«La
Palabra acampó entre nosotros»
CONTENIDO
DOMINGO II DESPUES DE NAVIDAD C
I. LA PALABRA DE DIOS
A. Comentarios de Sabios y
Santos
B. Suplementos
II. LA FE DE LA IGLESIA
III. TESTIMONIO CRISTIANO
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
B. Contenidos del Catecismo de
la Iglesia Católica
C. Otras sugerencias
Si 24, 1-4.12-16: «La Sabiduría habita en
medio del pueblo elegido»
Sal 147, 12-13. 14-15.19-20: «Glorifica al
Señor Jerusalén»
Ef 1, 3-6.15-18: «Nos predestinó a ser hijos
adoptivos suyos»
Jn 1, 1-18: «La Palabra se hizo carne y
acampó entre nosotros»
«Jesucristo posee dos naturalezas, la divina
y la humana, no confundidas sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios»
(481).
«La Iglesia... ha tenido que recordar en cada
ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona
divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella
pertenece a ``uno de la Trinidad''. El Hijo de Dios comunica, pues, a su
humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma
como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la
Trinidad»
(470).
«Canten mis labios las alabanzas del Señor,
de ese Señor por el que fueron hechas todas las cosas y por el que fue hecho El
en medio de las mismas; de ese Señor que
es el manifestador del Padre y el creador de su Madre; Hijo del Padre
Dios sin madre, hijo del hombre de madre sin padre; gran luz de los Angeles,
pequeña en la luz de los hombres; Palabra de Dios antes de los tiempos; palabra
humana en el tiempo oportuno; creador del sol, creado bajo el sol» (S. Agustín,
Cuarto Sermón de Navidad, 1 PL 38, 1001).
El mensaje de este domingo es la
trascendencia y la imanencia de Jesucristo. El texto del Eclesiástico presenta
a Israel como beneficiario de la inmanencia divina. En el prólogo de su
Evangelio, S. Juan se refiere a la Palabra en su trascendencia y en su
inmanencia.
La Palabra es anterior al mundo: «En el
principio». «Es Dios». «Sin Ella no se hizo nada». «Era la luz de los hombres».
«La luz brilla en la tiniebla...la Palabra era la luz que ilumina a todo hombre...». «Vino a los suyos...». «Se hizo
carne y acampó entre nosotros...». Y nos dio a conocer a Dios.
Ante tan sublime realidad, brota de nuestro
corazón un himno de acción de gracias
a Dios por habernos incorporado a su Hijo Unico (Segunda lectura).
La fe:
El Verbo se hizo carne: 456-460.
La encarnación: 461-469.
La respuesta:
El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo
de santidad: 459;
2012-2016.
No podemos olvidar nuestro compromiso
evangelizador en la Navidad: «La Iglesia desea servir a este único fin: que
todo hombre pueda encontrar a Cristo para que Cristo pueda recorrer con cada
uno el camino de la vida, con la potencia de la verdad acerca del hombre y del
mundo, contenida en el misterio de la Encarnación y de la Redención, con la
potencia del amor que irradia ella». (Juan Pablo II, Redemptor hominis).
«La Iglesia conoce el ``sentido del hombre''
gracias a la Revelación Divina». «Para conocer al hombre, al hombre verdadero,
al hombre integral, hay que conocer a Dios», decía Pablo VI.
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