Informe 2008 sobre la Libertad Religiosa en el mundo de Ayuda a la Iglesia Necesitada
En 14 países del mundo
existen
graves limitaciones
a la libertad religiosa
Según el “Informe 2008 sobre la Libertad Religiosa en el mundo”, presentado
el 23 de octubre de 2008 por la organización católica Ayuda a la Iglesia
Necesitada en Roma y en otras capitales europeas, hay 14 países del mundo en
los que existen “graves limitaciones legales a la libertad religiosa”.
Estos países, la mayoría asiáticos, son: Bhutan, China, Cuba, Irán, Corea
del Norte, Laos, Maldivas, Myanmar, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudita,
Sudán, Turkmenistán y Yemen.
El Informe clasifica cinco situaciones en orden de mayor a menor gravedad:
“graves limitaciones legales a la libertad religiosa”, “limitaciones legales
a la libertad religiosa”, “episodios de represión legal”, “violencias de
intolerancia social” y “conflictos locales”.
En China, explica el informe, “las religiones que reciben ayuda,
financiación y apoyo son el confucianismo (una doctrinal moral más que una
religión), el budismo y el taoísmo”.
La Iglesia católica es “una sola”, porque tanto los católicos “subterráneos”
(no reconocidos por el Gobierno) como los oficiales (reconocidos por el
Gobierno), están unidos a la Santa Sede. Es objeto de numerosas
discriminaciones, y a menudo sus presbíteros y obispos son arrestados.
Las comunidades religiosas de Taiwan gozan en cambio de plena libertad
religiosa. “Las relaciones diplomáticas con Taiwan -recuerda AIN- son a
menudo citadas y criticadas por la República Popular China como uno de los
dos obstáculos para las relaciones diplomáticas entre Pekín y la Santa
Sede”.
En Cuba, la Constitución de 1976 proclama de hecho el ateísmo del Estado,
aunque la visita de Juan Pablo II a la isla caribeña en 1998 ha representado
“el principio de una apertura y de un parcial deshielo”.
Las restricciones a la libertad religiosa, “”contribuyen a empobrecer la
presencia de los jóvenes entre los fieles católicos y hacer que, incluso
entre los practicantes, el nivel de apoyo a las medidas medidas morales,
como la oposición al aborto y al divorcio, o el gesto de casarse en la
Iglesia, no sean seguidas ni siquiera por la mitad de la población”.
A pesar de ello, en la Semana Santa del 2006, se permitió a algunos obispos
transmitir un mensaje de 12 minutos; era la primera vez, en 46 años de
gobierno comunista, que sucedía algo parecido.
Una situación de discriminación religiosa se encuentra también en Irán,
donde el Islam chií se identifica con la estructura del Estado.
Entre las minorías religiosas presentes en el país, el Estado islámico
reconoce sólo a los cristianos, hebreos y seguidores de Zoroastro. Algunas
minorías -sunníes, baha'i, ahmadíes- “sufren de hecho discriminación y, a
menudo, violencias”, mientras otras -como budistas e hindúes- no son
reconocidas, y viven “en una total precariedad jurídica” aunque no son
objeto de la violencia.
La Iglesia católica, tanto oriental (armenia y caldea) como latina, goza de
cierta libertad de culto, porque tiene iglesias donde reunirse y ritos en
los que participar, pero no puede expresar su propia fe “fuera de estos
lugares y fuera de sus comunidades”. Se prohíbe cualquier acción misionera,
“tachada como proselitismo”, y toda expresión pública.
“Aunque el presidente Ahmadinejad afirma que la minoría cristiana 'goza de
iguales derechos', las comunidades se reducen a minorías étnicas
guetizadas”, denuncia AIN.
El problema más grave con todo es respecto a los convertidos al Islam,
“ilegales” de hecho. Son musulmanes convertidos a la fe cristiana o
cristianos “arrepentidos”, que vuelven a la fe de sus orígenes tras haberse
convertido formalmente al Islam (en el caso de un matrimonio mixto), o son
hijos de parejas islamo-cristianas. Muy a menudo “deben esconder su nueva fe
incluso a la familia, o bien deben decidirse a emigrar para poderla hacer
pública”. La apostasía se condena con la muerte, encomendada a menudo por
los mismos parientes del convertido.
En Corea del Norte se permite solo el culto del líder Kim Jong-Il y de su
padre Kim Il-Sung.
El régimen impone a los fieles el registro en organizaciones controladas por
el Partido, y desde su instauración en 1953 han desaparecido cerca de
300.000 cristianos y ya no hay sacerdotes ni religiosas, quizás asesinados
durante las persecuciones. Actualmente cerca de 80.000 personas están
recluidas en campos de trabajo y sometidas “a hambre, tortura e incluso la
muerte”.
En Myanmar, denuncia AIN, la situación de la libertad religiosa y de los
derechos humanos en 2007 “ha sufrido un neto empeoramiento”.
“Entre agosto y septiembre monjes budistas se han puesto a la cabeza de un
movimiento pacífico contra los abusos y las políticas represivas del régimen
militar que rige el país desde 1962 con puño de hierro. Siguiendo a los
monjes, bajaron a la calle miles de ciudadanos y a finales de spetiembre la
Junta, no pudiendo tolerarlo más, inició una feroz represión que ha afectado
sobre todo a los bonzos y monasterios budistas”.
La libertad religiosa está también gravemente comprometida en Nigeria, donde
entre los actos de intolerancia y discriminación religiosa hacia las
diversas comunidades cristianas, figuran “falsas acusaciones de blasfemia
contra el Islam”, “raptos y conversiones forzadas de adolescentes,
especialmente chicas”, “discriminación contra los cristianos a la hora de
acceder a empleos públicos o de recibir servicios públicos”, “intimidaciones
y amenazas de muerte a los musulmanes que se convierten al cristianismo”.
También en Arabia Saudita, donde la policía religiosa encarcela a menudo a
miembros de los grupos minoritarios, a quienes se libera solo tras haber
firmado un documento en el que abjuran de su fe, y en Sudán, donde la
apostasía está castigada con la muerte.