Te fascina mirar sexo y violencia y no estás viendo como muere tu sensibilidad y tu delicadeza. Pornografía: ¡Estás frito!
Estás mirando como destruyen a tus semejantes física, moral
y espiritualmente. ¿No te das cuenta que te espera lo mismo a tí?
¿Te entretiene tu propio destino?
Es que están destruyendo tu sensibilidad y juegan con tus miedos.
La violencia observada hace mella.
Te estás embruteciendo, ¿no te das cuenta?