PROMESA DE CASTIDAD
Ven Señor Jesús necesito tu salvación, tu amor, tu perdón. Te necesito.
Reconozco que en la línea del amor te he fallado, que así como el hijo prodigo, he pecado contra el cielo y contra Ti que eres el amor verdadero; estoy muy arrepentido de haber sido débil, de haber ignorado donde está el verdadero amor, pero creo que el haberlo buscado en lugares equivocados hoy me permite descubrir que Tú eres el Amor verdadero.
Te pido perdón si he usado a alguna persona como objeto de placer, sin darme cuenta que cada una de las personas esta hecha a tu Imagen y Semejanza. Ayúdame a reconocer tu rostro en cada uno de mis hermanos y hermanas. Enséñame a Amar, Tú que eres el Amor.
Por eso hoy quiero abrirte las puertas de mi corazón y de mi vida, te acepto a Ti como mi primer amor, concédeme experimentar tu amor, tu salvación, tu liberación. Dame vida en abundancia. Límpiame, purifícame, libérame, renuévame, entra en mi corazón y en mi vida y llénala de Ti, haz de mi lo que quieras que sea.
Te pido que te quedes conmigo y me enseñes a amar. Que me ayudes a ser casto/a. Que derrames tu Espíritu Santo sobre mi, para que el me cambie el corazón y me haga nacer de nuevo.
Te prometo que a partir de hoy, voy a intentar vivir en el amor siempre y que por esta razón practicaré lo más posible la virtud de la castidad, pero como conozco mis limitaciones y sé que la carne es débil, prometo que si en algún momento fuera presa de mi debilidad, pondré los mejores medios para salir de esta situación inmediatamente, y que intentare recuperar la Gracia perdida.
Te suplico me consideres tu más humilde discípulo/a, un/a discípulo/a que quiere aprender a amar, y así como Juan tu discípulo joven se llevó a tu Madre a su casa, te pido que dejes que María sea mi madre, que me cubra con su manto y venga a vivir a mi corazón. Para que ella que es modelo de la Castidad guarde mi corazón y mi vida para Ti. Que ella como buena madre me eduque en el amor como te educo a Ti. Amén.
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