
VIVIR LA FE
VIVIR CON LA IGLESIA
VIVIR EL AÑO LITÚRGICO
¿Qué Es El Cristianismo?
Un Año Para La Vida Eterna
Tres Libros Para La Vida
¿Qué Es El Cristianismo?
El cristianismo no es un tipo de procedimiento, ni la moral debe
considerarse como lo central. El cristianismo es más bien la vida humana
divinizada por la gracia de Dios. Para ello Cristo ha entregado su vida y
para ello ha fundado a su Iglesia. Ciertamente la Iglesia es custodio de la
fe y de las buenas costumbres, pero circunscrita a esto, sólo representaría
una institución. En cambio, ella tiene en sí la vida, y todo cristiano que
pertenece a ella tiene esta misma vida, es Iglesia.
¿Cómo acrecentar y fortalecer esta vida? Viviendo al ritmo de la Iglesia. Si
tú quieres llegar a ser cada día más cristiano, si quieres ser más Iglesia,
debes vivir la vida de la Iglesia.
Y para que no te pierdas en detalles – algunos cristianos no ven el bosque
porque los ofuscan los árboles – esta vida está como compendiada en el
trascurso de un año. Se trata del año como lo vive la Iglesia. Este año
comienza con el adviento alrededor del inicio del mes de diciembre.
Son como dos olas gigantes de gracia que te vienen al encuentro durante este
Año Eclesial: Navidad y Pascua. Antes de inundarte la alegría y la fuerza de
estas dos olas, hay una profundidad, que es el tiempo de preparación
mediante el cual el hombre debe prepararse para esta "inundación" de la
gracia: Adviento y Cuaresma. Luego viene el tiempo festivo que colma el alma
de la bendición divina, la llena de gozo de la presencia actuante del Señor
y de su Espíritu. Luego de estas olas grandes hay como oleajes menores. Son
los domingos del tiempo ordinario para reponer la gracia desgastada por el
trajín de la semana y para pertrecharte para la semana que comienza.
¿Cómo puedes sumergirte en esta bendición del Año Eclesial? Por medio del
Año Litúrgico que compendia prácticamente el tiempo desde la creación hasta
Jesucristo, la vida de Jesucristo mismo y los últimos tiempos que vivimos
nosotros que no sabemos cuándo viene el Señor para juzgar a vivos y muertos.
Puede ser esta noche. Ahora bien en la celebración de los misterios divinos
el Señor se hace presente en y por el misterio que se celebra. Hay quienes
piensan encontrarle a Dios mejor en la naturaleza o en la soledad. ¡Error!
Entre Liturgia y naturaleza hay una diferencia como entre el reflejo y la
presencia misma. ¿Acaso dijo de la naturaleza:mía"?
Un Año Para La Vida Eterna
El cristianismo, por tanto, es vida. Es vida eterna que irrumpe en
la historia humana. Es Dios que actúa en ti style="mso-spacerun: yes">
recibir, mantener y acrecentar esta vida? Viviendo la vida de la Iglesia
porque Ella tiene la vida.
¿Cómo hacer eso? Sumergiéndote en el Año Litúrgico. El Señor rompe las
limitaciones del tiempo y del espacio. Si tú celebras un misterio como, por
ejemplo el de la Resurrección, tú mismo resucitas con Cristo. ,,¡si Se lo
permites! Vivir el Año Litúrgico es como vivir la vida de Jesús
re-actualizada y reencarnada en tu historia.
Marcando cada etapa con su color litúrgico correspondiente, el Año de la
Iglesia tiene como dos cumbres: la de Navidad y la de la Resurrección, la
última es más alta porque es la fiesta más grande. El color es de fiesta:
blanco. Cada una de las cumbres tiene su subida de preparación: Adviento y
Cuaresma (ambos con el color de penitencia: morado). Luego viene su bajada o
prolongación: los domingos del Tiempo Ordinario (Color de la esperanza:
verde).
Anímate a vivir en familia un año el Año de la Iglesia y verás cómo cambia
tu familia. Es que permites que el Señor entre en tu hogar.
Tres Libros Para La Vida
Cuando van a Misa, la mayoría de los católicos está en la calle. No
saben ni de dónde viene ni adónde va. ¿Y usted? A lo mejor es como este tipo
que entre a reuniones trascendentales e interrumpe diálogos que tratan de
vida y muerte y pregunta: "¿Dónde está mi trompito?"
No debe ser así. La Iglesia te entrega tres libros que te tornan de la mano
y te abren las puertas a los tesoros de vida eterna. Son los siguientes: la
Biblia, el Misal y la Liturgia de las Horas.
La Biblia no es una colección de bellas historias. Es Dios mismo que quiere
hablarte por medio de ella, que te dice palabras de vida eterna. ¿Cómo vas a
tener vida eterna si no te acostumbras a dialogar con Dios? Tenemos que
acostumbrarnos a leer y meditar este Libro frecuentemente, o más bien, todos
los días. Si entras a la Palabra de Dios, si comienzas a vivir la realidad
de las Escrituras, entonces comprenderás los otros dos libros, el Misal y la
Liturgia de las Horas que en su mayor parte se componen de textos bíblicos.
Luego comprenderás realmente los otros dos libros, el Misal y la Liturgia de
las Horas, ya que en su mayor parte se componen de textos bíblicos.
El Misal te conduce a la fuente, al origen y a la culminación de la Iglesia.
La Eucaristía es fuente de la gracia y alimento de esta vida divina dentro
de ti. Esto tiene que ser tu propósito firme e inquebrantable de vivir la
Santa Misa al ritmo del Año Litúrgico. Allí, en tres ciclos anuales, la
Iglesia te ha preparado la Mesa para alimentarte de la Palabra antes de
darte el pan de los fuertes, la Santa Comunión, que es fruto de la
renovación del pacto que Dios renueva con su pueblo en la sangre de su Hijo.
Si te acostumbras de caminar el camino del Año Litúrgico de la mano del
Misal habrás conseguido un gran tesoro para toda la vida.
La Liturgia de las Horas es muy poco conocida. Es el libro de oraciones de
la Iglesia. Los sacerdotes lo utilizan todos los días. Sin embargo la
oración es tarea de toda la Iglesia. ¿Por qué han de quedarse sólo los
sacerdotes con este tesoro oracional? Pero no está destinado solamente a
ellos. La oración es tarea de toda la Iglesia. La oración es como la
respiración. La Liturgia de las Horas te hace respirar a pulmón pleno.
Prueba ahora a usar este libro en la mañana y en la noche, el domingo y los
días de la semana. Te ofrece un programa para cuatro semanas. No te
arrepentirás. Junto con otros textos bíblicos te ofrece los 150 salmos
repartidos en cuatro semanas. Lee lo que dice el Papa Juan Pablo II sobre la
importancia de la oración de los salmos y cómo recurrir a ellos todos los
días. Lee lo que dice San Ambrosio sobre los salmos para que te dé una santa
envidia y aprendas a bendecir al Señor.
El Misal te lleva al centro focal de la vida divina, la Biblia te invita a
escuchar al Señor que te quiere hablar; la Liturgia de las Horas te ayuda a
responder al Señor, a orar.
Eucaristía, Oración y Palabra de Dios te deben acompañar a través del Año
Litúrgico. Así vivirás con la Iglesia y experimentarás la vida porque la
recibirás en abundancia. (Vea: Pius Parsch)