La Santa Misa en 62 Historietas
Un Servicio de los MSC
Misioneros del Sagrado Corazón 58. Leónidas y su hijo (Beso del altar) Uno de los potentados de Rusia comunista, Breshniev, llevaba el nombre Leonid. Breshniev ha sido cristiano bautizado. Por eso su nombre es nombre de uno de los santos. Tenía un santo patrono. Es el santo mártir Leonidas. De él cuenta Orígenes, uno de los maestros más grandes de la primera cristiandad. Leonidas,
recién casado, era un cristiano convencido. Cuando de su matrimonio nació el
pequeño Orígenes no quiso esperar mucho con el bautismo. Llevó a su pequeño hijo
a la iglesia, secretamente por supuesto, porque siempre había traidores que acusaban los cristianos
ante los tribunales. En el bautismo
dijo la confesión de fe en lugar de su pequeño hijo. Se sentía muy feliz poder
llevar a casa un pequeño hijo de Dios.
El bautismo le daba más alegría que el nacimiento. Estaba orgulloso que
en su pequeño hijo moraba el Espíritu Santo. Cuando pasaba delante la cuna del
niño paraba un momento, lo contemplaba con orgullo, se inclinaba y besaba
reverentemente el pecho del niño. Quería honrar a Dios Espíritu Santo que habitaba en Orígenes. - Leonidas no
llegó a una edad avanzada. Lo llevaron ante el tribunal como cristiano. Murió
como mártir. La
Santa Misa comienza. El sacerdote se acerca al altar y se inclina profundamente.
Besa el altar así como uno da un beso a una persona. Cuando la celebración ha
concluido se inclina nuevamente y se despide del altar con un beso. En Grecia y
en el oriente se dice una oración al mismo tiempo, se habla al altar: " Tú
eres un altar santo, excelso y venerable... " ¿Por qué? El
obispo ha consagrado el altar. Ha derramado crisma bendito del Jueves Santo.
Con eso quería decir: El altar no es como cualquier bloque de piedra, cualquier
mesa. El altar habla de Cristo. El altar representa a Cristo. Cristo es
realmente el verdadero altar en que se ofrece el sacrificio en honor del Padre. El
beso del altar es por tanto un saludo cariñoso a Jesús. En realidad todos
deberían poder acercarse y besar al altar. Entonces
recordamos la noche más triste del mundo. Alguien entró al jardín del monte de
los olivos, besó a Jesús y dijo: "La paz contigo, maestro". Jesús
dijo: "Judas, ¿con un beso traicionas al hijo del hombre?" Nunca,
jamás nuestro beso debe ser un beso de Judas. |