El Santo Rostro de Manoppello no es una pintura
... linteamina posita et sudarium, quod fuerat super caput eius ... (Evangelium secundum Ioannem 20 - 6/7)
Soy de profesión ortopédico y traumatólogo, catedrático en la Universidad de Bari.
Donato Vittore (*)
Años atrás necesitaba efectuar radiogramas de las "tac" para realizar modelos óseos de tres dimensiones y por eso utilicé un aparato muy sofisticado que obtiene imágenes. Se trata de un analizador de muy alta resolución, uno de aquellos usados desde los satélites para fotografiar la Tierra.
El Padre responsable del monasterio de Manoppello, por medio de un amigo común, vino a conocer mi actividad. Ya que necesitaba profundizar el estudio del Santo Rostro, se puso en contacto conmigo y me pidió que colaborara haciendo fotografías más detalladas para averiguar lo que es verdaderamente esta imagen. Este pedido me halagó mucho. Pronto fui a Manoppello con mis aparejos.
¿Cuáles son los procedimientos y las técnicas utilizadas para la adquisición de los datos? Usé un pequeño scanner digital de resolución muy alta que se aplica detrás de una cámara fotográfica con fuelle y el analizador funciona como película fotográfica.
La imagen obtenida como una fotografía es en realidad una fotografía digital que puede ser memorizada con una notable cantidad de datos. Cuando la foto está elaborada por la computadora se puede ampliarla notablemente sin perder resolución y fue posible analizar fibra por fibra o la entera imagen del Santo Rostro.
La diferencia con una normal fotografía está en el hecho que la cantidad de datos conseguidos es tan grande que permite elaborar continuamente las imágenes según las necesidades. La imagen fotográfica, al contrario, aunque sea adquirida y fijada, no puede dar otras informaciones ya que la resolución es estandardizada.
A primera vista el Santo Rostro puede parecer una pintura. Un análisis más diligente y el estudio de todas las características me han dejado dudoso. Esta imagen, en efecto, puede ser vista en la misma manera sea desde adelante sea desde atrás y yo no cozco una pintura que mirada desde los dos lados ofrece la misma imagen, especialmente si se pone una luz en un solo lado. La sutil consistencia del velo y su extraordinaria transparencia muestra también la misma tonalidad de color. Mis estudios han sido profundizados; después de haberlo fotografiado, allí en su sitio, tuve la posibilidad de observar la imagen obtenida con el monitor que permite una amplificación extraordinaria sin desenfocar las imágenes y comprobé que en el espacio entre el hilo del urdido y el de la trama no hay residuos de color.
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Si pienso en una pintura al óleo, imagino que hay entre los hilos un poco de depósito de color: por lo tanto se debe excluir el uso de esta técnica en la Reliquia de Manoppello. Tenemos que excluir también el uso de la acuarela porque los contornos de la imagen son tan limpios en el ojo y en la boca, mientras que la acuarela empapa en manera no exacta el hilo provocando aréolas en los detalles. Creer que sea una estampa significa no considerar que la imagen es perfectamente visible desde los dos lados. Estamos considerando una obra muy antigua y las técnicas utilizadas en aquel tiempo no eran muy sofisticadas. Pienso seguir adelante con mi averiguación con método fotográfico ampliando aún más esta imagen también con el auxilio de la computadora tratando de entrar en el interior de la fibra para descubrir si tiene depósitos de color o si se trata de una fibra pura que asumió un color y yo no conozco la causa.
Todo es muy misterioso y este misterio me encanta.
(*) Donato Vittore, Profesor de la Universidad de Bari
(**) Amplificación del ojo derecho
(cortesía de http://www.voltosanto.it/Spagnolo)