Lc 10, 29 Mas �l, queri�ndose justificar a s� mismo,
dijo a Jes�s: �Y qui�n es mi pr�jimo? 30 Y respondiendo Jes�s, dijo: Un hombre
descend�a de Jerusal�n a Jeric�, y cay� en
manos de ladrones, los cuales le despojaron;
e hiri�ndole, se fueron, dej�ndole medio muerto. 31 Y aconteci�, que
descend�a un sacerdote
por aquel camino, y vi�ndole, se pas� de un lado. 32 Y asimismo un Levita, llegando cerca de
aquel lugar, y vi�ndole, se pas� de un lado. 33 Mas un Samaritano que transitaba,
viniendo cerca de �l, y vi�ndole,
fue movido a misericordia (sigue)