LA ESPIRITUALIDAD DEL CORAZÓN SEGÚN EL CARISMA DEL P. JULIO CHEVALIER MSC: Rasgos comunes de los Maestros de Espiritualidad
Sección 3
RASGOS COMUNES AL CARISMA DE ESTOS MAESTROS ESPIRITUALES
¿Qué tienen en común estos hombres y mujeres? Como hemos mencionado, todos
ellos recibieron un don especial del Espíritu y, a través de su respuesta al
mismo, siguieron la guía del Espíritu en su vida diaria y en todas sus
tareas. El Espíritu trabaja de manera incansable en cada uno de nosotros
para estrechar y fortalecer nuestra relación con Dios y Jesucristo, así como
con nuestro prójimo. En consecuencia, en las vidas de todos estos hombres y
mujeres, descubrirás una relación personal profunda con Jesús, incluso una
pasión por Jesús y su mensaje evangélico, así como una adhesión total a la
llegada del Reino de Dios, en las relaciones personales, en el quehacer
diario y el trabajo, así como en la sociedad secular.
Estos hombres y mujeres nos muestran de igual modo que la fidelidad al don
del Espíritu en nuestros corazones nos dará fuerzas para amar al prójimo
incondicionalmente. "El Espíritu de Dios es amor, alegría, paz, paciencia,
afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, y dominio de sí" (Gálatas 5,
22-23).
Un tercer rasgo es que todos ellos tomaron en serio las palabras de San
Pablo: "Dios nos dio el Espíritu Santo en nuestros corazones" (2 Cor, 21-22;
véase también 1 Cor 2,10-12) y eran conscientes del misterio de la presencia
del Espíritu de Dios en sus corazones. De ese modo, revelaron una nueva
forma de vida: no siguieron ciegamente las tendencias ni las modas de su
época, sino que vivieron "desde dentro". Se refirieron a este "desde dentro"
con diferentes nombres. El mismo Jesús ya había hablado de la habitación
interior (Mat 6,6). Muchos siglos después, Teresa de Ávila lo bautizó como
"castillo interior". En los tiempos modernos, Thomas Merton lo llamó el
"verdadero yo". Otros maestros nombran "el alma" o "el corazón",
refiriéndose al núcleo más íntimo de la persona.
Ahora bien, como dice a menudo San Pablo, todos hemos recibido el Espíritu:
"El Espíritu habita en vosotros" (Rom 8,11).Los momentos de nuestro Bautismo
y Confirmación nos han revelado el misterio del Espíritu que mora en
nosotros". La diferencia entre estos maestros espirituales y nosotros radica
en que ellos han explorado esta morada interna del Espíritu a través de la
contemplación y la oración. Además, nos han enseñado cómo pasar a este
"aposento", el corazón. Al tomar conciencia de la presencia y guía del
Espíritu que mora en nosotros, nos sentiremos animados a seguir un modo de
vida, una forma de unión con Dios y Jesucristo, de relacionarnos con los
demás y llevar a cabo nuestra actividad diaria de acuerdo con esta guía
divina.
Momento de reflexión
"Solía mantener mi vida espiritual en un espacio cerrado y sentía que mi
trabajo, mi vida social, mis alegrías y penas me apartaban de Dios en lugar
de enseñarme y ser fuente de transformación personal para mí. Ahora lo
percibo de forma diferente.
He llegado a comprender que cada uno de los aspectos de mi vida afecta o
influye mi experiencia de Dios. El mundo en el que vivo, con su belleza y
tragedia, con sus diferentes criaturas, me manda constantemente mensajes
acerca de quién soy yo y quién es Dios. De cada cosa y cada persona aprendo
algo sobre Dios, la vida y yo mismo.
Ahora trato de acercarme a cada persona, acontecimiento, criatura con dos
preguntas:
¿Cómo estás, maestro?
¿Qué he de aprender?"
(Joyce Rupp OSM, The Cup of Our Life, Ave Maria Press 2012)