ROSARIO VOCACIONAL: MISTERIOS DOLOROSOS
PRIMER MISTERIO: Meditamos en Jesús
que agoniza en Getsemaní, sudando sangre.
Motivación: En el hombre Jesús, que tiene pavor y desconcierto
frente a la suprema prueba de su misión salvadora, tenemos la máxima
expresión humana del Hijo de Dios: "Padre, si puedes, que pase de mi este
cáliz amargo... ¡Pero que se cumpta Tu voluntad, y no la mía!" ¡Cuántos
sacerdotes experimentan miedo e incertidumbre frente a su misión! ¡Cuántos
jóvenes tienen miedo de responder a Dios con su Sí decidido!
Intención: En este misterio pensemos a la soledad del misionero,
oremos por los sacerdotes y religiosos en crisis, por los jóvenes que por
miedo no dan su vida a Dios y a su servicio.
OREMOS: Señor, ayúdanos a poner las voluntad de Dios como motivación
principal de las decisiones de nuestra vida, y danos el valor de Cristo
Jesús para realizar nuestra misión cristiana .
SEGUNDO MISTERIO: Meditamos en Jesús condenado y azotado.
Motivación: Hoy, como ayer, para el justo no hay honores sino
azotes. El mundo rechaza al profeta, a quien vive y habla la verdad, la
justicia, el Amor. En muchas partes del mundo se continúa
condenando y torturando a los discípulos de Jesús: sacerdotes, religiosas,
catequistas, misioneros...Jesús que sufre silenciosa y valientemente la
condena y la tortura es guía, camino y consuelo de quien quiere ser apóstol
de su alabra y de su Vida.
Intención: Pensemos en estos misterios en todos los mártires de Améríca
Latina, en los sacerdotes y Misioneros torturados a causa su vocación y
misión profética.
OREMOS: Señor, que la sangre salpicada de Cristo en su flagelación, junto a
la sangre de todos los mártires que han ofrecido su sangre por Tí, sea
semilla de nuevos jóvenes apóstoles, que no teman el sacrificio y se
comprometan con el Evangelio de Jesús. Amén.
TERCER MISTERIO: Meditamos en Jesús que es coronado de espinas.
Motivación: Un manto rojo escarlata, una corona hecha de largas
espinas, una caña en las manos a modo de cetro y está completada la burla.
Pero Jesús no es Rey de burla. ¡El es Rey de verdad, aunque su Reino no es
de este mundo! Esos hombre que coronan a Cristo son inconscientemente el
instrumento divino para proclamar a Cristo Jesús como Rey y Señor de la
historia.
Intención: En este misterio pensemos que los que seguimos a Cristo nos
comprometemos a construir su Reino. Oremos para que en la Iglesia no falten
"MINISTROS" para este Reino de Dios. Necesitamos "ministros del bienestar
espiritual, ministros de educación evangélica, ministros de la justicia y
del perdón de Dios".
OREMOS: Señor Jesús, suscita y atrae hacia Tí a muchos jóvenes y adultos con
vocación a construir tu Reino del Evangelio sobre la tierra. Danos, Señor,
el valor de enfrentar las espinas y las burlas de un mundo que no comprende
y pisotea los valores de tu Reino. Amén.
CUARTO MISTERIO: Meditamos en Jesús que camina con la cruz hacia el
Calvario.
Motivación: "Quien quiere venir tras de mí, que renuncie a sí
mismo, tome su cruz, y me siga". Jesús va adelante; detrás de él caminan los
discípulos, que cargan con las cruces de su misión salvadora, comprometidos
en "sufrir to que falta a la pasión de Cristo". En este camino el discípulo
no está solo: la dulce presencia de María reconforta en las debilidades y en
las caídas. La figura del Cirineo, en el Vía Crucis de Jesús, nos compromete
a arrimar el hombro para ayudar a Cristo en su misión salvadora.
Intención: Oremos, en este misterio, para que se multipliquen los Cirineos,
los que asuman los sufrimientos de los demás, en la sublime vocación
sacerdotal y misionera.
OREMOS: Madre Santísima María, Virgen Dolorosa, continúa acompañando y
alentando a tu Hijo Jesús, en la persona de sus discípulos. Danos valor para
saber aliviar y compartir las cruces y el dolor de los que sufren más que
nosotros. Amén.
QUINTO MISTERIO: Meditamos en Jesús que muere en la cruz.
Motivación: "No hay amor más grande del que da la vida por sus
amigos"... Jesús da la suprema prueba de su amor aceptando morir para darnos
su misma vida divina. Antes de entregar su vida,
Jesús pronuncia algunas palabras que dan mayor sentido a su amor y entrega:
"Tengo sed", grita en su agonía. Es la sed que el Hijo de Dios siente por la
salvación, la sed de almas. Es la sed de personas que le sigan de cerca y se
hagan colaboradores del Evangelio. Y antes de morir, su última palabra es:
"¡Todo está cumplido! ": la misión que le dio el Padre está realizada a
cabalidad, todo se llevó a plenitud, todo se hizo según el deseo del Padre.
Intención: Oremos en este misterio por los continuadores de la misión de
Jesús, por los que dan la vida, gota a gota, en la completa donación de su
vida por la salvación de los hombres, en especial por los sacerdotes,
religiosas y laicos misioneros.
ORACIÓN: Señor Jesús, da a cada uno de nosotros esa sed de almas que nos
comprometa más en tu seguimiento. Y Tú, Madre, que recibiste a tu Hijo
desclavado, que nos recibiste a cada uno como hijos de los labios de Cristo
crucificado,da valor a los jóvenes llamados a cumplir su misión a cabalidad.
Que cada cual, en el ocaso de nuestra vida, podamos exclamar: "¡Todo, Señor,
está cumplido!"