LA ABERRACIÓN HOMOSEXUAL, Respondiendo los Argumentos Científicos del Movimiento Homosexual
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En su esfuerzo por
dar a la homosexualidad todas las apariencias de normalidad, el
movimiento homosexual se ha vuelto hacia la ciencia, intentando probar
tres premisas mayores:
1. la homosexualidad es genética o innata;
2. la homosexualidad es irreversible;
3. una vez que hay animales que tienen vida sexual con otros del mismo
sexo, esto es natural.
El artículo concluye que la homosexualidad no es sólo contraria a la
naturaleza racional del hombre, sino también a la naturaleza animal.
Los medios de comunicación de izquierda han sido bien solícitos es
anticipar el veredicto de la comunidad científica y difundir la falsa
impresión de que la ciencia valida la homosexualidad. La evidencia no
podía ser más contraria.
"¡Yo nací así!"
El argumento de que los homosexuales "nacieron de esa forma" o
de que "está en los genes" condujo a la búsqueda del gen homosexual.
Tres proyectos de investigación han sido comúnmente mal interpretados
para apoyar esa conclusión, en especial las del Dr. Simon LeVay, Drs. J.
Michael Bailey y Richard C. Pillard, y el Dr. Dean Hamer.[1]La
Asociación Médica Católica resume los hechos en Homosexualidad y
Esperanza:
Varios investigadores han tratado de encontrar una causa biológica para
la atracción entre seres del mismo sexo. Los medios de comunicación han
promovido la idea de que un "gen gay" ya ha sido descubierto… pero, a
pesar de varios intentos, ninguno de los muy difundidos estudios… ha
sido científicamente demostrado. Varios autores han revisado
cuidadosamente estos estudios y encontrado que, no sólo éstos no prueban
la base genética para la atracción por el mismo sexo, sino que ni
siquiera contienen tales declaraciones…
Si la atracción por el mismo sexo estuviese genéticamente determinada,
entonces uno esperaría que unos gemelos sean idénticos en sus
atracciones sexuales. Hay, sin embargo, numerosos informes sobre gemelos
que no son idénticos en sus atracciones sexuales.[2]
El Estudio del Dr. Simon LeVay
La investigación del Dr. LeVay sobre el cerebro se centró en un
grupo de células del hipotálamo, conocidas como INAH-3. El alegó haber
encontrado "sutiles, pero significativas diferencias" entre las
estructuras cerebrales de hombres homosexuales y normales. Concluyó el
resumen de su estudio diciendo: "Este descubrimiento … sugiere que la
orientación sexual tiene un substrato biológico."[3] Fue tanta y tan
descabellada la especulación que siguió a la publicación de su estudio
en Science Magazine que el Dr. LeVay se sintió impelido a enmendarlo. En
1993, escribió:
Para muchas personas, encontrar una diferencia en la estructura cerebral
entre hombres homosexuales y normales equivale a probar que los
homosexuales "nacieron así". Una y otra vez he sido definido como
alguien que "probó que la homosexualidad es genética," o algo así. No lo
hice. Mis observaciones fueron hechas sólo en adultos que fueron
sexualmente activos por un período considerable de tiempo. No es
posible, sólo con base en mis observaciones, decir si las diferencias
estructurales estaban presentes al nacer y más tarde, influenciaron a
los hombres a hacerse homosexuales o normales; o eso apareció en su vida
adulta, quizá como resultado de su conducta sexual.[4]
La insistencia del Dr. LeVay en observaciones más amplias es el punto
capital de todo el problema. Explicando la investigación hecha por un
profesor de neurología en la Universidad de California en Berkeley, Dr.
A. Dean Byrd dice:
[El Profesor] Breedlove concluyó que el cerebro no es un órgano
estático. Cambia y se ajusta al comportamiento, y, en el caso de este
estudio, específicamente a la conducta sexual. Así, cuando alguien se
empeña en un acto particular repetidamente, ciertos circuitos nerviosos
en el cerebro son fortalecidos. Como el cerebro es un órgano físico,
cuando estos circuitos nerviosos son fortalecidos, se reflejan en la
química del cerebro. Alguien que repetidamente juega basketball tendrá
un cerebro diferente de alguien que estudia técnicas aeroespaciales.
Asimismo, el comportamiento de una persona homosexual probablemente
produce un resultado diferente en la estructura cerebral. Estudios como
el de LeVay, aunque sean concluyentes, sólo muestran lo que la ciencia
ya sabe sobre el cerebro.[5]
El Estudio de Bailey y Pillard
El Estudio de Bailey y Pillard se centró en mellizos. Como el
estudio de la Asociación Médica Católica señala, si la homosexualidad es
genética, gemelos, que comparten el mismo código genético, deberían
tener actitudes idénticas hacia la homosexualidad.Sin embargo, los Drs.
Bailey y Pillard no pudieron establecer esto. Su estudio probó que,
cuando un gemelo era homosexual, había aproximadamente una probabilidad
50/50 de que el otro gemelo fuese también homosexual. No obstante, esta
probabilidad 50/50 es más bien atribuible a la influencia de la cultura
circundante y del otro gemelo.
Como el Dr. Byrd señala: "El único punto esencial que emerge de la
investigación de Bailey y Pillard realmente probó que las influencias
ambientales juegan un fuerte papel en el desarrollo de la
homosexualidad." [6]
El estudio del Dr. Dean H. Hamer
Mucha gente equivocadamente cree que Dr. Dean H. Hamer
descubrió el "gen gay". Su investigación del ADN se centró en una
pequeña parte del cromosoma X en la posición Xq28. Después de analizar
esta secuencia de ADN en cuarenta pares de hermanos homosexuales,
concluyó que los mismos marcadores genéticos existían en el 83% de
ellos.Sus hallazgos fueron mal interpretados, como siendo una prueba de
que la homosexualidad es genética y hereditaria. Sin embargo, como el
mismo Dr. Hamer afirmó:
La herencia no produjo lo que originalmente esperábamos encontrar: una
simple herencia Mendeliana. De hecho, nunca encontramos una sola familia
en la cual la homosexualidad hubiese sido transmitida según el obvio
modelo que Mendel observó en sus plantas de guisantes.[7]
El Dr. George Rice realizó de nuevo la investigación del Dr. Hamer, pero
con diferentes resultados. Esto llevó al Dr. Rice a concluir: "Nuestros
datos no apoyan la presencia de un gen de amplio efecto que influencie
la orientación sexual en la posición Xq28." [8]
Neil Whitehead, un Ph.D. en bioquímica, afirmó: "la homosexualidad no es
innata, no es dictada genéticamente, no es inmutable." [9]
"¡Yo no puedo cambiar!"
Nada es más devastador para la agenda homosexual que la
afirmación de que la homosexualidad puede ser curada. En realidad, si la
homosexualidad es genética, dominante e irreversible, entonces nadie es
responsable por los actos sexuales desviados, una vez que no pueden ser
resistidos o cambiados cuando se desea.Sin embargo, el hecho innegable
es que, actuando sobre el comportamiento homosexual pasado, la terapia
psicológica probó ser exitosa en disminuir, y en muchos casos aun
eliminar, la atracción indeseada por el mismo sexo. Esto desconcierta a
los activistas homosexuales radicales.[10]
Por esta razón, el movimiento homosexual ostenta una marcada aversión
hacia aquellos que sugerirían que la homosexualidad puede ser revertida
o curada. Por ejemplo, el Dr. C. C. Tripp declaró en un debate público:
"No hay una solo caso registrado de un cambio en la orientación
homosexual que haya sido considerado válido por jueces externos o por
análisis."[11]
Basado en su experiencia profesional, el Dr. Lawrence Hatterer
respondió:
Yo he "curado" a muchos homosexuales… Cualquier otro investigador puede
examinar mi trabajo porque está todo documentado en 10 años de cintas
magnéticas. Muchos de estos pacientes "curados" (prefiero usar la
palabra "cambiados") se han casado, tenido familias y vivido felices. Es
un mito destructivo que "una vez que es homosexual, siempre lo
será."[12]
Enfrentado con la evidencia, aun el Dr. Robert L. Spitzer, que dirigió
la campaña en la Asociación Psiquiátrica Norteamericana para suprimir la
homosexualidad de la lista de desórdenes psiquiátricos, cambió de
opinión: "Como la mayoría de los psiquiatras, yo pensaba que el
comportamiento homosexual no podía ser resistido, pues la orientación
sexual no podía ser cambiada. Ahora creo que eso es falso: algunas
personas pueden y hacen el cambio."[13]
En un estudio sobre 200 ex-homosexuales, hecho el año 2001, el Dr.
Spitzer encontró que la religión era una razón muy importante por la que
muchos abandonaron la homosexualidad: "Las dos razones más comunes para
buscar el cambio eran que vivir como un homosexual o lesbiana ya no era
satisfactorio (81%) y que el comportamiento homosexual estaba reñido con
la religión del participante (79%)."[14]
Los resultados significativamente positivos de la terapia simplemente no
pueden ser ignorados. La declaración Homosexualidad y Esperanza, de la
Asociación Médica Católica observa:
Varios terapeutas han escrito extensamente sobre los resultados
positivos de la terapia para la atracción homosexual. Revistas de
tratamiento para las atracciones no deseadas hacia el mismo sexo
muestran que es tan exitoso como el tratamiento para problemas
psicológicos similares: alrededor del 30% se libera de los síntomas y
otro 30% experimenta una mejoría.
Relatos de algunos terapeutas han sido igualmente positivos… Esto es
sólo una muestra representativa de los terapeutas que relatan resultados
exitosos en el tratamiento de personas que experimentan atracción hacia
el mismo sexo.[15]
Si la terapia para la atracción no deseada por el mismo sexo registra
una tasa de éxito del 30% (y otro 30% son parcialmente curados) en la
sociedad hedonista de hoy, ¿cuánto más éxito se podría esperar en una
cultura verdaderamente católica que proporcione todos los elementos para
la práctica de la virtud?
"Si los animales lo hacen, entonces debe ser natural"
Conscientes de la debilidad científica de sus dos primeras
premisas, los activistas homosexuales a menudo usan la tercera premisa
basada en el comportamiento animal.El raciocinio que está por detrás de
esta tercera premisa científica homosexual podría ser formulado así: "El
comportamiento homosexual se observa en animales. Los animales siguen
sus instintos de acuerdo con su naturaleza. Por tanto, la homosexualidad
está de acuerdo con la naturaleza animal. Una vez que el hombre es
también animal, entonces la homosexualidad debe también estar de acuerdo
con la naturaleza humana."
¿El infanticidio y el canibalismo son también parte de la naturaleza
humana?
Esta tipo de raciocinio homosexual es insostenible. Quienes lo aplican a
actos aparentemente homosexuales entre animales deben aceptar también
otras formas de comportamiento animal, tales como el que los padres
maten a sus descendientes, o que algunas especies se devoren entre sí,
pues están de acuerdo con la naturaleza animal.[16]Aplicando este
raciocinio al hombre (porque también es animal) forzaría a aceptar la
conclusión absurda de que el infanticidio y el canibalismo están de
acuerdo con la naturaleza humana.[17]
No existe en animales un "instinto homosexual"
Cualquiera que se ocupe de la más elemental observación animal
es forzado a concluir que la "homosexualidad" animal, el infanticidio y
el canibalismo son excepciones al comportamiento normal animal. En
consecuencia, no se puede hablar de ellos como de instintos en la
naturaleza animal. Estas formas observables y excepcionales de
comportamiento animal resultan de otros factores que están más allá de
los instintos normales.
Explicando el problema: estímulos que se chocan e instintos confusos
Explicando el problema de estos comportamientos, la primera observación
debe ser el hecho de que los instintos animales no están atados por el
determinismo absoluto de la leyes físicas que gobiernan el mundo
mineral. En varios grados, todos los seres vivos pueden adaptarse en
algo a las circunstancias. Ellos responden a estímulos internos o
externos.En segundo lugar, la cognición animal es puramente sensorial,
limitada a sonidos, olores, tacto, gustos e imágenes. Así, ellos no
tienen la precisión y claridad de la percepción intelectual humana. Por
lo tanto, no es raro que los animales confundan una sensación con otra o
un objeto con otro.
Los instintos mueven un animal hacia un fin de acuerdo con su
naturaleza. Sin embargo, la confianza espontánea del impulso instintivo
puede sufrir modificaciones en su curso, cuando otras imágenes
sensoriales, percepciones o memorias pueden entrar en juego como nuevos
estímulos que afectan el comportamiento del animal. También, el
conflicto de dos o más instintos puede a veces modificar el impulso
original.
En el hombre, cuando dos reacciones instintivas se chocan, el intelecto
determina el mejor camino a seguir, y la voluntad entonces refrena un
instinto mientras estimula el otro.
Con animales, dada la ausencia de intelecto y voluntad, cuando dos
impulsos instintivos chocan, prevalece aquel más favorecido por las
circunstancias. Esto resulta en casos observables de "infanticidio"
animal, canibalismo y "homosexualidad."
"Infanticidio" animal
Sarah Hartwell explica que gatos matan sus gatitos como
resultado de recibir señales mezcladas de sus instintos: La mayoría de
las gatas pueden conmutar entre "el modo de jugar" y "el modo de cazar"
para no dañar a sus crías. En las gatas este desconectar del "modo de
cazar" puede ser incompleto y, cuando ellas están muy excitadas con el
juego, el instinto "cazador" se refuerza y ellas pueden matar a los
gatitos. El instinto de caza es tan fuerte, y es tan duro desactivarlo
cuando la presa está presente, que el descuartizar y aun el comer los
gatitos puede seguirse… Compare el tamaño, sonido y actividad de gatitos
con el tamaño, sonido y actividad de la presa. Ambos son pequeños,
tienen voces chillonas y tienen movimientos rápidos y erráticos. Todo
esto dispara el comportamiento cazador. En la gata, el comportamiento
maternal no siempre puede sobrepasar el comportamiento cazador y ella
trata a los gatitos exactamente del mismo modo como trataría a una presa
pequeña. Sus instintos están confundidos.[18]
Canibalismo animal
A respecto del canibalismo animal la revista Iran Nature and
Wildlife Magazine comenta:[Un] caníbal es un animal que se alimenta de
otros de su propia especie… Alrededor de 140 especies diferentes
muestran tendencias caníbales en varias situaciones. El canibalismo es
más común entre vertebrados inferiores e invertebrados, a menudo debido
a que el animal depredador confunde a uno de su especie con una presa.
Pero también ocurre entre pájaros y mamíferos, especialmente cuando la
comida es escasa.[19]
Comportamiento animal "homosexual"
Exactamente porque los animales carecen de razón, sus medios de
expresar sus estados afectivos (temor, placer, dolor, deseo, etc.) son
limitados. Los animales carecen de los ricos recursos de que el hombre
dispone de adaptar su modo de hablar, mirar y hacer gestos para expresar
sentimientos. En consecuencia, los animales a menudo expresan
ambiguamente sus estados afectivos. Ellos piden prestadas, por así
decir, las manifestaciones del instinto de reproducción para manifestar
los instintos de dominio, agresividad, temor, gregarismo, etc.Un ejemplo
típico de este fenómeno puede ser visto con bonobos. Estos mamíferos de
la familia de los chimpancés mantienen un comportamiento aparentemente
sexual. Estas actitudes sexuales son su manera de expresar dominio,
temor, aceptación y otros estados afectivos. Así, Frans B. M. de Waal,
que pasó cientos de horas observando y filmando bonobos, dice:
Hay dos razones para creer que la actividad sexual [comportamiento] es
la respuesta del bonobo para evitar conflicto. Primero, cualquier cosa,
no solamente el alimento, que despierta el interés de más de un bonobo a
la vez tiende a resultar en contacto sexual. Si dos bonobos se aproximan
a una caja de cartón lanzada dentro de su cerca, ellos rápidamente
montarán encima del otro antes de jugar con la caja. Tales situaciones
conducen a riñas en la mayoría de las otras especies. Pero los bonobos
son enteramente tolerantes, quizá porque ellos usan el sexo para apartar
la atención y diluir la tensión.
Segundo, la actividad sexual de los bonobos a menudo ocurre en contextos
agresivos sin relación alguna con la comida. Un macho celoso podría
expulsar a otro lejos de la hembra, después de lo cual los dos machos se
reúnen y realizan un frotamiento de los órganos sexuales. O después de
que una hembra golpea a una cría, la madre de esta última puede embestir
a la agresora, acción que es inmediatamente seguida por un frotamiento
de los genitales entre las dos adultas.[20]
Otra explicación para el comportamiento aparentemente "homosexual" entre
animales es la confusión al identificar al otro sexo. Mientras más bajas
sean las especies en la escala animal, más tenues y difíciles de
detectar son las diferencias entre sexos, llevando a confusiones más
frecuentes.
En todo caso, permanece el hecho de que, cualesquiera sean las
apariencias que el comportamiento animal "homosexual" pueda asumir,
ellas no vienen de un instinto "homosexual" que sea parte de la
naturaleza animal. El Dr. Antonio Pardo, Profesor de Bioética en la
Universidad de Navarra, España, explica:
Hablando en términos precisos, la homosexualidad no existe entre
animales… Por razones de supervivencia, el instinto reproductivo entre
animales es siempre dirigido hacia un individuo del sexo opuesto. Por
tanto, un animal nunca puede ser homosexual como tal. Sin embargo, la
interacción de otros instintos (particularmente el dominio) puede
resultar en comportamiento que parezca ser homosexual. Tal
comportamiento no puede ser considerado equivalente a una homosexualidad
animal. Todo esto significa que el comportamiento sexual animal abarca
aspectos más allá de la reproducción.[21]
Concluyendo, la homosexualidad no es sólo contraria a la naturaleza
racional del hombre, sino también a la naturaleza animal.