Carta de una mamá al bebé por nacer
Madrid, a 6 de octubre de 2005
Querido bebé:
El pasado 8 de septiembre tu papá y yo te vimos por vez primera. No te acordarás, pues eras muy pequeño -aún no habías cumplido los 3 meses- y además no nos podías ver. Recuerdo que tu hermano tenía la costumbre de chupar el cordón umbilical (hoy necesita una sábana para dormirse); pero en tu caso parece que te gusta más el dedo.
Tras ver tu perfil, el médico nos dejó escuchar el raudo y veloz latido de tu corazón. Aquello fue increíble y debo reconocer que me emocioné, igual que aquel día en que estando con tu abuela me dijeron que tu hermanito sería varón. Tu padre no apartaba la vista de la pantalla.
Después, el médico que ya estuviera presente en el nacimiento de tu hermano dio un ligero golpe con el visor sobre la zona que estaba fotografiando. La reacción que tuviste fue espectacular. Comenzaste a agitar pies y manos sin cesar hasta que diste una vuelta sobre ti mismo/a. El doctor confirmó que te estás desarrollando bien. Aunque yo me pregunto a qué le llamamos “bien”, porque te querríamos igual aunque nacieras con tentáculos en lugar de brazos. Por eso rechazamos cualquier prueba que pueda poner en peligro tu pequeña vida, sin duda al menos tan valiosa como la de muchos adultos, sólo... más pequeña.
Como llevabas tanto tiempo dentro de mí y no te había visto, le comenté entonces a tu padre que me quedaba más tranquila, pues ya empezaba yo a creer que todo era una fantasía. ¡Cuánta diferencia entre ver y no ver! Aunque ahora ya tienes más o menos 16 semanas y te siento a diario. Me imagino que te desperezas bostezando y tus piernas y cabeza chocan cada una con un extremo de tu nidito.
Si Dios quiere, a principios de noviembre te veremos nuevamente, entonces nos dirán si eres nene o nena, y allá por el mes de marzo podremos cogerte en brazos y se nos iluminarán la cara y el corazón. Si es preciso, tu padre te paseará durante horas, como lo hiciera antaño con su primer bebé y en mí ya no se dará la incertidumbre que en ocasiones hacía que me preocupase en demasía del porvenir. Simplemente confiaré en que, como con tu hermano, saldremos siempre adelante. Me pregunto si dentro de algún tiempo llevará Él a cabo algún milagrito más…
Te queremos y Te esperamos
Tu Papá y tu Mamà
Fecha: 23 de diciembre de 2005
Vea: Desarrollo
del Feto: Así lució Ud. en sus meros comienzos (Fotos).
Tambien lea la entrevista al Dr. Bellieni: Realidad
de la vida intrauterina. ¡Impresionante!.