El Señor da testimonio de estas revelaciones.
REVELACIÓN 4

Yo soy tu Creador y Redentor. ¿Qué causa hay para que temas algo de mis palabras? ¿Y por qué pensaste de qué espíritu procederían, si del bueno o del malo? ¿Has hallado en mis palabras algo que tu conciencia reclamara y viera que no debia hacerse? ¿Por ventura te he mandado algo contra la razón? A lo cual respondió la esposa: No, por cierto, Señor; sino que todas vuestras palabras son verdaderas: yo confieso mi error. Y dijo el Espíritu; Yo te he mandado tres cosas, de las cuales pudieras haber conocido ser bueno el espíritu que te habla. Te mandé que honrases a tu Dios que te hizo y dió todas las cosas que tienes, y esto mismo te enseña la razón, que lo honres más que a todas las cosas. Te mandé que tuvieses una fe firme y recta, la cual consiste en creer que nada se ha hecho ni puede hacerse sin Dios, y te mandé que usases con moderación y continencia de todas las cosas, porque fueron hechas para que el hombre se aprovechase de ellas en lo necesario.

También de este modo, por las tres cosas contrarias a ellas, has de conocer el espíritu malo. El te ensañará que busques honra para ti, y te ensorberbezcas con los dones que te han dado; él te persuadirá que no tengas la fe verdadera, y que no uses con moderación y templanza de tus sentidos y de todas las demás cosas, y para conseguir eso, inflama tu corazón, y muchas veces engaña bajo la apariencia de bien. Por eso te he mandado que examines bien tu conciencia y que la manifiestes a hombres sabios y de vida espiritual. Por tanto, no dudes que está contigo el espíritu bueno de Dios, cuando no deseares otra cosa que al mismo Dios, y te inflamares con ese deseo; porque Yo sólo puedo causar este fervor, y teniéndolo tú, el diablo no podrá llegar a ti, ni tampoco hombre alguno por malo que sea, si Yo no le doy licencia para ello, o se lo permita por los pecados del tal hombre, o por mis juicios ocultos, que aunque malo y pecador, es criatura mía como todas las demás, y yo lo crié bueno, pero él con su malicia se hizo malo, y por tanto soy Señor sobre él.