La Santa Misa en 62 Historietas
Un Servicio de los MSC
Misioneros del Sagrado Corazón 44. La nueva
siderurgia (comunión) Dos muchachos en un país de las misiones estaban en
el puente peatonal muy cerca a la nueva siderurgia. Debajo de ellos pasaba un tren de carga para entrar luego a la fabrica. Vagón
tras vagón está cargado de piedras pesadas.
Algunos llevaban aún tierra y raíces. Pero debajo de la tierra y las
raíces se ve un brillo como de plata.
Los dos miran la carga y preguntaban:
"¿Qué hacen con estas rocas en la fabrica? ¿Acaso las parten y sacan así el
hierro?" "No, dijo el mayor, estas rocas las echan al horno y las
funden para sacar el hierro". El más pequeño sólo reía: "Con estas
rocas se apaga el horno. Esto lo puedes ver cuando se cocina con leña". El
otro le explicó: "En estos hornos el fuego es tan fuerte que hace que se
fundan las rocas de metal". Los dos muchachos subían una colina. Allí vieron una
serie de torres que son los hornos. Se veía como ardía el fuego en ellos.
Continuamente salían las llamas hacia arriba.
Entonces vieron los muchachos como carros llenos de la "roca"
se descargaban en cintas
transportadoras y como estas las transportaban a los hornos. "Ahora
abrirán un horno", dijo el mayor. Se escuchaba primero unos golpes, luego
como un silbido. Mucho vapor subió al cielo y luego como la lava de un volcán
salía el hierro líquido en un chorro de fuego. "Ahora han dejado que el
metal liquido entre en los moldes", dijo el mayor. " ¿Por qué?",
dijo el menor. "Cuando el hierro se enfría hay planchas, barras y rieles
de metal". "El dios del fuego lo saca todo de las rocas", se
admiró el pequeño. Cuando bajaban de la colina dijo el mayor: "Dijiste "dios del
fuego" hace un momento. Más correcto sería decir "Dios por medio del
fuego que ha creado". Por si acaso, mañana viene el sacerdote a la
capilla. Allí sucederá algo similar." "Estás exagerando". "Has pensado alguna vez lo que pasa en
la santa comunión, le pregunta con calma el mayor, allí estamos los hombres que somos una nada de piedras y tierra y
escombros, de pobreza, culpa y penuria. Entonces viene el Salvador, la Luz de
la Eternidad, el Fuego de Dios. Él nos penetra con su fuego. Así lo precioso
que hay en nosotros se licua. Somos capaces de hacer el bien entre los
hombres". ¡La nada humana es unida con el Fuego de Dios! En el
calor de Dios es formada y fortalecida. Esto se dice en el lenguaje de la Misa: Comunión. Jesús viene y se hace
nuestra fuerza. |