Un recorrido por la libertad religiosa en el mundo
El Departamento de Estado norteamericano publica su informe anual
El pasado 13 de septiembre el Departamento de Estado estadounidense
publicaba su último Informe sobre Libertad Religiosa Internacional. A pesar
de que su título es Informe 2010, sólo cubre los últimos seis meses del año,
de manera que las futuras ediciones cubrirán el periodo de información de
cada año completo.
En la presentación del informe, Michael H. Posner, secretario adjunto de la
Oficina para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, afirmaba que
vuelven a ser considerados países de especial preocupación los mismos ocho
que en la última edición del informe: Birmania, China, Eritrea, Irán, Corea
del Norte, Arabia Saudí, Sudán y Uzbekistán.
No obstante, hay muchos países en los que hay graves violaciones de la
libertad religiosa, añadía Posner. Señalaba que hay una preocupación
especial por la situación de los cristianos en Siria, donde la inestabilidad
y la violencia están conduciendo a numerosas violaciones de los derechos
humanos.
Al tratar de libertad religiosa, Pakistán, Irak, Vietnam, Egipto eran
algunos de los países señalados como graves infractores.
El informe comenzaba señalando la diversidad de formas con las que se
restringe la libertad religiosa:
- Represión activa por parte del Estado e impunidad. En países como Irán y
Corea del Norte, la religión está bajo un control estricto como parte de un
esfuerzo más amplio por dominar la vida política y social en general. Otros
Estados, como Eritrea, acosan a la gente hasta tal punto que los creyentes
tienen que renunciar a su fe o abandonar el país.
- Ataques violentos de los extremistas. En ocasiones, los grupos extremistas
empeoran la situación, como cuando el año pasado al-Qaeda hizo llamamientos
para lanzar ataques violentos contra las minorías religiosas de Oriente
Medio. En el 2010 hubo ataques contra lugares sagrados sufíes, chiítas,
ahmadiyadíes y cristianos y contras sus fieles en Pakistán, observaba el
informe. Nigeria también sufrió un aumento notable de la violencia, tanto
contra cristianos como contra musulmanes. En febrero de este año hubo un
nuevo episodio de violencia que se estima que causó 96 muertes.
- Leyes contra la apostasía y la blasfemia. Estas leyes suelen utilizarse
para discriminar a las minorías religiosas. La blasfemia y la conversión del
islam, o apostasía, pueden ser castigadas con la muerte en Afganistán, Irán,
Pakistán y Arabia Saudí. Se invoca también con frecuencia para obtener
ventajas en las disputas o enfrentamientos personales por la posesión de
propiedades.
- Antisemitismo. Según el Departamento de Estado, el año pasado hubo una
continuación o un incremento del antisemitismo en todos los continentes. Los
actos han ido desde la profanación de cementerios a la negación del
Holocausto y la publicación de libros y caricaturas.
- Prohibiciones a la vestimenta y expresión musulmana. La prohibición de
prendas religiosas en público ha seguido en algunas partes de Europa y se ha
introducido también en Francia. Los tribunales franceses ratificaron la ley
y en abril de este año se impusieron las primeras sanciones por la nueva
ley.
- Prohibiciones derivadas o relacionadas con la seguridad. Algunos países
han aprobado o están considerando aprobar leyes que restrinjan la libertad
religiosa basándose en la necesidad de proteger la seguridad nacional.
Algunos Gobiernos han restringido las actividades de grupos que consideran
amenazas.
Por países
En la parte dedicada a Birmania, el informe comentaba que el Gobierno sigue
controlando las reuniones y actividades de prácticamente todos los grupos
religiosos. Además, las denominaciones religiosas tienen que pedir permiso
antes de celebrar cualquier gran evento público. Según el Departamento de
Estado, las autoridades niegan con frecuencia la aprobación de las
solicitudes para celebrar las fiestas tradicionales cristianas o musulmanas.
También es difícil obtener la aprobación oficial para construir nuevas
iglesias o lugares de culto y, en algunos casos, las autoridades bloquean
incluso la restauración de los edificios existentes. Los censores del
Gobierno siguen aplicando restricciones a la publicación local de la Biblia,
el Corán y otros textos cristianos y musulmanes.
La promoción del budismo por parte del Gobierno ha llevado a casos de
huérfanos y jóvenes sin techo que han sido dados en acogida a monasterios
budistas en vez de a grupos cristianos, para evitar la influencia de los
misioneros.
Por otro lado, adherirse o convertirse al budismo sigue siendo una ley no
escrita para quienes quieran ascender en los cargos del Gobierno y en la
jerarquía militar.
Al mismo tiempo, el Gobierno mantiene un estricto control de los monjes
budistas para asegurar que no promueven los derechos humanos o políticos.
Tras las manifestaciones a favor de la democracia en el 2007, varios monjes
budistas fueron arrestados y el año pasado muchos de ellos seguían en
prisión.
En cuanto a China, el informe comenzaba observando que sólo se permite el
culto a aquellas denominaciones religiosas que están englobadas dentro de
las cinco asociaciones religiosas patrióticas aprobadas por el Estado
(budistas, taoístas, musulmanes, católicos y protestantes).
Otros grupos, como los católicos leales al Vaticano, no pueden registrarse
como entidades legales. En algunos sitios, las autoridades han acusado a los
miembros de las denominaciones no oficiales de delitos como la celebración
de actividades religiosas ilegales o de alterar la estabilidad social.
"El nivel de respeto del Gobierno por la libertad religiosa según la ley y
en la práctica ha bajado durante el periodo cubierto por el informe",
señalaba el Departamento de Estado. Los líderes musulmanes de la región
autónoma de Xinjiang Uighur y los líderes budistas tibetanos han informado
de que la discriminación aumentó el año pasado.
Quienes quieran entrar en un seminario oficial tienen que obtener el apoyo
de su asociación religiosa patriótica. El Gobierno exige además a los
estudiantes que demuestren su "confianza política". Los temas políticos
forman parte también de los exámenes de los estudiantes de todas las
escuelas religiosas.
Durante el periodo analizado en el informe, las autoridades han seguido
vigilando, y en ocasiones acosando, tanto a las denominaciones registradas
como a las no registradas. Algunos líderes y seguidores religiosos han sido
arrestados o sentenciados a penas de cárcel por sus actividades religiosas.
En cuanto a Vietnam, el informe indicaba que hay muchas noticias de abusos
de la libertad religiosa. Por ejemplo, muchos católicos y protestantes
señalan que los cristianos sufren una discriminación no declarada cuando
intentan acceder a cargos gubernamentales.
Algunos creyentes sufren acoso o represión, especialmente si pertenecen a
grupos que no tienen reconocimiento oficial. Algunas de las medidas
adoptadas por las autoridades incluyen obligar a la Iglesia a dejar de
reunirse, el cierre de las iglesias no registradas, y presionar a los
individuos para que renuncien a sus creencias religiosas.
Hubo graves conflictos el año pasado entre los feligreses de la iglesia
católica de Dong Chiem, que protestaban por la demolición en enero de una
gran cruz de hormigón. La multitud de varios centenares de personas fue
atacada por la policía, que utilizó gases y golpeó a una docena de
individuos.
El informe añadía que, dos semanas después, un religioso católico fue
golpeado por la policía hasta quedar inconsciente por intentar entrar en la
parroquia cerca de donde la cruz fue demolida. Más tarde, en febrero, un
grupo de monjas y otros católicos de Ho Chi Minh City que peregrinaron hasta
la parroquia fue acosado por la policía y se le negó la entrada.
Necesarias más medidas
Aunque el Departamento de Estado confirmaba su compromiso con la defensa de
la libertad religiosa, la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional
(USCIRF) expresaba su decepción de que no se hubieran añadido más países a
la lista de países de especial preocupación.
"La repetición de la actual lista sigue manteniendo omisiones flagrantes,
como Pakistán y Vietnam", afirmaba Leonard Leo, presidente de la USCIRF, en
un comunicado de prensa el 13 de septiembre.
En su propio informe anual, publicado a principio de año, la USCIRF
recomendaba que el Secretario de Estado mantuviera la lista existente de
ocho país, pero también que añadiera a la lista Egipto, Irak, Nigeria,
Pakistán, Turkmenistán y Vietnam.
Dejando a un lado las diferencias de opinión en la lista de países de
especial preocupación, lo que está claro por el último informe es que a
demasiados países se les permite salirse con la suya negando un derecho
humano básico, la libertad religiosa.
Por el padre John Flynn, LC