Católicos tienen mejor vida sexual, dice estudio presentado por el "Family Research Council"
La institución presentó información demostrando que aquellos que van semanalmente a la Iglesia tienen mejor sexo y lo tienen más frecuente.
Católicos casados que viven su fe tienen la mejor
experiencia sexual que cualquier otro grupo demográfico. Así lo afirmó el
Consejo de Investigación de la Familia al presentar una colección de
estudios de las últimas décadas en una charla el miércoles pasado.
Este grupo cristiano se apoya en las estadísticas de la Universidad de
Chigaco en su "Revisión Nacional de Salud y Vida Social" del 1992 que
encontró como resultado que la donación sexual que más se disfruta y con
mayor frecuencia se da entre personas casadas que asisten semanalmente a la
Iglesia "sean acatólicas o no" y también entre personas que tenían el menor
número de cónyuges.
"Aquellos que semanalmente asisten a la Iglesia tienen la mejor experiencia
sexual" afirmó Patrick Fagan, socio del Consejo de Investigación de la
Femilia y antiguo asesor de la Administración de J. Bush, en la conferencia
de la institución Centro para el Avance de la Educación Superior Católica.
"Yo quisiera ver esto publicado en la carátula de la revista Playboy".
Fagan dijo que el grupo estaba ocupado en recolectar información más
reciente sobre el gozo sexual. Con todo las estadísticas hablan por sí
mismas y específicamente las relacionadas con personas católicas.
Un miembro de los oyentes cuestionó a Fagan respecto al "peligro" al
proplalar la idea que los católicos tenían la garantía de mejor sexo si
esperaban a tener relaciones hasta el matrimonio. De cara a ello Fagan dijo
que era patente que "aquellos que viven en monogamia tenían el mejor sexo
jamás experimentado porque será el único sexo que experimentarán en su
vida". La idea que los católicos tienen el mejor sexo no es una idea nueva
especialmente cuando hablan los católicos. En 1994 Andrew Greely, un
sociólogo católico y sacerdote ha publicado "Sexo: La Experiencia Católica"
que ofrecía una letanía de nuevas estadísticas: 68% de los católicos
profesaban que tenían relaciones por lo menos una vez a la semana de cara 56
de no-católicos; 30% de los católicos compraban ropa interior provocativa de
cara a 20% de no-católicos; y el 80% de mujeres católicas devotas estaban de
acuerdo de tener relaciones para gozar.
En 2008 Gregory K, Popcak, consejero católico para la pastoral matrimonial y
familiar, editó un libro con un tema similar llamado "¡Sexo santo!: Guía
católica para hacer el amor que encrespa el pelo, convulsiona la mente y es
infalible" (333 páginas).
Con todo,el Consejo de
Investigación de la Familia que promueve los valores tradicionales de la
familia, también prevenía el pasado miércoles contra los efectos negativos
de los que buscan sexo fuera del matrimonio o que son adictos a mirar
pornografía. Entre estos efectos se anotan: pobreza, violencia doméstica,
crimen, drogadicción y pérdida del trabajo.
Respondiendo a un artículo muy comentado de la New York Times respecto a la
"cultura de solicitación en la University de Pennsylvania, Fagan dijo que la
pornografía contribuyó a una cultura que distorciona la auténtica
sexualidad... Lo que tenemos aquí es una sexualidad pagana", dijo
denunciando la pornografía entre los estudiantes y entre parejas casadas.
"Homosexualidad, infidelidad, infanticidio fueron las prácticas más comunes
de Roma cuando era pagana. Los cristianos queremos ser muy diferentes porque
queremos monogamia, queremos ser fieles".