Conclusiones de un informe sociológico: daños y déficits en niños criados por parejas del mismo sexo
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Portaluz/InfoCatólica)
16/02/14
EL DOCUMENTO HA GENERADO UNA
VIOLENTA REACCIÓN EN ORGANISMOS PRO-GAY
¿Quién defiende los derechos de estos niños vulnerados? Es la interrogante
que surge de una sólida investigación psicosocial desarrollada por
académicos de distintas universidades de los Estados Unidos. La
investigación concluye que los jóvenes criados por parejas del mismo sexo,
son más proclives a problemas mentales, relaciones menos estables y mayor
tasa de criminalidad.
«Los niños criados en hogares homosexuales tienen un promedio más bajo en
niveles de ingresos económicos cuando son adultos, y padecen más problemas
de salud física y mental, así como mayor inestabilidad en sus relaciones de
pareja». Es una de las conclusiones del estudio realizado por el destacado
profesor Mark Regnerus, asociado de Sociología en el Centro de Investigación
sobre la Población, de la Universidad de Texas. Sin temor afirma que se
expone a graves riesgos a los niños que son adoptados o criados por parejas
del mismo sexo.
El análisis es parte del «Estudio de las Nuevas Estructuras Familiares (New
Family Structures Study)», cuyos contenidos fueron validados y difundidos
por la prestigiosa revista científica Social Science Research.
Regnerus, junto a ocho científicos de las ciencias sociales provenientes de
distintas universidades norteamericanas, analizaron miles de datos obtenidos
con una encuesta aplicada durante el año 2011 a 2.988 jóvenes de 18 a 39
años, entre los cuales habían personas criadas por adultos (padres
biológicos o no) que en algún momento de sus vidas tuvieron, o mantenían al
momento de la encuesta, una relación homosexual.
La encuesta se aplicó también a jóvenes de perfiles similares, pero criados
en otros entornos familiares (considerando para su muestra a familias
naturales, adoptivas, divorciados, monoparentales). El número de
entrevistados, diversidad y rigor estadístico hacen de esta encuesta el
instrumento de medición más fiable a la fecha.
Niñas y niños vulnerados que esperan reparación y justicia
El estudio denuncia que un 40 % de los hijos de parejas gay o
lesbianas ha contraído una enfermedad de transmisión sexual, versus el 8% de
las parejas heterosexuales. Además, el 12% de los encuestados ha pensado en
el suicidio, versus el 5% de los hijos criados por un hombre y una mujer.
Los hijos de parejas del mismo sexo, prosigue el estudio, recurren con mayor
facilidad a la psicoterapia y requieren mayor asistencia social (19% frente
a 8%). A menudo son desempleados (28% contra 8%), son normalmente más
pobres, menos saludables, más propensos al tabaquismo y a la criminalidad.
El profesor Regnerus identificó que los hijos de parejas lesbianas difieren
en un grado estadísticamente significativo respecto de los hijos criados en
familias biológicas intactas en 25 de los 40 aspectos medidos por el
Estudio. De igual manera, los hijos de parejas gay ostentan un grado
estadísticamente significativo en 11 de los 40 aspectos medidos, en
comparación con el resto de las familias.
Los hallazgos del grupo académico liderado por Regnerus desafían
categóricamente la validez de los 59 estudios citados por la Asociación
Psicológica Americana (APA) que con un número muy inferior de casos y menor
cruce de datos, afirmaban que no existían desventajas para los niños criados
por padres gay o lesbianas.
Por el contrario, el informe hace un balance de los estudios registrados
durante los últimos 10 años y correspondiente discusión académica sobre el
tema, señalando que ninguno de esos estudios es metodológicamente fuerte
para poder sostener la posición de la APA. Más precisamente, dice, «la
estadística muestra con cierta claridad que los hijos criados por padres gay
o lesbianas están, en promedio, en una desventaja significativa cuando se
comparan con los hijos criados por sus padres biológicos, casados, en
familias intactas».
Protestas, ataques y ocultamiento de la verdad
El documento ha generado una violenta reacción en organismos
pro-gay y son escasos los medios de comunicación masiva que han dado la
cobertura merecida a esta información.
El lobby gay, que se ha vuelto experto en infiltrar instituciones, exigió a
la misma Universidad de Texas organizar una comisión docente que
re-analizara los resultados de la investigación, llegándose incluso al
extremo de incautar la computadora personal del profesor Regnerus.
Pero la comunidad científica internacional reaccionó. Un influyente grupo de
científicos sociales - incluyendo a Michael Emerson, Christian Smith, Rodney
Stark, W. Bradford Wilcox y Bradley Wright - defendió la validez y certeza
del estudio de Regnerus.
Finalmente en declaración pública emitida el 24 de agosto, la comisión
académica investigadora exigida a la Universidad de Texas concluyó que,
después de «una cuidadosa revisión de los datos manejados en el estudio (…)
el profesor Regnerus no ha cometido mala praxis científica».