Beato Enrique Suso: UNA EXPLICACIÓN DE TRES COSAS QUE A UN AMIGO DE DIOS PUEDEN PARECER UNA GRAN CONTRADICCIÓN EN ÉL
Además: DEL INFIERNO, DEL CIELO, DEL SUFRIMIENTO.
De la obra
del Beato Enrique Suso “Das Büchlein der ewigen Weisheit”. Colonia. Albertus
Magnus. 1939, pp. 235, aquí pp. 69-107.
CAPÍTULO 8: LA
PRIMERA ES: ¿CÓMO PUEDE APARECER CON TANTA CÓLERA SIENDO, SIN EMBARGO, TAN
AMOROSO?
CAPÍTULO 9: LA
SEGUNDA: ¿POR QUÉ DIOS SE RETIRA DE SUS AMIGOS SEGÚN SU VOLUNTAD Y CÓMO SE
PUEDE CONOCER SU VERDADERA PRESENCIA?
CAPÍTULO 10: LA
TERCERA: ¿PORQUE DIOS PERMITE QUE LO PASEN MUY MAL SUS AMIGOS EN ESTE
TIEMPO?
CAPÍTULO 11: DE LA PENA PERPETUA DEL INFIERNO.
CAPÍTULO 12: DE
LA ALEGRÍA INCONMENSURABLE DEL CIELO.
CAPÍTULO 13: DE
LA NOBLEZA INCOMPARABLE DEL SUFRIMIENTO TEMPORAL.
Capítulo 8
La primera
es: ¿Cómo puede aparecer con tanta cólera siendo, sin embargo, tan amoroso?
EL SERVIDOR: Señor bondadoso,
en mi interior me admiro mucho de tres cosas. La primera es el hecho que tú
eres tan amoroso y, al mismo tiempo sin embargo, eres un juez de la maldad
muy severo. Señor, cuando en pensamientos me adentro en tu justicia
terrible, entonces mi corazón quejumbroso y anhelante exclama: Ay de todos
aquellos que alguna vez pecaron, si supieran del juicio severo que
pronunciará sobre todos los pecados, también para con tus amigos más
queridos, sin que nadie pueda alegar ni contradecir, estoy seguro que
primero se arrancarán cabello y dientes antes de ser nuevamente motivo de tu
cólera. Tu rostro airado aterra, y es tan insoportable cuando, enfadado,
vuelves la espalda, ¡ay de mí!, y tus palabras de cólera están tan llenas
de fuego que parten el corazón y el alma.
Señor, protégeme de tu rostro encolerizado y no me
ahorres venganza alguna en este mundo. Mira, la sola sospecha que por mis
culpas y pecados has apartado despectivamente tu rostro, me es tan
insoportable que no hay nada en este ancho mundo que me sea más amargo.
Señor mío y Padre fiel, cómo podría soportar jamás mi corazón tu rostro
terrible.
Ay, cuando pienso verdaderamente en tu rostro deformado
por la ira mi alma se llena de tanta pena, toda mi fuerza se pone a temblar
tanto que nada puede compararlo con esto, como cuando el cielo comienza a
oscurecer y a volverse negro y se agita al fuego entre las nubes y un trueno
fuerte quebranta las nubes de manera que tiembla el reino terrenal y luego
dispara su rayo de fuego contra algún hombre.. Señor, que nadie se fíe de tu
silencio, porque en verdad, tu silencio se convierte al final en un trueno
tempestuoso. Señor, tu rostro encolerizado también para el hombre que teme
de enfadarte y perderte, es un infierno sobre todos los infiernos; quiero
callarme ante el rostro de cólera que tendrán que contemplar los malos con
pena de corazón el último día. Ay, ay y siempre ay de aquellos que espera
esta gran miseria.
Señor, esto es para mi corazón una gran duda ya que tú
mismo dices que eres amable.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Yo
soy el bien inmutable y soy el mismo siempre y permanezco igual. Que
aparezca cambiante esto viene de la volubilidad de aquellos que me contempla
como alguien distinto - con pecado o sin pecado. Según mi naturaleza soy
amable y a la vez soy un juez terrible de la maldad. Quiero ver en mis
amigos un temor de niño y una amor amable para que el temor los retenga
siempre de cometer pecado y que el amor los una a mí en
fidelidad total..
Capítulo 9
La segunda:
¿Por qué Dios se retira de sus amigos según su voluntad y cómo se puede
conocer su verdadera presencia?
EL SERVIDOR: Señor,
todo se realiza según mi deseo de corazón, sino en un aspecto. Realmente,
Señor, cuando una alma casi se enferma del deseo de ti y de las caricias de
tu presencia amable, Señor, entonces te callas y no hablas ni una palabra
que se podría percibir. Oh Señor, ¿cómo no va a doler esto cuando tú, el
Señor amable eres el único objeto de amor y tú te portas de manera extraña y
te callas?
RESPUESTA DE LA SABIDURÍA ETERNA: Todas las criaturas
proclaman que yo estoy presente.
EL SERVIDOR: Oh Señor,
esto no es suficiente para un alma que te anhela.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Toda palabra que yo
pronuncio es como un pequeño mensajero de amor para su corazón y toda
palabra de la Sagrada Escritura que se ha escrito de mí, es una dulce carta
de amor como si yo mismo lo hubiese escrito. ¿Acaso no le basta?
EL SERVIDOR: Oh mi amor dulce
y elegido, pero tú lo sabes que es insuficiente para un corazón enamorado todo
aquellos que no es su único amor, su único consuelo en persona. Señor, tú
eres un bien tan amado, elegido, inescrutable, mira, aunque hablaran de ti
las lenguas de todos los ángeles, el amor sin limites sólo lucha y se
esfuerza para alcanzar a aquel único al que desea. Una alma enamorada te
domaría como reino de los cielos, porque tú eres su reino de los cielos.
Oh Señor, tú deberías - si puedo
decirlo así - ser un poco más fiel para con los corazones pobres y
enamorados que tiene hambre y sed de ti, que te envían tantos
gemidos profundos y enamorados hacia ti, el único amor, que en
miseria y con voz acongojada dicen: Revertere, Revertere (Cant 6, 12:
Vuelve, vuelve). Y los que hablan consigo mismo dicen: Ay, ¿a lo mejor lo
has ofendido y Él quiere abandonarte? ¿Qué piensas: alguna vez te devolverá
su presencia amable para poder abrazarlo y apretarlo a tu corazón y hacer
desaparecer toda tu pena? Señor, ¿tú lo escuchas, tú lo sabes y te callas?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Lo sé todo esto y lo
veo con mucho deseo y alegría de corazón.
La Sabiduría pregunta: Ahora contéstame a una pregunta
que te está preocupando en lo secreto. ¿Qué es lo que le sabe al
espíritu creado más elevado?
EL SERVIDOR: Señor, eso es lo
que quiero saberlo de ti; porque la pregunta es demasiado elevada para mí.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Te lo diré. Al ángel
más elevado no le sabe más otra cosa que obedecer a mi voluntad en todas las
cosas. Si supiera que arrancar espinos, abrojos y otra hierba mala sería
para mi alabanza, entonces sería su anhelo más grande de realizar aquello.
Servidor: Ay Señor, cómo me golpeas con esta pregunta.
Porque lo que quieres decir es que yo en lo que se refiere a mi placer me
tenga libre e indiferente y que busque sólo tu alabanza sea en la dureza sea
en la dulzura.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Una indiferencia por
encima de toda indiferencia es la que se mantiene en ser abandonada.
SERVIDOR: Señor,
pero duele tanto.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
¿Dónde se prueba la virtud sino en medio de obstáculos? De otro lado es menester
que sepas que muchas veces vengo y solicita que me dejan entrar no me lo
niegan. Frecuentemente me reciben como un peregrino, me tratan de manera
indigna y casi me obligan irme. Pero vengo a los que quiere, yo mismo y
tengo una estadía gozosa; pero esto sucede de manera tan escondida, que está
escondida a todos los hombres y sólo aquellos que son totalmente
indiferentes y guardan mis caminos, que en todo momento está n en la atalaya
deseando de corresponder a mi gracia. Porque, según mi divinidad. Soy un
espíritu puro en esencia y soy recibido espiritualmente por los espíritus
puros.
SERVIDOR: Señor
bueno, parece que eres un amante demasiado escondido. Por eso te pido que me
des algunos signos de tu presencia.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Mi presencia verdadera
no puedes descubrirla de ninguna otra manera sino de esta: Cuando me escondo
y retiro lo mío del alma, recién te das cuenta quién soy yo y quién eres tú.
Yo soy el bien eterno, sin el cual nadie tiene nada bueno y, por eso, cuando
regalo mi bondad y mi gozo todo, adonde yo llego, se vuelve bueno. Se puede
conocer mi presencia como se conoce el sol por medio de su esplendor cuando
no se puede conocer el sol según su esencia. Si has sentido mi presencia
alguna vez entonces entra dentro de ti mismo y aprender a distinguir las
roas de las espinas y separa las flores de la hierba (= aprende a distinguir
la acción de Dios de la acción del hombre).
EL SERVIDOR: Señor,
verdaderamente busco y encuentro dentro de mí enormes diferencias. Cuando
estoy en soledad, entonces mi alma es como un hombre enfermo a quien nada le
sabe bien y todo le repugna. El cuerpo entra en modorra, el corazón se
vuelve pesado, hay dureza interior y tristeza exterior. Me disgusta entonces
todo lo que ve y escucho, aunque me doy cuenta que es muy bueno, porque se
ha ido toda decencia. Inclinado a la falta, muy débil de resistir al
enemigo, frío y tibio para toda cosa buena. Quien viene a mi encontrar
una casa desierta, porque no está el dueño que daba un consejo
y que hace todos los inquilinos se sientan alegres. Señor,
cuando tu estrella de la aurora resplandece en el alma, se
disipa toda pena, desaparece toda oscuridad y se enciende una alegría
luminosa.
Señor, entonces se ríe mi corazón,
se eleva mi corazón, se alegra mi alma, entonces es como si hubiera bodas y
todo lo que soy y tengo se convierte en alabanza. Todo lo que requería un
gran esfuerzo, lo que era pesado e imposible de realizarlo se vuelve fácil y
dulce; ayunos, vigilias, oración, sufrimientos, abandono y toda severidad se
disuelve en tu presencia. Entonces gano mucho y se me viene
una gran confianza la que no tengo cuando me abandonas. El alma es
traslucida de claridad, verdad y dulzura de manea que olvida toda
preocupación. El corazón puede contemplar dulcemente, la lengua hablar cosas
elevadas, el cuerpo emprender con facilidad, y quien busca encuentra
consejos buenos para todo lo que necesita. Me siento como si hubiera
superado espacio y tiempo y me encontrara en los atrios de la felicidad
eterna.
Ay, Señor, ¿quién me diera que durara largamente? Porque
de repente se me lo quita en un instante y entonces estoy desnudo y
abandonado, a veces casi como si nunca lo hubiera poseído, hasta que vuelve
después de una sufrimiento terrible. Señor, ¿eres tú, o soy yo o qué es?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Tú eres y tienes de ti
mismo nada que deficiencias y faltas. Yo lo soy y este es juego de amor.
EL SERVIDOR: Señor, ¿qué es
el juego de amor?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Siempre cuando el amor
está con el amor, el amor no sabe cu n amoroso es el amor. Cuando el
amor se separa del amor, entonces recién el amor siento lo que es realmente
el amor.
EL SERVIDOR: Señor,
esto es un juego de mucho sufrimiento. Señor, ¿no hay hombres en este
tiempo que puedan dejar de lado tal volubilidad? (El cambio e sensibilidad a
la presencia del Señor y la sequedad espiritual)
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Son muy pocos hombres
porque la inmutabilidad pertenece a la eternidad.
EL SERVIDOR: ¿Quiénes
son estos hombres?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Los más puros y los que son adaptados a la eternidad.
EL SERVIDOR: Señor,
¿quiénes son?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Son aquellos hombres que han removido todos los obstáculos de
manera perfecta.
EL SERVIDOR: Señor bondadoso.
Enséñame como me debo comportar en medio de mi imperfección.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Debes
mirar en días buenos a los días malos, y en los malos no debes
olvidar los buenos, entonces no podrán hacerte daño ni la soberbia en la
presencia de la gracia ni la depresión en sentirse abandonado. Aunque a
causa de tu miseria no puedas renunciar con alegría a mi
presencia, por lo menos, ten una espera paciente y una búsqueda cariñosa.
EL SERVIDOR: Oh Señor, una
espera larga duele.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Debe soportar el bien y el sufrimiento el que quiere tener un amor en este
mundo. No es suficiente que un tiempo el día. Debe permanecer totalmente
recogido quien quiere sentir a Dios interiormente y escuchar
las palabras secretas y recordar sus dichos secretos. ¿Cómo es que dejas
vagar sin cuidado tu corazón y tus ojos y tienes delante de ti la imagen
eterna que no se retira de ti ni un instante? ¿Cómo descuidas tus oídos
donde te digo tantas palabras de amor? ¿Cómo te
olvidas de ti mismo de manera tan abierta cuando estás rodeado del sumo
bien? ¿Qué es lo que busca el ama en el exterior la que lleva en su interior
escondido el reino de los cielos?
EL SERVIDOR: Señor,
¿qué es el reino de los cielos que está en mi alma?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Es la justicia, la paz
y la alegría en el espíritu Santo.
EL SERVIDOR: Señor, tus
palabras me enseñan que muchas veces estás en tratos misteriosos con mi alma
y no se da cuenta y que la atraes de manera escondida y la llevas el alma al
amor y el conocimiento de tu suma divinidad, que antes sólo buscaba tu dulce
humanidad.
Capítulo 10
La Tercera:
¿Porque Dios permite que lo pasen muy mal sus amigos en este tiempo?
EL SERVIDOR: Señor, algo
aprieta mi corazón, ¿puedo hablar?
Ay Señor bondadoso, ojal pudiera discutir contigo
como el santo Jeremías.
Señor bondadoso, no te encolerices y escúchame con
paciencia.
Señor, hablan de la siguiente manera: Tan agradable y
lindo sea tu amor y tu amistad, pero a veces se lo haces muy difícil a tus
amigos por el sufrimiento amargo. Les envías desprecie de parte del mundo y
bastantes obstáculos en el exterior y en el interior. Apenas que el hombre
ha trabajo amistad contigo, luego el primer paso después que debe prepararse
a sufrir y hasta decidirse firmemente para ello.
Señor, por amor de tu bondad, ¿qué de agradable pueden
encontrar allí? ¿ O cómo puedes permitirse todo esto en tus amigos?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Como me ama el Padre
así amo yo a mis amigos. Les hago a mis amigos lo que les he hecho desde el
comienzo del mundo hasta el día de hoy.
EL SERVIDOR: Señor,
precisamente es esto lo que reclaman y es por eso que dicen que tienes tan
pocos amigos. ¿Por que permites que les vaya tan mal en este mundo?
Señor, es por eso oque hay muchos que traban amistad
contigo pero luego, cuando deben ser probados en el sufrimiento, se alejan
de ti y vuelven a aquello - tengo que decirlo con profunda congoja y
l grimas amargas - a lo que habían abandonado por amor tuyo.
Mi Señor, ¿qué dices a esto?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Así se quejan los
hombres que tienen poca fe y obras pequeñas, vida tibia y espíritu sin
ejercitarse.
Pero tú, amado mío, ¡sal de la suciedad y del fango de
los placeres sensuales! ¡Abre tus sentidos interiores!
Abre los ojos de tu espíritu.
Mira y contempla lo que eres, dónde estás y adónde
perteneces.
Mira, sólo así podrás comprender que estoy haciendo a mis
amigos lo mejor de lo mejor.
Según tu ser natural eres una imagen de la divinidad.
Eres la semejanza de la Santísima Trinidad.
Eres imagen de la eternidad.
Así como yo en mi ser increado soy el bien que es
infinito así tú eres infinito en tus deseos.
Y tan poco significa una gotita en
lo profundo del océano, así tiene tan insignificante efecto lo que puede
ofrecer el mundo para colmar tus anhelos.
Así estás en el valle de l grimas, donde está
mezclado el amor con el sufrimiento. La risa con las l grimas, alegría con
tristeza, donde la alegría plena nunca encontró un corazón; porque el mundo
miente y engaña como de lo quiero explicar.
Promete mucho y cumple poco.
Es breve, inseguro a mutable.
Hoy mucho amor y mañana el corazón lleno de tristeza.
Mira esto es el juego de la temporalidad.
Capítulo 11
De la pena
perpetua del infierno.
Ahora bien, alma elegida, contempla
desde lo más profundo de tu ser la miseria. ¿Dónde están ahora los que se
instalaron en este tiempo en el descanso y el placer, con su molicie y el
cuidado del cuerpo? Qué pena, ¿qué les sirve ahora todo el gozo de lo
temporal, que tan rápidamente ha desaparecido en breve tiempo
como si nunca hubiera existido? Así se fue el amor tan rápidamente cuya pena
debe durar siempre y siempre.
Necios, ¿dónde está ahora lo
que alababan tan alegremente? Acérquense, hijos optimistas, le
vamos a dar la despedida a la tristeza y ocuparnos de las alegrías. ¿De qué
les sirve ahora toda la alegría que alguna vez ganaron? Ahora puede clamar
con voz suplicante: Ay de nosotros por haber nacido en este mundo. Como nos
ha engañado el breve tiempo, como nos ha sorprendido la muerte acechándonos
desde atrás. Ay, no hay nadie en este mundo que ha sido engañado como
nosotros pobretones. ¿O acaso hay alguien que ha aprendido del daño ajeno?
Aunque un hombre tuviera que sufrir miles y miles de años, en comparación
con esto seria sólo un momento. Bienaventurado aquel que nunca ha buscado
alegría contra la voluntad de Dios, quien por amor propio nunca buscó un día
de felicidad. Necios que somos pensábamos que Dios los había
olvidado y abandonado; ay, cómo los abraza ahora con amor en su eternidad y
los honra delante de los ejércitos celestiales. Qué daño les
podía hacer todo el sufrimiento y el desprecio que les han traído tantas y
tan grandes alegría. Y cómo ha desaparecido totalmente nuestro amor.
Pena y miseria que durarán siempre.
Ay: "Siempre y Siempre", ¿qué eres? Ay, fin sin fin, ay muerte más allá
de toda muerte, morir a cada hora y no poder morir. Ay, padres y madre y
todos seres queridos, que los guarde Dios siempre y siempre porque ya no nos
veremos más en alegría porque siempre tenemos que estar separados de
ustedes. Ay, separación, ay separación perpetua, como dueles.
Ay estrujar de manos, crujir de dientes, gemidos y l grimas. Ay, siempre
clamar y gritar y nunca ser escuchado. Nuestros ojos miserables no pueden
ver nada más que miseria y terror; nuestros oídos no pueden percibir nada
más que ayes. Ay, todos los corazones, dejen que este terrible "Siempre y
Siempre" les provoquen misericordia, que les llegue el "Siempre y Siempre" a
su corazón.
AY, vosotros montes y valles ¿qué esperáis, por qué
tenéis compasión de nosotros? ¿Por qué no nos cubrís ante este espectáculo
miserable?
¿Ay, sufrimiento del mundo aquel y
sufrimiento de este mundo qué dispares sois? Ay, tiempo presente cómo
ciegas, cómo engañas. Que no nos dimos cuenta en nuestra
juventud floreciente en aquellos días hermosos y gozosos que despilfarramos
de manera tan lujosa y que volver n jamás, jamás.
Ay, si tuviéramos una pequeña hora de estos largos años
pasados. Pero es vedado por la justicia de Dios y debe ser vedado excluyendo
toda esperanza. Ay, pena, miseria y sufrimiento, siempre y siempre en este
país olvidado donde tenemos quedarnos separados de todo amor sin consuelo,
sin confianza. No queremos otra cosa: si hubiera una piedra de molino tan
ancha como la tierra entera y tan grande que tocara el cielo en todas
partes, y si viniese un pajarito cada cien mil años y sacara la décima parte
de un grano de mostaza, y volviese en cien mil años y que después de diez
veces cien mil años hubiera sacado del tamaño de un grano de mostaza,
nosotros los pobrecitos no esperaríamos nada más que el momento cuando esta
piedra desapareciera de esta manera y terminara nuestro sufrimiento - pero
no puede ser.
Mira este el canto penoso que le
sigue a las alegrías de este tiempo.
EL SERVIDOR: Ay,
juez severo, cómo se asustó mi corazón en lo a más profundo. Cómo decae mi
alma sin fuerzas por la pena de las pobres almas. Quien hay en este mundo
tan insensible que escuchara este no tiemble por esta miseria.
Ay y ay mi único amado, no me dejes.
Mi único consuelo elegido, no te separes de mí. Ay si estuviera yo separado
de ti de esta manera mi amado -para no hablar de lo demás - ay, pena y
sufrimiento, preferiría ser torturado mil veces cada día. Sólo
el pensar en la separación me hace morirme de miedo
Ay, mi Señor y Padre bondadoso, haz de mí aquí en la
tierra lo que quieras, tienes el permiso para ello en toda libertad, sólo
ahórrame esta separación sempiterna que lo no podría soportar.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: No te asustes. Estar s
inseparable en la eternidad lo que estaba unido en el tiempo.
EL SERVIDOR: Señor,
si pudieran estucar esto todos los hombres para que no malgasten sus días
tan hermosos, para que entren en razón y cambien de vida antes que se suceda
esto.
Capítulo 12
De la
Alegría inconmensurable del cielo.
LA SABIDURÍA ETERNA: Ahora levanta los ojos y mira adónde
perteneces.
Tu perteneces a la patria del
paraíso celestial. Aquí eres un extraño, un huésped, un mísero peregrino. Y
por eso, así como el peregrino se apura de volver de nuestro a la patria,
donde lo esperan los amigos amados con gran expectativa, así debes apurarte
de llegar pronto a la patria donde quisieran verte. Donde desean y anhelan
tanto tu presencia alegre, donde de saludan amorosamente, te abrazan
tiernamente y te integran a la sociedad feliz para siempre. Si supieras con cuánto
deseo te esperan, como desean que luches valerosamente en el
sufrimiento y te mantengas noblemente frente a los obstáculos
que ellos ya han vencido, y como con gran dulzura están meditando los años
severos que han soportado, a ti tu sufrimiento sería más
llevadero; porque cuanto más amargamente has sufrido con tanto mayor honor
ser recibido. Cómo gozar del honor,
cómo inundar la alegría el corazón y el alma cuando yo lo alabaré, honraré
y ensalzare ante mi Padre y ante todo el ejército celestial porque ah
sufrido tanto y luchado tanto en este tiempo de ataques y ha
vencido. Para alguien sin sufrimiento esto será cosa extraña.
Cómo brillar hermosamente la corona que se ha
ganado aquí con mucho esfuerzo.. Cómo resplandecer n intensamente las
heridas y las señales que han recibido por amor a mí.
Mira, tienes tantos amigos en la
patria que el más extraño en el número incontable te ama más intensamente y
fielmente que cualquier padre o madre jamás han
amado a su hijo único en este tiempo.
EL SERVIDOR: Señor, por tu
bondad, ¿puedo atreverme que me digas más de la patria para que crezca mi
deseo y que soporte más fácilmente las penas? Mi Señor, ¿cómo es este país?
¿Qué hacen allí? ¿Ya hay muchos allí? ¿Saben ellos lo que pasamos aquí? Tus
palabras lo indican.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Levántate y ven conmigo. En contemplación te quiero llevar
allí y te permitiré que desde lejos eches una mirada según una imagen muy
inadecuada.
Mira, encima del noveno cielo. Que supera la tierra
entera innumerables veces más que cien mil veces, allí hay primero otro
cielo arriba, que se llama coelum empyreum, el cielo de fuego, llamado así
no porque sea fuego sin por la claridad insondable y brillante que tiene por
su naturaleza, inmóvil e indestructible. Este es la corte espléndida en la
cual vive el ejercito celestial y en el cual me alaban juntos a la estrella
matutina y rebosan de jubilo todos los hijos de Dios. Allí está n los
asientos eternos rodeados de luz incomprensible, de los cuales fueron
expulsados los espíritus malos y allí pertenecen ahora los elegidos. Mira la
ciudad gloriosa brilla desde lejos, cubierta de oro, brilla hasta lejos de
perlas exquisitas, con piedras preciosas, brillante como cristal, reflejando
como rosas rojas, lirios blancos y muchas especies de flores. Ahora mira tú
mismo el hermoso campo celestial
Aquí hay plena luz solar
Aquí las frescas praderas.
Aquí el valle del verdadero amigo,
Aquí se ve como pasa el ojo alegremente de amado a amado.
Aquí arpas, violines.
Aquí cantos, santos, danzas, rondas y alegría total.
Aquí el poder del deseo.
Aquí amor sin pena en perpetua seguridad.
Ahora mira alrededor de ti esta
innumerable multitud como beben según su deseo de las fuentes vivas. Mira
como
contemplan fijamente el espejo claro y puro de la pura
divinidad donde se les elevan todas las cosas.
Continúa caminando y mira a la dulce
reina del país celestial, que la has amado tanto, como esta en
dignidad y alegría encima del ejercito celestial. Tiernamente inclinándose
sobre el amado, rodeada de flores de rosas y lirios del valle. Mira como su
hermosura indescriptible le da alegría, admiración y gozo en todo el
ejército celestial. Echa una mirada que eleva tu miente y tu
corazón y mira como la madre de la misericordia dirige a ti sus hijos
misericordiosos y a todos los pecadores y como los protege con poder y los
reconcilia con su hijo amado. Ahora dirige tu mirada de la
comprensión pura y mira a los altos serafines y las almas
amadas del mismo coro cómo sin cesar irradian intensamente una llama como
relámpago hacia mí, como los querubines y su compañía poseen una
flujo e irradiación de mi vida eterna e incomprensible, como los tronos
tienen un descanso en mi y yo en ellos. Y mira como la tríada poderes,
fuerzas y potestades realizan en la naturaleza el orden de armonía y de
gozo. Mira también como la tercera compañía de los espíritus celestiales
(potestades, arcángeles y ángeles) llevan a todas partes mi alto mensaje y
mi ley. Mira como todo está ordenado en armonio multiforme. Que
hermoso espectáculo.
Ahora
dirige tu mirada y ve como mis discípulos escogidos y mis amigos muy
queridos se sientan en honor y reposo en los venerables tribunales, como
resplandecen los mártires en sus vestidos rojas como la rosa, como los
confesores brillan en hermosura verde (en la edad media el verde era
considerado como el color de los confesores), cómo resplandecen las vírgenes
delicadas en pureza angelical, cómo todo el ejercito celestial se
mueve en dulzura divina. Que compañía, qué país hermoso. Bienaventurado
quien ha nacido y debe tomar morada aquí.
Mira, a esta patria llevaré a mi
esposa amada desde tierras extrañas a la casa con gran ajuar y riquezas..
Interiormente la adornaré con el vestido hecha por la luz de
la gloria que la eleva por encima de toda su capacidad terrena. Exteriormente
será vestida con un cuerpo glorificado que irradia siete
veces más luz que el brillo el sol, r pido, fino e y
impasible. Pongo en su cabeza la corona de oro y encima una
coronita de oro.
EL SERVIDOR: Señor bondadoso,
¿qué es el ajuar y cal es la corona y la coronita?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: El ajuar es una
contemplación abierta de lo que ahora aquí crees en fe, n tomar posesión de
aquello lo que aquí esperas, un disfrutar de lo que ahora amas. La corona
hermosa es el premio esencial; la coronita es el premio adicionado.
EL SERVIDOR: Señor, ¿qué es?
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Gozo adicionado está en la alegría especial que el alma gana por sus
obras con las cuales ha vencido como los altos maestros, los
fuertes, los mártires y las vírgenes puras. Pero el premio
esencial está en la unión contemplativa del alma con la pura divinidad
porque no puede descansar hasta que es llevad por encima de sus fuerzas y
capacidad y se le revela en las personas la
esencia natural y su simpleza. En esto encuentra su saciedad y su delicia.
Y cuánto más ha
renunciado y cuánto más libre ha salido de aquí tanto más libre el ascenso,
tanto más cercana la entrada en la soledad inconmensurable y en el abismo
profundo de la divinidad, en la cual se sumerge, se compenetra
y se une que no querrá irse a otra parte sino en lo que quiere Dios y
esto quiere ser lo mismo que es Dios, es decir, que son bienaventurados y
llenos de gracia como el es bienaventurado por naturaleza.
Levanta tu rostro alegremente,
olvida un momento el sufrimiento, refresca tu corazón en este silencio de la
compañía amorosa y verás como rosados y gloriosos sus rostros que por amor a
mí han padecido desprecio. Eleva el corazón animoso y di: ¿Dónde está
ahora la vergüenza amarga que atravesaba su corazón? ¿Dónde las cabezas
gachas, los ojos abajados, dónde la pena suprimida, los gemidos intensos,
las l grimas amargas? Dónde los rostros pálidos, la gran pobreza y las
penurias, dónde la voz miserable: "Ay Señor, ay mi Dios. Cómo me duele".
¿Dónde está n todos aquellos que les han injuriado y oprimido? Ya no se
escucha de día y de noche como en el caso del que lucha contra
los paganos: "Lucha, pelea, batalla". ¿Dónde está ahora lo que han
pronunciado miles de veces en la presencia de la gracia: "¿Estás dispuesto a
permanecer firme en el abandono?" Y no se escucha el clamor triste: "¡Ay,
Señor, cómo me has abandonado!". Escucho que resuena hermosamente
en sus oídos: "Venid, benditos de mi Padre y tomad posesión
del reino que les ha sido preparado desde el comienzo de los siglos.".
¿Dónde esta todo sufrimiento, pena y adversidad que han
padecido en el mundo? Dios mío, cómo pasó todo rápidamente ¡cómo en un sueño
como si nunca hubieran padecido algo!. Ay Señor, cómo está n escondidos tus
juicios al mundo totalmente. Animo, elegidos, ya no necesitan esconderse en
un rincón, entrar en una cueva ante la tempestad sin sentido de los demás.
Ojal que todos los corazones
fueran un solo corazón, no podrían pensar hasta el final el gran honor, a
incomparable dignidad, la alabanza, la gloria que tendrán siempre y para
siempre. Príncipes del cielo, nobles reyes y emperadores,, eternos hijos de
Dios como lucen sus rostros alegres, sus corazones contentos, cómo está n
con un ánimo elevado, como resuenan gozosas sus voces al cantar: "Gratitud,
alabanza, salud y bendición, gracia y alegría y honor eterno se
diga desde lo más profundo del corazón de eternidad en eternidad a aquel por
cuya gracia tenemos en herencia todo esto siempre y eternamente".
He ahí patria. He ahí reposo pleno. He ahí un jubilo de
corazón, he ahí alabanza insondable e infinita.
EL SERVIDOR: Milagro sobre
todo milagro. Oh, mi bien inacabable, ¿qué eres? Señor amoroso cómo se está
bien así. Mi único amado, quedémonos aquí.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: No
es aún el momento de quedarse. Tienes que realizar aún con arrojo muchas
batallas. Se te ha mostrado esto solamente para
que puedas velozmente volver allí en todas tus penas - mira, así no
necesitar s desesperar ya - para que olvides todos tus padecimientos, y como
respuesta a la queja de los hombres insensatos que dicen que trato mal a mis
amigos.
Ahora mira la diferencia entre mi
amistad y la del mundo y como hago que en
realidad les vaya bien a mis amigos de manera muy distinta. No quiero hablar
del gran sufrimiento, de las preocupaciones grandes, de sus esfuerzos
penosos y de mucho sufrimiento en el cual nadan y vadean día y noche. ; sólo
está n ciego para que no se den cuenta. Es mi providencia eterna que un
corazón desordenado sea para sí mismo una tortura y grave castigo. Mis
amigos, en cambio tiene penas corporales pero el descanso del corazón; en
cambio los amigos del mundo buscan descanso del cuerpo y consiguen
tribulación del corazón, del alma y de los sentimientos.
EL SERVIDOR: Señor,
son insensatos y necios los que comparan tu amistad verdadera con la del
mundo falsa en el sentido que tienes pocos amigos - la razón está en
su ceguera - y también que se quejan de sus penas. Cómo es amable vara
paterna del castigo. Bienaventurado aquel en quien no la escatimas.
Señor, veo que el padecimiento no
viene de tu dureza sino de tu ternura. Que nadie diga más que has olvidado
tus amigos. Te has olvidado de aquellos - porque ya no tienen remedio - a
quienes escatimas el sufrimiento. Señor que no tengan ni un
día bueno, que no encuentren amor ni reposo a los que quieres proteger allá
del sufrimiento eterno y a quienes quieres dar la felicidad
eterna. Señor, haz que esta doble imagen nunca desaparezca de los ojos de mi
corazón, para que nunca pierda tu amistad.
Capítulo 13
De la
nobleza incomparable del sufrimiento temporal.
EL SERVIDOR: Señor
bondadoso, ahora dime, ¿cuál es el sufrimiento que es útil y bueno desde lo
más profundo? Quiero saberlo de verdad para que cuando me lo envías lo pueda
aceptar con amor y alegría como que viene de tu mano paternal.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA:
Estoy hablando de todo sufrimiento, sea que uno lo asume libremente o que le
suceda en que lo busque, en cuanto el hombre hace de la pena una virtud, que
no quiere liberarse de ella sino mi voluntad sino que con paciencia humilde
y amorosa lo utilice para mi alabanza eterna. Con cuánta mayor voluntad
tanto más me es agradable.
Mira, escucha de tal sufrimiento y escríbelo en el fondo
de tu corazón y tenlo como señal ante los ojos de tu alma.
Mi morada es el alma pura como en un paraíso de todas las
delicias. Por eso no soporto que con amor o placer se enrede en alguna cosa.
El alma por su naturaleza se
inclina al placer dañino. Por eso marco su camino con espinas. Cubro
así todas las aperturas con penas - quiera o no - para que no me escape.
Siembro con sufrimientos todos sus caminos para que pueda caminar en ningún
otro lugar que dentro de la grandeza de mi naturaleza divina.
Aunque todos los corazones fueran un
solo corazón, en este tiempo no soportarían el premio mínimo que daré en la
eternidad para el menor sufrimiento que un hombre padece por
amor mío.
Esta es mi providencia eterna en toda la naturaleza y de
allí no me desvío: Todo lo que es noble y bueno debe conquistarse duramente.
Quien se queda que se quede. Muchos son los llamados pero pocos los
elegidos. (Mt 20, 16).
EL SERVIDOR: Señor,
puede ser que el sufrimiento sea un bien inconmensurable cuando no es tan
sin medida e inaudito.
Señor, sólo tú conoces todas las
cosas secretas y has creado todas las cosas según su número y medida; tú
sabes que mi sufrimiento rebalsa toda medida. Supera todas mis fuerzas.
Señor, ¿hay alguien en este mundo que tiene permanentemente sufrimiento tan
agudo como lo tengo yo? No veo cómo puedo soportar mas estas penas fuera de
lo común que aprietan en lo secreto a mi alma y mi corazón y
que sólo tú conoces en el fundo.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Todo enfermo piensa que
su enfermedad es la peor y todo destituto piensa que él es el más pobre. Si
te hubiera dado otros sufrimientos, sería lo mismo.
En medio de tu sufrimiento entrégate
libre mente a mi voluntad en todo lo que quiero de ti sin exceptuar esta o
aquella pena. ¿Acaso no sabías que quiero sólo tu
mayor bien igual como tú lo quieres? ? Yo soy la Sabiduría eterna y sé mejor
lo que es tu mayor bien.
Te habrás dado cuenta que los sufrimientos que vienen de
mi te visitan con mayor eficacia, llegan más profundo y te apuran más que
todas las penas que tu mismo escoges, con tal que los lleves bien. ¿Por qué
te quejas? Háblame de esta manera: " Mi Padre fiel. Haz conmigo lo que
quieras".
EL SERVIDOR: Ay
Señor, es fácil hablar así pero cuando llega el sufrimiento es difícil de
soportar porque duele mucho.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Si el padecimiento no
duele no es padecimiento. No hay nada más doloroso que padecer y nada más
alegre que haber padecido. Padecer es un sufrimiento corto y un amor largo.
El padecimiento hace que el sufrir llegue al no-sufrir. (No sólo el hábito,
ni sólo la oración sino ante todo el amor consigue esto).
Si tuvieras tanta
dulzura espiritual y placer que gozaras en todo tiempo del rocío celestial
del consuelo no te traería tanto mérito porque por todo esto no tendría que
agradecerte tanto, ni me haría tanto deudor tuyo como un sufrimiento amoroso
o la indiferencia en la dureza cuando me soportas por amor.
Antes ha vuelto diez en gran placer
a dulce alegría que uno en padecimiento y tribulación. Aunque
tuvieras tanta ciencia que todos los astrólogos, podrías hablar de Dios a
los hombres con la lengua de todos los ángeles y hombres y si tuvieras la
riqueza de enseñanza de todos los maestros doctos no te podrías convertir
tanto a una vida buena que cuando en tu padecimiento te
entregas a Dios para que Él obre; porque aquello es común de buenos y malos
pero esto sólo es propio de mis elegidos. Quien supiera sopesar tiempo y
eternidad rectamente preferiría pasar cien años en un honro de
fuego que carecer del premio mínimo del cielo por haber rechazado el
sufrimiento más pequeño; por aquello tiene un fin, esto es en fin.
EL SERVIDOR: Señor benigno y
amable, esto es como música de arpa para el que sufre. Señor, salmódiame en
mis penas y con gusto sufrir, sí, estaré mejor con sufrimiento que sin él.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: Escucha los arpegios de
las cuerdas bien templadas de un hombre que sufre en Dios. Suena hermoso y
pleno.
Sufrir es ante el mundo una perdición; ante mí es una
incomparable dignidad.
Sufrir apaga mi ira y compra mi gracia.
Sufrir hace que el hombre sea amable para mí porque el
hombre que sufre se me parece.
Sufrir es un bien escondido que nadie te puede pagar, y,
aunque esté pidiendo de rodillas por cien años para que le conceda un
sufrimiento, no lo merecería.
Hace que el hombre terreno sea un hombre celestial.
Sufrir lo enajena a uno del mundo; sin embargo, hace que
tenga intimidad permanente conmigo.
Disminuye a los amigos y acrecienta la gracia. Tiene que
ser negado totalmente de parte del mundo a ser abandonado para que yo me
ocupe de él con amor.
Es el camino más seguro y es el camino más corto y más
directo.
Mira, quien entendiese la utilidad del sufrimiento, este
lo tomar como un don precioso de la mano de Dios.
Ay cuantos hombres fueron
hijo de la muerte eterna y estaban dormidos en el sueño profundo. El
sufrimiento los despertó y los animó a llevar una vida buena. Como los
animales salvajes y las avecillas sin domar encerrados en sufrimiento
perenne como en una jaula - si los soltara en la alegría perderían su
salvación.
Sufrir protege de caídas graves, hace que el hombre se
conozca a sí mismo, ser humilde y fiarse de su prójimo.
Sufrir mantiene el alma en humildad
y enseña paciencia; aquella es guardiana de la pureza y trae la
corona de la felicidad eterna. No hay hombre que no reciba un bien del
sufrimiento, esté en pecado, o al comienzo y en el crecimiento o en la
perfección, porque pule el hierro, acrisola el oro, adorna las joyas. Sufrir
depone el pecado, abreva el purgatorio, expulsa tentaciones, elimina
enfermedades, renueva el espíritu. Trae verdadera esperanza, conciencia
sincera y valentía permanente. Sepas que es una pócima sana y
una hierba más curativa que todas las hierbas del paraíso.
Disciplina el cuerpo que tendrá que pudrirse; pero
alimenta al lama noble que vivir para siempre. Crece el alma
en el sufrimiento como la rosa con el rocío de mayo. Sufrir produce
sabiduría y forja un hombre probado. El hombre que no ha sufrido ¿qué es lo
que sabe? Sufrir es como una vara amorosa para castigar, un golpe paternal a
mis elegidos. Sufrir atrae y obliga al hombre hacia Dios, quiera o no.
Quien se mantiene alegre en el sufrimiento a este le
sirven bienestar y sufrimiento, amigos y enemigos. Cuántas veces les has
roto la mandíbula a tus enemigos que te amenazaban con dientes de hierro y
los has convertido en unos impotentes con tu alabanza alegre y con tu
sufrimiento pacífico.
Nunca ha habido tanto público que
admiraba a un caballero en noble lid como todo el ejército celestial
contempla a un hombre que sabe sufrir. Todos lo santos alaban a un hombre
sufrido porque ellos esto lo han probado antes y dicen a una voz: todo es
sin veneno, una pócima saludable. Tener paciencia en el sufrimiento es más
grande que resucitar a muertos o hacer otros milagros. Es el camino
estrecho, que lleva derechamente a la puerta del cielo. Sufrir le hace a uno
compañero de los mártires; lleva a la alabanza y conduce a la victoria sobre
todos los enemigos. Sufrimiento viste al alma con vestido rosado con color
púrpura. Lleva la corona de rosa rojas, el cetro de la palma verde. Es un
rubí brillante en el adorno de una virgen. El alma canta por toda la
eternidad con dulce voz, con libertad una nueva copla que no pudieron cantar
ni todos los ángeles porque nunca han sentido el sufrimiento. Para decirlo
brevemente: los que sufren se llaman en el mundo los pobres; en mi reino se
llaman los bienaventurados porque son mis escogidos.
EL SERVIDOR: Tú eres, en
verdad, la Sabiduría Eterna, que puedes explicar tan maravillosamente la
verdad de manera que nadie ya puede o quiere dudar. No es milagro que puede
sufrir sufrimiento a que le has hecho tan amable el
sufrimiento.
Señor, no sólo has hecho con tus palabras dulces que todo
sufrimiento se me hace más soportable y alegre - mi Señor y Padre fiel, me
arrodillo ante ti en este día y te alabo por todos los sufrimientos
presentes y también por los pasados incontables sufrimientos que me parecían
tan grandes por ser mis enemigos.
RESPUESTA DE LA ETERNA SABIDURÍA: ¿Qué te parece ahora?
EL SERVIDOR: Ahora
pienso lo siguiente: cuando te miro a ti amado de mi corazón con los ojos
del amor entonces pienso que los sufrimientos grandes y fuertes, con los que
me has probado paternalmente y a cuya vista se asustaron también tus amigos
piadosos, fueron como un rocío de mayo.