Un as de la NBA anuncia que es homosexual... pero su gemelo no lo es: no hay «gen gay»
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Aci / ReL - Actualizado 7 mayo 2013
El lobby homosexual aplaude con entusiasmo y difunde la declaración de
homosexualidad del jugador del Boston Celtics... y pasa de puntillas por la
evidencia: su gemelo, con la misma genética, no experimenta esos
sentimientos. Es algo adquirido.
Jason Collins es un popular jugador del equipo de básquetbol estadounidense
Boston Celtics que se declara homosexual en la edición que sale a la venta
el 6 de mayo de la revista Sports Illustrated.
Parece
buena propaganda para la causa del homosexualismo político, pero en realidad
puede resultarle un testimonio incómodo, porque Jason tiene un hermano
gemelo idéntico, Jarron Collins, con la misma dotación genética, y ese otro
Collins no es homosexual.
Como ha señalado la psiquiatra Maíta García Trovato en su muro de Facebook,
en un comentario recogido por la agencia Aciprensa, es un indicativo visible
de que no existe un "gen gay", una causa puramente genética que haga
inevitable que una persona sienta atracción por el mismo sexo.
La revista anunció el 29 de abril la "salida del armario" de Collins, que
recibió inmediatamente felicitaciones de diversas personalidades, entre
ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama y el ex presidente Bill
Clinton.
“El asunto de los gemelos univitelinos siempre ha jugado una mala pasada al
lobby homosexual ansioso por encontrar el ‘gen gay’ que normalice la
homosexualidad pues ésta sería así innata”, señaló la médico psiquiatra.
Sin embargo, “los gemelos idénticos invariablemente han defraudado al ‘gen
gay’”.
La doctora señaló que “por compartir su dotación genética ambos deberían ser
homosexuales si uno lo fuera”, pero evidentemente “no es así”, tal como
evidencia el caso de Jason Collins.
García Trovato indicó además que “estudios realizados desde hace mucho
tiempo sobre ese tipo de gemelos evidencian que se dan casos de
homosexualidad en ambos solo cuando vivieron juntos toda su vida en un mismo
ambiente”.
“Cuando por circunstancias excepcionales los mellizos monocigóticos se
criaron separados nunca se dio la homosexualidad simultánea en ambos”,
indicó.
La psiquiatra considera evidente que la atracción hacia el mismo sexo es una
condición que igual que se puede adquirir, también se puede cambiar. “Aunque
probablemente Barack Obama no lo felicite”, en caso de que Collins dejase de
experimentar sentimientos homosexuales, aventuró la psiquiatra.
El caso de Jason y Jarron Collin es un ejemplo que ilustra algo que han
señalado numerosos terapeutas, como Richard Cohen: que "nadie
nace con atracción hacia el mismo sexo", que
no es algo inscrito en la genética de la persona, y que es posible cambiar
estos sentimientos.
Puesto que la homosexualidad no tiene origen genético, es algo adquirido. La
comunidad investigadora y terapéutica considera que es un resultado de
diversos tipos de heridas emocionales experimentadas, por lo general, en la
infancia y/o adolescencia, muy a menudo en el entorno familiar.