La Adicción a la Pornografía
Misioneros del Sagrado Corazón en el Perú
en la lucha contra el flagelo de la pornografía
Por Jaime Morales Herrera
Introducción
El Dr. Jeff Olson en su libro Cuando la mirada de un hombre se desvía nos dice lo siguiente:
"La comunidad cristiana por lo general no admite cuán extendido es el uso de material sexualmente explícito dentro de su propio grupo. Sin embargo, la verdad es que una multitud de hombres cristianos, jóvenes y viejos, y de todos los antecedentes de la vida, miran pornografía regularmente. No todos los hombres que han mirado pornografía son adictos a ella, pero muchos sí. Y cualquiera que le eche un vistazo casual, o que incluso se tope con ella accidentalmente, está en peligro de volverse adicto. Trágicamente, la mayoría de los hombres no admiten el problema hasta que están atrapados. Algunos creen tontamente que tienen control sobre el problema."
Nuestros adolescentes no están exentos de está tentación, y muchos de ellos podrían convertirse en adictos a la pornografía; más si contamos con la accesibilidad que tiene hoy en día la red de Internet. Por esto, todo líder de jóvenes debe hacer buena labor preventiva en relación al tema y estar preparado para atender a un joven que haya caído en está esclavitud pecaminosa.
Definición de pornografía
"La pornografía es cualquier material escrito o visual que presente desnudez y/o actividad sexualmente explícita con el propósito de causar excitación sexual".
Tipos de pornografía
La pornografía puede ser clasificada en softcore (suave) y hardcore (dura), la primera incluye solo imágenes de desnudos, la segunda actividad sexual explícita en diferentes categorías incluyendo algunas que son ilegales en la mayoría de los países occidentales. Un muchacho puede empezar observando pornografía softcore e ir progresivamente queriendo pornografía más fuerte, incluyendo sexo oral, sexo con animales, sexo con niños, sexo grupal, relaciones lésbicas y homosexuales, etc. Esto puede inducir fácilmente al observador de pornografía a una parafilia o violaciones u otros tipos de abusos sexuales.
Hay diferentes formas de transmisión de pornografía, las más conocidas son revistas y videos producidas con este fin; estás dos categorías también pueden ser encontradas fácilmente en la red de Internet (en websites, groups y chats), inclusive gratis.
Uno de los contenidos más peligrosos es la pornografía escrita, estos relatos estimulan la fantasía sexual de quién los lee y dar rienda suelta a su imaginación. El Dr. Oscar Mario Carricart en un artículo titulado Pornografía Infantil en la red, lagunas en nuestra legislación, cita como ejemplo cuatro patrones que se dan en los relatos pornográficos relacionados con la pedofilia.
"El menor seduce al adulto. Es el más frecuente y en el 90% de los casos se trata de una niña adolescente y un hombre maduro. Dicha niña provoca al adulto para aprender o para perder su indeseada virginidad. De este modo se narran relaciones aberrantes entre una niña de 9 años y un hombre casado. Un caso de este tipo puede ser el titulado "Soy una golfa" aparecido en un sitio web de supuesta procedencia española dado el lenguaje utilizado. En el mismo se escribe como una niña de 9 años es iniciada en las prácticas lésbicas por su prima, para a continuación mantener su primera relación sexual plena en un "menage a trois" con el hermano de esta su primo. Acto seguido pasa la noche en la cama de su hermana mayor y su cuñado, "para no tener miedo". Después de presenciar como la pareja hace el amor, aprovecha que su hermana va a la cocina a preparar el desayuno para seducir a su cuñado con el que mantendrá relaciones periódicas con el consentimiento de su hermana. La primera parte del texto describe la ingenuidad de la niña que desconoce todo lo relativo al sexo. Se incluye una autodescripción física para dejar bien claro que a sus 9 años no le había llegado el menor desarrollo. Observa a perros y caballos realizando la cópula y lee revistas pornográficas junto a sus primos. A lo largo del relato la niña pierde la virginidad y es sodomizada. En ningún momento se describe una sensación de dolor o duda, o algún tipo de reparo por las constantes relaciones sexuales con sus familiares. Esta supuesta cybernauta nos relata sus supuestas experiencias de niña presentando lo que consideraríamos un hecho aberrante como algo natural, normal, placentero, indoloro y sin secuelas para la niña. Y una vez descrito esto es inevitable el preguntarnos ¿Cómo puede influir el contenido de tales relatos en lectores con una inclinación pederasta? ¿Pueden sentirse animados a llevar a la práctica sus fantasías?.
También abundan los relatos de la alumna que busca desesperadamente tener relaciones con su profesor, hasta lograrlo.
La mayoría de los relatos responden a este primer patrón por dos motivos: muchos prefieren a la figura de la devoradora de hombres, o a la ninfómana, que a la mujer equilibrada que es capaz de decir NO y mantener una sexualidad controlada. Y en segundo lugar, el hecho de que sea la niña o adolescente la que provoca al hombre adulto, les permite liberarse de un posible sentimiento de abuso o culpabilidad.
El adulto seduce al menor. Este argumento es empleado aún con mucho menos frecuencia que el anterior y resulta aún más peligroso. Se tramite la idea al lector de ¡Digo NO cuando quiero decir SI!, tópico estúpido tradicionalmente empleado para describir el comportamiento de las mujeres. Aquí se incita al adulto a actuar aunque no exista una provocación previa. Si ya es enfermizo el pensar que los niños y niñas provocan a los adultos para mantener relaciones sexuales con ellos, el pensar que lo buscan aún cuando se niegan o lo provocan resulta verdaderamente criminal. Cuando un adulto pedófilo, se aficiona a los relatos de ex menores, que confiesan haber disfrutado de niños en prácticas con sus mayores aún siendo forzados a ello ¿Cómo influye esto en su conducta? ¿Se puede sentir animado a realizar sus fantasías?
Relaciones entre menores. Es un argumento menos explotados que los anteriores. Normalmente se entremezclan los niños de mismas edades, y en ocasiones se llegan a describir situaciones que son físicamente imposibles.
Relaciones incestuosas. Como era de esperar, el tema del incesto es empleado con regularidad por este tipo de sitios. La finalidad es evidentemente provocar excitación en sus lectores presentando como algo natural y deseable la práctica de relaciones sexuales con los propios hijos, hijas, hermanos o padres. Por supuesto nunca se hace referencia a las consecuencias que ello puede acarrear, ni se mencionan las secuelas de todo tipo que dejaría en la propia hija/o, hermano/a o menor".
Otro tipo de pornografía que está tomando relevancia es el llamado hentai asociado al animé o al manga japonés; pero que está extendiéndose al dibujo animado occidental. Estos utilizan el dibujo para escenificar relaciones y en caso de ser un cómic el texto se utiliza para describir con lujo de detalles la situación. Nuevamente, se presta para aberraciones sexuales, debido a que fácilmente se puede dibujar una relación sexual adulto-niño, hombre-hombre, mujer-mounstruo (son famosos en está área los monstruos con tentáculos que con ellos "toquetean" y penetran a las mujeres), hermano-hermana, madre-hijo, etc.; muchas de ellas con violencia constituyéndose en imágenes de violación. Las protagonistas suelen ser niñas de trenzas, rostro angelical y uniforme escolar.
Causas de la pornografía
Entre algunas causas de la adicción a la pornografía podemos citar:
Curiosidad
La obsesión por el sexo en la cultura moderna
La fácil estimulación visual en los varones
Haber despertado sexualmente en forma prematura ya sea por exposición visual o por abuso
Alivio sexual que se requiere como una droga
Efectos de la pornografía
Entre algunos de los peligros de la pornografía podemos citar:
Separa el sexo del amor y del compromiso
Las personas que la ven pueden volverse adictos sexuales
Las personas que lo ven pueden volverse propensas a parafilias
Puede conducir a las personas a violaciones y abuso sexual infantil.
Minimiza la violación, el abuso, el incesto y otras conductas sexuales haciéndolas parecer cotidianas.
Degrada a la mujer, deshumanizándola, al convertirla en objeto de placer sexual para el hombre.
Por lo general muestra cuerpos esculturales, lo que provoca la sensación de tener un cuerpo inadecuado o desagradable; o de que la futura(o) esposa(o) lo tiene. Ej. Un varón puede sentirse desanimado porque su pene no tiene 20cm de largo o más, como aparecen normalmente en los relatos pornográficos.
Reduce la humanidad a la categoría de "animal copulando".
Es materia prima para la masturbación compulsiva pecaminosa.
Refuerza el hábito de crear fantasías sexuales con conocidos(as) en las mentes de las personas.
Respuesta pastoral
La labor preventiva del líder de jóvenes es clara en este caso. Si es bien sabido que los adolescentes de todas las épocas han tenido curiosidad de ver lo que no conocen y lo que se vive en la intimidad; entonces, es menester dar una excelente educación sexual, incluyendo hablar cautelosa y claramente sobre el tema de la pornografía, y no que su educación en el área de la sexualidad sea dada por material pornográfico. Hay que enseñarles como deben reaccionar si son expuestos a este tipo de material ya sea accidentalmente o por sus amigos, para que no sean llevados por la curiosidad y la concupiscencia. Se tiene que estar cerca de los muchachos para que estos tengan suficiente confianza para contarnos si se están pasando revistas o videos pornográficos en el colegio; o si ellos están siendo tentados en esa área.
Debemos aconsejar a los padres en el uso de métodos para controlar el uso de Internet en su casa (bloqueadores de web, manejo de password, etc.), para que los jóvenes no tengan la tentación a su alcance. Una forma fácil de saber si una computadora ha sido usada para ver imágenes pornográficas es revisar los archivos en el caché del navegador (especialmente los jpeg y los gif).
Por último recomiendo que un líder de jóvenes debe estar preparado para aconsejar a un muchacho que busca ayuda en este aspecto, además debe saber cuando remitir a un especialista sobretodo si el problema ha degenerado en una parafilia. Para esto recomiendo una lectura del capítulo 27 del libro de Josh McDowell y Bob Hostetler: Manual para Consejeros de Jóvenes, un libro que no debe faltar en la biblioteca de alguien que ha sido llamado por Dios a ministrar a adolescentes y jóvenes.