Homosexual - Diario de Terapia de Alejandro II: Buscando respuestas
Las demás páginas del diario: Páginas relacionadas
Hola a todos de nuevo, ¿qué tal os fue la semana? Yo con ganas de que entre
ya el otoño, que en Madrid es una pasada.
Si habéis leído en mi anterior página del cuaderno, ya me conocéis un
poquitín. Aunque no pretendo escribir semanalmente, al conocer el gran
interés despertado por mi proceso he decidido contaros algo más hoy.
Como os comenté en la primera página de mi cuaderno, desde que entré en el
mundo gay y durante todos esos años y hasta que lo abandoné tuve como una
nube sobre mi cabeza, mejor dicho en mi corazón. Esta me susurraba que el
mundo gay no era el camino y que no me estaba comportando como lo que era:
un hombre.
Leí mucha bibliografía, asistí a varias conferencias en Madrid y navegué por
la Red buscando explicaciones y respuestas a mis sentimientos y a mi
atracción por los chicos.
Pensé que ser homosexual era de nacimiento, genético y por tanto era natural
que algunos tuviésemos esta atracción por causas diversas e incorregibles.
Pensé que yo era así porque mis compañeros del colegio me habían influido al
marcarme con el dedo como persona distinta a ellos y que eso me había
predispuesto a ser homosexual. También llegué a pensar que podía ser por mi
inmadurez sexual o afectiva, los demás lo habían logrado madurar con éxito y
yo en cambio me había quedado atrapado ahí. Lo que si descarté es que se
debiese a un desenfreno sexual propio de ciertas edades o ambientes. Yo no
sufrí grandes problemas con mi sexualidad en la pubertad, no sufrí abusos de
ningún tipo ni fui testigo de nada semejante.
En seguida descarté las dos posibles causas con las que te bombardea la
ideología gay: la genética, estás predeterminado biológicamente, es decir
que algunos nacíamos ya gays y que en la Naturaleza también hay casos de
animales homosexuales con atracciones a individuos de su mismo sexo.
El tema genético es más ciencia-ficción que realidad.
Si fuese así, ¿por qué solo hay entre el 1 y 7% y no el 40 o 50 % de gays en
el mundo? ¿por qué hay más homosexuales hombres que mujeres?
Ha habido varios estudios con grupos de hermanos gemelos, mellizos o
hermanos de distinta edad en los que al menos uno de ellos era homosexual.
Este estudio no fue concluyente, ya que solo había un 52% de hermanos
gemelos en que los dos eran homosexuales, un 22% de hermanos mellizos que
eras los dos gays y solo un 9% de hermanos que tenían atracción a su mismo
sexo.
¿Qué pasa con los otros 50% de los hermanos gemelos que no fueron ambos
homosexuales, pero si comparten el mismo material genético? Hubieran tenido
que ser el 100%. Además el grupo social que fue sometido a estudio estaba de
principio sesgado porque “utilizaron como pecera” lectores de revistas gays,
aumentando así la posibilidad de ser homosexuales. Para ofrecer unos
resultados más científicos y sólidos deberían haber escogidos personas al
azar y haber crecido en ámbitos diferentes.
En referencia a la teoría del mundo animal con comportamientos homosexuales
pienso que nos hacen creer que este comportamiento es aceptable y natural.
Es por ello que decidí hablar con dos biólogos que me informaron de lo
siguiente: Todos los seres vivos tanto vegetales o animales están destinados
a perpetuar su especie y a reproducirse. A algunos esto les lleva toda la
vida, por lo que su “obligación natural” consiste en vivir hasta que haya
fecundación o desarrollo del embrión. Los animales tienen tan grabado
perpetuar su especie a través de la reproducción que su deseo sexual se
podría dirigir hacia su mismo sexo si fuese necesario y posible. También es
cierto que en algunas especies el instinto de dominio con respecto al otro
de su misma especie le lleva a conductas aparentemente homosexuales o
bisexuales. En algunos casos si estos animales están en cautividad, podrían
desarrollar una conducta sexual entre individuos del mismo sexo, ya que hay
una relación entre los impulsos instintivos y sus circunstancia ambientales.
Aunque fuera cierto que alguno así actúan, su excepcionalidad no haría más
que confirmar la regla general.
El caso es que me yo me encontraba en un mar de incertidumbre, de oscuridad
o nihilismo. Como soy creyente (católico convencido) acudí también a algunos
sacerdotes y la verdad es que me encontré con más buena intención que
formación al respecto, al mismo tiempo percibía cierta incomodidad al hablar
de este asunto. Algo parecido ocurre cuando uno tiene que pringarse las
manos al tocar el motor de un coche o cambiar una rueda pinchada sin saber
cómo hacerlo. Creo que en los seminarios se deberían formar más a los
futuros sacerdotes sobre este tema ya que es algo que les tocaran con mucha
frecuencia, me consta que es un tema tabú actualmente.
Acabé por aparcar la búsqueda de las causas y decidí vivir la vida
disfrutando de lo que me daba o al menos con lo que me encontraba al buscar
diversión, entretenimiento o placer. Nunca fue felicidad, sé distinguir bien
entre lo que es pasarlo bien y ser feliz.
En medio de todo esto el sentido común no despareció, me golpeaba
interiormente como un martillo. Se hacía presente cada vez con más
frecuencia y me decía: “Ya te vale Alejandro. Párate y sigue buscando ayuda,
no te desanimes”.
Fui a un grupo que hay en Chueca de cristianos homosexuales, pero duré dos
sesiones. Pronto me di cuenta de que eran más un grupo para aceptarse uno
como eran y justificar las propias conductas (no cambiarlas), que llegar a
las causas de la homosexualidad. No les critico, eran gente encantadora y
piadosa, con ganas de ser mejores pero… no vi allí nada que me pudiera
ayudar. Yo no buscaba una palmadita en el hombro, aceptación y recibir
abrazos, buscaba la verdad y trabajar sobre ella.
A raíz de navegar por la Red, me encanta ese “deporte del S. XXI”, llegué a
descubrir “Religión en Libertad”. Después de cinco meses leyéndolo
asiduamente reparé en uno de sus blogs: el de Elena Lorenzo. Tras un email,
dos llamadas y varios whatsApps nos vimos las caras en el lobby de un hotel
de Madrid, con un piano de cola tocando bandas sonoras de fondo…Todo muy
glamuroso… para un encuentro lleno de esperanza y curiosidad. La Providencia
le quita hierro al asunto creando una atmosfera de lo “más normal”.
Pero para más información… otra semana será.