IGLESIA
DEL HOGAR Los Padres
de Familia desempañan la función sacerdotal que les corresponde en la Iglesia
doméstica DOMINGO II DE CUARESMA "A" Contenido Introducción a la Palabra de Dios 1.1 Primera Lectura Génesis 12, 1-4a 1.2 Segunda Lectura 2. carta de San
Pablo a Timoteo l, 8b-10 1.3 Evangelio San Mateo 17,1-9 2.2 Reflexionemos con los Hijos sobre el don de la Fe 6. LEAMOS LA BIBLIA CON LA
IGLESIA 7.2.
Himno bizantino de la
Transfiguración 7.3 El amor, la muerte y la vida Aclamación Introducción a la Palabra de Dios 1.1 Primera Lectura Génesis 12, 1-4a
Muchas veces me he preguntado por
qué Dios no procede de una manera u más directa e independiente. ¿Por qué quiere servirse de personas para lograr sus
fines? ¿Acaso no podría actuar directamente en la historia de los hombres? Pensándolo bien, me alegro de que
utilice a las personas, a los pecadores.
¿Porqué? Porque esto me da una esperanza que el Señor quiere utilizarme a mí a
pesar de mis pecados y debilidades.. Esto precisamente sucede en los albores
de la historia del pueblo escogido. Dios llama a un viejo para que se ponga en camino. Abrahán es un fracasado
porque no tener hijos. En aquel entonces morir así era como perderse en el
olvido, era como si no hubiera nacido o existido. Dios llama a este hombre. Imagínense, dejarlo todo a los ochenta años y
no saber adónde te diriges ni por dónde tendrás que caminar. No sabemos cuanto
tiempo demoró Abrahán en obedecer. Lo cierto es que se pone en camino y se
convierte así en padre de todos los
creyentes. Si Abraham no salía, no nacía Jesús, no leerías tú la Palabra de Dios.
Si tienes tiempo lee toda la historia de Abrahán y verás que el camino del
padre en le fe es un camino largo, tortuoso y precario. Pero siempre anda con
Dios. Lee luego también el capitulo 11 de la carta a los Hebreos. Si tenemos fe seremos hijos de Abrahán. ¿Porqué se ha colocado este pasaje como
primera lectura del domingo? La cuaresma,
especialmente la de este ciclo, representa una especie de catecumenado, una introducción
al bautismo. En los tiempos antiguos los que deseaban bautizarse tenían que
pasar un tiempo relativamente largo de preparación y, cuando daban signos
de fe y de vida cristiana – los padrinos
lo garantizaban ante la Iglesia – al comienzo de la cuaresma fueron admitidos a
una preparación más profunda – las lecturas de este ciclo reflejan los temas básicos
de la catequesis prebautismal – y al final de la cuaresma, durante la Vigilia
Pascual, fueron admitidos al baño de la regeneración, al bautismo. El domingo pasado hemos contemplado cómo la historia del hombre lleva
desde el comienzo la marca del pecado y cómo Jesús es el único que ha superado toda
tentación y ha obedecido al Padre. Este domingo nos anticipa hacia dónde estamos caminando. Pero se necesita
obedecer y ponerse en camino. Pues esta cuaresma es un camino para que salgamos
del pecado. Como a Abraham Dios nos
llama y nos dice:"Ponte en camino. ¿Lo haremos? Comienza a caminar. ¿Cómo? Pues sigue con los demás pasajes y lo
sabrás. 1.2 Segunda Lectura 2. carta de San Pablo a Timoteo l, 8b-10
Dios llama a través de la historia
a los hombres para que se salven. Nosotros somos unos privilegiados. Aunque había
sido designio de Dios desde toda eternidad Abrahán no sabía nada del plan
maravilloso de que Dios mismo se encarnaría y entrara a la historia humana para
salvar a la humanidad y abrirle el cielo el cielo también a Abrahán. Pienso que
tenemos miles de razones más que Abrahán de ponernos en camino de salvación y
participar en los duros trabajos del evangelio. Esta exhortación de San Pablo a
Timoteo es igual de apremiante para ti. 1.3 Evangelio San Mateo 17,1-9
Alguien ha dicho que nuestra
realidad tan palpable, tan firme no es más que el rayo de la luz que pasa por
el ojo de la cerradura desde un lugar profusamente iluminado hacia un lugar en
oscuridad. Hay inmensidades que ni sospechamos. Esto no quiere decir que
nuestra realidad no es importante. Lo es porque el Hijo del Dios se hizo parte
de ella pero precisamente para contarnos lo que hay más allá de nuestra
percepción. La Biblia nos habla
frecuentemente de la gloria de Dios. Es la realidad inmensa que se trasluce un
poco para que el hombre pueda creer. La experiencia que describe el
evangelio es un hito, un momento en el camino de Jesús hacia su pasión, muerte
y resurrección. Nos hace vislumbrar que estando en camino con Jesús estamos en
camino hacia la gloria de Dios. Aunque tengamos que bajar pronto del Tabor disfrutemos
un momento de la gloria de Jesucristo. Es estupendo. En el monte Jesús
está rodeado de los testigos de la historia de salvación. Son los testigos de
la historia que Dios ha hecho con el pueblo escogido Moisés y Elías, la ley y
los profetas. Y son los que serán testigos de su muerte y resurrección. Me
refiero a los apóstoles. Somos sumergido en el plan salvífico del Padre. Tú
también está considerado en él. 2. Reflexionemos2.1 Los padres
Estamos frecuentemente como
encerrados en la cárcel de las preocupaciones de nuestra vida concreta. A veces
hemos perdido completamente la capacidad de elevar nuestros ojos y nuestro
corazón a una realidad que está detrás y encima de la realidad que vivimos y
padecemos. ¿Qué pasa? El sufrimiento, la precariedad y los problemas de la vida
diaria nos absorben tanto que caminamos como los hombres del purgatorio de
Dante, inclinados bajos el peso de las esclavitudes y – si un poco de fe – sólo
atinamos percibir un sentido muy limitado de nuestra realidad. ¿Cómo recuperar
la ilusión, la esperanza de la realidad que Dios tiene preparado a los que le
aman? Y otra cosa más: Si han entrado
con fuerza al combate de la cuaresma, este evangelio nos hace vislumbrar que no
estamos luchando por luchar sino por no dejarnos aplastar por la realidad
palpable y quedarnos como incapacitados para mirar hacia el cielo. 2.2 Reflexionemos
con los Hijos sobre el don de la Fe
Nuestro Padre celestial nos ha
revelado sus divinos misterios. Todo lo
que dice es verdad; pues Él es la verdad eterna. No puede engañarse ni engañarnos.
Por eso, con espíritu de obediencia, hemos
de confesar todo lo que Dios ha revelado, tenerlo firmemente por verdadero y edificar nuestra vida
do sobre esta base. Dios se ha revelado sobre todo por
su Hijo Jesucristo. Sólo aquel que conoce
a Jesús conoce también al Padre. Es, pues, vital escuchar la palabra de Cristo
y considerar su santa vida su muerte y su glorificación. Lo que Dios ha revelado nos lo
enseña la Iglesia católica."La multiforme sabiduría de Dios debe ser notificada
por la Iglesia" (Ef 3,10). Por lo
tanto, es en ella que encontramos la verdad. Sin la gracia de Dios non nos es
posible creer. San Pablo dice:"Por
la gracia habéis sido salvados mediante la fe, y esto no os viene de vosotros,
es don de Dios"(Ef. 2, 8). Por eso, es importante pedir con frecuencia esta
gracia de Dios. El don de la fe nos ha
sido concedido por el Espíritu Santo en el bautismo. Es como si recibiéramos
unos ojos espirituales, con los cuales podemos percibir ya desde ahora los
misterios de Dios. Lo que ahora creemos, llegará día
en que lo podremos contemplarlo. En la patria eterna, Dios se nos manifestará
cara a cara, y, nosotros, llenos de inmensa alegría, podremos reconocer toda su
gloria y toda su bondad. Aclaración: Algunas veces, la
palabra "creer" significa tanto como suponer, por ejemplo cuando
decimos: "creo que lloverá". Pero si decimos: "creo lo que me ha
dicho mi amigo", entonces queremos indicar que tenemos firmemente por
cierto lo que el otro ha dicho. En este sentido, pues, hay que interpretar la palabra
"creo", cuando damos testimonio de nuestra fe: "Creo lo que Dios
ha revelado". Esto quiere decir: tenemos firmemente por cierta alguna cosa,
porque Dios, que es la eterna verdad, nos la ha dicho. 3. RELACIÓN CON LA MISA¿Quién tiene presenta que al
celebrar la Eucaristía estamos uniéndonos
con la Liturgia celestial? Los ojos de la fe vislumbrarán en la Palabra d e Dios que se anuncia y
proclama en la Misa, en los dones signos eucarísticos la presencia del Señor,
del Hijo amado, a quien debemos escuchar. 4.Vivencia FamiliarNo hay nada que suceda en nuestra
vida que no sea gracia y don del Señor. Nuestra fe nos capacita ver detrás de
lo ordinario y lo extraordinario de nuestra vida, la presencia y providencia de
Dios.. Al conversar con los hijos sobre los acontecimientos que vive la familia
los padres de familia tienen un papel de profeta, es decir, deberían desentrañar
de los hechos lo que Dios nos quiere decir. En la reflexión familiar, sería
muy bueno que después de haber pedido
luz al Señor, tratar de descubrir en
uno o dos hechos de la semana, lo que Dios quiere comunicarnos. ¿Qué es lo que
Dios quiso decirnos con esto? Se sorprenderán
como leer el periódico, por ejemplo, puede convertirse en ejercicio de fe. 5. NOS HABLA LA IGLESIARESPONDER A LAS MOCIONES DEL ESPÍRITU El Pueblo de Dios, movido por la
fe, que le impulsa a creer que quien lo conduce es el Espíritu del Señor, que llena el universo, procura
discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los
signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios. La fe todo lo
ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocación del
hombre. Por ello orienta la mente hacia soluciones plenamente humanas. El Concilio se propone, ante todo,
juzgar bajo esta luz, los valores que hoy disfrutan de máxima consideración y
enlazarlos de nuevo con su fuente divina. Estos valores, por proceder de la
inteligencia que Dios ha dado al hombre, poseen una bondad extraordinaria; pero,
a causa de la corrupción del corazón humano, sufren con frecuencia desviaciones
contrarias a su debida ordenación. Por ello necesitan purificación. ¿Qué piensa del hombre la Iglesia?
¿Qué criterios fundamentales deben recomendarse para levantar el edificio de la
sociedad actual? ¿Qué sentido ultimo tiene la acción humana en el universo? He
aquí las preguntas que aguardan respuestas. Estas harán ver con claridad que el
Pueblo de Dios y la humanidad, de la que aquél forma parte, se prestan, mutuo
servicio, lo cual demuestra que la misión de la Iglesia es religiosa y, por los
mismo, plenamente humana. (Vat II Iglesia en el Mundo no 11). 6. LEAMOS LA BIBLIA CON LA IGLESIALunes Dan 9,4b-10 Lc 6,36-38 Martes Is
1, 10.16-20 Mt 23,1-12 Miércoles Jer 18,18-20 Mt
20,17-28 Jueves Jer 17,5-10 Lc
16,19-31 Viernes Gen
37,3-4.12-13a.17b-28 Mt 21,22-43.45-46 Sábado Miq
7,14-15.18-20 Lc 15,1-3.11-32 7. ORACIONES 7.1 HIMNO ORIENTAL
Cristo, luminaria más potente que
el astro solar, antes de subir a la cruz asciende al monte Tabor para dejarnos
entrever una imagen misteriosa de la Trinidad santa. A sus discípulos preferidas
les manifiesta la gloria de la belleza primera. Los inunda de claridad, pero también
oculta la fuerza de su luz trisólar para que no mueran fulminados por sus
rayos. Convoca a los primeros profetas, Moisés y Elías, para que den testimonio
de su persona divina, el reverbero de la substancia del Padre. Una nube
envuelve a todos como carpa incandescente y una voz resuena en las alturas, la
voz del Padre: Este es mi Hijo querido, al que yo he engendrado en mi seno
antes de clarear la aurora. Lo envío a salvar a aquellos
que sena bautizados en el nombre del
Padre del Hijo y del Espíritu. Cristo Dios, amigo de los hombres: Ilumínanos con la luz tu
gloria inaccesible, haznos dignos del tu
reino eterno. 7.2. Himno bizantino de la Transfiguración
Aquel que un día conversó con Moisés sobre le Monte Sinaí en medio de señales
prodigiosas y les dijo: Soy elque soy, se transfigura ahora sobre el monte TAbor delante de sus discipulós para msotrarles
la naturaleza humana revíestida de la primera belleza, la belleza de los
orígnes. Llamando junto a sí a Moisés y
Elías para hacerles testigos esta
revelación les comunica también su gozo por haber sido ellos los primeros
pregonaros de su muerte en cruz y de su resurrección redentora. 7.3 El amor, la muerte y la vida Aclamación
Padre, sólo muestras tu rostro, después
del desierto, más allá de la muerte. OH DIOS TÚ ERES BENDITO POR LOS SIGLOS Padre, colmaste de vida a tu Hijo
Jesús cuando le llegó el momento de no pertenecerse ya. GLORIA A TI POR LOS SIGLOS Cristo. Nos invitas cada día a
rehacer nuestra vida ofreciéndonos la tuya. GLORIA Y HONOR A TI SEÑOR JESÚS Cristo, te hiciste el más pequeño
de entre nosotros, igual que el pan partido que pasa de mano en mano para darnos
la vida POR SIEMPRE YO CANTARE TU NOMBRE
SEÑOR Espíritu, a los hombres que quieren
construir un mundo mejor nos les falte el aliento de tu amor. FUERZA Y PODER A NUESTRO DIOS. ( Maertens) |