Disfruten de la
Palabra Divina de los Domingos tomados de la mano
de los Padres de la Iglesia, de los Santos y Sabios de todos los tiempos y del
Catecismo de la Iglesia Católica (Nota Bene: Los números consignados entre paréntesis ( ) hacen referencia a los números del Catecismo).También puede saltar a: LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA(Misa
del día) “Reina asunta al
cielo: hoy te felicitan todas las generaciones, porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por
ti” INDICE
A. Comentarios de Sabios y
Santos I. LA PALABRA DE DIOS
* Ap 11,19a; 12,1-6a.10ab: “Una
Mujer vestida del sol, la luna por pedestal” * Sal 44,10bc.11-12 ab.16: “De pie a
tu derecha está la Reina enjoyada con oro”. * 1Co 15, 20-26: “Primero, Cristo
como principio; después, todos los cristianos” * Lc 1,39-56: “El Poderoso ha hecho
obras grandes por mí; enaltece a los humildes” A. Comentarios de Sabios
y Santos
B. Suplementos
II. APUNTE
BÍBLICO-LITÚRGICO
* El libro del Apocalipsis recoge y
desvela una larga tradición que arranca de Gn 3. Se habla de una victoria. Las
coincidencias son demasiadas como para pasarlas por alto: algunos han querido
ver en “las alas de águila grande” que “le fueron dadas a la Mujer”, una
alusión a la Asunción de la Virgen. Aunque estas palabras no están incluidas en
la lectura, las mencionamos por la relación con la fiesta. La alabanza que brota de María,
bendiciendo a Dios con el canto del “Magníficat”, revela la inmensa gratitud de
quien se siente objeto de la infinita benevolencia de Dios. La Iglesia quiere
hacer suyas las alabanzas de María porque se sabe peregrina hacia el mismo
cielo que Ella en cuerpo y alma ocupa. Mirando a María, encuentra su destino
último. “Ha sido llevada al cielo la Virgen, Madre de Dios; ella es figura y
primicia de la Iglesia que un día será glorificada” (Prefacio). III. SITUACIÓN HUMANA
* La antropología cristiana proyecta
sobre el hombre necesariamente ese mundo de las realidades últimas que hace que
no se agote aquí en este mundo nuestra capacidad humana, María Asumpta en
cuerpo y alma al cielo tiene mucho que decir al hombre de hoy. Porque en María
alcanza la humanidad el grado sumo de perfección. Porque la victoria de Cristo
Resucitado, no se refiere sólo al espíritu. No hay dimensión de la realidad
humana fuera del alcance de la Resurrección. La carne misma llega a la gloria
de Dios. IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe
_ María, icono escatológico de la
Iglesia: “Después de haber hablado de la
Iglesia, de su misión y de su destino, no se puede concluir mejor que volviendo
la mirada a María para contemplar en ella lo que es la Iglesia en su Misterio,
en su ``peregrinación de la fe'', y lo que será al final de su marcha, donde le
espera, ``para la gloria de Santísima e indivisible Trinidad'', ``en comunión
con todos los santos'', aquella a quien la Iglesia venera como la Madre de su
Señor y como su propia Madre: ``Entre tanto la Madre de Jesús, glorificada ya
en los cielos en cuerpo y alma, es la imagen y el comienzo de la Iglesia que
llegará a su plenitud en el siglo futuro. También en este mundo, hasta que
llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha, como señal de
esperanza cierta y de consuelo'' (LG 68)” (972). _ La Maternidad divina en la Asunción:
(966). * La respuesta
_ La esperanza de los cielos nuevos
y la tierra nueva: “``La Iglesia... sólo llegará a su
perfección en la gloria del cielo... cuando llegue el tiempo de la restauración
universal y cuando, con la humanidad, también el universo entero, que está
íntimamente unido al hombre y que alcanza su meta a través del hombre, quede
perfectamente renovado en Cristo'' (LG 48)” (1042; cf. 1043). _ Creo en la Resurrección de la
carne: 988. 989. 990. 991. * El testimonio cristiano
_ “Si Cristo Nuestro Señor, Justo
Juez, reparte los premios, según el apóstol, con arreglo a las obras de cada
uno, justo es que María, su Madre, por lo incomparable de su obra recibiera un
don inefable, premio y gloria que excede a toda comparación. Tal fue su entrada
corporal en el cielo, en donde se colocó a la diestra de Dios in vestito
deaurato, circumdata varietate” (San Ildefonso, Sermo 2 de Assumptione B.M.) “Con razón no quisiste, Señor, que
conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu Santo,
concibió en su seno al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor Nuestro”
(Prefacio). vea:
clerus.org |