La Familia, Transmisora de la Fe
V. Encuentro Mundial de la Familia (2006)
CATEQUESIS PRIMERA
LA FAMILIA,
PRIMERA Y PRINCIPAL
TRANSMISORA DE LA FE
Lectura bíblica: Mt 11, 25-30: En aquel tiempo, Jesús exclamó: "Te doy
gracias, Padre…".
Lectura de la Enseñanza de la Iglesia:
1. El eterno designio de salvar a los hombres en y por Cristo, fue revelado
y realizado plenamente por el Verbo Encarnado, especialmente por el misterio
pascual de su muerte, resurrección, ascensión y envío del Espíritu Santo. En
Cristo, por tanto, la revelación del misterio de Dios ha sido perfecta y
definitiva, de modo que ya no habrá ninguna otra revelación. "Porque en
darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra,
todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra" (San Juan de la
Cruz).
2. Esta revelación fue entregada a la Iglesia, la cual es asistida siempre
por el Espíritu Santo con el fin de que lleve, de modo verdadero e
indefectible, la salvación de Dios a todos los hombres de todos los tiempos
y culturas. La Iglesia no ha dejado -ni dejará nunca- de anunciar este
misterio, sobre todo por el ministerio del Papa y de los obispos, como
principales responsables. Cada fiel cristiano también participa de esta
responsabilidad, en virtud de la misión profética que ha recibido de Cristo
en el Bautismo.
3. Cuando este anuncio es acogido, provoca la conversión y la fe. Ésta
siempre es un don gratuito de Dios, pero requiere la respuesta y
colaboración humanas de apertura y acogida. De forma ordinaria, no es
posible la fe sin un anuncio explícito de los contenidos revelados. Sólo en
casos excepcionales Dios infunde a un adulto directamente la fe sin un
anuncio previo de su misterio. Lo ordinario es que exista esta secuencia:
anuncio explícito del misterio de Dios, acogida del mismo, conversión,
profesión de fe y Bautismo.
4. La familia cristiana, por el sacramento del matrimonio y por el bautismo
de los padres y de los hijos, es "Iglesia doméstica" y participa de esa
misión; y en cuanto engendradora de sus hijos, se convierte en la primera y
principal institución encargada de transmitir a los hijos el misterio
salvífico de Dios. Por ello, los padres son los genuinos transmisores a sus
hijos de la fe que profesan. Los grandes santos han nacido, generalmente, en
el seno de familias profundamente cristianas. Es un hecho que en los países
donde la fe ha sido perseguida durante mucho tiempo, ésta se ha conservado y
transmitido por el ministerio de los padres.
5. La familia no es una institución autosuficiente ni autónoma en la
transmisión de la fe a sus hijos; sino que necesita estar en íntima relación
con la parroquia y la escuela -sobre todo si es católica-, que frecuentan
sus hijos. El modo informal (a veces ha de ser también formal) de la
catequesis familiar se complementa con la catequesis parroquial y la clase
de religión del centro educativo.
6. Ya en los primeros momentos del cristianismo la familia cristiana aparece
como transmisora de la fe de los padres. Así como se manifiesta en la
práctica de llevar a sus hijos a recibir el Bautismo y en la acogida de esta
propuesta por parte del obispo, responsable de la comunidad. El testimonio
de los padres jugó un papel decisivo, hasta el punto de convertirse la
familia en el lugar por antonomasia donde la Iglesia trasmitía la fe. Así
sucede con los países de misión; mientras que en otras naciones de gran
tradición cristiana, la familia ha perdido con frecuencia este protagonismo,
con el consiguiente deterioro en la fe y práctica religiosa.
7. La recuperación de una Iglesia pujante y evangelizadora pasa por la
restauración de la familia como institución básica para transmitir la fe.
Por eso, en dichos países la familia cristiana tiene hoy un especial campo
de acción sobre todo para con otras familias no cristianas o alejadas de la
práctica religiosa. Los abuelos, los hijos y otros familiares cristianos
están urgidos a transmitir la fe a sus padres y consanguíneos.
¿Perciben los esposos de hoy que la familia es la primera y principal
transmisora de la fe, o desconocen o abdican de esta misión?
¿Son conscientes las familias cristianas de que el cumplimiento de su misión
necesita un continuo contacto y diálogo con los formadores y la parroquia?
¿En qué se manifiesta o no este diálogo?
¿Cómo puede realizar la familia hoy el anuncio de Jesucristo a sus hijos?
Oración por la familia: Oh Dios, que has dado a la familia cristiana el
honor y la responsabilidad de transmitir la fe a sus hijos; concédele tu
fortaleza para cumplir con fidelidad la tarea que tú le encomendaste. Por
Jesucristo nuestro Señor.