Expresiones de la Espiritualidad del Corazón en nuestro tiempo
Primera Parte
Establecer el paradigma de la
Compasión
Nick Harnan MSC
Octubre del 2007
Vea la segunda Parte: Un Cambio desde
Ayer al Hoy
El Luterano Marcus Borg, estudiante de la Sagrada Escritura, en un libro informativo, señala la primera finalidad de la vida pública de Jesús, afirmando que la preocupación principal de Jesús fue el bienestar humano y espiritual de la gente de su tiempo. Leemos en Mateo una declaración clara acerca de su preocupación por la gente: "Al ver la multitud sintió compasión porque estaban cansados y abatidos como ovejas sin pastor" Entonces dijo a los discípulos: "la cosecha es abundante pero los obreros son pocos. Pidan al Señor de la mies que envíe obreros a su cosecha" 1 Esta preocupación de Jesús por el bienestar de la gente no era solamente algo académico. No, era una preocupación real, que iba a llevarlo a ciertas acciones. Lo que Jesús incentivaba a hacer era el INICIO de un CAMBIO de PARADIGMA. Jesús vino para poner de cabeza el mundo social y religioso de su tiempo. Esto significaba: establecer UNA MANERA DE VIVIR Y DE RELACIONARNOS CON NOSOTROS MISMOS, CON LOS DEMAS Y CON DIOS, LO CUAL SERIA UN RETO CONCRETO FRENTE AL MUNDO SOCIAL Y RELIGIOSO DOMINANTE DE SU TIEMPO.
Cuando Jesús vino a su pueblo judío encontraba un PARADIGMA RELIGIOSO DE PUREZA. Este había sido creado por el Código de Santidad que se encuentra en el libro Levítico y especialmente en Capitulo 19, 2 donde leemos: "Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sean santos porque yo su Dios soy santo". Santidad significaba entonces separación de todo lo que no era puro. Sin embargo cuando se aplica esto a la práctica, se crea una sociedad y una cultura religiosa en la cual muchas personas son rechazadas; marginadas y difamadas. En resumen, una situación sin corazón que espanta el corazón amoroso de Jesús: De nuevo Borg resume este paradigma: "Las consecuencias de este sistema de purificación consistían en crear un mundo con fronteras sociales bien marcadas entre los puros y los impuros; los justos y los pecadores, los buenos y los no buenos; hombres y mujeres; ricos y pobres; judíos y gentiles" 2 En este sistema se podía encontrar una serie de prácticas de culto; de leyes y de rituales. Era pues el sistema que se debía sostenerse en detrimento del bienestar de la gente. EL SISTEMA ERA PUESTO POR ENCIMA DE LAS PERSONAS. Este sistema ha sido cuestionado muchas veces durante la historia y se puede identificar en algunas situaciones sociales y religiosas de nuestros tiempos.
En contraste con esta sociedad sin corazón y de divisiones o paradigmas, Jesús vino a establecer una sociedad o un paradigma de COMPASIÓN. Este paradigma religioso y social no sería fundado sobre "el código sagrado" del libro Levítico, sino sobre el fundamento proclamado por Jesús: 3 "Sean compasivos como mi Padre Celestial es compasivo” Como Borg afirma 4 " De acuerdo a Jesús, COMPASION debe llegar a ser la cualidad central de la vida de los que se adhieren fielmente al Dios de la Compasión" Antes de considerar algunos de los paradigmas de la compasión, vamos a analizar la palabra COMPASION y tratar de comprender lo que significa.
Parece que la palabra tiene la misma raíz tanto en hebreo como en arameo y es el plural de una palabra que en singular significa VIENTRE (seno) 5 Ahora el seno recibe la VIDA en el estado primero cuando es más vulnerable que nunca y lo alimenta con ternura. De esta imagen podemos sacar algunas ideas acerca de la cualidad del AMOR y de la ATENCIÓN que Jesús exige para su paradigma de compasión. Ya que en la Biblia hebrea compasión expresa tanto un sentimiento como una manera de vivir que brota de este sentimiento, Jesús no se refiere a un sentimiento separado de la preocupación por el individuo. No, Jesús quiere establecer un CAMINO DE VIDA, un CAMINO DE VIVIR Y DE RELACIONARSE que va creando una sociedad y un ambiente social que alimentan y promueven el desarrollo de toda la persona humana. Al hablar de UN CAMINO DE VIVIR Y DE RELACIONRSE estamos hablando de una ESPIRITUALIDAD. Al insistir que este CAMINO DE VIVIR Y DE RELACIONARSE debe estar fundamentado en una COMPASIÓN autentica, estamos hablando de una ESPIRITUALIDAD DEL CORAZÓN.
De lo que hemos dicho vemos que es obvio, de que Jesús estaba preocupado en primer lugar por la cualidad del amor que nutre y hace crecer a la persona integral creada por Dios. Jesús vino a hablarnos en primer lugar de la REALIDAD DE DIOS. El Dios de Jesucristo es un Dios de compasión y de amor, quien se preocupa profundamente del bien de las personas. Este visión hermosa de Dios se encarna y es revelada en el CORAZON HUMANO de Jesús. Pero no basta para nosotros admirar y adorar a este Dios Compasivo. No, de acuerdo a Jesús, nosotros debemos IMITAR a este Dios Compasivo. El requisito religioso clásico de la IMITATIO DEI' o de la IMITACION DE DIOS, debe ser cambiado por Jesús desde el requisito de la religión del Levítico de la SANTIDAD a una nueva IMITATIO DEI de COMPASIÓN.
¿Que es lo que significa esto para los miembros de la Familia Chevalier?
En primer lugar clarifica nuestra MISIÓN. Somos miembros de la familia Chevalier que tiene la MISION de PROCLAMAR Y VIVIR ESTE CAMBIO REVOLUCIONARIO Y LIBERADOR EN LA IMITACION DE DIOS.
En segundo lugar subraya la dimensión profética de nuestra misión. Debemos ahora caminar detrás de Jesús y continuar su obra del CAMBIO DEL PARADIGMA en nuestro mundo social y político.
En tercer lugar nos recuerda que nosotros, como familia Chevalier, hemos recibido el PODER DE REALIZAR ESTE CAMBIO DE PARADIGMA. Por medio de Chevalier, todas las ramas de la familia han recibido un CARISMA, un don de gracia que nos capacita para asumir y testimoniar algunos aspectos particulares de la vida y de las enseñanzas de Cristo. Hemos sido llamados a hacer visible la naturaleza COMPASIVA de Dios, tal como ha sido revelado en el Corazón de Jesús y hecho presente en todos los momentos de la existencia terrenal de Jesús, como nos lo dibuja el Evangelio.
¿Cómo podemos realizar esta MISIÓN CENTRAL de Jesús?
En primer lugar imitamos a Jesús cuando rechazamos de obrar por conveniencia, apoyando el sistema que oprime y margina a las personas. Jesús ha ofendido seriamente a los lideres religiosos de su tiempo al negarse de apoyar el paradigma de la pureza. Seguramente había provocado un nivel de cólera que eventualmente le llevó a la muerte.
Como un ejercicio de reflexión trata de identificar las ocasiones en los cuales Jesús obraba en contra de las prescripciones del este paradigma.
Segundo: Jesús no sólo era reaccionario sino ACTUABA en CONTRA, esto significa que daba pasos positivos para cuestionar y desmantelar el paradigma de la pureza, poniendo en su lugar la cultura del amor y de la compasión. Todas sus enseñanzas se dirigían hacia el establecimiento DE UN CAMINO DE RELACIÓN CON DIOS, CON NOSOTROS MISMOS Y CON NUESTROS VECINOS. La parábola del BUEN SAMARITANO era un ataque directo contra el SISTEMA DE PUREZA. Las figuras del Culto fallaron en la prueba de Jesús, pero un marginado de la religión la ganó gracias a su compasión.
Tercero: Nosotros tenemos que tomar en serio esta misión de Jesús. En el Evangelio está expresado claramente que lo que el Dios de Jesucristo pide de nosotros es Misericordia y Compasión y no sacrificios. Por eso debemos esforzarnos para construir una nueva sociedad; un nuevo modelo de parroquia, una nueva comunidad; un mundo nuevo, construido sobre los principios de la compasión y del amor para con cada persona, especialmente por los que están en desventaja, los débiles o de aquellos cuya voz fácilmente puede ser callada.
Como un ejercicio de reflexión podríamos explorar los caminos diferentes que podríamos tomar para construir tal mundo, tal sociedad o comunidad.
Cuarto: Cada vez cuando nos acercamos a otra persona; aunque sea solamente para ofrecer un vaso de agua; estamos honrando al Corazón de Cristo, de la manera como Jesús mismo lo enseñaba y practicaba en el Evangelio. Todos nuestros servicios de salud y enseñanza; toda nuestra dedicación a la gente; todos nuestros servicios espirituales en bien de los demás, son una manera real y auténtica de vivir la Espiritualidad del Corazón.
SEGUNDA PARTE
Nick Harnan MSC
INTRODUCCIÓN.
El maravilloso documento del Vaticano II, titulado “Gaudium et Spes” presenta claramente a un Dios que actúa en el corazón del mundo y en el corazón de la familia universal. (1) Este documento afirma sin equivocación que, gracias a la Encarnación, estamos en profunda solidaridad con todas las luchas y el desarrollo humano. Esto significa un cambio renovador desde los tiempos del “Extra ecclesiam nulla salus”. Esta afirmación indica la manera de entender a un Dios encerrado dentro de la Iglesia Institucional, tal como fue visto en tiempos pasados. El Vaticano II afirma ahora claramente que Dios está actuando dentro de la familia universal y es parte de la historia del género humano. El cambio de énfasis, hecho por el Concilio, subraya claramente otra verdad central de nuestra fe, es decir, la presencia del Reino de Dios. Esta realidad compenetra todas las enseñanzas de Jesús en el Evangelio. Esto implica que Dios ya está obrando en el mundo más amplio, realizando una transformación profunda. La Iglesia, reconociendo esta acción poderosa de Dios, trabaja para la realización del sueño de tal transformación que hará surgir posibles modelos nuevos del mundo del futuro.
Para reconocer concretamente esta maravillosa Buena Nueva debemos cultivar el arte de LEER LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS. En el Evangelio de San Lucas (2) experimentamos la desilusión de Jesús frente a la incapacidad de los líderes de su tiempo de saber interpretar los signos de los tiempos. Me pregunto de como Jesús respondería a nosotros en este tiempo, en cuanto a nuestro esfuerzo por discernir los movimientos de Dios en nuestros afanes humanos. Una cosa que Jesús sin duda espera de nosotros, es nuestra toma de conciencia y nuestras respuestas frente a los CAMBIOS profundos que se están dando en nuestro mundo. Aquí tenemos un signo muy evidente de nuestros tiempos. Este cambio es tan profundo que ha sido señalado por los comentadores de nuestro tiempo como un CAMBIO DE PARADIGMA. (3) Por eso vamos a echar una mirada breve a estos movimientos dramáticos de Dios en nuestro mundo de hoy y buscar de discernir como nos impactan a nosotros los miembros de la Familia Chevalier.
UN CAMBIO DE PARADIGMA.
Esta expresión significa que el antiguo orden del mundo ha llegado a su fin y un nuevo trata de abrirse paso. Un “paradigma” es una visión del mundo o un modo perceptible dominante, por medio de los cuales interpretamos la realidad o nuestras experiencias. Nos capacita para dar sentido a estas experiencias y nos ayuda a dar las respuestas apropiadas. Debido a que el género humano evoluciona y se desarrolla, nos pasamos de las categorías que nos limitan y de los modelos conceptuales, los cuales han sido esenciales al estructurar la realidad del tiempo pasado, a otras categorías y modelos conceptuales nuevos. Estos son necesarios si queremos reconocer y reflejar el estado de desarrollo al cual hemos llegado hoy en día. Jesús ha iniciado un cambio de paradigma, al sustituir odres nuevos de vino por los viejos. Este cambio profundo estaba presente en la mente del Papa Juan XXIII al convocar el Concilio Vaticano II. En la apertura del Concilio dijo: “En el orden presente de las cosas, la Divina Providencia nos está guiando a UN NUEVO ORDEN DE RELACIONES HUMANAS, las cuales, por medio del esfuerzo humano y más allá de las expectativas, van dirigidos hacia los designios superiores e inescrutables de Dios” (4)
El Papa Juan Pablo II, en su Exhortación Apostólica “Pastores Dabo Vobis”, también reconoce este cambio profundo y lo señala como la razón principal porque muchos sacerdotes están experimentando stress en su servicio y porque hay una necesidad de un cambio radical en el estilo de formación ministerial. Allí podemos leer: “Además, los sacerdotes viven en un mundo, el cual en muchos aspectos es nuevo y pasa por cambios rápidos y una evolución continua. Todo esto no se debe olvidar en la programación y la realización de las varias etapas de formación de aquellos que se van acercando al sacerdocio.” (5) La pregunta que nos debemos hacer siempre de nuevo como miembros de la Familia Chevalier, va en este sentido: “En nuestros esfuerzos de presentar la visión y el carisma del Padre Chevalier al mundo de hoy, ¿estamos escuchando a los signos de los tiempos o ignoramos la necesidad de alcanzar nuevos odres de vino para ofrecer el vino vital a la gente de nuestros tiempos?
Un MSC muy distinguido, quien no ignoraba estos cambios profundos, era el Padre Cuskelly (quien más tarde llegó a ser obispo). Él ha sido Superior General de los Misioneros del Sagrado Corazón desde 1969-1981, un tiempo de transición en la Iglesia y en la Vida Religiosa. A él le correspondía el honor de movilizarnos, como Familia Chevalier, desde los paradigmas pre-vaticanos hacia la Iglesia y el mundo post-vaticanos. En este sentido él podría ser considerado como nuestro segundo fundador. (6) Un cambio muy marcado, que ha surgido de este paradigma radical, en vista del futuro, se encuentra en la manera diferente de como ahora honramos el Corazón de Cristo. El Padre Chevalier describió el camino, por medio del cual él y sus contemporáneos proclamaron la Buena Nueva del amor compasivo de Dios, como “Devoción al Sagrado Corazón”. Esto ha sobrevivido hasta nuestros tiempos. Pero el Padre Cuskelly era consciente que la actitud de la gente frente a la religión y frente a Dios estaba cambiando. Esto era más evidente en las actitudes de mucha gente frente a las Devociones privadas. También era evidente en una pérdida notable de interés, en lo que una vez había sido la devoción más popular de la Iglesia, es decir, la devoción al Sagrado Corazón.
Hay estudios que afirman esto. Yo mismo he realizado un estudio prolongado ofrecido por el Departamento de Sicología de la Religión en la universidad en Irlanda, donde he estudiado. Este estudio incluía a todas las congregaciones que tenían esta devoción como parte de su carisma. Por eso incluía comunidades religiosas de Inglaterra, Wales, Escocia e Irlanda. Había una respuesta excelente y un resumen de los resultados publicados en una revista muy difundida de aquel tiempo (7) El resultado fundamental fue lo siguiente: Alrededor de 10% de aquellos que habían respondido, consideraba que la devoción en su forma tradicional era todavía la forma más efectiva de proclamar el amor compasivo de Dios para con nosotros, revelado en su corazón física. Se consideraba que, persistiendo en esta forma tradicional se llevaría eventualmente a la gente de nuevo a Dios, como fue prometido a Santa Margarita María Alacoque.
Otro 10% consideraba la devoción como totalmente pasada de moda, sin ninguna utilidad y no teniendo ninguna relevancia en la Iglesia post-vaticana. El 80% restante consideraba la devoción de gran valor, pero pasado de modelo en sus expresiones tradicionales y por lo tanto existía la necesidad urgente de buscar presentaciones y vivencias más modernas, para ir al paso de la sicología de los tiempos. El Padre Cuskelly conocía muy bien este descontento con las estructuras tradicionales de lo que conocíamos como Devoción al Sagrado Corazón. Así que decidió volver al sentido auténtico de la devoción tradicional y descubrir elementos más profundos de sentido, lo cual respondería mejor a las necesidades del tiempo.
Esto era fácil para el Padre Cuskelly ya que el Padre Chevalier había considerado al culto al Sagrado Corazón más que una devoción. Para él era la “esencia del cristianismo” conteniendo todas las demás devociones (8) A la luz de esta visión espiritual, muy importante del Padre Chevalier, como también de la conciencia viva del Padre Cuskelly, de que la manera tradicional de comprender la devoción al Sagrado Corazón había perdido su sentido en muchos campos del mundo, él decidió actuar. Él sabía que existía una necesidad de leer los signos de los tiempos en relación con la expresión central del carisma. También anhelaba honrar el espíritu y la dirección teológica del Vaticano II. Por estas razones sugirió que la expresión “Una Espiritualidad del Corazón” abarcaría la visión del Padre Chevalier y el carisma de la Familia Chevalier en un lenguaje y una manera más de acuerdo con lo que podríamos llamar el “Nuevo Paradigma”. Ahora queremos explorar brevemente la rica visión del Padre Cuskelly al dar este paso y analizar como iba descubriendo aún más las riquezas escondidas de la inspiración original del Padre Chevalier.
Debemos recordar de nuevo la toma de conciencia muy presente en el documento del Vaticano II como también en la mente del Papa Juan Pablo II: Un mundo nuevo ha surgido y debemos obedecer a las acciones de Dios de acuerdo a la revelación de sus planes futuras para con su pueblo. (9) El cambio de dirección, impulsado por el Vaticano II, no solo era el resultado de un deseo por cambiar. No era el resultado de alguna victoria de las llamadas fuerzas progresivas sobre el ala conservativa de la Iglesia. El Concilio era la respuesta llena del Espíritu frente a los cambios más grandes de la conciencia ocurridos en la historia de la familia humana. Si buscamos una respuesta sincera a los retos de nuestra fe, nos desprendemos de nuestros odres viejos de vino para obtener los nuevos. Esto nos revela aún más la gran riqueza de la Buena Nueva. De esta manera el Vaticano II ha sido una respuesta providencial y Cristológica a una de los signos más prominentes de nuestros tiempos, es decir, el surgimiento gradual de una manera nueva de ver el mundo. Ahora vamos a tener una mirada más cercana a alguna de las características de este nuevo orden mundial. Pero primero vamos a revisar brevemente algunas características principales del Paradigma Antiguo o del Orden mundial que ha dejado de existir.
EL PARADIGMA ANTIGUO.
Aquí en nuestro grupo hay muchas personas que han crecido en el Orden antiguo o el Paradigma Antiguo. Lo primero que debemos reconocer y subrayar es: Dios ha realizado muchas cosas maravillosas por medio de este Paradigma. Este camino u Orden Mundial era una expresión de un estado de progreso, en el cual se encontraba la gente y la Iglesia en este período de la historia. Este período era sobre todo dominado por un estilo jerárquico de organización de los pueblos. Las Instituciones tenían mucho poder y la gran mayoría de las personas se identificaban con alguna forma institucional. Esto era muy evidente en el campo religioso, pero también era operativo en el mundo secular. Los sistemas, las estructuras, las ideologías y las prácticas de culto eran muy importantes. Existía una tendencia dual en la manera de acercarse a la persona humana, señalando cierta tensión entre el alma y el cuerpo. Se daba mucho énfasis al progreso en la perfección personal. La separación en grupos estaba al orden del día, se subrayaba las divisiones claras entre el catolicismo y otras religiones, tanto cristianos como no-cristianos, entre clérigos y laicos como también divisiones sociales rígidas. (10)
He crecido en una comunidad, en la cual nuestros hermanos laicos eran oficialmente considerados como miembros de segunda clase. Aunque había solamente cinco de ellos, tenían su sala de recreo y comedor separado y tenían un lugar separado en la capilla. Nosotros miramos a las autoridades del gobierno de la Iglesia para organizar nuestros cultos. Si queríamos exaltar la maravillosa Buena Nueva del amor compasivo de Dios, revelado en el corazón físico de Jesús, entonces buscamos una manera prescrita que nos permitía hacerlo. Esto era el margen de una devoción religiosa. Había oraciones prescritas, rituales, prácticas y objetos de devoción religiosa. Se consideraba que la fidelidad a estas prácticas y la frecuencia de su realización hicieron surgir y aumentar el amor, que se expresaba de esta manera. Luego la gente empezaba a cambiar y a considerar estas prácticas como restrictivas y a veces sin sentido. Se necesitaba algo diferente.
EL PARADIGMA NUEVO:
Como ya mencionamos, en los últimos tiempos se ha producido un cambio profundo en la conciencia humana. Se podría preguntar el porqué ha sucedido esto en nuestro tiempo. La respuesta resulta muy complicada, pero podemos decir algo al respecto. Es indudable que en nuestros tiempos se han acumulado muchos acontecimientos, que han sacudido nuestra visión cómoda de la realidad: Esto nos presenta el reto de buscar nuevas respuestas a los problemas de nuestro tiempo. La segunda Guerra Mundial, los avances rápidos de la ciencia y la interconexión de los medios de comunicación son algunos de los elementos que nos han obligado a mirarnos de manera diferente a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Como sucede cuando uno tiene que enfrentar nuevos desafíos, nos hemos visto impulsados hacia arriba en nuestro nivel de conocimientos y del sentido de la vida. Se ha descubierto una complejidad más profunda de la realidad, la cual requería unas categorías y estructuras más apropiadas en nuestra manera de pensar y de actuar.
Como todos los esfuerzos humanos, el cambio hacia un nuevo nivel de conocimiento y de respuestas ha sido bastante incompleto. Hasta hoy, después de muchos años de experimentos, todavía no hemos logrado una transición balanceada y totalmente integrada. Pero podemos identificar ciertos avances nuevos, sobre los cuales podemos trabajar para llevarlos a un nivel de desarrollo, que sin duda va a beneficiar a la familia universal. Uno de estos avances centrales del nuevo paradigma es el reconocimiento de la centralidad de la persona humana (11)
Este descubrimiento ha tenido mayormente resultados positivos. Pero también en este caso, debido a nuestra debilidad humana y nuestra naturaleza pecaminosa, hemos logrado introducir distorsiones en los valores positivos que van más allá de la finalidad de esta presentación. Así, volviendo a los resultados positivos de este descubrimiento de la persona humana, podemos encontrar muchas consecuencias favorables: lo sagrado de los derechos humanos que debe trascender la raza y el género; la igualdad de las personas, a pesar de sus condiciones sociales y lugares geográficas diferentes; la complejidad y centralidad de las experiencias humanas; la visión integral de la vida humana como un alejamiento del dualismo del pasado; el surgimiento de la realidad del mundo subjetivo después de siglos de concentración en un orden objetivo de las cosas; la toma de conciencia del proceso de crecimiento humano con sus heridas deformantes y sus dones; el deseo profundo de sanación e integración personal; el valor y la toma de conciencia para identificar necesidades y dones con el consiguiente deseo de responder a ellos y de desarrollar los dones; la urgencia de reorganizar la comunidad y la sociedad para poder implementar estos nuevos conocimientos.
Todos estos conocimientos y desarrollos han reorientado nuestra energía y atención hacia una BUSQUEDA DE RECUPERACIÓN DE LA VERDAD A NIVEL DE LA EXPERIENCIA HUMANA MÁS PROFUNDA. Como vamos a ver pronto, este es el PUENTE CENTRAL entre los dos paradigmas.
CONSECUENCIAS PARA LAS PRÁCTICAS RELIGIOSAS:
No es ninguna sorpresa, que este cambio marcado en la toma de conciencia, tenga un impacto significativo en nuestra manera de ver a Dios, la religión y la Iglesia. Esta era la razón, como ya mencionamos, de la necesidad urgente de convocar un Concilio de la Iglesia, para poder lograr lo que el Papa Juan XXIII llamaba “aggiornamento”. Esto significa una puesta al día de la Iglesia para estar al nivel del desarrollo moderno. Debida a la nueva comprensión de sí misma, especialmente en el sentido de exploración y de valoración de sus experiencias personales y comunitarias, era inevitable que surgiera un nuevo conocimiento de Dios. La mayoría de la gente no estaría satisfecho con la relación con un Dios, a quien se podría alcanzar solamente por la mediación de la autoridad de la Iglesia, de estructuras de organización y de los moldes de devoción y de oración.
La gente sentía ahora, que sólo podían aceptar a un Dios, que fuese un Creador que se preocupa, comprometido con el ser humano en su camino de crecimiento y las luchas de sus experiencias diarias. Tal Dios debe estar comprometido en su búsqueda del sentido de la vida y del desarrollo como seres humanos. Ellos también se dieron cuenta que debería haber una forma mejor de encontrarse como personas y comunidades para poder desarrollar todas las potencialidades de la familia humana. Esta toma de conciencia y los anhelos profundos hicieron surgir una BUSQUEDA POR LA VALIDEZ DE LA REALIDAD DE DIOS Y SU PRESENCIA EN LOS NIVELES MÁS PROFUNDOS DE NUESTRAS EXPERIENCIAS HUMANAS. Es esta búsqueda por un Dios en nosotros que hace brotar el hambre por una Espiritualidad. Esta es una de las características más evidentes del Nuevo Orden: LA BUSQUEDA DE UNA ESPIRITUALIDAD AUTÉNTICA.
UNA ESPIRITUALIDAD AUTÉNTICA:
Para que una Espiritualidad sea auténtica debe estar fundamentada en el Jesús del Evangelio. Es allí donde descubrimos una ESPIRITUALIDAD AUTÉNTICA, vivida en las condiciones concretas de la vida terrenal de Jesús.(12) Es allí también donde encontramos el lugar más auténtico del Dios de Jesucristo, es decir, dentro del corazón humano (el Reino de Dios está en medio de Uds.) Si reflexionamos sobre esta vida de Jesús vamos a encontrar la cualidad esencial que nos asegura, que la espiritualidad de Jesús es auténtica. Se trata de la cualidad de las RELACIONES. Es un CAMINO DE VIDA, UN CAMINO de vivir y de relacionarse. Una manera de describir la Espiritualidad es: UN CAMINO DE RELACIONES CON DIOS EN MI MISMO, EN MI VECINDAD Y EN EL MUNDO QUE ME RODEA.
Ya que Jesús fundamentó todas sus enseñanzas sobre la LEY PRINCIPAL DEL AMOR Y DE LAS RELACIONES y VIVÍA ESTA SU MISIÓN EN PLENITUD, podemos afirmar que su espiritualidad era realmente auténtica. Aquí es donde se decide la cualidad de una Espiritualidad – la cualidad de nuestra relación amorosa. Necesitamos recordárnoslo a nosotros mismos, ya que todos somos espíritus encarnados, todos tenemos una espiritualidad. Pero Jesús está mucho más preocupado por la calidad de nuestra Espiritualidad. Un escritor describe los retos de esta manera: “Una Espiritualidad se parece mucho a la salud. Todos tenemos salud; podemos tener buena salud o mala salud, pero el tenerla es algo que no podemos evitar. Lo mismo vale para la espiritualidad, cada ser humano es un ser espiritual. La pregunta no es si “tenemos una espiritualidad” sino si la espiritualidad que tenemos es negativa, una que lleva a la soledad y deshumanización o es positiva y realmente da vida“ (13).
Así que podemos decir que Jesús vino a nuestro mundo para librarnos de una espiritualidad negativa y opresiva. Jesús vino para ofrecernos un CAMINO AUTÉNTICO DE VIDA que transforma nuestras vidas y nuestras comunidades. Jesús nos ofrece un “camino de vida” que transforma nuestras RELACIONES para con Dios, con nosotros mismos y con los demás. Esta es la Espiritualidad que es la esencia de todo lo que Jesús enseñaba y vivía. Pero la espiritualidad de Jesús tiene una cualidad más que debe ser la delicia del corazón de cada ser humano. La espiritualidad de Jesús no es simplemente auténtica y liberadora, sino es la ESPIRITUALIDAD DEL CORAZÓN. Esto inmediatamente nos revela la profundidad, la dimensión integral y la COMPASIÓN contenidas en la manera como Dios se relaciona con nosotros por medio de Jesús. El Dios de Jesucristo es un Dios COMPASIVO de tal manera que este Dios está ahora con nosotros, dentro de nosotros, y toma parte en todos los movimientos de nuestros esfuerzos y crecimientos humanos. Es aquí donde Dios ahora viene a encontrarnos en la intimidad de de nuestro corazón humano.
Esto es precisamente donde la gente del nuevo Orden o del Nuevo Paradigma desea encontrar a Dios. Como hemos dicho, la gente ahora desea justificar su experiencia de Dios dentro del nivel más profundo de su experiencia humana. El Padre Cuskelly, citando a San Agustín, identifica la respuesta central a este Dios dentro de nosotros, lo cual abre el camino de una comprensión nueva de nuestra Espiritualidad MSC. Con sus propias palabras dice: “Hemos de bajar a lo más profundo de nuestra propia alma en la realización de nuestras necesidades profundas de vida, de amor y del sentido de la existencia.”(14) Es aquí donde la persona del nuevo paradigma desea comenzar su camino para encontrar a Dios. Es aquí donde debemos ofrecer a este nuevo mundo un encuentro con Dios, quien ahora está con nosotros, a la manera de Jesús. Este encuentro está fundamentado ahora, como lo afirma el Padre Cuskelly, en la Espiritualidad del Corazón.
Espero que lo que hemos dicho nos ha dado algunas indicaciones del porque debe haber un cambio de la Devoción al Sagrado Corazón a la Espiritualidad del Corazón. La gente del Nuevo Paradigma se siente ahora afirmada en su identidad humana, sabiendo que Dios está íntimamente comprometido en nuestro camino de crecimiento y de luchas. El Dios en nosotros adquiere un dinamismo vital y un sentido profundo. Finalmente, la dimensión social y comunitaria de nuestra existencia está integrada en nuestra vida según el Evangelio. Más aún, gracias a la relación compasiva de Jesús para con nosotros en el Evangelio, él también quiere, que establezcamos un CAMINO DE VIVIR Y DE RELACIONARNOS COMO COMUNIDAD, lo cual a su vez estaría compenetrada de compasión. Este sueño de Cristo está explicado más plenamente en un libro de Marcus Borg (15)
Pero para nosotros, los miembros de la familia Chevalier, un mundo construido de COMPASIÓN y de AMOR, nos ofrece una reinterpretación realmente profética de nuestro lema: “Amado sea en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús”. Este nuevo PARADIGMA DE COMPASIÓN también expresa nuestra MISIÓN en el mundo como lo hace la VISIÓN del Padre Chevalier cuando dice: “El Verbo, surgiendo del Corazón del Padre, hace surgir el mundo de la nada; y del Corazón de la Palabra Encarnada, traspasada en el calvario, veo surgir un mundo nuevo, el mundo de los que él ha escogido. Y esta creación tan vital y llena de grandeza e inspirada en el amor y la misericordia, es la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo, que hace presente esta nueva creación en la tierra hasta el fin de los tiempos. (16)
Bibliografía
(1) Gaudium et Spes, Concilio Vaticano II, General Editor, Austin Flannery O.P. The Liturgical Press, 1992
(2) Lucas, 12, 54-56
(3) Diarmuid O Murchu MSC, Coping with change in the Modern World, Mercier Press, Cork, Ireland 1987
(4) Conferencia de Apertura del Vaticano II por el Papa Juan XXIII, el 11 de Octubre de 1962
(5) Pastores Dabo Voibis, Exhortación Apostólica Postsinodal del 25 de Marzo, 1992 Nr. 3
(6) Daniel Auguiè, MSC, Bienvenida a los participantes del Simposium de Cuskelly
(7) Nicholas Harnan, MSC, Devoción un Problema? En Clergy Review, Agosto de 1967
(8) Jules Chevalier, MSC, Le Sacrè-Coeur de Jésus, Paris, 1900
(9) Michael Downey, Comprendiendo la Espiritualidad Cristiana, Paulist Press, New York, 1997
(10) Adrian Smith, The God Shift, New Millennium, London, 1996
(11) Michael Downey, op.cit.
(12) Albert Noilan, Jesus today, A Spirituality of Liberation, Orbis Books, 2007
(13) Ernest Kurtz Katherine Ketcham, The Spirituality of Imperfection, Bantam Books, 1992
(14) Eugene James Cuskelly, MSC, Jules Chevalier, Man with a Mission, pp. 127-129
(15) Marcus Borg, Meeting Jesus Again for the First Time, Harper, San Francisco,1995
(16) Jules Chevalier, MSC, Le Sacrè-Coeur de Jesus, Paris, 1900. pp.145ff